—Te lo digo en serio hermano, no puedo vivir así. Trate de ir hace dos días, pensé que como había ido a vernos me estaba dando una indirecta y lo único que me encontré fue a Malfoy en la sala ¡Maldita mi suerte!— terminó su vaso de un solo trago, odiaba admitirlo pero esto lo estaba matando lentamente.
—¿Qué hacía el oxigenado allí?— preguntó James quien parecía compartir el enojo de su amigo, probablemente a causa del alcohol.
—¡Son amigos! ¡Seguro hablaban pestes de mi! Estoy a dos pasos de un divorcio— se lamentó mientras volvía a servir su vaso. Deseaba redimirse pero no estaba seguro de cómo hacerlo.
—Quiza sea lo mejor— tentó James al decir eso, pero sólo logró que el atractivo rostro de su mejor amigo se ensombreciera —Piensalo, mereces estar con alguien mucho mejor—
—¡¿Quién?! ¡No hay nadie mejor!— grito antes de volver a tomar un trago, necesitaba desahogarse y no quería hacerlo en casa de Reg, ya era suficiente con que lo dejarán dormir allí una temporada.
—¡Claro que lo hay! ¿Dean Morgan? ¿Clarissa Vadir? ¿Roxane Rose? Tienes para elegir, solo busca a cualquiera y listo— quería acabar eso, odiaba ver a su amigo así.
—¿Y si yo te dijera que hay alguien mejor de Lily? ¿Irías corriendo a buscarlo?— pregunto dolido, sabía que no podía arreglar las cosas a gritos.
—¿Quien?— preguntó sabiendo hacia donde iba esa conversación,
—Riddle, claro. Es una belleza y tiene un carácter del asco, perfecto para ti— bromeó un poco, preferiría mil veces que estuviera con ese Slytherin a la odiosa pelirroja. Nunca entendió su fascinación con ella, aunque bueno, su hermano se había casado con un pelirrojo.
—Lo deje— contesto tomando un gran trago de su vaso, no quería recordar lo que había hecho la última vez que se habían visto. No sabía que le había pasado en ese momento pero estaba seguro de que si se lo volvía a encontrar tal vez moriría.
—¿Lo dejaste? ¿Cómo diablos pasó eso?— no había creído que su amigo fuera capaz de reaccionar tan rápido. Habría apostado a que buscaría convencerlo de que sean los tres antes de dejarlo.
—He madurado Sirius, tú también deberías de hacerlo, no trates de evitar lo inevitable. Sólo será un divorcio, nada nuevo— le dijo como si tuviera la razón en todo. Iba a mantenerse firme con su versión de la historia. No podría ver a su amigo a la cara si se enterara de ello.
—¿Y yo qué hago?— pregunto Peter, llevaba al menos media hora sin intervenir pero no quería seguir esperando, era una decisión importante la que tenía que tomar.
Los dos se le quedaron viendo tratando de recordar a qué se refería, habían quedado de verse esa tarde en un bar mágico al que ninguno había asistido antes, cualquier cosa con tal de que Sirius se sintiera tranquilo. Lo último que quería era encontrarse a su antiguo amigo.
—¿Qué hago con Barty y su propuesta?— repitió esperando que esta vez sus amigos recordarán de que les estaba hablando.
—¡Oh eso! Rechazalo, no te puedes casar con un Slytherin— le dijo James sin pensarlo dos veces, era lo mejor que podía hacer por sus amigos, alejarlos de todos los Slytherin. No se podían fiar de ellos, no más.
—¿Por qué no aceptaste la propuesta?— preguntó Sirius ignorando por completo a su mejor amigo.
—Es que Barty es un sangre pura, de una prestigiosa familia y yo… yo ni buen mago soy. Seré una terrible esposa para él, ni siquiera puedo darle hijos...— contestó entristecido, no llevaban mucho tiempo saliendo pero le quería sinceramente.
