Ambos habían quedado impresionados con las órdenes de su superior. Salieron de su oficina y se quedaron unos momentos de pié junto a la puerta sin verse, cada uno inmerso en sus pensamientos y tomando decisiones que no concordaban en lo más mínimo.
-Sígueme. -le dijo Yunho secamente mientras empezaba a andar rumbo a las escaleras de servicio. Curiosamente el único lugar libre de las cámaras que pudo ocurrírsele fue el mismo donde había rescatado a Jaejoong antes, cuando todavía pensaba que era Karin.
Jaejoong sólo asintió y lo siguió. Estaba pensando cómo debía reaccionar ante esto, pero realmente no había mucho que analizar. La respuesta, al menos para él, era bastante clara. Llegaron al lugar, por fortuna no habían sido vistos por nadie en su camino. Cuando Yunho cerró la puerta poniendo el seguro para que no fueran interrumpidos, soltó un profundo suspiro de frustración.
-No voy a hacerlo… -soltó repentinamente, volteando a ver al otro.
-¿De qué estás hablando?
-La boda, -dijo llevándose una mano a la cabeza, despeinando su cabello develando su frustración- desde que hablé contigo esa noche, y que supe la verdad, me decidí a terminar esta farsa. Comencé a guardar distancia con ella, teniendo la esperanza de que captara el mensaje, y si no lo hacía, después de un tiempo pensaba romper la relación de tajo.
-Pero la agencia… -interrumpió Jaejoong consternado. Había olvidado lo intimidante que eran esas reuniones privadas con el CEO.
-¿En serio sigues considerandome una simple marioneta? -le preguntó ofendido.
-No es eso pero… -Jaejoong lucía en extremo serio e incluso triste. Entendía que no había sido agradable para ambos esas crueles palabras pero Yunho sabía que él no era alguien fácil de intimidar, ¿entonces por qué actúa así?
-¿Qué pasa Jae? ¿Realmente crees que me casaría con esa mujer amándote a ti? Sabiendo que estás aquí ahora, y que probablemente dentro de poco puedas estar nuevamente…
-Debes casarte. -tomó el valor y al final dijo las palabras.
-¿Qué? -preguntó el otro anonadado. Creyó que había escuchado mal. Si, eso debe ser, Jae jamás diría eso.
-Si, creo que es lo mejor. -aclaró su garganta para despejar el nudo que se había formado al decir esas palabras.
-Jaejoong, amor, este no es momento para bromas. -sonrió un poco a causa de nerviosismo y tomó las manos del otro para hacerlo entrar en razón.
-No bromeo, Yunho. Es lo mejor… no niego que estas semanas a tu lado, teniendo esta nueva “oportunidad” han sido las mejores que he tenido en casi diez años pero. ¿Cuánto más puede durar?
-¡Para siempre! Si así lo deseas también. -la seguridad del moreno estaba flaqueando ante la indecisión del otro.
-Tal vez por ahora me vea como una mujer y para ti eso esté bien, pero sabemos que ni tu familia, ni tus amigos, ni tu orgullo nos permitirá llegar a nada. Como antes ya pasó… -no pudo evitar recordar la dolorosa escena previa a la separación del grupo.
-Jae, no puedes hablar en serio. Entonces, ¿para ti está bien que me case con ella? -le preguntó enfadandose. De pronto, Jaejoong dejó ir sus manos, y sintió como su corazón se estrujó de la misma manera que aquella vez.
-Si, -jamás le había costado tanto pronunciar una palabra- ella podrá darte todo lo que yo no, seguridad, no habrá miedo a que sean descubiertos, tu carrera no peligrará, tus padres estarán felices y podrá darte hijos...Porque sé sincero, ¿te imaginas frente a todas tus fans y tu familia diciendo “soy gay y estoy enamorado de Kim Jaejoong, el que fue mi compañero de grupo”?
-...-estaba imaginándoselo de verdad y formulando una respuesta, pero debido a la demora de segundos, Jaejoong lo interpretó como lo de siempre, esa misma barrera que había entre ellos.
-Yo también, -agregó para poder terminar de convencerlo- en cuanto esté bien, dentro de mi cuerpo, pienso casarme con Karin. -no le había aclarado el pequeño detalle de su parentezco, y lo agradeció ya que esto fue la puñalada final hacia Yunho. Porque aunque se moría de ganas de decirle que no se casara y que se fugaran juntos no podía. Sabía que la posibilidad de que despertara eran mínimas. Ahora que conocía los sentimientos de Yunho no podía imaginarse el ser egoísta y hacerlo que deje todo para después abandonarlo en un mundo vacío.
-Jaejoongie… -dijo suplicante, abrazándolo y sintiéndolo rígido ante su tacto- no hablas en serio, ¿verdad? Es porque estás asustado, sabes que te protegeré.
