Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Viviendo con el enemigo por Yusei156

[Reviews - 217]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Hice ya el conteo de votos, ganó México, así que pronto veremos a nuestro magos favoritos en América. Nos leemos más abajo. Gracias a todos los que participaron!!

Snape acababa de despertar, debía admitir que la noche había sido menos larga pero igual de incómoda que las anteriores. Desde que el despreciable Tom se había ido a vivir con ellos las cosas se habían complicado, en un inicio se ignoraban y hacían de su vida punto y parte. Pero ahora tenían que estar siempre juntos, tratarse bien e incluso tenían ocasionales escenas románticas.
 
Durante la semana aveces Sirius lo recibía con detalles, como nuevo instrumental para su laboratorio, ingredientes raros, incluso se había atrevido a obsequiarle ropa. En cambio él le había regalado unos libros, le hacía la cena todos los días, y a veces hablaban sobre técnicas para ayudarlo en su prueba como auror. Hasta se había acostumbrada compartir la cama con el pulgoso.
 
¡Por Merlín él dormía en calzones!
 
La primera vez que lo había visto de esa manera fue un gran impacto para su persona. No era secreto su enemistad de hace años, pero ese odio no lo volvía ciego. Tenía un cuerpo básicamente perfecto, imposible apartar la mirada de su persona sin importar la circunstancia. Al darse cuenta ese estúpido perro pulgoso no le dejó olvidarlo hasta que por fin aprendió a verlo con di guida indiferencia. A pesar de todo las cosas no había cambiado tanto entre ellos, se molestaban y se gritaban. Incluso para huir de su fingido romance Snape huía a la Mansión Malfoy a pasar el rato.
 
Es por eso que esa mañana todo lo sentía raro, había varias peonias flotando en la habitación, el Slytherin instintivamente se frotó suavemente los ojos intentando enfocar. Su estúpido pseudo esposo estaba profundamente dormido, pero al parecer había estado muy ocupado en la noche. La habitación estaba más recogida de lo usual, además de las flores flotando se podía oler su colonia por todo el lugar, más que su colonia lo que uno percibía era ese penetrante, acogedor y adictivo aroma suyo.
 
Se levantó con cuidado intentando no despertarlo, no quería tener que discutir tan temprano, menos cuando el dichoso invitado no tardaría en comenzar a intentar desactivar cada una de las protecciones de la habitación. Sin duda ese hombre era tan molesto como un grano en el culo. 
 
Por un momento sintió frío, cosa rara pues siempre dormía con la misma pijama gris que tenía desde hace unos cuatro años. Se sorprendió mucho al darse cuenta de que en realidad se encontraba en aquella estúpidamente provocadora lencería, desde que la había visto supo que era una mala idea ponérsela pero igual estaba allí, luciéndose como si nada. Al menos hasta que tomó la primera prenda del suelo y se la colocó encima.
 
No sabía cómo había terminado así pero estaba seguro de quién era el culpable. Ese estúpido culpable con cara de perro malparido que se encontraba plácidamente dormido en ese momento. Sin pensarlo dos veces se acercó a la cama y tomo una almohada, iba a asfixiarlo para salvar a la humanidad de ese maldito pervertido.
 
-¿Que diablos haces?- Preguntó Sirius quien acababa de despertar, lo primero que vio fue el rostro de Snape claramente enojado, parecía que acababa de interrumpirlo en algo pues tenía una almohada en las manos y lo miraba desconcertado.
 
Lo siguiente que pudo notar era su camisa del día anterior en el cuerpo de Snape, está no era lo suficientemente grande como para cubrirlo por completo, pero si lograba tapar la lencería que este traía puesta. Por un breve momento se odio a sí mismo por poner tanta atención a los detalles de su movimiento, estaba seguro de que le gritaba cosas sin sentido en ese instante, que estaba enojado y algo sobre “desvestirlo” pero no podía concentrarse en nada más que en la erótica vista que tenía.
 
-Te ves muy sexy- Comentó para sí mismo en voz alta. Se dio cuenta demasiado tarde, ya que en ese momento sintió la mano de Snivellus impactando con toda la fuerza que este tenía en su mejilla izquierda. No entendía porque lo había golpeado si solo lo alago.
 
-¡Vete muy lejos con tus burlas!- Le gritó indignado mientras se alejaba de él, o al menos eso pretendía hasta que se vio rodeado por sus brazos. Con un movimiento brusco terminó acostado en la cama y con el Alfa encima suyo.
 
