CAPITULO 3.- ¿QUIEN ERES WATSON?
Mientras instruían a Watson para pasar a ver a Eurus, Sherlock se acercó a su hermano.
- ¿porque has venido?
- Bueno hermanito, a mi también me causa curiosidad de que Eurus quiera ver a John – Mycroft miro hacia la pantalla donde su hermana estaba sentada dando la espalda a la cámara – pidió que fuera privado, no quiere que las cámaras estén encendidas, así que la verdad no tengo idea de lo que trama con el buen doctor.
- ¿Te lo pidió?, ¿cuándo?
- La última vez que le traje un caso, me dijo que de regalo quería privacidad con John, que tú lo traerías y al parecer no se equivocó.
- Pero si les das privacidad no sabremos qué es lo que está pasando - dijo un poco exasperado y preocupado por su amigo.
- No cometeré el mismo error dos veces Sherlock, hay más cámaras ocultas que se instalaron antes de volver a colocar a Eurus en su celda.
- John no es un peligro Mycroft, no lo compares con Moriarty.
- No, tal vez no sea un peligro para el mundo, pero tú y yo sabemos que si lo es para el mismo, y no creo que quieras verlo morir hermanito.
Era verdad, John no estaba bien y que entrara a hablar con una persona que tiene la habilidad de controlar a otras no era muy recomendable, era mejor violar un poco de esa privacidad a que su amigo sea más lastimado de lo que ya está, miro a John y este ya estaba listo, uno de los guardias lo llevaría directamente a la celda, ya le habían explicado los protocolos de visita ahora solo faltaba ir a verla.
- Te vez nervioso – le dijo Sherlock.
- No quieras verte experto en emociones Sherlock, estas resaltando lo obvio – ambos sonrieron – tu hermana no es un simple criminal, es de las personas más inteligentes que he conocido y de las pocas que pueden controlar a otros solo con escucharla.
- Lo sé.
- Pero aun así te pido algo.
- ¿Qué cosa?
- No quiero que escuches lo que hablemos, si considero que sea importante lo que me diga te lo diré en cambio no quiero que lo escuches.
- John… - Sherlock no espero que le pidiera algo como eso, estaba a muy poco de informarle lo que Mycroft le dijo, pero ahora no estaba seguro.
- Promételo Sherlock.
- Pero John, no es seguro.
- Si considero que no es seguro me iré inmediatamente y te lo comentare, pero por favor prométeme que realmente lo que hable con ella será privado.
Sherlock se le quedo mirando, había algo que John no quería decir, algo de lo que no quería que él se enterase, ¿pero que era tan importante como para hacer esa solicitud? - "lo lamento John pero esta vez no puedo confiar en ti, Mycroft tiene razón, no eres un peligro para el mundo pero si para ti mismo, y no pienso perderte" – esos fueron los pensamientos de Sherlock antes de prometerle a Watson no intervenir, lo miro irse junto con uno de los guardias.
- Entonces… - Mycroft se acercó, había escuchado la conversación y no quiso intervenir.
- ¿Cómo funcionan las otras cámaras? - el mayor asintió complacido, entendiendo que Sherlock esta vez no le haría caso al doctor.
- Se prenden automáticamente en cuanto se apagan las dos principales.
- ¿En dónde se encuentran?
- En el ventanal de la celda, la pantalla se divide en dos cuadros el primero se puede ver el interior de la celda donde se encuentra Eurus Holmes - dijo en nuevo director del centro - el segundo cuadro es el exterior hay podremos ver al doctor Watson, no hacen ningún sonido, nunca se darán cuenta de que los estamos observando.
- ¿Se puede grabar? - pregunto Sherlock.
- Así es - dijo Mycroft.
- De acuerdo, prepárense para hacerlo.
El director asintió y miro hacia la pantalla donde se podía observar que el doctor ya estaba frente al ventanal que lo separaba de Eurus, la cual al ver quien se trataba se acercó al ventanal con una sonrisa leve en el rostro, a Watson siempre se le antojo la cara de los Holmes como entre tierna, aniñada, fácil de comprender cuando algo captaba su atención, cuando descubrían algo, cuando guardaban un secreto, cuando algo les molestaba, eran más expresivos de lo que querían aceptar.
