--No necesito que nadie me diga que estoy equivocado en mi trabajo—decía un molesto Deidara hablando con alguien por teléfono—Obviamente todo lo que hago está perfecto, no entiendo como intentas cuestionarme sobre lo que estoy haciendo—el rubio tomo unos papeles de la mesita de la sala, observándolos detenidamente—No estoy insinuando que eres un idiota, ESTOY DICIENDO QUE ERES UN IDIOTA—
--Creo que el tío Deidara está molesto…--murmuro Shiro, levantando la vista de su libro de notas.
--¿Eso crees?, eres muy perspicaz hermanito—dijo Menma, mirándolo de reojo su lectura.
--Ya dejalo, Menma, Shiro no dijo nada malo—Yato miro a su hermano mayor, mientras acomodaba sus lapiceras por color—No te preocupes, Shiro, tal vez el tío está molesto por lo de su edificio en Francia…--
--O porque está cursando la menopausia—
--MENMA—el chico miro a su hermano con enojo, haciendo que el otro se encogiera de hombros.
--Yo solo exprese mi opinión…--
--¿Creen que el tío Deidara sepa que le entendemos, aunque esté hablando en francés? —el peliblanco mordisqueo un poco su lápiz, mirando a sus hermanos con duda.
--Ne, no creo siquiera que sepa que estamos aquí desde que comenzó a hablar por teléfono—
--Bueno, eso no puedo negarlo…--
--NO ME IMPORTA QUE ESTES DE VACACIONES, ¡¡QUIERO TODO ARREGLADO Y LO QUIERO YA!!—el rubio se sentó de mala gana en el sofá, tratando de ignorar la mirada que le daban los trillizos--¿Pueden dejar de mirarme así?, no estoy de humor para aguantarlos…--
--No es como que quisiera saber que pasa, pero aquí mis hermanos quieren saberlo—comentó Menma, suspirando con cansancio.
--Ahh… los idiotas de la constructora confundieron los documentos del terreno, y dicen que el tamaño es diferente al que me he basado para dibujar los planos del edificio…--Deidara masajeo sus sienes con enojo, como si quisiera hacer explotar todo.
--¿Y que hay de malo en eso?, solo arregla los planos y listo—
--Si fuera así de sencillo ya lo habría hecho—murmuro, mirando al chico a los ojos—El problema está en que tengo que ir a Francia de inmediato para cambiar los planos, si no se perderá una enorme cantidad de dinero—
--¿Entonces porque no te vas?, digo, podemos distraer a tío Itachi con algunos de tus álbumes de fotos de la niñez y luego le podemos pedir a los gemelos que lo timen un rato más…--
--No puedo irme y dejar a ese estúpido solo, además de que necesito más de un día para resolver esto—el rubio volvió su vista con cansancio, mirando a los trillizos—No entiendo porque estoy hablando con tres niños de 10 años, que aún siguen vistiendo igual, sobre un problema del cual probablemente no tienen ni idea—diciendo esto, se puso de pie y se fue, dejando solos a los niños.
Los chicos se mantuvieron en silencio un momento, hasta que Menma se acomodó de nuevo para seguir leyendo.
--Tenemos que ayudar al tío Deidara—dijo Shiro, mirando a sus hermanos.
--No quiero—musito Menma, recibiendo un codazo de Yato--¡Auch! —
--Me temo que el tío no quiere nuestra ayuda, Shiro…--Yato revolvió los blancos cabellos de su hermano, mirando a Menma con molestia.
--Si, ya sabes cómo es el tío de melodramático—
--P-pero yo quiero ayudarlo… no quiero que el tío se pierda la reunión…--Shiro miro a sus hermanos con sus enormes ojos rojos, tratando de convencer al menos a uno.
--Bien, ayudare al tío Deidara con su problema—exclamo Menma, sentándose correctamente en el sofá.
--¡Gracias, Menma! –el peliblanco se lanzó a abrazar al chico, mientras Yato asentía en forma de aprobación.
--Pero con una condición—
--Lo que quieras—
--Arreglare esto a mi manera…--la sonrisa de psicópata no pasó desapercibida por sus hermanos, pero tampoco dijeron nada.
--Creo que esto no ira muy bien…--
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--Necesito que te enfoques más en el cliente y en los trabajadores—exclamo Sora, hablando por teléfono en alemán--Si solo te enfocas en la imagen perderás demasiado dinero; recuerda que el cliente siempre tiene la razón…--
--¡Eres un tonto o que!, ¡El cliente no siempre tiene la razón! –grito Mitsuki en coreano, con un tono molesto--¡No porque diga que su sopa tiene demasiada sal vas a pagarle la cena a toda su familia!, ¡Recuerda que Jin Ho nunca le coloca sal a la sopa de mariscos para no perder el sabor de mar! —masajeo el puente de su nariz, tratando de calmarse—Considerate despedido, Yin Cho, enviare tu retiro mañana, y pasame a Choi Tan, el será el nuevo gerente—
--¿En que maldito idioma están hablando esos niños?, no entiendo ni pío de lo que están diciendo—Deidara miro con incredulidad a sus sobrinos, ignorando el hecho de que la esquina en donde estaban se había convertido en algo así como una oficina.
