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Unnamed story II. No gain / Tied Ship por jaeneth24

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Estaba feliz, estaba triste, sorprendido, conmovido… tantas cosas a la vez. Se dejó caer al piso resbalando su espalda en la pared. Aún me ama… no es un sueño… no estoy mal intepretando alguna especie de señal…

 

Llevó ambas manos a su rostro y trató con ese acto controlar las lágrimas que brotaban una tras otra. No sabía si era el frío de la pared que traspasaba su ropa, pero de pronto un temblor constante se apoderó de su cuerpo. Las emociones lo agitaban. Se preguntó si debería entrar en ese momento y tranquilizar el martirizado corazón de su ex amante. ¿Pero qué le diría? Probablemente lo tomaría por un loco si le explicase. ¿Y qué sentido tendría?

 

¿Pero qué hacía aquí justo este día? Después de haber defendido ante todos a su prometida. ¿Es que tendría algún cargo de conciencia por tal acto? Estaba pensando en ello cuando vio que una enfermera apareció en el pasillo y se quedó petrificada al verlo allí. La reconoció, era una de las que estaban asignadas a su cuidado. Entonces aún con el susto reflejado en su rostro se arrodilló y comenzó a disculparse casi llorando.

 

-Perdóneme, sé que hice mal, sé que estuvo incorrecto… -antes de que apareciera la chica podía distinguir el rumor de la voz al otro lado de la puerta de Yunho hablándole a su cuerpo inconsciente, pero a causa del ruido parecía haberse detenido.

 

Lo más rápido que pudo Jaejoong se incorporó de su letargo y se apresuró a levantar a la chica, llevándosela lejos de su habitación. La joven estaba en shock por lo que se dejó arrastrar por él. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos y en un lugar deshabitado, entre los pasillos en forma de laberinto que conformaban el hospital, Jaejoong secó sus lágrimas y se dirigió a ella en paz apacible para que se tranquilizara.

 

-No te preocupes… -le dijo tomando su mano derecha- no estoy molesta, solo ayúdame a entender. -él mismo había hecho uso de su influencia como artista en otros ocasiones, por lo que sabía que para Yunho no sería dificultad alguna sobornar al personal del hospital para entrar a verlo pero era demasiado riesgoso, las fans de Jaejoong constantemente merodeaban el lugar, sin contar que las propias fans de Yunho lo seguían como una sombra, no importaba que fueran altas horas de la madrugada, mucho más después de un evento como el concierto.

 

-Yo… he sido su fan por mucho tiempo, de ambos… usted sabe… -hizo un extraño ademán de vergüenza al decirlo y entendió que al decir “de ambos” se refería al “yunjae”; eso en sí mismo explicaba un 50% de la historia.

 

-Entiendo, -dijo para que no le diera más detalles que ya de por sí era incómodo- pero, ¿cómo sucedió?

 

-Un amigo, otro fan, que conocí en la escuela de enfermería, me contactó… -entonces apareció en su rostro una sonrisa llena de ilusión al recordar- no podía creerlo.. Yo estaba tan triste por lo que le había pasado a Hero, sabía que mi trabajo peligraba pero… Habían estado juntos tanto tiempo, si podía ser de ayuda…

 

El relato dejó de tener mucho sentido porque la chica estaba afectada por una euforia que él reconoció como el “fanatismo extremo”. Intentó como pudo ponerle pies y cabeza a la historia, pero había algo fundamental que no cuadraba.

 

-Pero, ¿hace cuanto fue eso? -había estado conviviendo mucho tiempo con él desde que practicaban juntos y jamás le dió una mínima señal de que tuviera intenciones de visitar a su “novio” en coma. Ni siquiera preguntó ni una sola vez algo relacionado.

 

-La madrugada, después del accidente…

 

-¿Qué? -por un momento pensó que escuchó mal, porque después del accidente, incluso él mismo tardó en despertar dentro de ese nuevo cuerpo, y si pidió verlo desde esa fecha, ¿cómo es que lo visitara hasta ahora? A no ser…

 

-Si, los primeros días fue complicado, porque siempre había gente de su familia, pero… pasó el tiempo y sus visitas pudieron ser más frecuentes… sólo se comunicaba para corroborar que no hubiera nadie… -la mente de Jaejoong trabajaba lo más rápido que podía. ¿Visitas? Pensó él; entonces ¿no era la primera vez? En ese caso, ¿por qué?