- Realmente te da gusto verme, más bien el que yo este aquí.
- Ambas en realidad doctor, John.
- … - John miro hacia las cámaras, no dijo más hasta que el foco azul que indicaba que estaban encendidas se apagó, el director inmediatamente prendió las otras y los hermanos Holmes se acercaron un poco más a la pantalla, ambos inquietos por lo que podrían hablar esos dos.
- ¿Suficiente privacidad John?
- Suficiente, supongo - su mirada regreso a ella, para después mirar la silla que estaba a un lado, la tomo y la puso frente a ella, se sentó y de nueva cuenta la miro, ninguno de los dos decían nada, ambos se contemplaban sin medir palabra.
Los hermanos miraban atentos la situación, las expresiones de su hermana los hacían sentir que ella realmente estaba conforme con que el doctor haya ido a verla, pero aun no entendían que pasaba, porque el interés de Eurus y que fue lo que realmente ella descubrió de John como para hacerlo venir a verla.
- Bien, pues aquí me tienes Eurus, ¿que se te ofrece? – el primero en romper el silencio fue el doctor, si quería saber que pasaba era mejor comenzar ahora, ya que realmente no sabía cuánto tiempo iba soportar Sherlock antes de sacarlo de ahí.
- Como siempre tan educado, lo eras con E, y a pesar de tu dolor también lo fuiste con la psicóloga – hizo alusión a la mujer que conoció en el transporte y la psicóloga que había visto después de la muerte de Mary.
- Bueno, ambas no tenían culpa de nada.
- Y ¿tu si?
- Ahm… - después de decirle la verdad a Mary, a su alucinación más que nada, no había vuelto hablar del tema, ni siquiera de la muerte de Mary – no sé qué tiene que ver en que este aquí Eurus, ¿qué hago aquí?
- ¿Qué cree que lo trajo aquí?
- Tu chantaje, que más podría ser.
- ¿Chantaje? - sonrió más abiertamente - ¿porque dice que fue un chantaje?
- ¿No lo fue? - pregunto con sorna.
- Bueno, depende que parte de lo que dije se le hizo un chantaje.
John sabía que ella estaba jugando, maldita sea los hermanos Holmes y sus juegos de palabras – no estoy de humor Eurus, si no vas al grano me iré.
- Doctor no sea aguafiestas, usted también es muy bueno jugando, con tan solo unas palabras y pudo deducir que fue lo que descubrí de usted y supo que lo utilice como una motivación para venir a verme, debo decir que se le está pegando eso de Sherlock o… - dio un paso más cerca del ventanal y sonrió - usted es más de lo que aparenta, ¿porque no me dice que fue lo que descubrí?
- No.
- Vamos doctor, si lo hace prometo que nunca se lo diré a Sherlock.
- Nada me lo asegura que no se lo digas de todas maneras, además no sé si lo que pienso que dedujiste es exactamente lo que es.
- Si le digo, jugara conmigo, no le quedaría de otra si es que acierto, ya sabe si juega conmigo el secreto estará aquí guardado para siempre, solo claro que no será la única vez que juguemos, por favor.
Todos se sorprendieron ante lo último, el que Eurus pidiera algo por favor no tenía sentido, pero algo, algo en la mirada de ella hacía sentir al doctor en confianza, era la misma mirada de el, y algo le decía que ese por favor era demasiado sincero.
- Entonces dilo – dijo Watson.
- ¿Jugara? – Watson solo asintió – de acuerdo, usted ama a Sherlock.
- Claro que lo hago, es mi mejor amigo, puedo considerarlo como hermano, eso no es un secreto, inclusive se lo he dicho – dijo sonriendo, algo confiado de poder evitar ser descubierto – y tampoco no es un secreto para nadie.
- Vamos doctor, usted y yo sabemos que la clave está en E – eso hizo que la sonrisa desapareciera y la mirara serio – el amor que siente por Sherlock va más allá de una hermandad, algo más que una profunda amistad, usted ama a Sherlock Holmes como hombre, como posible pareja, hablamos de amor romántico, y uno que sinceramente nunca había presenciado casi inexistente, uno que solamente escuchas en historias y que muy pocos experimentan, amor en su pura expresión, ahora si estoy en lo correcto, dígame ¿cómo di con ello?, de lo contrario es libre de irse, pero usted sabe que nadie ha logrado mentirme hasta ahora.