--Juzgando por los nombres que dice Mitsuki, está hablando coreano, y estoy seguro de que Sora está hablando en alemán—dijo Naruto, bebiendo un poco de té de su taza, mientras leía un libro de psicología infantil.
--¿No son muy pequeños para hablar fluidamente un idioma? —
--No, en realidad, es la edad idónea para aprender un segundo idioma…--el rubio siguió con su libro, ignorando las miradas de sus familiares.
--Inhala… exhala… mantén tu respiración por cinco segundos, así no te cansaras tan rápido Hikari—decía Ryunosuke, sosteniendo fuertemente las piernas de su hermano, que estaba haciendo una posición de Yoga.
--S-si, eso e-estoy intentando—ambos pequeños llevaban ropa deportiva igual, solo que de diferente color.
--No te sobre esfuerces, hermanito, lo estás haciendo de maravilla…--le apoyo el otro, bajando con cuidado las piernas de su hermano—Ahora solo falta un “saludo al sol” más y todo listo—
--G-gracias, Ryu—
--No hay de que, Hiki—
--¿No le hará daño a Kikari estar sin su silla? –dijo Deidara, mirando a los pequeños en sus tapetes de yoga naranja.
--En primera, es Hikari; y en segunda, es parte de la terapia física de Hikari, solo que Ryunosuke le ayuda a realizarla—el rubio miro a sus hijos con una sonrisa, mirando la determinación de ambos—A veces van a nadar, pero necesitan arneses especiales para Hiki—
--¿Y no hay una posibilidad de que Hikari camine? —pregunto Sai, ganándose un golpe de Gaara.
--Solo unos pocos metros, o para sentarse y recostarse en la cama—Naruto solo suspiro con tristeza, pero aun con una sonrisa—Te aseguro que el día que se descubra como realizar una operación de médula espinal con éxito, hare todo lo posible para que mi Hikari la reciba—la determinación se podía leer en sus azulados ojos, haciendo que Sasuke le abrazara un poco y los demás lo miraran con una sonrisa—Quiero verlo correr algún día, que corra a mis brazos y le dé un fuerte abrazo—las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, sonriendo con más intensidad—Aunque si no se puede, me encargare de darle una vida feliz, quiero que siempre tenga una sonrisa en sus labios…--el rubio limpio sus lágrimas, mientras recibía apoyo de su esposo, tratando de concentrarse de nuevo en su libro.
--Necesitamos las facturas de todas las compras del restaurante, Mitsuki, no podemos calcular los impuestos si no nos das todos los datos—exclamaron los trillizos más pequeños de la familia, llamando la atención de los adultos.
--Perdónenme, enanos, acabo de despedir Yin Cho y aún estoy haciendo el contrato para Choi Tan; tendré esos papeles listos en 15 minutos—el de ojos naranja tecleaba rápidamente en su laptop, mirando directamente a sus hermanos—Mejor hagan el balanceo de impuestos de las tiendas departamentales, Sora ya tiene listos todos los papeles—
--Si, aquí están—exclamo su gemelo, dándoles un juego de más de 500 hojas a cada uno—Son todas las facturas de la tienda, están divididas en orden descendiente—
--Ustedes ya saben que hacer—dijeron al mismo tiempo los gemelos, mirando a los trillizos heterocromaticos.
--Bien, pero queremos un 15% más de ganancia, no es nuestra culpa que ustedes estén retrasados—los tres miraron con determinación a sus hermanos, haciendo que esto sonrieran con malicia.
--Y yo que pensaba que nosotros éramos los únicos que pensábamos en dinero de la familia—Mitsuki suspiro, mirando como su gemelo asentía—Okay, pero queremos esos cálculos para hoy—
--Estarán listos en una hora con treinta, hermanos, si no en su próximo encargo habrá un 20% de descuento—los tres se dieron la vuelta, sentándose rápidamente en un escritorio redondo con un hueco en el centro, cada uno con un computador portátil.
--Terminaran en menos tiempo, hermanote—dijo Sora, mirando a su gemelo—Escuche que los trillizos quieren comprar algo en una subasta, creo que pertenecía a Leonardo da Vinci, y los enanos están obsesionados con eso—
--Si, lo sé, ¿No miraste sus ojos?, parecía que querían perforar mi alma…--
--Si tuviéramos—dijeron al mismo tiempo, riendo a carcajadas.
