Al día siguiente en la corte donde se tomaban la mayoría de las decisiones, se encontraba el rey alfa.
Todos susurraban sorprendidos debido a que desde hace mucho tiempo el alfa no se presentaba a este tipo de reuniones a menos que se trataran de asuntos con respecto a una posible guerra de lo contrario las discusiones le parecían algo tediosos. Pero comenzó a comprender que no entendía ni la mitad de las cosas que se decían por lo tanto se limitó a asentir. En su mente comenzaba a pensar que el pequeño omega tenía razón, el no sabía nada y eso le puso de un humor horrible, debido a esto se levantó y se marchó al campo de entrenamiento, cuando se tranquilo mando a llamar al ministro de asuntos internos.
-tráeme a foula – dijo a un sirviente y este salió corriendo; al poco tiempo venían los dos caminando tranquilamente.
-me llamaba mi señor- se inclinó respetuosamente
-foula eh sabido que tienes un discípulo omega-
-así es su majestad, el anterior rey me lo pidió como un favor, al principio me negué pero el omega tiene potencial….. pero no controla su boca es en sí demasiado honesté-
- jajajaj no hay nada más cierto-
-¿lo conoció su majestad?-
-ayer; a pesar de ser tan atrevido me dio a entender algo importante… por lo tanto e tomado una decisión –
-cuál es su majestad- temiendo que su pobre discípulo fuero ejecutado rezo a los dioses que fuera perdonado.
- lo quiero conmigo –
-….- el maester quedo sorprendido
- retírate es todo lo que tengo que decir, y desde mañana asistiré a todas las reuniones del consejo comunícalo a los demás maester-
-si su majestad-
Al terminar su oficio el maester foula fue corriendo hacia la casa del condes acer.
-quiere ver a Danirio- un sirviente fue a traer a su amo
-maestro, estas aquí…. que sorpresa más grata-
-QUE HICISTE? ¿Has ofendido al rey, acaso todos estos años que te enseñado no te a servido de nada?
- nn.. yo no lo; perdón-
-muchacho imprudente enserio no sabes en lo que te acabas de meter-
-…- quedo callado nunca había enojado tanto a su maestro acaso el rey no podía tomar una sugerencia, talves porque lo llamo mococso cuando es el rey y tiene más de 25.
-hay algo que no me has dicho, que mas paso después de tu charla con el rey-
- pues nada más… ah! es cierto alguien me ofreció un pañuelo azul con dorado –
- y tu que hiciste…. ¿lo aceptaste?-
-no lo rechace, ya tenía un pañuelo pq necesitaría otro-
-muchacho inútil… ese pañuelo significaba que el rey quería pasar una noche contigo-
-para que quería pasar una noche conmigo por lo que veo está sumamente ofendido-
-no me refiero a una charla como a las que te llevo … él quiere dormir contigo-
-…. Te refiere a ..ohhh-
-nunca nadie a rechaza un pañuelo, aquellos que duermen con el rey soy mas atrayentes a los ojos de otros alfas, acaso no piensas casarte nunca-
-no, yo no me casare con nadie quiero vivir en soledad si es posible-
-eres un omega debes encontrar a tu alfa, es asi como es… asi como los alfas tienen que tener un omega, como lo tuve yo, es la naturaleza-
Dijo esto y se fue, danirio quedo pensativo; ¿porque tuvo que conocer al rey?, se obligó a no llorar. Y se fue a entrenar un poco. Ningún omega de alta cuna desconocía la autodefensa aunque todos sus conocidos pensaban que era inútil saber de eso ya que tenían alfas que los protegerían.
Una semana después llego un pañuelo azul con dorado asi como un collar con diamentes realmente hermoso bañado en oro.
-padre, se me ha enviado esto de palacio, que debería hacer-
-acepta- su rostro era duro
-papa-
- no digas nada, no puede creer que Hayas sido tan imprudente, debes remediarlo- esta vez fue un poco más indulgente en su forma de hablar.
-aceptare, arreglare esto- dijo danirio. se fue con una mirada decidida. su mayor error había sido ser imprudente ya su maestro se lo había advertido en otras ocasiones, no consejería nada al hablar de esa forma pedante y presumida; el saber decir las cosas hace la diferencia, de ahora iba a hacer más prudente.
Esa misma noche se dirigió al castillo, fue arreglado y bañado por su madre y múltiples sirvientes fue vestido con las mejores ropas y puesto el collar que su majestad le había obsequiado. pase lo que pase hoy demostraría toda la astucia que había aprendido e iba a remedir el error.