 

-Entiendo, -cortó el relato de la chica- no estás en problemas. -le dijo sin más, para después agregar.- Tengo que irme, pero te pido algo, no le digas que lo sé, o quizá pueda dejar de venir. -la chica lo miró sorprendida, quiso preguntar algo, pero al final se arrepintió y simplemente asintió con la cabeza. Jaejoong necesitaba alejarse de allí y poder calmar sus pensamientos y su corazón. Dio unos pasos en dirección al elevador pero antes de alejarse lo suficiente, volteó nuevamente en dirección a la chica y dijo: -las flores… que están siempre en el cuarto, ¿las pone el hospital como me lo habías dicho?

 

-No…

 

---

 

El día posterior al concierto todo era un caos en la agencia. Los más jóvenes deambulaban por los pasillos hablando entre dientes acerca de los acontecimientos. Como en la fiesta posterior había varios agentes de los artistas, la escena entre Karin y la prometida de Yunho no pasó desapercibida para el director, quien inmediatamente mandó llamar a esta última a su oficina.

 

No se supo a ciencia cierta los temas tratados, sin embargo la joven salió de la oficina con los ojos hinchados y no volvió a dirigirle ni una mirada a Karin. Eso le dió un cierto respeto a Jaejoong entre las personas de la agencia, como había debutado ya, al menos como artista en un escenario aunque aún no con un álbum, los aprendices que lo veían pasar lo saludaban con respeto haciendo marcadas reverencia, algunos hasta comenzaron a pedirle autógrafos ya que decían que en un futuro cuando triunfara querían ser los primeros en decir que contaban con esa preciada joya.

 

En otro momento se hubiera sentido feliz, como un vencedor, pero ahora, con lo que acababa de descubrir, su logro más cercano era dominar el poder de la base de maquillaje y BB cream para poder cubrir sus ojeras debido a que no había podido dormir en toda la noche pensando sólo en una persona. Había estado tratando de evitar charlar con sus amigos, porque sabía que no les era ajeno el espectáculo que se había armado, y el entrar en detalles del tema podría hacer que sin querer dijera lo del hospital.

 

Gracias al cielo ese día sólo tenía itinerario de clases de canto y más tarde pruebas de vestuario para la grabación de su próximo video. Porque realmente no tenía ganas de ver a Yunho, o más bien no estaba preparado. ¿Cómo debía actuar? Según la lógica de esta historia, la historia Karin-Yunho, debía estar enojado porque lo había humillado con ayuda de su prometida, pero por otra parte, en la historia de Jaejoong-Yunho, una que él creyó estaba más que terminada, no cabía en su felicidad al darse cuenta la tremenda devoción que aunque en secreto, no minimizaba lo riesgosa.

 

-Hola, -estaba en medio de su laberinto de pensamientos que no se percató que Changmin lo interceptó en uno de los pasillos, cuando salía aproximadamente a las seis de la tarde de su última agenda en los vestuarios.

 

-Oh, perdona, estaba pensando en algo. -dijo con desánimo, y Changmin no tardó en darse cuenta de su estado. Lo reconocía bien porque él mismo tampoco había podido dormir del todo bien.

 

-”En algo” o “en alguien”. -le dijo bromeando, pero con mentalidad de detective, tratando de sacar los mayores indicios que pudiera de emoción. Pero no recibió otra respuesta más que una mirada dudosa por lo que agregó- bromeo… Bueno, para ser sincero quería saber cómo seguías, después de lo de ayer.

 

-Sigo con mi vida, -respondió en medio de un suspiro- no te preocupes, sé que son cosas de esperarse dentro del medio. -puso todo su esfuerzo en mostrar una sonrisa lo más sincera posible, ya que no quería que el menor se sintiera mal por su causa.

 

-Aún así… -dijo Changmin dudando un poco acerca de lo que estaba por hacer- estaba pensando… No estaría mal que vinieras a jugar de nuevo a nuestro departamento, -habló de manera rápida ya que parecía que el otro estaba a punto de irse, y es que Jaejoong sólo quería llegar a su casa para sumirse en los pensamientos nuevamente y tal vez escuchar algunas canciones románticas y de desamor; de esas que conforman su playlist mental de “Yunjae”- sería bueno para que te relajes un poco.