Ante esas palabras todos quedaron mudos, Mycroft algo sorprendido miro a Sherlock que había dejado caer los brazos a sus costados, la verdad es que solo pensaba que su hermano menor era el único con ese tipo de sentimientos hacia el doctor, después de todo el mismo Sherlock se lo había dicho, pero realmente nunca había visto una señal clara por parte del doctor que lo hiciera pensar que fuera correspondido, además el doctor se había casado, había tenido una hija y había sufrido un infierno y aun sufría por la muerte de su esposa.
Sherlock por su parte tenía el mismo patrón de pensamiento, era imposible que eso fuera verdad y solo quería escuchar lo que John tenía que decir y verlo salir de ese lugar, el que saliera calmaría su acelerado corazón y pondría sus pies sobre la tierra, porque podía asegurar que Eurus se equivocaba, John nunca había dado una señal más que de ser los mejores amigos, así que realmente debía ser un error, porque de lo contrario su mente explotaría por haber hecho una equivocada deducción.
Watson paso su lengua por su labio superior tratando de humedecerlo, se reclino un poco sobre la silla y después se puso de pie, camino hacia Eurus, no paso la línea marcada, suspiro y comenzó hablar.
- Supongo que ahora debo cumplir el trato y jugar - algo en John cambio, se notó en su mirada fría y calculadora, ladeo su cabeza y sonrió levemente, los Holmes lo notaron, Eurus miro interesada - no esperaba menos de una Holmes, tienes razón la clave está en E, esa linda chica que creaste y que me hizo tener conflictos internos.
- … - Eurus no dijo nada solo miraba interesada, John rio un poco por su cara.
- No sé qué tienen los Holmes con los disfraces, ustedes son muy divertidos, pero bueno, tu llegaste a la conclusión sumando sus palabras cuando hablamos "Eres muy parecida a él, por eso me interesaste, los mismos ojos" - hizo los mismo gestos de sorpresa de esa vez, después regreso a esa extraña sonrisa - era obvio el interés sexual y romántico hacia ti, bueno hacia E, por lo que al seguir el hilo de las palabras concluimos de que siento lo mismo por él, sinceramente pensé que eso era algo irrelevante para ti y lo dejarías pasar como información desechable, común en ustedes cuando hablamos de sentimientos, pero veo que tienes mucho tiempo libre en este lugar y te tienes que entretener en algo, supongo.
- ¿Quién eres? - esa pregunta desconcertó a todos, más de lo que ya estaban, en algún momento los hermanos varones se perdieron, parecía que la conversación ya no era sobre John, puede que no se equivocaran - acaso…
John sonrió aún más y ladeo su cabeza para el otro lado, con su mirada observo el interior de la celda y vio varios libros de psicología tirados por el lugar – muy buenos libros esos que tienes hay, los he leído en una ocasión, cuando era más joven y el conocimiento lo absorbía como esponja, aunque bueno, tampoco es que sea muy viejo - ahora su mirada se concentró en ella sin borrar su sonrisa – digamos que quiero que esta parte de mí se encargue de la conversación.
- Personalidad múltiple… - dijo levemente sorprendida - … ¿cómo es posible?...
- Porque no es tan así, si leíste los libros las personalidades múltiples son muy diferentes entre sí, pueden ir desde un niño, una mujer, un anciano, que inclusive pueden diferenciarse en el carácter y además cada una tienen nombres diferentes, nada que ver con el principal, aunque claro hay personalidades tan fuertes que al final podrían llegar a tener el dominio completo del cuerpo.
- Entonces tu…
- Digamos que John Watson tiene más bien alter egos, o partes de sí que actúan diferentes ante algunas circunstancias, la verdad no sabría como llamarlo, pero es lo más cercano, aunque esta parte de mi tiene nombre propio que no tiene que ver con mi nombre de nacimiento, pero por diversión nombre también a las otras partes.