-Escúchame por una vez, con esa lencería y mi camisa puesta te vez endemoniadamente sexy. Tanto que…- trago saliva antes de proseguir- bueno, a mi me gustas… lo que quiero decir es que me gusto como te ves ¿entiendes?
 
-Lo único que entiendo es que te burlas de mí, ¡pero no tenías que quitarme la ropa para hacerlo!- gritó furioso, no entendía porque lo había hecho pero se había pasado de listo al despojarlo de sus prendas dejándolo así, ni quería imaginar que más le pudo haber hecho mientras dormía.
 
-¡Vamos! Tú lo hiciste, tenias “calor” pero lo que te digo es en serio- Lo miró fijamente a los ojos, sabía que  convencerlo de que se veía sexy en una pequeña prenda de encaje iba a ser tarea difícil pero cuando las palabras no sirven era mejor recurrir a las acciones.
 
Se quedó encima de él observando con detalle esos profundos ojos negros, no lo miraba con miedo, era más bien enojo y ¿tristeza? No lo entendía pero podía jurar que se veía algo triste. Aunque no lo pareciera le había agarrado cariño en ese mes que habían vivido juntos, Severus no era tan malo como lo imaginaba, por eso en retribución le regalaba cosas que sabía iban a serle útiles haciendo lo que mejor sabía hacer, pociones. 
 
Pronto sintió un golpe torpe en las costillas, claro que había sido muy estúpido pensar que se quedaría bajo de él sin luchar o como en este caso, sin comenzar a lanzar patadas para alejarlo. No lo pensó dos veces cuando tomo casa una de sus piernas con sus brazos, impidiéndole moverse. Le gustaba verlo así, debajo suyo. Inmóvil, vulnerable, apetecible.
 
Se acercó a su cuello aún sin soltarlo, le gustaba esa cara enojada que tenía, no era solo enojo lo que reflejaban sus ojos, podía ver curiosidad. Seguro no entendía porque estaba haciendo lo que estaba haciendo pero para ser sinceros ni él mismo estaba seguro. Se acercó a su cuello y comenzó a depositar pequeños besos, uno tras otro guiándolo rumbo a sus labios.
 
-Esto provocas, no me puedo controlar- no esperó respuesta alguna, sinceramente no quería que le contestaran pues estaba casi seguro que sería un rechazo. Así que siguió besándolo con suavidad, le gustaba disfrutar de aquella piel tan suave, tibia, era interesante ver la cantidad de tonalidades de rojos con las que un rostro tan pálido podía ir cambiando de acuerdo a lo avergonzado que se encontrará, debía admitirlo. Snape era algo lindo.
 
Se detuvo una vez había llegado a la comisura de sus labios, le gustaba rozarlo un poco, estar tan cerca de sus finos labios era como una tortura. Las ansias le carcomían pero quería asegurarse de no propasarse, lo último que quería agregar a la lista de porque lo odiaba  era “abuso sexual”. Esto no era abuso, el también lo estaba disfrutando ¿No?
 
-Sirius…- Se atrevió a decir llamando nuevamente la atención del mencionado. Sacándolo de sus pensamientos, no sabía que se traía entre manos ese estúpido Gryffindor pero ya había llegado más lejos de lo que había imaginado. Una cosa era fingir mientras tenían al espía en casa, y otra muy distinta era estar así, íntimos, besándose a solas. Eso no se le hacía nada divertido.
 
Se sorprendió al darse cuenta que este solo le ignoro y comenzó a besarlo, no fue el beso tierno de todos los días, ni siquiera era como el beso apasionado y torpe que le había dado la noche anterior, no. Era un beso demandante, inseguro, como si fuese la primera vez que lo hacía. Como si estuviera jugando un todo o nada.
 
De igual manera eso no importó, Snape lo alejó como pudo tratando de huir. Mala idea pues terminó más oprimido bajo el cuerpo de Sirius. Este lo miraba expectante, ansioso por descubrir nuevos gestos y reacciones. Tan concentrado estaba que cuando la puerta se abrió repentinamente ambos se quedaron congelados.
 
Al marco de la puerta estaba Malfoy totalmente sorprendido, se podía ver el enojo en su mirada. Parecía querer estrangular al Black en ese mismo instante. Por su parte Tom no podía creer lo que veía, era la primera vez que los cachaba en intimidad, al parecer ellos eran cuidadosos con eso pues ni siquiera se bañaban juntos. Pero ahora, al verlos de tal manera no pudo evitar maldecir internamente pensando en que sería más difícil separarlos de lo que planeo.
 