 

-Changmin-shi, agradezco mucho tu ofrecimiento -le dijo de corazón- pero creo que a alguien no le va a parecer que vaya. -y no estaba hablando de la prometida de su ex pareja, porque le importaba un cuerno cualquier cosa que a ella le incomodara, sino del mismo Yunho.

 

-Tranquila, lo conozco bien y sé que en el fondo él también quiere arreglar las cosas. -Y vaya que ha querido arreglarlas desde hace mucho tiempo, pensó Changmin para sus adentros. -Además, según acabo de ver nuestras agendas, a la gente le gustó tanto nuestra presentación que nos han invitado a un montón de programas de variedades a los tres juntos, así que, si no queremos reflejar tensión en tele abierta, será mejor que lo resolvamos ahora.

 

-Pero… -había estado tan distraído que no sabía que estaría teniendo de ahora en adelante agenda compartida con ellos. El corazón se le aceleró al imaginarse tener que ver el rostro de Yunho tantas veces y fingir que no pasaba nada ante cientos de miradas.

 

-Sin peros, -reprochó el menor- yo también ya terminé mi agenda, así que, ¿por qué no nos vamos juntos de una vez?

 

---

 

Era como un niño pequeño tratando que sus padres divorciados volvieran a estar juntos. Lo sabía, aún cuando todavía dudaba de que Karin fuera en realidad Jaejoong y que todo fuera absurdo, pero tenía que intentarlo. Además, tenerlo cerca le ayudaría a descifrar, si usaba la suficiente astucia, si en realidad era él.  

 

Salieron con discreción del edificio y viajaron en la misma camioneta de Changmin con cuidado de no ser vistos. A pesar de la seriedad del otro, el menor trataba de entablar conversación de la cosa más simple, todo con tal de que siguiera hablando y poder extraer las señales que buscaba. Inició con cosas simples y obvias, preguntó si había escuchado las canciones de TVXQ cuando Jaejoong era parte del grupo, de inmediato notó que las manos de su acompañante comenzaron a moverse, acomodando sus propias ropas o tocando sin motivo alguna parte del coche, mientras daba una respuesta vaga de Algunas, pero no recuerdo sus nombres. Entonces siguió escalando, diciendo que debía escucharlas, porque era muy probable que en los programas a los que asistirían le cuestionarían eso y sería mejor que no la agarraran desprevenida.

 

Con ese pretexto puso la canción de Tonight, aludiendo a que era su favorita, a lo cual Jaejoong no pudo evitar mirarlo con extrañeza, pero no pudo decir nada, porque Karin no tenía manera de saber que ésa no era ni de cerca la canción favorita de Changmin, pero en cambio, sí era una de sus favoritas, aunque fingió que era la primera vez que la escuchaba. Gran error, ya que el pobre estaba casi mordiéndose la lengua para evitar cantarla, más cuando el mismo Changmin cantó algunas estrofas e internamente se estaba muriendo de diversión al darse cuenta de lo que le pasaba al otro. No podía evitarlo, estaba en su naturaleza atormentar a su hyung.

 

Llegaron al departamento, el líder estaba sentado en el sofá de la sala viendo un evento deportivo, o al menos fingía hacerlo porque su pensamiento estaba en otro lado. Tanta era su distracción que ni siquiera volteó cuando se escuchó la puerta. Sabía que era Changmin, porque vió sus agendas y tenía de igual modo la tarde libre, aunque su turbación estaba relacionada con el descubrimiento de los demás datos en la agenda.

 

-Estoy en casa, -dijo Changmin mientras él y Karin se ponían unas sandalias especiales para el interior. Después se dirigieron hacia la cocina ya que tenían planeado preparar algo para cenar más tarde y querían asegurarse de tener todo lo necesario.

 

-Bien. -dijo Yunho aún mirando la pantalla, aunque los pasos y el ruido que no podía ser de sólo una persona finalmente atrajo su atención. Entonces vió a Karin allí y un sentimiento de disconfort lo agobió. Pasaba cada vez que visitaba a Jaejoong, porque aunque no quería aceptar que tal pensamiento cruzara su cabeza, la verdad odiaba que ella estuviera allí como si nada mientras su amado ser estaba inconsciente en el hospital.- ¿Qué hace ella aquí? -los dos se detuvieron en seco.