—¿Es solo eso? ¡Vamos Peter! Lo tienes todo, ve por él— le ánimo Sirius sin pensarlo dos veces, reconocía perfectamente esa mirada, era la misma con la que veía a Snape.
—¡Pero no puedo darle hijos! ¿Ustedes que harían si su pareja les dijera que no puede tener hijos? ¿Lo querrían?— pregunto aún desesperado, lo último que quería era arruinarle la vida a una persona amada, quizá su cobardía le impedía tomar ese riesgo.
—Eso es impensable, Lily y yo estamos muy emocionados por nuestro pequeño o pequeña, nunca se sabe— no pudo evitar decir lo primero que pensó en voz alta, se arrepintió de inmediato, quizá Peter no fuera su preferido entre el grupo pero siempre había estado allí para él.
Peter bajo la mirada, le dolía pero sabía que esa era la reacción que cualquier persona tendría, no tenía sentido albergar esperanzas, no podía formar nunca una familia. Antes de seguir con esa cadena de pensamientos sintió la cálida mano de Black sobre su hombro, este le sonrió como muchas veces. No quería verle triste.
—Si Sev no pudiera tener hijos entonces lo abrazaría, tendríamos tantos perros como quiera, adoptariamos si quiere— no pudo evitar sonreír, necesitaba verlo y estrecharle entre sus brazos, lo extrañaba cada día más —podriamos tener sexo y me vendría dentro tanto como quisiera— se reprendió mentalmente por imaginarse aquello.
—Ugh ¡Sirius! Habla de esas cosas con otros— le gritó James al imaginarse la escena de manera involuntaria.
Todos en la mesa rieron poco después gracias a la exageración que hacía el castaño despeinado ante tales declaraciones. Pronto siguieron bebiendo sin tocar más que temas triviales. Dentro de aquel bar era cálido sin embargo bastaba con asomarse por la ventana para darse cuenta que estaba nevando.
—Malfoy— dijo Peter en el instante que lo vió caminar frente al local. Se veía ajeno a todo a su alrededor, caminaba con su habitual porte de elegancia y superioridad. No tuvo que esperar ni dos segundos para ver a Sirius tomar sus cosas y salir corriendo del lugar. —¿Qué haremos James, lo acompañamos?—
—Dejalo, nosotros le haremos un favor— contesto para después tomar sus cosas, aventar la paga a la mesa y salir del lugar seguido por Pettigrew.
oOo
Tan pronto vio esa rubia cabellera salió corriendo, sentía una enorme necesidad de hablarle y ofrecerle disculpas. Si bien el incidente no había sido culpa suya existía un vacío dentro suyo, que decia que había traicionado a un amigo, el amigo que le apoyó y se burló de él la última vez que se había separado de Snape.
Sin mucha dificultad logró alcanzarlo, no dudó dos veces antes de detenerlo. Aunque no supo que decir cuando sus penetrantes ojos se posaron en él. De alguna forma se sentía intimidado.
—Black— saludo con clara superioridad en su voz, era la última persona que quería ver en ese momento.
—Malfoy— contesto en seguida, ahora que lo tenía de frente no estaba seguro de que hablar así que dijo lo primero que se le ocurrió —¿Cómo está Severus?—
—¿Si quieres saberlo porque no le preguntas? ¿Será que besar al prometido de otro te está intimidando?— era clara la molestia impregnada en su voz.
Sirius se quedó sin decir nada, no podía procesarlo, sabía que todo era culpa de Remus y aún así no podía evitarlo. También había sido su culpa al corresponderle, al darle una esperanza que no existía. No le dijo nada, esperó a que avanzará unos cuantos pasos sin inmutarse
—Estoy seguro de que a Severus le gustaría que llegarás corriendo por él, quiere perdonarte pero eres demasiado idiota como para hacérselo sencillo—
Fue lo último que escuchó de Malfoy antes de perderlo entre la multitud de la gente. Digirió las palabras antes de echar a andar nuevamente, iría a verlo esta noche. Le llevaría algo grande, algo fantástico, lo iba a recuperar así se le fuera la vida en ello.