Eurus se acercó, se notaba el interés, la curiosidad, la persona que estaba frente a él era fascinante, inteligente y un verdadero misterio, ¿quién y que es John Watson? – por eso comenzaste a hablar intercalando a primera persona y tercera, ¿cuáles son esos alter egos?, ¿cuál eres tú?
- Uhm… - el doctor sonrió abiertamente y de repente traspaso la línea permitida y se acercó al cristal poniendo su frente sobre el, Eurus retrocedió - ¡oh! ¿No te gusto?
- Es solo que eres muy diferente - la mirada era diferente, no era que tuviera miedo pero por instinto retrocedió, la frialdad de su expresión lo hacía ver como alguien peligroso y sin sentimientos piadosos.
- ¿Al buen John?, si, lo soy, pero a la vez no, dime ¿porque quieres saber de esto, de mí y de los otros?, ¿qué ganas?, ¿te da algo en que pensar?, ¿vas a escribir un libro? - pregunto notándose el tono en broma.
- Porque Sherlock me lo pidió.
Eso extraño a John haciéndolo retroceder, hasta la silla, ¿acaso Sherlock se había dado cuenta de que algo no era normal en el?, pero no era así, en la oficina del director Sherlock estaba igual de impresionado.
- ¿Qué quiere decir eso Sherlock? – pregunto Mycroft.
- No sé, yo… yo no le pedí nada con relación a John – dijo extrañado.
- Entonces por qué lo dice.
- No tengo ni la menor idea.
- Debemos prender las cámaras, han pasado ya diez minutos – hablo el director – es protocolo, o si no se darán cuenta de que algo pasa.
- Si bien hágalo – dijo Mycroft.
Eurus y John se dieron cuenta de que las cámaras se encendieron en ese instante, John hizo la seña que le dijeron de clave para decir que estaba bien y que continuaría y se volvieron apagar, después de eso el doctor tomo asiento e interrogo a la mujer.
- ¿Sherlock te pidió que me psicoanalizaras?
- Me pidió ayudar a su amigo.
- ¿Hace cuánto?
- Hace meses, cuando estabas en el pozo.
- Te pidió sacarme del pozo, no diagnosticarme.
- No, me pidió ayudar a su amigo, no hablo de tiempo ni de únicas veces, y hace poco manifestó su preocupación por ti, por lo que me di cuenta que tu no estabas a salvo, que el sacarte del pozo no era suficiente y si tu no estás bien el pierde perspectiva y se hace inútil, así que he decidido ayudarte…
- Ja-ja-ja-ja - John comenzó a reír levemente y después a carcajada abierta, eso extraño a los hermanos.
- ¿Qué es lo gracioso? - pregunto Eurus, extrañándose del comportamiento del hombre frente a él.
- Los Holmes están llenos de emociones, bien dijo Sherlock que todos tenemos un lado humano y eso te incluye.
- No comprendo - dijo removiéndose incomoda, eso hizo sonreír a John.
- Supongo que ahora es mi turno - dijo poniéndose de pie aun sonriendo acercándose de nuevo al ventanal a unos pasos - ustedes son tan estúpidos que no se han dado cuenta que están plagados de emociones y sentimientos, por ejemplo tú, lo que paso hace meses, el maldito juego que ideaste por años, todo con la finalidad de recuperar el amor de tu hermano, mataste al mejor amigo de Sherlock cuando eran niños por celos, te sentías endemoniadamente sola que no lo soportabas y fuiste a por Sherlock para que te salvara de ella, amor, tristeza, ira, celos, felicidad, todos esos sentimientos los dejaste ver, estas llena de ello a lo que llamas inútil y desechable, y eres tan siega, como dicen ustedes, ven pero no observan.
La mujer trato de refutar pero no pudo, era verdad, lo sabía, lo que decía el hombre frente a ella, había sido fácilmente leída y de una forma tan personal e íntima que la hizo sentirse fuera de base, su cerebro por un momento dejo de funcionar.