 

-Hyung, yo la invité, no hay necesidad de que reacciones así. -trató de calmar la situación. Miró a “Karin” y sólo se dedicó a bajar la mirada. O se defendió como en otras ocasiones ante la rudeza de Yunho; para el menor fue un indicio de que le había afectado el evento de ayer más de lo que pensaba.

 

-También vivo aquí, así que como mínimo espero la cortesía de que me avises cuando invites a alguien. -sabía que el problema no era que invitara a alguien, sino en particular, que invitara a Karin.

 

-Perdónanos hyung, -usó el tono tierno que casi nunca usaba, lo cual ablandó un poco a su líder- pero en compensación Karin preparará algo rico de cenar, ¿verdad? -miró a la chica quien sólo asintió.

 

-Min, no puedes traer a las personas con engaños para que te hagan de comer. -dijo llevándose una mano a la frente en señal de vergüenza.

 

-¡No es problema! -respondió Jaejoong repentinamente- a mí me gusta cocinar.

 

-Ves, hyung, -dijo Changmin mientras lo arrastraba fuera de la cocina- mejor ve a la sala y prepara los nuevos juegos para jugar los tres.

 

-Pero…

 

-Karin y yo nos encargaremos de la comida. -dijo mientras volvía con ella y le susurraba el platillo que quería que hicieran. Jaejoong se sorprendió que fuera justamente eso, pues era el platillo favorito de Yunho, pero si quería que su líder dejara de estar a la defensiva, tenía un poco de lógica su petición.

 

Faltaban algunos ingredientes para el platillo, para lo cual Changmin se ofreció a ir por ellos y rechazó las mil peticiones de Yunho quien quería ir en su lugar. En realidad el menor quería dejarlos solos para ver si algo pasaba. Conocía a Yunho, era la persona más cercana a Jaejoong antes de que siquiera se enamorara de él. Debía entonces darse cuenta. ¿Lo sabría ya?

 

Pero no pasó nada, regresó y ambos estaban ignorándose lo más que podían. Veía sin embargo que el que estaba a punto de flaquear era Jaejoong, quien cada vez que lanzaba alguna de sus estrategias, como sentarlos uno a lado del otro mientras jugaban, o hacerle que el mayor le enseñara algunas tácticas, porque él en ese momento estaba “muy ocupado”, o cuando en un intento ya más descarado, hizo un comentario como “Hyung, no crees que Karin luce muy similar a Jaejoong cuando recién debutamos?”, Era algo que todo mundo murmuraba a espaldas de Yunho, pero escucharlo de Changmin y con la misma Karin presente lo fastidió.

 

Lo que no entendía es que la apariencia no era el vínculo más fuerte de Yunho hacía el otro. Pudiera presentarse un clon exactamente igual al líder vocal de TVXQ pero éste no prestaría la más mínima atención, porque simple y sencillamente no era él. Sin embargo, Jaejoong podría renacer en un pez o un gato y juraría amarlo el resto de su vida, porque era la esencia dulce, pura y única del pelinegro la que lo enloquecía.

 

Continuaban jugando en lo que el platillo seguía cocinándose y el menor, cansado y exasperado por la frustración, le gritaba de manera indiscriminada a los personajes del juego, asustando a sus compañeros quienes lo miraron preocupado. Jaejoong sabía que era la fase inicial de “Changmin explosivo” así que mejor se disculpó y se marchó a la cocina para verificar si ya estaba listo. Pasaron algunos minutos y no regresaba, para esto el menor fue asesinado en el juego a lo que gritó colérico. ¡Me rindo! ¡Me rindo!

 

-Mejor juega otra partida, -le dijo Yunho mientras huía en dirección a la cocina esperando por el bienestar del universo que ya estuviera lista.

