Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Viviendo con el enemigo por Yusei156

[Reviews - 217]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Hacía frío.

 

Estaban a finales de noviembre, claro que hacía frío en Londres. Estaba nevando, todo era blanco a su alrededor. Pensó en transportarse lo más rápido posible pero pronto desistió de la idea, necesitaba hacer algo, necesitaba pensar en cómo confesarlo sin perderlo. Sabía que lo iba a herir, que había traicionado su confianza, que probablemente lo dejaría tan pronto escuchara la historia y tenía miedo, más que eso. Estaba aterrorizado de perder a la persona que más amaba en el mundo. Siguió caminando, quería llegar, confesar, decirle lo mucho que lo amaba, tirarse a sus pies de ser necesario.

 

Comenzó a correr.

 

El frío la calaba en los pulmones, la temperatura de su cuerpo se elevaba con cada paso que daba, sin embargo no podía ser indiferente del clima. Era raro que nevara en esa época del año. Lo sentía como un leve castigo que debía de afrontar, quería sufrir tanto o más como si  tan solo eso fuera suficiente para ser perdonado. No tardó mucho más en llegar al departamento, había deseado esperar un poco pero no podía, debía de afrontarlo.

 

Abrió la puerta con cuidado, apenas eran las nueve de la noche era obvio que encontraría a su amado despierto, probablemente en el sofá leyendo o en su laboratorio. Entro con cuidado, pero no lo vio por ningún lado, cerró la puerta y caminó rumbo a la cocina, quería beber algo fuerte antes de hablar.

 

Para su sorpresa había algo en el horno, una ensalada en la mesa e incluso vino y un par de copas.  Ni siquiera pudo tomar un vaso, las manos le temblaban. Comenzó a caminar nuevamente por el departamento hasta que lo encontró, estaba recostado sobre su cama mientras leía un libro.

 

—Llegaste temprano— afirmó Snape al verlo entrar —pensé que su reunión tardaría más, la cena aún no está lista.

 

Sirius se congelo, no sabía qué decir, ni siquiera sabía cómo comenzar una conversación. Tomo aire y se acercó a él, le abrazó con ternura sorprendiendo al menor. Quería tenerlo un poco más en sus brazos, no deseaba lastimarlo pero no podía mentirle.

 

—Jamás me había enamorado así de alguien— confesó por fin, si al decirle la verdad todo terminaba al menos tendría un peso menos encima.

 

—Lo se— contesto nervioso, aún ahora le era difícil aceptar que Sirius Black se hubiera vuelto no solo un romántico, sino su perdido enamorado, ni en sus mejores sueños sucedía algo así, y ahora está allí, viviéndolo todos los días —También te amo.

 

El corazón del animago se estremeció de la emoción, por un breve lapso de tiempo imagino su vida juntos, un par de cachorros, quizá más. Sonrió como idiota al pensar en envejecer a su lado, y luego cayó de lleno a la realidad, a lo que había hecho, se dio cuenta de todo lo que podía perder por su gran error.

 

—Soy el más grande idiota sobre la tierra— quería llorar pero retuvo las lágrimas, tenía que decírselo en este momento o todo acabaría, quizá al hacerlo también pero no podía mentirle de esa manera a su persona amada. No podía ocultarle lo que había sucedido.

 

—¿Apenas te das cuenta?— se rió ligeramente, sin duda Sirius era la persona más encantadora que había estado en su vida —Quizá seas el más grande idiota de la vida, pero si tus sentimientos por mi son verdaderos no me importará el tenerte siempre conmigo.

 

Sirius no pudo evitar reírse, hacía mucho que no le decía de tal manera, era increíble saber cuánto le volvía loco una misma persona. Le beso tiernamente, saboreo sus labios con dedicación casi ceremonial, quería recordarlo tal y como ahora. Perfecto.

 

—Tienes razón, soy el más grande idiota de la vida, hice algo terrible y te voy a lastimar— se alejó un poco de él, no podía tenerlo entre sus brazos, no sin sentir el dolor de la culpa que le carcomía las entrañas. —Remus me besó —

 

—¿Qué?— preguntó desconcertado, no era idiota, sabía lo que significaba, pero no quería creerlo.

