Después de las largas presentaciones, ambos elfos estaban exhaustos. Dacio había hecho hasta lo imposible para que ninguno de sus compañeros sacara a colación sobre Dorian y su madre estaba cansado porque lo tenía corriendo de un lugar a otro, además de las múltiples reacciones que habían tenido sus compañeros.
Cassandra pareció desconcertada en un primer momento, pero finalmente mostró sus respetos. Toro lo tomó cómicamente, sobre todo porque su madre era Tevinterano, diciendo que la vida era realmente irónica para servir a un mitad Tevinterano. Sera simplemente le interesó conocer el pasado vergonzoso del Inquisidor, para que pareciera menos «serio». Afortunadamente Cole se había ido a ayudar a alguna persona, puesto que dudaba que su madre tomara de buena manera que anduviera en compañía de un espíritu.
Josephine, Cullen y Viviene los habían interceptado en el comedor y dieron sus respectivos respetos (aunque Cullen no pudo callar su curiosidad sobre por qué le llamaba madre a un hombre, Josephine mostraba unos modales que incomodaron a ambos y Viviene insinuó que sus malos gustos en ropa eran cuestión de familia).
Solamente faltaba presentar a Varric y Solas para llegar a Dorian, lo que provocó que comenzara a sudar de los nervios.
Hastiado de tanta gente y sin notar el estado de su hijo, Fenris suplicó molesto.
─Dime que ya hemos acabado con la gente de la Inquisición e iremos a conocer a tu novio.
Buscando desesperadamente al enano, Dacio respondió.
─Solamente falta presentarte a dos personas, pero parece que no se encuentra aquí la persona que quería presentarte. Mejor te presento a Solas y después veré si llega pero no creo que esté pronto así que pasaremos a Dorian.
Dando un simple asentimiento como consentimiento, Dacio guió a su madre hasta el escritorio de Solas, el cual se encontraba leyendo un pergamino detenidamente, hasta que escuchó la puerta abrirse.
El Inquisidor se dio cuenta de que el elfo se ponía en su acostumbrada pose altanera, dispuesto a despreciar a sus visitantes elfos, mas pronto cambió a una de sorpresa cuando vio directamente a Fenris.
Aprovechando ese momento de confusión, Dacio presentó.
─Lamento la interrupción Solas, pero estoy mostrando a mi madre toda la Inquisición y pues deseaba que lo conocieras. Su nombre es Fenris
Solas se levantó de su escritorio, sin apartar la vista de su madre, preguntando algo que a ninguno de sus otros compañeros se les había ocurrido.
─Esos tatuajes no son élficos, sin embargo, tienen un poder asombroso, como si fueran runas, ¿de qué están hechos? Se nota que no es una tinta normal.
Incómodo por el comentario del mago, Fenris respondió escuetamente.
─Es Lyrium.
Con asombro estampado en toda su cara, Solas respondió.
─Es increíble. Nadie sobrevive a la exposición continua al Lyrium, mucho menos tatuarlo en la piel. Tu gente realmente fue muy insensata al pensar en hacer algo así a uno de los suyos.
Antes de que Fenris pudiera contestar amenazando al mago, Dacio los interrumpió y decidió explicar un poco la situación de su madre.
─Mi madre no nació en el clan Lavellan. Él fue un esclavo en Tevinter y su antiguo amo fue quien puso esas extrañas marcas en él.
La cara de Solas cambió a una apenada, limitándose a disculparse con Fenris.
─Lo lamento, me dejé llevar un poco, es solo que las cosas imposibles me sorprenden de sobremanera. Debió ser difícil adaptarte a un grupo como los Dalishianos después de pasar por todo eso. Si la memoria no me falla, elfos como tú son llamados orejas redondas.
Viendo que la situación se estaba saliendo de control y que su madre pronto perdería los estribos, Dacio intervino.
─Lo lamento Solas, pero tenemos que irnos. Quiero que conozca a Dorian, tú sabes, presentar al novio a la familia. Nos vemos después.
Tomó a su madre de la mano y salió disparado por las escaleras, mientras que Fenris comentaba.
─Es un elfo bastante extraño.
El Inquisidor se limitó a encogerse de hombros, no sabiendo muy bien cómo contestar a esa afirmación, además de que los nervios comenzaron a ganarle en cuanto se dio cuenta de que estaba a punto de presentar la prueba más difícil de todas.
Subió lentamente las escaleras y llegó a la biblioteca, en donde pudo ver a Dorian ver por la ventana, visiblemente nervioso. Dando varias respiraciones profundas para llenarse de valor, Dacio se acercó hasta Dorian llevando de la mano a su madre.
En cuanto estuvieron cerca de Dorian, el hombre saltó de su posición yendo directamente hacia su pareja, mientras que Dacio comenzó.
─Madre, él es Dorian, mi nov…
Ni siquiera pudo terminar la frase cuando los tatuajes de Fenris brillaron y atravesaron el pecho de Dorian en el acto, causando un grito de sorpresa por parte del mago. Rápidamente Dacio intervino.
─¡¿Qué estás haciendo?!
Dirigiendo su ira contra su hijo, arremetió.
─¡ES UN JODIDO TEVINTERANO! ¡¿CÓMO DEMONIOS TE HICISTE NOVIO DE ALGUIEN DE SU CALAÑA?!
Con voz realmente firme para su estado actual, Dorian bromeó.
─Porque soy un hombre irresistible con un sentido de la moda realmente bueno. La verdadera cuestión aquí es ¿cómo resistirse a mis encantos?
Pensando en la vida de su novio, el Inquisidor regañó.
─¡No es muy inteligente bromear con la persona que tiene, literalmente, su mano en tu corazón, así que cállate y déjame las cosas a mí!