-No, -le dijo empujándolo, pero ambos tenían los ojos inundados por lágrimas contenidas- es lo que quiero.
Yunho no entendía por qué de pronto había tomado esa actitud. Él le estaba diciendo que estaba dispuesto a desafiar a la agencia, eso que no hizo años antes y ahora resulta que el que no quería esforzarse era Jaejoong. No es que todavía tuvieran todas las oportunidades del mundo. Era algo milagroso que ahora pudieran estar juntos y haber aclarado sus diferencias. ¿Por qué? Esa incertidumbre lo enfureció. Rebuscó entre los bolsillos de su ropa y sacó un diminuto objeto.
-Entonces toma, -le extendió el objeto cuando el otro parecía estar a punto de marcharse- no tiene sentido que siga conservando esto.
Jaejoong sintió sus lágrimas caer aunque su expresión seguía siendo fría, la actuación que más le había costado, porque el objeto que le había extendido era el anillo, que tantas veces se preguntó si aún existía, cuando miraba el suyo, que ahora mismo debía estar en el hospital junto con sus demás pertenencias. Lo conservó, aún después de todo este tiempo, lo conserva.
-Puedes tirarlo si quieres. -djio dándose la vuelta y retirando el seguro para poder salir lo más rápido que pudiera, pues estaba a nada de sucumbir. Así lo hizo y lo último que escuchó fue un sonido de metal chocando, ya que Yunho le había arrojado el anillo.
-¡Entonces se irá a la basura! ¡Como todos estos años de mi vida que desperdició amándote! -Jaejoong alcanzó a oírlo con claridad. Si Yunho, prefiero que te quedes despreciándome, así cuando ya no esté más en este mundo será menos difícil.
En la habitación Yunho se había quedado llorando amargamente. Desde la separación eran más frecuentes los momentos en que cedía ante sus emociones. Curiosamente ambos pensaron en la misma canción, otra que nunca fue cantada en un escenario pero que en este momento y en aquella ocasión había reflejado tanto su historia.
Sin preocupaciones
Como si te estuviera abrazando
Amantes que están sufriendo por una separación
Todas las memorias desaparecerán
Incluso el teléfono
Ahora me causan envidia las pequeñas cosas
Lo siento, nuestro amor se convertirá pronto en una memoria dolorosa
Muerte, por favor ignórame
Pretende que no me ves
No me lleves
Amor, ¿que no tienes suficiente fuerza?
¿Tan sólo vas a mirar?
El único amor que nunca será, desaparece
Lo siento mi amor, no puedo vencer la muerte
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-No. ¡No! -fue lo primero que dijo antes de que su compañero siquiera tuviera oportunidad de explicarles lo que estaba pasando.
-Tranquilízate Chunnie, -le dijo el menor mientras seguía acariciando la espalda de Jaejoong quien no pudo evitar llorar nuevamente cuando les platicó.
-No, esto se acabó, -dijo sabiendo que la preocupación que había sentido por su amigo en esas últimas semanas no era infundada- según nos explicó el señor Jun ayer, la demanda está lista, sólo es cuestión de días para que tome efecto y van a ir directo a la agencia. Ya no necesitamos que sigas allí, la información que tenemos es suficiente.
-Pero si me voy ahora, sospecharán, y puede que de alguna manera esto arruine todo. -respondió Jaejoong hablando con un tono extraño producto del flujo nasal de tanto llanto.
-Hyung, no vas a estar en esa boda. -una vena sobresalía en su frente a causa de la excitación. Aunque Jaejoong no les fue del todo sincero, omitió la parte en que Yunho sabía quién era. Simplemente les dijo que ahora se llevaban bien y que debido a una malinterpretación habían sido reprendidos por el CEO y tomado la decisión del matrimonio. Pero no sólo eso, el evento había sido anunciado con bombo y platillos y se decía que todos los artistas veteranos de la agencia estarían allí, y que además “Karin” sería la ayudante principal de la novia en su gran día como muestra de la amistad con TVXQ.
-Chinnie tiene razón, -admitió el menor quien aunque no era tan explosivo como el otro, su preocupación era la misma- pretende estar enfermo o algo… pero no vayas, por favor.
Jaejoong se conmovió al ver a sus amigos preocupados por él. Ellos habían vivido junto con él las etapas más crudas de su corazón roto posterior a la separación pero. Ambos inferían que verlo casarse y peor aún, estar allí como testigo, lo terminaría de matar.
-Quiero estar allí. -les dijo- Despedirme adecuadamente… Cuando la demanda salga a la luz y sepa que fuimos nosotros los que estábamos detrás de todo, va a odiarnos, y a mí más que a nadie. Será menos difícil para mí,... creo… sentir su ira después de haberlo visto casarse… y dejar atrás todo lo que pasó… -seguía sollozando,
-Hyung, por favor no vayas… -Yoochun se acercó a donde estaban los otros dos sentados y se puso de rodillas frente al mayor, suplicante.