 

—Y yo le correspondí— aquello último le había dolido tanto, tanto que ni el golpe que recibió directo en el rostro se comparó con lo que sentía, estaba seguro de que Snape se sentiría peor.

 

—Lárgate— No quería verlo, no quería saber nada de él en ese momento pero una parte suya pedía a gritos una explicación, una excusa, algo, lo que fuera que le hiciera considerar perdonarlo. No podía creer que era la primera vez que le decía a alguien que le amaba y casi de inmediato le destrozó el corazón.

 

—Escuchame, Remus me pidió que huyera con él, que estuviéramos juntos y te dejara. Pero le dije que te amo a ti, lo deje solo y vine corriendo a contarte— era sincero con sus palabras, quería buscar el perdón. Quería poder regresar el tiempo.

 

—¿Por qué le correspondiste?— su voz no reflejaba enojo, estaba impregnada de tristeza pura. Y es que solo podía pensar en ese par que se había amado en secreto tantos años y que ésta sería su oportunidad para estar juntos. Juntos como debía pasar.

 

—Porque soy un idiota. Yo no lo pensé, sólo… sólo estaba sucediendo una fantasía que había tenido durante mucho tiempo y me olvidé de la realidad. Yo, cometí un gran error— temblaba, no había podido evitar el que su voz fallará aunque fuera poco.

 

—Entiendo, siempre lo supe— contestó tratando de evitar su mirada, si lo veía a los ojos podría llegar a perdonarlo, lo amaba y sabía que sus orbes plateados eran capaces de derretir a cualquiera. —siempre supe que me dejarías un día, porque no soy lo suficiente para ti. Si no hubiéramos vivido juntos, sin el matrimonio falso nunca te abrirás enamorado de mi — por más que lo intentó no pudo evitar el momento en que innumerables lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.

 

—Quizá es cierto, si no hubiéramos dedicado un tiempo para realmente conocernos jamás habríamos salido juntos. No me dejaras mentir, tenemos historia y he sido un completo imbécil antes—

 

—¿Pero?—  pregunto alzando una ceja, realmente quería sorprenderse con lo que iba a decir.

 

—Pero de haber sabido que eras una persona tan maravillosa te habría hecho mío años atrás. Yo te gustaba en el colegio ¿No?— sabía la respuesta de esa pregunta, su hermano le había contado todo al respecto.

 

—En tus sueños Black— volvió a decir su apellido con asco, era difícil vencer viejas costumbres.

 

—En mis sueños no hablas mucho, pero como gimes— no pudo evitarlo así que no se sorprendió cuando recibió otro golpe, pero había valido la pena, lo había hecho ruborizarse. Ver tantas reacciones distintas en un rostro que antes se veía vacío era sin duda una de las mejores recompensas de estar con Severus Snape.

 

El ex Slytherin se levantó, no quería seguir escuchando esas tonterías. No quería que le echara en cara lo obsesionado que había estado con él en el colegio. Había sido inevitable. Sirius era el chico más atractivo de Hogwarts, ¡Claro que le gustaba!  Pero eso no iba a hacer que se olvidará de porque estaban peleando. Comenzó a caminar rumbo a la cocina no permitiría que se quemara la casa por culpa de ese idiota.

 

Sin pensarlo dos veces el joven Black le siguió, sabía que eso aun no acababa y necesitaba una respuesta, necesitaba ser perdonado para poder vivir con él o ser bateado para huir de ese lugar por el resto de la vida. No dijo nada una vez entraron a la cocina, necesitaba dejar tranquilo a Snape al menos en lo que sacaba el guisado caliente del horno, lo último que quería es que también se llevará una herida física por la pelea.

 

—¿Qué tanto más esperas Black?— no podía evitarlo, estaba tan molesto que escupir su apellido con asco era de las pocas cosas que le hacía sentir mejor. Acababa de dejar la comida  aun costado de la estufa, se había tardado preparando aquello y era una completa lástima que no podría disfrutarlo. No tenía ganas ni de respirar, no cuando sabes que te van a romper el corazón.