Por su parte John la observaba, veía sus emociones en su rostro, sabía que lo anteriormente dicho había tocado una fibra de su ser sensible, Eurus no era un extraterrestre, tampoco sus hermanos, eran humanos de carne y hueso, con sentimientos y emociones, solamente con el plus de una inteligencia superior al promedio, pero sus estilos de vidas los hicieron creer que no había nada dentro de ellos que los catalogara como humanos comunes, los constantes rechazos, el miedo hacia ellos, incluso las expectativas los habían hecho creérselo.
- Pero bueno, eso no quita que eres la mujer más inteligente que conozco, además no te sientas mal, Sherlock e inclusive Mycroft son iguales, así que no has perdido terreno con ellos.
- … - Eurus lo miro, después de descubrirla y hacer que perdiera el control se lo regresaba con esas palabras – según Mycroft el no.
- Ja - sonrió con malicia - yo tengo demostrado lo contrario, si no me crees pregúntale como le sacamos la verdad sobre ti, el miedo también es un sentimiento muy problemático que bien empleado hace que se revelen más cosas de las que estamos dispuestos a mostrar.
- Eso es cierto - sonrió más tranquila y divertida, le hubiera gustado verlo.
- Bueno… - miro su reloj - nos dieron cuarenta minutos y ya gastamos casi 20 minutos - miro a Eurus - te concederé diez minutos de preguntas y respuestas, aprovéchalo.
Eurus sonrió - de acuerdo, empecemos entonces ¿cuántos son?
- Contando a John somos cinco - dijo sentándose y cruzando sus piernas.
- ¿Contando a John?
- Si, bueno, dividí ciertas partes de mi personalidad conforme el tiempo, cuatro y nombre al origina como John, pero a la vez realmente somos solos uno.
- ¿Porque lo hiciste?, ¿porque dividirte?
- … - John guardo silencio y miro a Eurus, nunca había hablado de eso, jamás y ahora que lo hacía era extraño, había aprendido a vivir así, ocultándolo todo y a la vez dejándolo a la vista, sin que nadie lo viera, y ahora no estaba listo para hablar de ello, dudaba que algún día lo estuviera.
- Háblame de ellos, dime sus nombres y cuando se han manifestado - entendió con la mirada del doctor que no hablaría de ello así que replanteo la pregunta.
- Uhm bueno, tú conoces a uno.
- ¿A si?
- Si, a Johnny - sonrió divertido - ese pícaro cabron que en cuanto te vio a los ojos en el transporte salió disparado, no hubo forma de detenerlo, en ese entonces aun tenia buen control, pero bueno, tener los ojos de la persona que amo te hizo irresistible - Sherlock se sintió algo incómodo pero no lo manifestó y siguió escuchando - me perturbe por la atracción, hubo un problema interno - señalo su cabeza- que se resolvió cuando supe quien eras.
- Y esa parte aún se siente atraído a mí.
- Na, se controló cuando supo que eras su hermana, la lógica comprendió que fue por el parecido y lo hizo obvio y llego a la conclusión, serás parecida pero no eres el.
- Que lastima - dijo sonriendo.
- Si claro - capto el tono de broma - Johnny es lo bueno, el amor, la alegría, la curiosidad y luego está la otra parte, Doc.
- ¿Cómo es el Doc?
- El Doc., es serio y formal, apegado a su labor de salvar vidas, Sherlock se ha topado con el algunas veces, estoy de acuerdo con el cuándo dice que es insufrible, pero bueno, es muy noble, él y Johnny nacieron al mismo tiempo, se podría decir que son gemelos.
- ¿John cómo es?
- John somos todos – contesto simplemente.
- ¿Tú quién eres?, dijiste que a diferencia de los otros tú tienes un nombre que no tiene que ver con John Watson.
- Sip - sonrió y se puso de pie, metió sus manos a los bolsillos del pantalón - esta parte es Hamish - Eurus lo miro extrañada.
Pero no fue la única que se extrañó, Hamish era el segundo nombre de John y eso los tres hermanos lo sabían, Mycroft miro a Sherlock y este a el - eso no pude ser, siguiendo la conversación, él dijo que los nombres estaban relacionados con John y a excepción de él, pero Hamish es el segundo nombre de John, esto no tiene lógica - dijo el mayor de los Holmes.