-Tengo que estar allí. -no parecía estar dispuesto a ceder y ambos menores sabían que su hyung era muy testarudo. Así que no importaba lo que dijeran, lo iba a hacer. Resignado, Yoochun asintió con la cabeza y puso una mano sobre su hombro.
-Está bien, pero Junsu y yo estaremos cerca del lugar. Si sientes que es demasiado difícil; si ya no puedes soportarlo, llámanos, y pasaremos por ti de inmediato.
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Las siguientes semanas pasaron más rápido de lo que Jaejoong hubiera querido. Al final, decidieron que el protagonista masculino de su vídeo de lanzamiento fuera Changmin. Siempre habían tenido buena química, como la vez que cantaron Raining men, pero claro, a lado del fabuloso “yunjae” siempre eran opacados.
Changmin fue otro que rependió a Yunho cuando se enteró. Desconocía, como cuando los otros empezaron a comportarse como los enamorados del pasado, en qué momento se habían vuelto peor de fríos el uno con el otro que como lo eran en un principio.También estaba preocupado por Jaejoong, y no quería que estuviera en la boda. Pero cómo decírselo si supuestamente no sabía quién era. Consideró algunas veces confrontarlo. Más cuando lo veía dejar escapar unas lágrimas cuando creía que nadie lo miraba.
Las fanáticas pensaban lo mismo. Todo mundo estaba consternado porque después de tener una esperanza de que las cosas iban a ser diferentes. De pronto Yunho se casaba e incluso el futuro de TVXQ 2 ahora era incierto. Aún así un grupo significativo se puso de acuerdo para estar allí, a las afueras del recinto, acompañando a su ídolo en su día especial. Hasta grupos de fans de Yunjae, ya que con un sentimiento similar al de Jaejoong, sentían que debían estar allí para poder cerrar ese ciclo en sus vidas, todas agradeciendo un poco que Jaejoong no fuera a estar conciente para presenciarlo.
El día llegó y todo mundo estaba inquieto. Los amigos cercanos de Yunho del grupo veterano lo ayudaron a acomodar su traje de gala. Todos elegantemente vestidos aunque la ceremonia sería en un lugar pequeño, no se había escatimado en gastos. Ellos ya habían visto a uno de sus miembros casarse, por lo que comenzaban a tener experiencia en el protocolo. El joven de cabello castaño cobrizo, el más cercano a Yunho y en su momento a Jaejoong, no pudo evitar hacer un comentario.
-Luces apuesto, tal como lo imaginé muchas veces, -dijo admirándolo una vez que hubieron terminado de prepararlo- aunque debo confesar que siempre pensé que sería otra persona la que estaría a tu lado.
Los demás sabían de lo que hablaba. Él siempre se había caracterizado por no tener ningún reparo en decir exactamente lo que sentía. Precisamente por eso en su momento llegó a indirectamente a defender a Jaejoong cuando todos estaban acusándolo públicamente.
-Yo también… -respondió Yunho con nostalgia pero resignado. El ambiente se convirtió en algo lúgubre.
-Bueno, bueno, -volvió a habalar su animoso amigo- Quiten esas caras largas y vamos camino al lugar que se nos hace tarde. No queremos llegar después de la novia y que nos asesine.
Y justamente hablando de ella, en otro lugar alejado de allí, un montón de chicas gritonas terminaban de igual forma de ayudar a su amiga a prepararse para el gran día. Ella lucía triunfante y rebozando de confianza. No paraba de lanzarle miradas de desprecio a Jaejoong quien al final había accedido a fingir ser su dama de honor.
-Bueno chicas, tomemos una foto para las redes. -dijo una de las amigas, otra actriz novata de la agencia que había tenido la fortuna de angancharse a uno de los actores más cotizados de corea.
Todas se juntaron y posaron alrededor de la novia. Jaejoong llevaba un vestido color verde oscuro que se apretaba en su cintura y caía con ligero vuelo. Había un discreto escote en su pecho que era enmarcado por unas mangas vaporosas de seda que lo hacían lucir como una princesa. Cuando la novia lo había visto no pudo evitar sentirse celosa, pero el sentimiento se fue cuando recordó que se estaba saliendo con la suya. Una vez tomada la foto, las chicas comenzaron a avanzar en dirección a la salida del departamento. Jaejoong debía quedarse a lado de la chica, entonces la otra aprovechó que se quedaron solas porque caminaba despacio a causa del pomposo vestido para decirle algo.
-Sólo hay una cosa que lamentaré de este día, -hizo una pausa para asegurarse que la otra le estaba poniendo atención- que el afeminado de tu novio siga en coma y no pueda apreciar con sus propios ojos este momento.
