Un nuevo día se asomaba en Moscú, el sol llenaba de vida todo a su paso. Siendo apenas las 5 de las mañanas, las calles comenzaban a cobrar vida, varias personas se encontraban listas para empezar el nuevo día. Cosa que no ocurría en la casa de cierto pequeño rubio de 10 años quien se encontraba envuelto en sus sábanas como si estas fuesen un capullo y quien estaba completamente dormido.
En esos momentos se encontraba en el nirvana del sueño, cómodo, arropado en su esponjosa cama, no teniendo un porque levantarse tan temprano ese día pero la realidad de las cosas le cayó como un balde de agua helada.
-¡Yuratcha, levántate tienes que ir a la escuela! - Le gritó su abuelo Nikolai entrando a su habitación de una patada, cosa que hizo brincar al menor del susto.
-¡Abuelo, te he dicho que no hagas eso!- Gritó Yuri con una de sus manos sobre su pecho donde aún podía sentir su corazón latir rápido - Además no quiero ir a la escuela, mi cama está muy cómoda - Terminó buscando como envolverse en las sábanas de nuevo pero fue detenido por su abuelo quien rápidamente le tomó del pie izquierdo y le comenzó a hacer cosquillas.
-Vamos, si eres tan responsable en el ballet y el patinaje también lo tienes que ser en tus estudios- Dijo Nikolai dejando tranquilo a su pequeño nieto quien hizo un puchero.
-Pero abuelo...-
-Sin pero, ahora báñate y alístate, tu desayuno está listo, tienes que ir a clases y punto- Sin más salió de la habitación.
Con un suspiro de derrota, Yuri se levantó de su cama y se dirigió al baño para luego mudarse y bajar con un abrigo en un brazo, al llegar al comedor se dio cuenta de que como dijo su abuelo, allí estaba ya su desayuno listo, tomó asiento y unos segundo después llegó su abuelo con un plato, ambos en un silencio cálido y cómodo disfrutaron de sus desayunos.
Al terminar, Nikolai llevó a lavar los platos mientras tanto Yuri terminaba de arreglar su mochila y colocarse su abrigo. Y sin perder el tiempo tomó su teléfono y fue directo a Instagram para ver si había algo nuevo de su "futuro esposo".
HiroY029:
*Se ha visto al gran patinador Kazajo, Otabek Altin, por las calles de Londres además de haberse sido visto entrar a uno de los clubes más famosos de la ciudad!! @otabek-altin.
@Yuki152 Oh Por Dios!!!
@v-nikiforov WoW! Si que te ves guapo, Otabek! Ya quiero que vengas a Rusia!!
Estaba emocionado de tener nuevas noticias de Otabek, aunque su sonrisa desapareció casi por completo al ver el mensaje que había dejado Viktor, contuvo sus celos y no responderle allí mismo un montón de groserías.
Respirando profundo se calmó y guardó su teléfono, en ese momento regresó su abuelo quien también tenía puesto ahora un abrigo, sin más ambos salieron y en el auto de Nikolai fueron a la escuela del menor
-Yuratcha, esta vez no podré ir a llevarte a clases de ballet o a la práctica de patinaje, tengo que hacer unas entregas además de que tengo que hablar con alguien que nos ayudará en nuestro negocio- Mencionó Nikolai sabía que su pequeño nieto haría una escena por ello antes de que gritara siguió hablando - Por eso le pedí a tu amigo Viktor que me hiciera el favor de llevarte.
-¡¿QUÉ?!- Yuri miró indignado a su amado abuelo, no por la parte de no poder ir a traerlo, eso lo entendía muy bien sino por lo de que Viktor era su amigo - ¡ESE ANCIANO NO ES MI AMIGO, ABUELO
Nikolai río ante ello, Viktor a lo mucho llegaba a conocido para el menor (Nikolai estaba confiando en el gracias a que Yakov dijo que Viktor era una persona de fiar, algo distraído y a veces tonto pero era buena persona), pero no quiso desaprovechar de la oportunidad de molestar a su pequeño nieto.
En lo que restaba de viaje, Yuri se dedicó a prepararse mentalmente como siempre hacia para entrar a la escuela, como siempre se preparaba para las miradas y las palabras que le darian ya dentro, el estar solo durante todas esas horas ya estaba acostumbrado.