 

Sabía que el menor tenía sus rachas, pero no podía negar que esta era una de las ocasiones más extrañas. Hasta la pobre chica se vio atemorizada por su comportamiento. Iba pensando en eso cuando escuchó un tarareo. Ah si, lo olvidaba, el hábito de cantar mientras cocina. Recordó el episodio anterior en el cual había perdido los estribos, pero en esta ocasión no pudo identificar la canción. Ella estaba inclinada sobre la cazuela de comida, se había recogido el cabello para que no interfiriera con su labor. Estaba tan inmersa en su actividad, que aún teniendo a Yunho de frente no se dio cuenta que se aproximaba. Reconoció lo que estaba haciendo. Jaejoong tenía la misma costumbre, antes de avisarles que la comida estaba lista, acomodaba con cuidado los vegetales sobre la sopa, dándole una forma bonita, como él solía decir. Ya que tenía la creencia de que la hacía más apetecible. Algunas veces lo había reñido cuando sin saberlo había meneado todos los ingredientes haciendo que perdiera su forma. Por eso había aprendido a que no debía mezclar la sopa ni interrumpirlo en su labor.

 

Algo en sus entrañas le alentó a hacer algo que ni siquiera llegó a pasar por su mente consciente. Sólo fluyó desde su garganta. Reaccionando automáticamente.

 

-¿Jaejoongie? -dijo como un suspiro. Y se sorprendió a sí mismo ya que hacía tanto tiempo que no pronunciaba ese apodo. Pero lo más maravilloso fue cuando la persona frente a él, igual sin pensar, le respondió.

 

-¿Si? -levantando la mirada, con una sonrisa embelezada que sólo duró una fracción de segundo porque cuando se dió cuenta que no era el 2008 sino varios años después y que en su emoción por poder cocinar nuevamente el platillo favorito de Yunho acababa de revelar su identidad, su mirada se transformó en una mueca de pánico.

 

Se quedaron viendo los dos, él se sintió como si acabara de resolver un acertijo que lo había molestado por largo tiempo, mientras que Jaejoong pensaba en mil opciones. Podía fingir demencia y decir que no había escuchado lo que le había dicho, o reírse y preguntar por qué la había llamado de ese modo. Pero no. No hizo ni dijo nada para retractarse de lo que había pasado. Simplemente no tenía el corazón para mentirle a Yunho después de la escena del hospital. Se dedicó a esperar cualquier reacción por parte de Yunho, pero tampoco hizo nada. Estaban sin hablar cuando fueron interrumpidos por Changmin.

 

-¡Por fin lo logré! -dijo triunfante entrando a la cocina y poniendo un brazo alrededor de los hombros de Yunho- He pasado al siguiente nivel. -sonreía animado y era tanta su emoción que uno de sus ojos hacía un pequeño guiño como era característico de él.

 

-Que… que buena noticia. -dijo Jaejoong tartamudeando un poco debido al nerviosismo- Y justo a tiempo para la cena.

 

-Excelente, ya moría de hambre. -dijo mientras se asomaba al recipiente de comida, entonces volteó contento hacía Yunho- ¿ya viste hyung? Es tu platillo favorito. -sonrió traviesamente y se extrañó al ver una expresión incómoda en el líder, que era curiosamente compartida por Jaejoong. Ambos colaboraron en la preparación de la mesa para poder comer.

 

El ambiente había cambiado. Changmin no entendía en qué consistía. Se había dado cuenta cuando Yunho salió de la sala, no había pasado casi nada de tiempo hasta que él se les unió, e incluso Yunho seguía cerca al marco de la entrada. Entonces, ¿qué fue lo que pasó? Se preguntaba mientras probaba la deliciosa cena con el característico sabor que sólo Jaejoong podía darle al platillo y miraba de reojo a sus dos compañeros, alternadamente, quienes se habían quedado más serios que antes. ¿Habrán hablado de algo? Es exactamente igual a cuando algo pasaba en su relación y comíamos todos juntos. Son demasiado transparentes. ¿Y si confronto a Jaejoong-hyung directamente?

 

Por otro lado, Yunho supo en cuanto probó el platillo que no estaba equivocado. Curiosamente no le importaba tanto el cómo o por qué, sino que había otras cosas que consideraba más importantes. Hizo una retrospectiva de sus momentos con “Karin”, imaginándose a Jaejoong en su lugar. Se sintió una basura, en especial por lo de la fiesta. Recordó cómo estando ebria lo había guiado al apartamento de Jaejoong indicando que era “su casa”, además de su tonto juego “¿quién soy?”. Su relación con Changmin, la forma en que se desenvolvió en el escenario, su canto, y la manera en que respondió cuando le dijo que… Dios, soy un estúpido, pensó Yunho al recordar lo que le había dicho la vez que salió llorando de la cocina.

