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Viviendo con el enemigo por Yusei156

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Notas del capitulo:

Espero les guste el capítulo, todo agradézcanselo a Remus.

Aquel bello y enervante aroma que poseía comenzaba a hipnotizarlo, era una combinación de menta, con algunas flores que desconocía el nombre pero por alguna razón le recordaba momentos felices con su hermano, en su infancia, era cálido y fresco. No podía creer que ese fuera el aroma de su enemigo, por un momento deseó quedarse sin olfato para que lo que estaba a punto de hacer fuera más sencillo.

Habían acordado que seguirían con la farsa, pero que esta vez tendrían un contrato de divorcio donde ambos saldrían beneficiados y claro, este contrato protegería a Snape de cualquier tontería que intentara el pulgoso. Es por ello que se encontraban en esa situación, Sirius estaba sobre la cama del Slytherin, más específico, en su espalda, percibiendo su aroma.

-¿Se puede saber porque tardas tanto?-preguntó el Omega quien no quería darle la cara por la situación que se encontraban. Se suponía que debía dejarle su aroma pero eso no quitaba que la escena fuera bochornosa.

-Si pudiera imaginar que se trata de una chica linda podría ser más sencillo, pero no puedo hacerlo si tengo que escuchar tu estúpida voz-si, en definitiva el no era la mejor persona del mundo. Menos cuando se trataba de coquetear con alguien que no llamaba su atención, o al menos eso decía él firmemente.

Quien lo viera se daría cuenta de inmediato que la razón por la que tardaba tanto no era falta de inspiración, no. Se trataba de la concentración que tenía para absorber ese aroma. Con eso Sirius no podía mentirse, jamás había percibido algo tan dulce, suave y atrayente que lo invitará a quedarse allí toda la noche.

Comenzó con su tarea, tenía que dejar marcado a Snape, cosa “fácil si tan solo fuera más cooperativo” o al menos eso pensaba el Gryffindor quien puso manos a la obra y comenzó a moverse lentamente sobre de él. Puso especial atención al movimiento de sus caderas que daba justo en el trasero de su ahora esposo. Sabía que eso no era necesario pero la tentación le había ganado, así que fingiría que había sido cosa de un accidente.

Severus no estaba nada a gusto con esa posición, tenía que admitir que tener al Black sobre de él era excitante, pero el sentir su respiración en su cuello, sus labios comenzando a lamer parte de su espalda dejando rastros de saliva, eso erizaba su piel. Pero aquel movimiento con las caderas que había comenzado a hacer era peligroso. Muy peligroso.

Sin darse cuenta siquiera ya había comenzado a disfrutarlo, tenía que ser imposible pero allí estaba él, deseando por más. Mordiéndose los labios para no emitir ruido alguno, aunque cuando comenzó a sentir que el “bulto” del pantalón de su supuesto marido comenzaba a hacerse más grande entró en pánico. Jamás se le cruzó por la mente que fueran a hacerlo, que tuviera que entregarse de tal manera.

De forma apresurada se volteó rompiendo con el ritmo que había marcado Sirius. Este solo lo miro interrogante, no entendía qué estaba sucediendo pero deseaba profundamente que Snape no se hubiera volteado. Ver su rostro sonrojado era un descubrimiento totalmente nuevo, sus ojos aunque reflejaban algo de temor parecían suplicarle algo, además esos labios, se había estado mordiendo los labios, ya podía imaginarse porque.

-¿Te espante?-el tono que usó no fue de burla, más bien quería comprenderlo, casi parecía que genuinamente se estaba preocupando por él.

-No tenemos que hacer esto, con un beso bastaría, al menos para tener tu aroma un rato-contestó desviando la mirada. En realidad desde que habían sido estudiantes se había fijado en él. Y nadie podía culparlo, Sirius era la sensualidad hecha carne, ahora era mucho peor. La edad le había conferido un arma muy peligrosa, su cuerpo era todo lo que alguien desearía y más, es por ello que cientos de omegas anhelaban poseerlo.

-Si te beso ¿me morderas?-claro que había malicia en sus palabras, malicia y diversión. Le gustaba mucho hacer sonrojar al Slytherin, le gustaba aún más retarlo.

-Pruébalo

Sin decir más Sirius se acercó peligrosamente a los labios del enemigo, sabía que en algún momento tendrían que hacerlo así que se había preparado mentalmente. En realidad Snape no era nada feo, de hecho era su tipo. Pero eso jamás se lo diría, al menos no sobrio. Su atención se desvió un poco al notar que Snivellus había cerrado los ojos.

“No puede ser…” pensó el joven Black al darse cuenta del porqué hacía eso. Guardo la calma y pensó en lo que haría, aunque fuera sorpresivo no quería volver a herirlo. Algo en su interior le decía que quizá las bromas que había hecho hace unos años habían sido todo menos graciosas. Sobre todo por las reacciones del Slytherin a su tacto.