Sabía que Dorian estaba nervioso y esa era un mecanismo de defensa para no estresarse tanto, pero frente a su madre empeoraba su situación. Antes de que pudiera matar a Dorian, Dacio ordenó.
─¡Deja a Dorian en paz! ¡No es cómo los otros Tevinteranos, en realidad es un paria en su nación! ¡Arriesgó su vida para advertirme sobre lo que hacía su maestro!
Viendo con una cara llena de furia y sorpresa a su hijo, Fenris gritó.
─¡NO SEAS ESTÚPIDO! ¡TODOS ELLOS AFIRMAN SER DIFERENTES PERO DALES UN POCO DE PODER Y TE MOSTRARÁN QUIÉNES SON REALMENTE! ¡Pero lo que realmente me duele es que mi propio hijo me haya ocultado algo de semejante magnitud y pensar que me podrías engañar sobre su origen!
Dacio sabía que por esas últimas palabras que había herido los sentimientos de su madre, pero primero debía de asegurar la integridad de Dorian antes de dar explicaciones.
─Puedo explicarte todo, pero primero, necesito que sueltes a Dorian, porque si lo matas, te juro que no te permitiré verme de nuevo y te odiaré por el resto de mi vida.
De mala gana, Fenris soltó al humano, provocando que nuevamente el mago pudiera respirar libremente. Antes de que cualquiera de los tres pudiera decir o explicar cualquier cosa, una cuarta voz interfirió en todo el asunto.
─Tal parece que me he perdido de la mejor parte, pero no se preocupen de mi presencia, simplemente tomaré nota para mi futuro libro acerca del Inquisidor Lavellan y…Broody, ¿eres tú?
Ante el apodo, todos voltearon a ver a un Varric en shock que veía a la madre de Dacio como si de un fantasma se tratara. Cuando el Inquisidor estuvo a punto de preguntar a quién era Broody, Fenris tomó violentamente al enano y salió disparado del lugar, mientras gritaba.
─¡Ni crean que se ha terminado! En cuanto termine con ese asunto, ¡ustedes dos estarán en problemas!
Ambos magos vieron cómo el elfo se llevaba a Varric a rastras de él, dejando a los amantes solos para poder hablar. El primero en romper el silencio fue Dorian, el cual no pudo detener algo de sus palabras sarcásticas.
─Tu madre tiene muchas sorpresas: En primer lugar es que no es una mujer, sino un hombre, en segundo que tiene trucos bajo la manga y tercero tiende a tener instintos homicidas. ¡Magnifica familia, Amatus!
Con la necesidad de justificar un poco a su madre, Dacio explicó.
─Como ya te había dicho, mi madre no es del clan Lavellan. Nació en Tevinter pero tal parece que fue vendido a un mago, Danarius si recuerdo bien, por su familia, pero no sabe si es verdad o una invención del hombre.
Viendo la cara confusa de Dorian, Dacio se dispuso a complementar.
─No recuerda nada antes de que sus tatuajes fueran quemadas en su piel, por lo que solamente recuerda el dolor de las quemaduras y su vida de esclavo. Aprovechando eso, Danarius le puso el nombre de Fenris para después ponerlo a trabajar como su guardaespaldas personal, además de muchas más cosas que por ser mi madre mejor no pensar.
Curioso por toda la información que estaba recibiendo, Dorian tanteo el terreno.
─¿Entonces cómo fue posible que pudiera escapar? Si el hombre fue capaz de tatuar Lyrium en su piel, significa que tenía un gran valor para el Magister.
Paseando alrededor de Dorian, el Inquisidor continuó.
─Nunca me da los detalles sobre el asunto, pero supongo que tuvo que tuvo que hacer un trabajo arduo para salir libre. Según sé, estuvo algunos años libres y fue vuelto a capturar. Siempre que pregunto dónde estuvo o qué estuvo haciendo, mi madre cambia de tema vertiginosamente. Espiando una de las conversaciones de la Custodio con mi madre, sé que fue traicionado por la persona en la que más confiaba y que además amaba… lo que me hace sospechar que era mi padre, pero no he tenido el corazón de preguntarle por él.
Sorprendido por ese último punto, el mago preguntó.
─Entonces él realmente estuvo…tú sabes.
Sabiendo que eso era realmente extraño para las personas que no les conocían, respondió.
─Embarazado, sí. Digamos que Danarius era un fanático en experimentar con mi madre, por lo que hizo muchos cambios en su persona, incluyendo la capacidad para engendrar vida, me imagino que para poder tener a ese mago perfecto que desde el vientre estuviera expuesto al Lyrium y tuviera las mejores capacidades que superaran a todo el Imperio. Diré que funcionó y tuvo un mago, pero no me siento diferente al resto.
Retomando su relato en donde lo había dejado, continuó.
─Escapó unos días después antes de llegar a Tevinter porque el barco se topó con una tormenta y aprovechó la confusión para asesinarlos a todos, incluyendo a Danarius y tomó un bote de remos hasta llegar a tierra firme, en donde después de caminar por un largo tiempo encontró al clan Lavellan.
Dorian se quedó callado por unos momentos, absorbiendo toda la información que Dacio le había proporcionado. Finalmente comentó.
─¿Crees que Varric sepa un poco más sobre él? Pareciera que lo conocía y además le llamó por un apodo.
El Inquisidor reflexionó por unos segundos, pensando en las palabras de su novio, para responder.
─Podría ser, lo cual quiere decir que se limiten a saludarse o mi madre quiera preguntar sobre alguien a quien conoció.
Por unos segundos, por la mente de Dacio pasó la posibilidad de que fuera a preguntar por su padre, pero pronto fue desechado. Después de todo, ¿quién querría saber sobre la vida del hombre que te traicionó?