 

Pasó el resto de la cena con silencios incómodos intercalados con comentarios de Changmin quien seguía intentando aligerar el ambiente a la vez que trataba de descifrar qué es lo que había pasado entre los dos mayores. Pero la velada terminó y no logró obtener nada. Se despidieron cordialmente con la promesa de volver a repetirlo en otra ocasión y diciendo que se verían en la agencia para su agenda compartida.

 

Cuando Jaejoong iba en el coche que pasó por ella al interior del edificio, pensaba si debía decirle a sus compañeros que había sido descubierto. Porque sin duda esto cambiaba todo. Aunque Yunho no le hubiera dicho nada, no confiaba en él mismo para seguir pretendiendo que todo seguía igual. Además, conociéndolo, querría saber sus motivos para actuar de ese modo. No podía arriesgar todo en lo que habían trabajado. Tenía que ir a hablar con sus amigos, sabía que estaban reunidos ya que tenían ambos agenda hasta tarde en la agencia. Sí, eso haría. No podía seguir ocultándoles esto…

 

Antes de que pudiera marcar para avisarles que iba para allá, la vista previa de un mensaje se mostró en su móvil. “Encuentrame en una hora en el lugar que ya sabes”. Se quedó viendo la pantalla un momento, entonces tomó la decisión. Borró el mensaje y se dirigió al conductor del taxi.

 

-Por favor, ¿pudiera cambiar el destino?

 

---

 

No había más. Ya habían pasado las épocas en que titubeaba. Años había perdido envuelto en arrepentimiento por su falta de convicción. Entonces, por eso cuando vio a la que hasta ayer pensaba que era Karin marcharse, no tardó mucho en decidir lo que iba a hacer. Con ese mensaje, además de terminar de comprobarlo, tendría la oportunidad de concluir esto finalmente como debía ser.

 

Se marchó, con el pretexto de que saldría a ver a unos amigos. Le dijo a Changmin que no lo esperara. Claro que el otro no pensaba dormir de todos modos. Que otra persona le creyera eso de los amigos. No sabía qué, pero algo iba a pasar esa noche y definiría cómo seguirían las cosas a partir de ese momento.

 

Yunho condujo hasta ese recóndito lugar en las orillas del río que corría por Seul. Aquél lugar en donde le había dicho por primera vez que lo amaba. Estuvo allí varios minutos antes de la hora. Iba lo suficientemente cubierto para no ser reconocido, aunque ya no había casi gente en la calle, pero no lo suficientemente abrigado para el frío que ya era intenso en esa temporada. Así está mejor, el frío ayuda a disimular mi temblor de nerviosismo.

 

La hora se cumplió. Y no es que esperara que Jaejoong estuviera allí a tiempo. No era conocido por eso. Así que esperó quince minutos. Pero tampoco había señales de nada. Tampoco cuando una hora completa había pasado. Quizás mi mente armó toda esta teoría absurda, en mis deseos desesperados de que Jaejoong esté aquí conmigo.

 

Se sentó en una especie de banca de concreto, con las manos en los bolsillos y viendo el río tranquilo. En su cabeza como un drama romántico, se proyectaban las imágenes de los momentos más importantes vividos con su Jaejoong, desde el día en que lo conoció hasta la actualidad, acompañada con una banda sonora estrella, cantada por TVXQ en su máximo esplendor, con sus cinco voces originales, para avanzar en el tiempo y continuar con baladas en solitario de desamor, en su gran mayoría de Jae, porque a pesar de que lo negara, había escuchado todas y cada una. Como en el fondo era un poco masoquista, hasta se había memorizado algunas letras: For you it’s separation, for me it’s watining, Still in love, No gain… Pero se preguntaba si él había escuchado su respuesta. Y para calmar un poco el frío y aprovechando que no se veía cerca, ni siquiera la persona que tanto esperaba y que posiblemente nunca llegaría, se puso a cantar en susurro.

 

Por favor no me llames solo cuando te sientes solo

El que terminó con todo fuiste tú

Así que, ¿por qué me tormentas después de todo este tiempo?