-Esto se quedará entre nosotros, si dices una palabra lo negaré-seguido de esto ayudó a Snape a sentarse el cual solo lo miraba como quien espera que un bicho raro saliera volando de su boca.

-¿Que diablos vas a hacer Black?-si, no era intencional pero aún parecía escupir su apellido, quizá estaba tan acostumbrado a las torturas que le propiciaba que no podía evitarlo.

-Sere gentil-dicho y hecho, con su mano tomo el mentón de su marido para que alzará la vista directo a sus ojos. Quería que lo viera, quería ver su expresión y también quería que se diera cuenta que lo estaba haciendo por voluntad propia.

Los ojos del Slytherin se abrieron por la sorpresa, aquellos ojos color ónix estaban conectados con los ojos grises del Gryffindor. Por un momento Sirius le dedicó una sonrisa sincera, una que Snape había visto muchas veces pero jamás había sido dirigida a él.

Con cuidado se fue acercando hasta poder sentir el aliento contrario, le gustaba, era fresco. Se inclinó suavemente para depositar un dulce beso, era tierno y dedicado, parecía como si cuidara de no romperlo, ambos cerraron los ojos en el acto. Los ojos de Snape comenzaron a formar lágrimas que él en su orgullo no quiso dejar ir, jamás pensó que recibiría algo tan dulce de un ser tan despreciable. Por un momento se sintió usado, despreciable, como si estuvieran jugando con él.

Sin saber lo que su pareja pensaba Black se dispuso a seguir con el beso, lo acariciaba con tal gentileza que hasta él mismo se sorprendió. Le estaba gustando aquel contacto, pero aún quería intensificarlo. Una vez se separaron sus miradas volvieron a conectarse, lamentablemente se dio cuenta de las lágrimas formadas y se dispuso a secarlas con sus dedos.

Le dolía y no sabía ni porque, pero sentía que todo era su culpa, él sólo había querido que Snape disfrutará de su primer beso. No pensó que fuera a ser tan terrible que haya sido con él. Un poco de culpa comenzó a invadirlo y antes de que pudiera decir lo que sea un vociferador llegó.

Ambos lo miraron, pensando en quién debería abrirlo primero, para su mala suerte estaba dirigido a Sirius Black, cosa que sin poder evitarlo ocasionó que el Slytherin se riera. Con algo de temor el Alfa lo abrió rezando porque fuera de su padre.

¡¡SIRIUS ORION BLACK!!
Dónde se le ocurra a tu maldita cabeza hueca que es una gran idea escapar de esta comida te juro que iré para allá y te arrancaré tus bellos ojos para que no veas nunca más lo decepcionada que estoy de ti. Los quiero a las 7 de la noche, en punto.

PSD. Donde el matrimonio sea una farsa el menor de tus problemas será un nuevo compromiso.

-¿Que linda tu suegra, verdad?-a pesar de todo Sirius no podía evitar ser Sirius, comenzó a reír y acto reflejo abrazo a Snape y lo besó en la mejilla. Se arrepintió cuando se dio cuenta que este lo miraba como si estuviera loco.

-¿Te sientes bien de la cabeza pulgoso?-no podía creer lo que había dicho, menos que no estuviera preocupado por la amenaza de su madre.

-Solo no demuestres miedo, ella lo huele a kilómetros-tomo de la mano a Snape para guiarlo a su propio armario-Te buscaré algo elegante, quiero que cuando te vean se les salgan los ojos al notar la belleza con la que me casé.

Sirius no se dio cuenta en realidad del significado de sus palabras, sobre todo porque lo había dicho con una sinceridad que dolía.

-Entonces debiste de casarte con alguien más-casi parecía reclamo lo que acaba de decir, por un momento se maldijo, pero decidió irse. No entendía cómo osaba decirle eso, él no era nada “hermoso” ni parecido. Tenía el cuerpo en varias cicatrices, sin mencionar que era muy delgado y pálido, no entendía quién estaría con él. Decidió tomar su toalla y encerrarse en el baño para evitar seguir con esa conversación.

Sirius se quedó con las ganas de decirle que en realidad era bastante atractivo, incluso para él resultaba ser una tentación. Peso se quedó callado sin el valor de decir ni una palabra amable, prosiguió a buscar el vestuario ideal para que fueran con su madre, seguramente sería una noche larga.

 

 

Notas finales:

Hola a todos mis amados lectores espero les haya gustado este pequeño capítulo. Las actualizaciones serán miércoles y domingos, así que los leeré pronto. En cuanto a la encuesta ganó Tom /- así que pronto lo verán aparecer.


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