--¿Deberíamos preocuparnos de eso? —pregunto Itachi, mirando a los gemelos reírse y a los trillizos trabajar al ritmo de la luz.
--No hay problema, siempre trabajan a toda velocidad hasta que llegan a la mitad de su trabajo y luego bajan el ritmo en un 30% --Sasuke frunció los hombros sin importancia, tratando de terminar una torre de naipes.
--Creo que Itachi no hablaba de eso, Sasuke—Sai miro con miedo a los gemelos, quienes tenían una sonrisa maliciosa mientras trabajaban.
--Bueno… no tengo ni idea, yo que ustedes mejor si…--
--Eso no me ayuda en nada…--
--¡Mira Sora!, el dibujo de Plutón que hice, ¿te gusta? —exclamo Shiro emocionado, mostrándole a su hermano su cuaderno de notas--¿Ya viste?, dibuje todo el planeta en la hoja, y coloque los datos más importantes al lado—señalo las partes que tenía, sin dejar su sonrisa de lado—Se que dicen que Plutón no es un planeta, pero yo me encargare de demostrar lo contrario—
--Te salió genial, Shiro, me gusta que se vean todos los relieves, aunque aún te falta practicar un poco más con el degradado—Yato revolvió sus cabellos, dándole una sonrisa de aprobación.
--Ahora pintare el sol, quiero que se vea como en verdad es…--dijo, volviendo a su trabajo, dibujando en su cuaderno un perfecto circulo a mano alzada.
--Si, yo seguiré con esto…--el pelinegro se concentró nuevamente en lo que hacía, mirando a través de la lente del microscopio—Mmm… esto es raro, la clorofila no está haciendo efecto en esta planta y aun así es verde…--el pequeño alejo su vista del aparato y comenzó a escribir en su cuaderno de notas—Interesante…--
--Malditos elfos, malditas cosas come piedras, malditos honguitos; como los odio a todos--decía Menma enojado, jugando con una de sus consolas portátiles—No puedo creer que estos inútiles no me puedan ganar en una partida Online, y yo que pensaba que serían buenos en esto—musito cambiando de consola, haciendo gestos de negación mientras oprimía los botones como si nada--¿Y se hacen llamar gamers?, ¡Yo estoy jugando esto mientras hago una redacción de las tres leyes de Newton por diversión! –dijo, volviendo a cambiar de consola--¡Solo tenían que conseguir el “Orbe del Destino”!, ¿¡Como demonios terminaron en zona enemiga!?—exclamo enojado, mirando su laptop en busca de respuestas—Por eso nunca llegaran a ser alguien en la vida—el de ojos azules se quitó los audífonos inalámbricos molesto, casi arrojándolos al piso—Y yo que pensaba que los japoneses eran los mejores jugadores del mundo…--
--No lo son, ¿No has ganado ese título desde hace seis años seguidos? —dijo Yato, escribiendo en su libreta.
--Yo soy japonés, hermanito, obviamente soy el mejor—exclamo orgulloso, con un gesto ofendido—Pero pensaba que alguien más de mi tierra podía ganarme—
--Shiro te puede ganar y lo sabes, solo que a veces vive en la luna…--
--Si, nunca podré olvidar cuando me gano haciendo patrones con los botones, y ni aun así cuando dijo que los botones podían formar constelaciones…--
--¡Niños!, ¡La cena esta lista! —grito Naruto desde la cocina, haciendo que todos sus hijos prestaran atención.
--¡Ya vamos, mamá! —se escuchó en unísono, mientras todos guardaban sus correspondientes cosas en su lugar, y caminando en línea recta hasta el comedor.
--Creo que… creo que tus hijos me están dando miedo…--dijo Itachi, mirando a su hermano menor con temor—A veces Laurette se comporta raro, pero ellos me aterran…--
--No hay de que preocuparse, hermanito—Sasuke se puso de pie, colocando el marcador de páginas en su libro—Nos iremos el próximo domingo, no tendrás que vernos hasta navidad—se dirigió a paso lento al comedor, bajo la mirada temerosa de su hermano y la curiosa de sus padres—De los únicos que tendría cuidado seria de Mitsuki y Sora, de ellos si me preocuparía—y salió de ahí.
--Genial, ahora no podrá dormir toda la noche—dijo Deidara, mirando como su esposo temblaba y se acurrucaba en el sillón.
--Guardare todas las copias de la llave de su habitación, pero aun así tengan cuidado—el Uchiha mayor miro con diversión a su hijo, quien abrazaba a Laurette como si fuera un oso de peluche.
--Ya deja de asustarlo, Fugaku, recuerda que ellos ya habrán sacado copia de todo—Mikoto Uchiha le siguió el juego, ganándose la mirada de terror de su hijo y la molesta de su nuero.
Y todos durmieron bien esa noche.
Bueno, al menos la mayoría.