Para poder olvidarte, pasé tantas noches sin dormir

Si lo entiendes, por favor déjame solo

 

Te amé más que a nadie

Te amé, te amé, yo te amé

Nuestro “adiós” en un día sin estrellas

Cuando desperté deseaba que hubiera sido todo un sueño

 

Tan pronto como cuelgo, las lágrimas fluyen

Quiero olvidarte

No logro olvidarte

 

A ti, que amé más que a nadie

Te amé, te amé, yo te amé

Por ti, mientras viviera

Estaba dispuesto a sacrificar todo sin arrepentimiento

 

Ahora no puedo estar con la persona más preciada para mí

Y no puedo siempre protegerte

Nuestro “adiós” en un día sin estrellas

Cuando desperté deseaba que hubiera sido todo un sueño

 

Terminó su canto y había perdido la noción del tiempo. Para terminar de empeorar la situación no tenía batería en su celular. Escuchó algunos pasos aproximarse a sus espaldas y deseó que no fuera algún hombre sin hogar al que hubiera perturbado con su canto melancólico.

 

-¿Qué haces aquí? -la voz sonaba enojada. Se levantó y miró hacia la dirección y encontró a una figura de menor estatura, con apariencia extraña debido a que portaba una enorme chaqueta que parecía de las usadas para esquiar.

 

-Yo… estaba esperando. -la otra figura siguió avanzando en su dirección, y mientras más se alejaba de la oscuridad y se acercaba a las luces del alumbrado público, Yunho se dio cuenta de quién era y también notó sus lágrimas cuando puso una mano sobre su mejilla con la misma familiaridad de los viejos tiempos.

 

-Estás helado…-le dijo sollozando- ¿por qué seguiste esperando? -Yunho tomó su mano, habiendo terminado con sus dudas.

 

-La última vez que no esperé lo suficiente, perdí a la persona que más amaba en este mundo.

 

-Yunho-ah, -susurró Jaejoong, y a causa del frío, que era más fuerte en la madrugada, su aliento se veía como humo saliendo de sus labios- ¿cómo lo supiste? -Yunho sonrió y le respondió, aún sosteniendo su mano y con la otra acariciando su mejilla.

 

-Yo lo que me pregunto es, ¿cómo no me di cuenta antes?

 

Más que para seguir comprobando si ese ser era realmente su amado. Lo hizo como una forma de indicarle que, al menos de su parte, estaba presente el deseo de continuar la historia que habían dejado inconclusa. Más adelante tendrían tiempo de responder el por qué de la situación y cómo resolverían sus propios asuntos. Pero, una vez más necesitaba saber, al igual que hace algunos años, si esto estaba bien, si es que él estaba dispuesto a intentarlo. En resumen: si aún lo amaba.

 

Dio un paso, acercando más sus cuerpos. Veía fijamente a sus ojos. Temblaba, igual que lo hiciera en aquella ocasión. Y Jaejoong se sobresaltó, y por un instante era como si tuviera su cuerpo con él y se vieran ambos tal cual son. El moreno acercó su rostro de manera lenta. Ya estaban más cercanos de la mañana que de la noche. Pero no sentían cansancio alguno, sólo escuchaban sus corazones, agitados, en medio del silencio de la noche. Sus respiraciones se volvían una por la cercanía.

 

-Sólo tienes que pedirlo, y me detengo. -parafraseó Yunho su antigua frase, dicha precisamente en ese mismo lugar. Mirándolo fijamente a los ojos que estaban humedecidos por lágrimas retenidas.

 

-Por favor… -respondió el pelinegro imitando la inocente respuesta que había dado años antes y que había sido producto de posteriores bromas pasado algún tiempo de iniciada su relación.

 

Sus labios se tocaron y se reconocieron a pesar de la diferencia de cuerpo. Un par de toques inocentes, la suavidad de los carnosos y tibios labios de Jae contra los ásperos labios de Yunho a causa del frío. El más alto lo abrazó por la cintura que seguía siendo igual de pequeña, para atraerlo más a su cuerpo y profundizar el beso. Le incluyó la pasión guardada por tantos años de separación, mientras el otro se dejaba guiar como un chiquillo inexperto. Porque el seguro y confiado Kim Jaejoong sólo tenía una debilidad que le hacía perder toda confianza, y era ese hombre que ahora succionaba su labio inferior como una lenta tortura.

 


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