El único que parecía no estar tan afectado por la vista fue Remus quien con gran velocidad se acercó a la puerta alejando a los otros dos para poder cerrarla. Sabía que cuando Riddle había dicho algo sobre “eliminar hechizos de protección“ las cosas sonaban mal, pero jamás pensó que su amigo abría logrado un avance tan descomunal en tan poco tiempo.
 
oOo
 
Su cabello siempre alborotado hacía juego con su tan característica sonrisa, no podía creer lo increíble que era eso. Se había ganado unos boletos para hospedarse en un hotel mágico en Puerto Vallarta, México. No estaba seguro donde se encontraba pero igual no importaba, sabía que era un lugar exótico, quizá el lugar perfecto para pedirle al fin matrimonio a su hermosa pelirroja.  
 
¿Lo mejor de todo? ¡Tenía ocho boletos! Sería genial, le daría dos a Remus para que llevara a quien quisiera, uno lo tendría Peter y los otros tres para su desgracia tenían que ser para Sirius. Sabía que la farsa del matrimonio iba de maravilla con el único inconveniente de que ahora había un chaperon que se encargaba de vigilar que no fuera una farsa todos los días de la semana. 
 
Según sabía su nombre era Tom, era un Omega, y pues era el mayor problema  en casa de Sirius. Si ese chico no estuviera con ellos seguro podría invitar a su mejor amigo y este no dudaría en abandonar a Snivellus, así tendría un par de boletos más. Quizá hasta podría invitar a los Longbottom. 
 
Siguió dominando hasta llegar a su casa, allí se encontraba Lili. Seguramente había estado entrenando muy duro, la prueba para ser aurores sería dentro de poco y si llegaban a fallar tendrían que esperar dos años para volver a presentarla. Por eso tanto tiempo para prepararse. Le gustaba su determinación y entusiasmo. Ella era una chica lista que buscaba conseguir siempre lo que quería. 
 
La tapo con una frazada. Solo podía pensar en lo mucho que la amaba, en eso y en lo mucho que había cambiado con el paso de los años. Al inicio era una chica linda, orgullosa que estaba simplemente fuera de su alcance, ella se indignaba de sus bromas, no le hacía caso sino sacaba notas altas en los exámenes y claro, aborrecía el Quidditch, quizá el momento donde hubo más cambios fue cuando se peleó con Severus.
 
Había sido una completa tontería, y es que ambos habían tenido su primer celo el mismo año. Para Lili fue un poco traumático pues casi colapsa del dolor y la ansiedad, fue internada en la enfermería los cuatro días enteros y su única visita fue Severus. ¿La razón? El la quería como a una hermana y buscaba cuidarla, pero en cambio ella lo miraba diferente.
 
En varias ocasiones había llegado a pensar que iban a casarse, que estarían juntos toda la vida. Por eso que él fuera el único capaz de estar a su lado aún en su celo sin querer atacarla le hacía tremendamente feliz. Pero apenas un par de meses después el mismo Snape experimentó el celo, se mostró que su verdadera naturaleza era de un Omega.
 
Eso no solo rompió el corazón de Lili seguido de sus esperanzas, no. Fue mucho peor cuando se enteró que su amigo había estado enamorado de Sirius y que además se rumoraba también veía a Lucius con un desbordante deseo. Lo odio, odio con todo su ser el estar planeando una vida a lado de alguien para que el idiota que lo hacía sufrir y el estirado Alfa sangre pura fueran los principales objetos de su afecto.
 
Fue así como ella comenzó a hacerle caso a James, como empezó a reír de las brutales y crueles bromas a las que era sometido Snape. Fue así como cada quien siguió su camino. En parte agradecía no verlo ahora. Saber que con mucho dificultad sus vidas se volverían a cruzar. Eso era lo mejor de todo.
 
Y sin embargo su pareja no sabía que ese era el motivo real por el que se habian peleado. Es más pensó que este viaje la haría feliz, que podría reconciliarse con su viejo amigo y claro, más que nada, deseaba hacerle pasar los mejores cuatro días de la vida para cerrar con broche de oro al pedirle matrimonio.
 
¿Nada podía salir mal verdad?
 
Animado le envió los respectivos boletos a cada uno de sus amigos, el viaje sería pasado mañana así que tendrían suficiente tiempo como para arreglar sus cosas. 
 
Pero James no estaba preparado para la cantidad de problemas que traería ese lindo viajecito.
 
Notas finales:

Bueno, falta poco para que James se encuentre con el "omega de sus sueños" creo que es obvio quien será el invitado de Remus (7u7) Mientras que Peter al fin aparecerá...

en cuanto a Sirius... bueno, nuestro Sirius a sido un perro muy malo, y los perros malos tienen que ser castigados.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).