-Muy bien, ya llegamos- Dijo Nikolai deteniendo el auto. Yuri tenía un puchero pero suspiró derrotado y se despidió de su abuelo.
-Adiós, abuelo. Espero te vaya bien con la reunión. Te quiero mucho.
-Gracias, yo también te quiero, Yuratcha.
Bueno, llegó la hora.
Horas después:
Yuri se encontraba ya en la última de sus clases, la única que le gustaba en realidad inglés. Era la única en la cual lograba poner el 100% de su atención y además le faltaba poco para dominar por completo el idioma, después de todo si quería viajar en el mundo cuando fuese un patinador famoso tendría que aprender por completo el idioma para comunicarse.
Como siempre hacia, esperó a que todos sus compañeros salieran para luego salir él. No pudo evitar sentir envidia de ver como entre ellos eran amigos, mientras él seguía solo.
Esperó otros 10 minutos, incluso su maestra se había ido para acompañar a sus alumnos, ya sabía que el menor se quedaba un tiempo más.
"Es verdad, el anciano va a venir por mi" pensó desganado Yuri, tomando su mochila y saliendo del aula en dirección a la salida.
Él se extrañó al ver un tumulto de personas quienes estaba fuera rodeando a alguien, la mayoría eran mujeres, incluso logró ver a su maestra allí. Yuri rezó por que no fuera Viktor quien causaba semejante espectáculo por lo cual por obligación tuvo que dirigirse hacia el tumulto de personas y lograr que el mayor le viera, pero su corazón se detuvo y sus mejillas se sonrojaron al ver que quien estaba allí no era Viktor sino que...
-Otabek- Dijo un sorprendido Yuri.
Otabek Altin, patinador de 20 años, famoso en el mundo y que provenía de Kazajistán vistiendo una camisa gris con una chaqueta de cuero negra sobre esta, un pantalón algo ajustado de color azul, unas botas de color negro y para completar el conjunto de chico malo, este se encontraba apoyado sobre una moto Harley Davidson Street 750 de color negro.
Aunque el menor no se esperó que el otro le viera pero se equivocó porque el Kazajo llevo su vista donde el, causando que su sonrojo creciera más.
Vio como Otabek se acercaba a él con un semblante sereno, el mayor se agachó un poco para quedar a su altura y procedió a poner una de sus manos sobre los rubios cabellos de Yuri.
-Viktor me pidió que te llevara a tus otras clases ya que él no puede ¿Estás listo o no? - Preguntó Otabek al tiempo que despeinaba al menor. Como respuesta tuvo un asentimiento de cabeza y sin más se levantó. Caminó hasta su moto con Yuri detrás de él.
Otabek tomó de su moto un casco de color azul y se lo colocó a Yuri, mientras él se colocó uno de color negro. Ambos subieron a la moto del Kazajo y se fueron.
Ignorando por completo a todas las personas que estaban allí y habían visto todo, claro que no desaprovecharon para tomar diversas fotos del Kazajo.
En una cafetería cercana:
Minutos después de haberse ido, Otabek había sugerido ir a una cafetería que conocía de las veces que había ido a Rusia y de la cual todo ocurría con completa discreción para que ambos lograron comer algo y en calma hasta que fuese la hora de llevar al menor a su clase de Ballet.
Yuri durante todo ese tiempo de encontraba estático, frente a él se encontraba su ídolo, su segundo ejemplo a seguir (el primero siempre fue/es/será su abuelo Nikolai) y quien había declarado ya su esposo en un futuro. Su rostro se encontraba sonrojado y su corazón latía acelerado. Más aun en la situación en que estaban.
"E-esto parece una cita" Ante su pensamiento mordió disimuladamente su labio inferior para no gritar emocionado.
-Por cierto, aun no conozco bien tu nombre, Viktor solo me dijo que te llamabas Yuri - Habló Otabek quien durante ese tiempo de silencio se había dedicado a ver al menor con una sonrisa no tan visible en si rostro al ver la actitud del rubio.
-¡E-es verdad! ¡Mi nombre es Yuri Plisetsky! ¡Es un honor conocerlo personalmente, Señor Altin! - Dijo Yuri emocionado aunque también respetuoso.
Otabek se enternecio ante la actitud del menor, en verdad que era muy interesante y aprovecharía el día para conocerlo más.