 

—Perdóname— pidió con toda la desesperación que podía transmitir en esa mirada firme, en esos ojos plateados que buscaban los negro profundo porque sabía que si le miraba fijamente podría encontrar la verdad, se daría cuenta de lo mucho que sufría en ese momento, de lo arrepentido que estaba, pero no paso. —Seré el hombre de tu vida si así lo deseas— apretó los puños, era demasiado difícil decir aquello —Pero si me lo pides, me iré para siempre de tú vida. Lo único que quiero es hacerte feliz.

 

El rostro de Snape se contrajo en una horrible mueca de dolor, sus labios temblaban, no sabía a dónde enfocar la mirada, su entrecejo estaba unido, titubeando si estar enojado o triste. Trato de respirar sin éxito alguno la primera vez.  Su cuerpo temblaba, quería hablar pero parecía que había perdido la capacidad.

 

Era la primera vez que alguien le decía eso, jamás se había sentido tan amado por un chico, mucho menos sabía lo que era tener a alguien capaz de renunciar a su felicidad por la suya. No sabía qué decir, pero quería perdonarlo aunque no sabía cómo.

 

Sirius se acercó, tomó su mano y la estrecho. A pesar de lo que había dicho no iba a dejarlo tan fácil, quería decirle lo mucho que le amaba quería demostrar de qué era capaz por su amor. Deseaba tenerlo a su lado toda la vida.

 

El tacto de Sirius era cálido, su mano notoriamente más grande que la propia buscó estrechar sus dedos, instintivamente Snape no le dejó pero sus palmas siguieron unidas. Él Slytherin quería poder tocarlo sin sentir dolor, porque ahora cada que lo tocaba sentía la ira de la traición, con tan solo un roce le dolía, su corazón se comprimía y aún así allí estaba, haciendo un esfuerzo por olvidarlo todo en ese momento. Pasaron diez minutos así, ninguna había dicho otra palabra más, no habían intercambiado miradas y ciertamente ninguno estaba seguro de querer hacerlo.

 

—Di algo estoy renunciando a ti— dolió más de lo que había pensado. No pudo retener más las lágrimas, sus orbes plateados por fin vieron fijamente a esos ojos ónix tan integrantes que podría vivir una vida entera en ellos, aunque claro, eso ya no era posible.

 

Severus tomó su mano con más fuerza, se acercó a él mirándolo fijamente a los ojos, esa expresión que tenía en el rostro era algo nuevo. Le abrazo con ternura, miró hacia arriba y notó su cara de desconcierto, nuevamente se acercó a él y le dió un beso en los labios, más que un beso fue un sutil roce de ellos.

 

—Sev, yo…—

 

—No te he perdonado Sirius— le cortó tajante, podría amarlo pero no podía ser tan fácil, no cuando un solo roce con sus labios podía lastimarlo como nunca lo había hecho antes —Yo necesito un tiempo, quiero perdonarte pero no sé cómo. Me iré un tiempo—

 

—Yo me iré, quédate aquí, sabes cómo buscarme y ten por seguro que vendré corriendo hacia ti sin importar que esté haciendo— estaba seguro de ello, no quería dejarlo pero si eso necesitaba para que todo volviera a ser como antes lo haría —Esperare años si es necesario—

 

—Eres un idiota— sonrió, en verdad quería olvidarlo pero le dolía demasiado. Tal vez nunca dejaría de hacerlo.

 

Sirius le beso nuevamente, con ternura. Era un beso de despedida.  Poco tiempo después salió del departamento sin decir nada más. No podía, ya había tomado una decisión e iba a respetar lo que sea que eligiera Snape, aún si eso incluía quitarlo de su vida para siempre.

 

Una vez que se cerró la puerta no le tomo ni diez segundos insonorizar el departamento completo, lo necesitaba. Snape comenzó a gritar de rabia, de frustración, sus lágrimas caían por sus mejillas y solo quería que todo fuera una mentira, que regresara ese idiota a decirle que había sido una horrible broma pero no, nada.

 

Esa noche durmió solo, en el piso. Quería encontrar la manera de vivir con ello, de volver a confiar en él.

 
Notas finales:

¡Hola! Espero les haya gustado este corto capitulo. Proximamente estoy planeando hacer maraton a partir del 24, un día si y otro no, hasta el 1ero de Enero.

 

Espero su opinon de esa idea y del capítulo <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).