Jaejoong estaba tan afectado que ni siquiera se molestó en responder. Cosa que enfureció a la chica ya que se sentía con ánimos para seguir restregando su triunfo aún más. Pero lo dejó pasar y se incorporó nuevamente a sus amigas quienes seguían gritando animabas y ahora le hacían bromas respecto a la noche de bodas. Mientras que el otro simplemente estaba en estado zombie, viendo al vacío.
Changmin seguía enojado con Yunho por lo cual no lo había acompañado en su preparación, sin embargo, por guardar las apariencias y por orden de la empresa, había entrado al recinto junto con los otros como si hubiera estado siempre con ellos. Aún tenía la esperanza de que Jaejoong no viniera. Como parte de sus pensamientos más locos pensó incluso en hablar con Yoochun y Junsu para que le ayudaran a impedirlo, pero al final no hizo nada.
Estaban él, Yunho y sus demás amigos ubicados al frente, cerca de los padres de Yunho, cuando anunciaron la llegada de la novia y con ella su séquito de amigas. No pudo evitar ver la mirada de desprecio que los padres de su amigo le dirigieron a Karin, como si pudieran ver a través de ella y darse cuenta de quien era realmente. No se sentía cómodo en ese lugar, así que no importando lo que dijeran se fue a lado de Jaejoong.
Realmente no era una ceremonia religiosa. Era más bien un acto cívico formal, por lo que Yunho caminó hasta la entrada para avanzar nuevamente al frente de la mano de su prometida próxima a convertirse en su esposa.
Jaejoong no se dio cuenta cuando Changmin se puso a su lado. Estaba totalmente distraído por la imagen de Yunho. Siempre había lucido bien en traje pero ahora, pasados los 30 años, tenía un porte de magnificencia y a la vez sensualidad que no se comparaba a sus veintes. El joven de 17 años que alguna vez fue su amigo aprendiz ahora lucía como todo un hombre, con su mandíbula recta y acentuando su masculinidad. Sus rostro perfectamente asimétrico. Alto, bronceado. A pesar de llevar el traje, su musculatura en los brazos podía distinguirse un poco.
Yunho-ah, perdóname, sólo traje a tu vida pesares. Perdóname por dejarte una vez más. Pero serás feliz, lo sé, porque una persona como tú, tan dedicado, tan buen hijo y amigo, merece lo mejor. Yo sólo causo problemas y a pesar de eso, aún hasta el último momento me amaste... Pero verte así, a punto de iniciar una nueva vida, me hace sentir tranquilo. Por fin podría dejar este mundo en paz, sabiendo que mi Yunho, finalmente tendrá todo lo que se merece y no deberá seguir haciendo sacrificios en nombre de la persona que ama. Perdóname Yunho, sé feliz… te amo.
En la parte frontal, la novia había iniciado a recitar sus votos. Jaejoong, aprovechando que las cámaras y las miradas estaban fijas en ellos, aprovechó para salir discretamente del lugar. Changmin, que no había perdido de vista sus acciones, lo siguió poco después.
Al salir del recinto Jaejoong vio que las fans estaban agalopadas en las ventanas tratando de tener alguna vista del interior. Gracias a ello no se percataron de su salido. Lloró con su corazón roto mientras avanzaba a gran velocidad. Sólo quería escapar. A Changmin le estaba costando seguirle el paso, entonces empezó a hablarle para que se detuviera.
-Karin…
Pero Jaejoong seguía avanzando, buscó en su bolso el celular para poder llamar a sus amigos. Yoochun, Junsu, sáquenme de aquí, pensaba. Pero al mirar la pantalla notó mas de veinte llamadas perdidas, además de varios mensajes.
-¡Karin!
Sin dejar de avanzar vio la vista previa de algunos y alcanzó a distinguir palabras como “Karin”, “hospital”, “¿dónde estás?”...
-¡Kim Jaejoong! -se detuvo en seco. Hasta el momento no había escuchado ninguno de sus llamados pero el escuchar ese nombre hizo que se diera la vuelta y se encontró con un Changmin jadeante, tratando de recuperar el aliento mientras se acercaba y lo tomaba del brazo por si se le ocurría irse otra vez.- Hyung… -los dos se miraron y Jaejoong entendió que seguramente hacía tiempo que lo sabía. Su teléfono estaba sonando nuevamente.
-Changminnie… -seguía llorando y viendo a su amigo, cuando el ruido de voces y flashes tan conocidos se escuchó, era una oleada de reporteros que iba a su dirección, liderada al frente por Yunho que iba corriendo para alcanzarlos. De pronto Jaejoong sintió un dolor tan fuerte y generalizado en todo el cuerpo. Changmin que aún lo tenía del brazo comenzó a sentir como se desvanecía y de un segundo a otro había caído en sus brazos.