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La máscara de Lex por Eowyn Fitzgerald

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Durante la última reunión le habían comenzado a dar las contracciones y en lugar de ir al hospital se subió en la caminadora que tenía en su oficina, de todas maneras solo las tenía cada diez minutos, aún le faltaba algo de tiempo y debía aprovecharlo, claramente olvidó su cena con Conner.

Lena estaba preocupada por él. Lex ya estaba en fecha y no paraba de trabajar ni hacer ejercicio, y aunque tratar de hacer descansar a un Luthor era un caso perdido ella siguió intentándolo. Y su cuñado no la apoyaba, en realidad parecía tener menos interés en el asunto que el mismo Lex. Entró a la oficina de su hermano mayor con los brazos cruzados y con una reprimenda preparada para intentar mandar al mayor a casa, pero lo encontró de rodillas en la caminadora tocando su vientre y con una terrible expresión de dolor.

—¡Lex! —corrió hasta él y también se puso de rodillas y lo rodeó con un brazo— oh por Dios, ¿estas bien?

—Que pregunta tan estúpida... ¡entre en labor!

—¡¿Y cómo quieres que lo sepa!?

Lex no estaba en las mejores condiciones y Lena estaba asustada y no sabía que hacer. En cualquier momento ocurriría un desastre si seguían solos. Afortunadamente no pasó mucho tiempo para que otra persona entrará a la oficina.

—¿Qué rayos? —preguntó Bruce Wayne al ver la escena,su reacción fue rápida tomó en brazos al Omega y le ayudó a caminar hasta el elevador— Respira Lex.

—¿Por qué has venido? —dijo Lex jadeando— no recuerdo haber agendado una cita...

—No importa ahora, cuando vuelvas a trabajar lo hablamos. Te llevaré al hospital.

Cuando las puertas del ascensor abrieron en la planta baja se toparon también con Kara y los cuatro subieron al coche de Bruce. Ellos iban en la parte de atrás, Lex extendido por todo el asiento trasero y recargado contra Wayne mientras esté le rodeaba la cintura con un brazo y con la mano que tenía libre tomaba la del menor. Lena conducía y Kara estaba sentada en el copiloto.

—¿Dónde está tu esposo? —Preguntó Bruce a mitad de camino— ¡le necesitas en la sala de parto!

—Se fue a Dinamarca en la mañana, no regresará hasta el domingo... Tendré que hacer esto solo.

Lex no parecía preocupado por ello, pero Bruce si lo hizo, si Luthor no tenía ningún Alfa a su lado cuando llegara el momento tenía altas posibilidades de perder la vida pues Lex como pocos no tenía tolerancia a la anestesia (lo sabía por el artículo de una revista sobre una cirugía que le realizaron de joven a Luthor). Y Bruce que era padre de dos Omegas simplemente no podía dejarlo sufrir y ya, no pidió permiso a nadie y comenzó a tranquilizar al menor con su aroma hasta atontarlo mientras se juraba tener una charla con el marido del otro.

Llegando al hospital no soltó al pelirrojo en ningún momento y cuando lo metieron a la sala de parto este entró con él tomando su mano. Fuera Lena arreglaba el papeleo de su hermano y Kara compadecida por Conner le llamó a avisarle.

—¿Kara?

—Hola Conner, este... Pasó algo y tu madre no podrá llegar a la cena.

—¿Lex tiene algo malo?

—¡No!, él se puso de parto y ahora estamos en el hospital...

—Voy para allá ahora mismo.

Y la llamada terminó. Apenas unos minutos después la sala de espera estaba siendo ocupada por Clark, Jon, Tim, Conner, Kara y Lena.

Dentro del cuarto a Lex como primerizo le estaba costando demasiado aquel trabajo, el médico les explicó que aquello podía incluso durar catorce horas o más, y el pelirrojo ya no resistía. Sentado en la cama y encorvado hacia en frente Bruce le acariciaba la espalda también intentando ser un buen apoyo.

—¿Por qué estás aquí? Esto no es tu responsabilidad.

—No, pero que clase de hombre sería si te dejará pasar por esto solo, dos de mis hijos son Omegas y no podría perdonarme el abandonarte. Pero tendrías que pensar bien en esto y darte cuenta que el hombre con quien te casaste te dejo sabiendo que ya estabas en fecha y que lo necesitabas.

—No metas tu nariz en eso, mi matrimonio es problema mío y de nadie más.

—Pudiste escoger a cualquier persona de este mundo incluyendo a reyes y escogiste a ese tipo...

—No te metas en lo que no te importa.

—Y ni siquiera te gusta, lo he notado porque prefieres morir a estar con él. No te entiendo lo absoluto.

—No te estoy pidiendo que me entiendas Wayne, ni te he pedido que te quedes a ayudarme.

—No, pero en primer lugar no tendrías que pedir esas cosas para recibirlas.

—Dime porfavor que no estás interesado en mi y que no intentas que me separe.

—¿Sería un problema?

—Bien, haré como que no tuvimos está charla. Y si tanto quieres ayudar no hagas que me estrese.

Afuera Clark y Conner no paraban de caminar en círculos con nerviosismo.

—Esta tardando mucho, talvez Bruce no lo está ayudando correctamente... No sería mejor que entre yo, nos conocemos de más tiempo.

—Clark deja el tema por la paz —habló Kara con cansancio— Lex estará bien y la enfermera nos dijo que esto era bastante normal. Y se supone que son enemigos.

—Lex y yo en el pasado fuimos amigos y no quiero que le pase nada es todo.

En la madrugada todo finalmente acabó, pero no fue hasta el medio día que los dejaron pasar a la habitación. Llenaron todo el lugar con flores por parte de Lena y Kara, mientras que Conner y Jon le consiguieron un peluche gigante, Clark le compro una caja de bombones.

—Te ves como si un camión te hubiera atropellado —dijo Clark antes de que Conner le diera un pisotón para que se callara—

—¿Puedo conocerlo? —Conner preguntó mientras apuntaba al bulto envuelto que sostenía Lex entre sus brazos—

El Omega suspiró con profundidad pero lo dejó pasar por esa ocasión,le sonrió y asintió con la cabeza. Conner no esperó ni un segundo antes de estar a lado de su madre y cargar al bebé, era hermoso y muy pequeño.

El resto se aproximó también y en lo que se ocupaban Lena se sentó en la cama con su hermano.

—Te llegaste a imaginar esto en algún momento?

—Ni en mis más horribles pesadillas, nunca quise tener hijos y ahora tengo dos, y estoy rodeado de mi enemigos como si fueran mis mejores amigos. ¿Qué fue lo que pasó? ¿En que momento todo se torció tanto?

—No lo sé, pero me gusta. Esta es nuestra nueva familia Lexy y nunca me sentí tan bien como ahora.

—¿Podrías decirle al médico que quiero el alta voluntaria?

—Déjame la empresa un tiempo, tienes que descansar.

—Háblale al médico.

—Razonar contigo es imposible. ¿Cómo piensas llamar al bebé?

—Jerry.

—¿Cómo el ratón?

—Si.

—No preguntaré más.

—hazme un último favor, corre a toda esta gente de aquí.

—A tus órdenes Lexy.

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