- Lo sé al igual que Eurus, así que calla y escucha - Sherlock no se equivocaba, su hermana inmediatamente manifestó lo que los hermanos habían pensado.
- Pero Hamish es el segundo nombre de John Watson, tu nombre también tiene que ver con él.
- Oh si es confuso verdad, bueno digamos que Hamish fue el nombre que me dio un profesor cuando era muy joven, es una larga historia y no tenemos tiempo solo te puedo decir que estoy sorprendido de que no se diera cuenta.
- ¿Quién? - pregunto Eurus.
- Sherlock, el vio el acta de nacimiento, supongo que en cuanto vio que era la H en mi nombre se dio por satisfecho, nunca vio que había una anotación de modificación en el acta - Sherlock recordó esa vez, cuando intentaba saber cuál era el segundo nombre de John, este tenía razón en cuanto vio el nombre se deshizo del documento, no creyó relevante leer lo demás.
- Inesperado en realidad.
- Si bueno - se encogió de hombros - como decía yo soy Hamish y soy… - sonrió y sus ojos dieron un brillo extraño - soy el asesino y posteriormente el militar - eso sorprendió a todos - soy la fuerza, el que no le tiembla la mano, el aclimatado a la violencia, el que tiene los nervios de acero, junto con el Doc. somos la inteligencia.
- Tú fuiste… - dijo sorprendida - tú fuiste el que mato al director en ese entonces.
- Sip, John en si no podía, la moralidad esta más encaminada a él, pero sabía que debía salvar por lo menos a uno, tome su lugar pero fue cuando me di cuenta que las cosas se complicarían, empezó a perder el control, las cosas empezaron a complicarse acá dentro - señalo su cabeza.
- Sorprendente.
- Ni tanto, ¿qué más deseas preguntarme?, el tiempo se te agota - dijo mirando su reloj.
- Espera… hablaste que son cinco, me has hablado de ti, de John, de Johnny y de Doc., te falta uno.
Hamish hizo un gesto de desagrado que no paso desapercibido para nadie, volvió a sentarse y puso sus manos en las rodillas, miro a Eurus y antes de comenzar a hablar suspiro - yo fui el segundo en nacer, después nacieron el doctor y Johnny, pero obviamente hubo uno primero, nació casi a la par de John muy pocos años de diferencia, al poco tiempo fui yo, el… no nos agrada a los demás, la mayoría de las veces le ignoramos, con el tiempo esa parte se hace más fuerte, fue un error haberlo ignorado y no haber hecho algo con el desde antes.
- ¿Quién?
- Watson…
- ¿Y que es Watson en John? - pregunto viendo con interés a Hamish, todo tono de gracia había desaparecido en él, se veía mortificado.
- Es el dolor, todo el dolor, toda la ira, todo el odio, el rencor, la soledad, es… todo lo malo en John, en nosotros y conforme a pasado el tiempo va cobrando fuerza, una que se está descontrolando.
-¿El ha salido en alguna ocasión? - algo le decía que esa era la clave para salvar al amigo de su hermano - deberías de comentárselo a Sherlock, él podría ayudar, después de todo ustedes son mejores amigos, me imagino que incluso por los sentimientos que tiene John por el seria más fácil.
- No - negó inmediatamente - no, o por lo menos no ahora, solo dos personas han podido enfrentarse a Watson, a esa parte, uno es el mismo John, nosotros, yo, dos hemos podido con él, la otra persona fue Mary pero ella ahora está muerta, y Sherlock no está listo para enfrentarse a… esa parte.
- ¿Cómo lo sabes?, si Sherlock ni siquiera sabe de este problema mental que tienes, si es que se puede considerar un problema, en cuanto lo sepa él podría encontrar la solución.
- Sherlock no está preparado Eurus, no puede ni preguntar si duermo o no, siempre se queda con la pregunta en la lengua, no puede entrar a mi cuarto después de que tengo una pesadilla, se queda parado frente a la puerta por no tiene el valor de entrar, ni siquiera lo ha tenido para preguntarme como me sentí después de su suicidio ficticio como lo llama el, no está preparado para lidiar con el dolor de John Watson, si lo llegase a enfrentar, así como están las cosas ahora no ganaría, perdería John y Watson abra ganado lo que siempre ha buscado.
- ¿Qué?
- La paz que te brinda la muerte - John miro a Eurus y sonrió - además aunque esté preparado para enfrentar al dolor también deberá enfrentarse al odio.
- ¿Odio?
- Claro, Watson odia a Sherlock Holmes.
El nombrado puso una mano en su boca acallando un gemido de dolor, si comprendía bien lo que estaba pasando, y si el John, su John estaba dividido en esos cuatro significaba que una parte de él le odiaba, haciendo que uno de sus miedos más grande se hiciera realidad, pero aun así le preocupaba aún más el hecho de que una parte de John quisiera morir, Sherlock no podría soportar que su mejor amigo y la persona que amaba muriera.
- Pero ¿cómo es eso posible?, si has admitido que lo amas Sherlock - pregunto Eurus.
- Sip, amo a Sherlock, pero hay una parte, una parte de John, de nosotros, el cual es Watson, y este siente odio, es irracional y no siente amor, no sabe lo que es eso, y ese odio ha crecido por el rechazo, las mentiras, las heridas, la vida misma ha causado mucho dolor y llegas a odiar a quien te ha causado mal, es algo natural en las personas y aunque tal vez no fuera intencional, Sherlock le ha ocasionado dolor a John, él nos ocasiono dolor, y esa parte de mí no perdona, no sabe… no sabe cómo hacerlo.
- Eso es…
- No digas que es imposible si no sabes todo lo que hay aquí - dijo señalando su cabeza - y aquí - señalando ahora el corazón -claro en sentido figurado verdad - dijo riendo - hablo de los sentimientos, pero bueno, los actos cometidos por Sherlock aunque fueron con la mejor intención dejaron secuelas que fortalecieron a Watson, mas sin embargo no quita que tal vez el único capacitado para vencerlo es el mismo Sherlock, pero este no se encuentra preparado para lidiar con las emociones y sentimientos negativos, además de que hay cosas que no se pueden forzar Eurus y aunque tu tengas las mejores intenciones no puedes hacer más que esto - dijo sonriendo tranquilamente.
- ¿Se lo dirás?
- …
Miro el reloj, ya era hora de marcharse, miro a Eurus y le sonrió con esa sonrisa que ahora caracterizaba a Hamish y al mismo John, una sonrisa burlona y algo listilla - tú ya no deberías de estar encerrada aquí, por lo menos no por lo que teme Mycroft, pero tal vez si por los homicidios que cometiste, pero en fin, son problemas de hermanos.
Camino hacia el elevador, aun las cámaras no se prendían - Hamish - lo llamo Eurus.
- ¿Si?
- ¿Volverás a hablar conmigo?, ¿tal vez el hablar te ayude también?
- Eurus, que hable ahora no significa que lo hiciera porque quisiera, tú y yo sabemos porque estoy aquí.
- Sherlock.
- Exacto, y he arriesgado demasiado soltando la verdad de mis sentimientos, no sé si hice bien o no, solo espero que esto no sea contraproducente - miro a Eurus - el no necesita esto, no necesita que lo ponga en un predicamento sobre nosotros, tu y yo sabemos que siempre ha huido de los sentimientos, así que déjalo, solo déjalo.
- Puedes decirle a Sherlock que venga - John le miro dudoso - no diré nada, pero yo creo que deberías decirle, siempre lo he dicho solo necesita contexto y podrá entenderlo todo.
No dijo nada y solo asintió, después de eso entro al elevador, mientras subía y se dirigía a la oficina del director se perdió en su mente, después de un pestañeo John se encontraba frente a Sherlock el cual le preguntaba que había pasado, si estaba bien y muchas cosas más.
- Si tranquilo, solo hablamos de cosas que no tienen sentido a decir verdad, nada de lo que debas preocuparte, fueron más silencios incomodos que otra cosa, tu tampoco te preocupes Mycroft no formo parte de alguna conspiración para acabar con Londres.
- Siendo ella tu no podrías saberlo John.
- Ja, si lo sé - dijo en broma - o por cierto Eurus quiere hablar contigo.