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Milkman por RolleignsQueen

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Notas del capitulo:

Hay una canción inspirada en esta parte: Foals - Milk and black spiders

¿Sabes? No tengo idea de como empezar esto, así que diré que todo estuvo bien. Todo.

Cuando él tenía unos años menos encima, y el aroma de inocencia seguía desprendiendo de su cuerpo, todo estaba bien. Bueno, su economía y alimentación no era algo de lo que podría presumir ni de lejos, pero espiritualmente hablando, la paz y armonía nunca faltaron y eso es algo de lo  que muy pocos llegan a adquirir. Estar feliz consigo mismo.

Antes de que todo empezara.

—¡Hey tú, el nuevo! —Exclamó un joven casi de su misma edad en un exitoso intento de llamar su atención, mas bien, de casi todas las personas a su al rededor. —El jefe se enojará si te ve haciendo nada, al menos finge que estás limpiando.

—'El Nuevo' tiene un nombre y ya te lo he dicho —. Se levantó de la silla en la que estaba reposando y como dijo el chico, tomó un paño— Entonces, ¿sólo entrego esos frascos, regreso a finjir que hago algo hasta las tres, y tengo el dinero del mes asegurado?

—Exacto.

—Y. ¿Cómo hacen ellos para no comer aire al fin de mes? — Dice señalando a un par de chicos que apilaban los frascos vacíos, para luego derrumbarlas con una pelota de baseball.

—Oh, ellos. En realidad no trabajan aquí, por lo normal están la mitad del día para evitar los regaños de sus jefes, si pudiera también me escaparía. Lamentablemente, éste viejo nos tiene vigilados —musita, para después desviar su mirada al reloj que siempre se mantenía colgado a la pared. —Ya son las tres, es hora de que te vayas

—¿No te vas a ir?

—Tengo trabajo que hacer, ¿de dónde crees que viene la leche? —Se quedó callado un momento al igual que él otro al darse cuenta que su respuesta puede ser tomada en otro sentido.

—Bien, gracias por el dato. Ahora, recuérdame que nunca tome ninguna botella de este lugar, de las tiendas y del pueblo.

—Pero, yo no me refería...

—Sólo recuérdamelo —. Antes de que pudiera responder, él se va del lugar pasando al lado de los chicos quienes seguían jugando y destrozando uno que otro frasco por la fuerza en la que lanzaban la pequeña pelota.

(ACTUALIDAD) -*-

¿Por qué antes este lugar desprendía un fragante olor a vainilla, y ahora sus fosas nasales sólo sienten el fétido aroma del humo de cigarrillo? El tiempo pasó rápido.


Como siempre, después de cada entrega, regresó a ese lugar sólo para dejar las botellas vacías en la parte trasera del almacén, y despedirse de las pocas personas quienes aún tenían vida o aparentaban tenerlo.

—¿Por qué te vas tan apresurado? —Preguntó el pelirrojo ordenando unas cuantas botellas vacías que estaban sobre el suelo.

—Hoy me tocó ir más temprano, los padres de esos niños irán a una cena y me pidieron que fuera lo más antes posible. Dicen que me pagarán más —contestó dándose unos tenues masajes en su nuca. Aunque no aparentara, este trabajo le quitaba gran partes de sus energías.

—No entiendo porque trabajas tanto, con lo que ganas aquí es suficiente.

—Es la única forma que me queda para dejar se pensar en ello.

—Pasaron cuatro años, no entiendo como no puedes superarlo. No tienes porque seguir atormentándote con él.

—Es porqué tú no lo entiendes.

—No lo hago porque nunca me has contado todo, sólo retazos que ni llegan a entrelazarse —. Lo dejó callado ya que era verdad, a nadie, absolutamente a nadie logró decirle como fueron las cosas. Solamente una que otra anécdota sin importancia o puntos claves en el que todo cambiaba de direcciones. Y diciendo la verdad, tampoco tenía tantas ganas de hacerlo

—No quiero hablar de eso. Adiós —se despidió fugazmente sin darle oportunidad de responder o escucharlo. Como dijo, no le gusta hablar de ese tema con otras personas, es un asunto que prefiere discutirlo consigo mismo por las noches hasta quedarse dormido; empiece a llorar y se levante a comer algo para olvidar el mal rato, amanezca y se tenga que ir a trabajar con ojeras adornándole la cara; o lo que suceda primero.

Ahora, lo que era primordial para él era llegar a su siguiente empleo, cuidar unos dulces niños que eran las personitas más cariñosas con las que se pudo topar. Quizás sea porque todo niño que lo ha conocido, le tiene un cariño instantáneo.

Al salir del almacén, siempre pasa al lado de un parque el cuál tiene una fuente en medio. Sus bellos y diabéticos momentos comenzaron a revolotear en su cabeza como una bandada de aves despavoridas . A veces, sin darse cuenta, él se queda mirando el parque de reojo sintiendo como la nostalgia le hacía tener malas pasadas.


Sólo bastó estar cerca dos veces para darme cuenta que eres lo único que necesito —susurró para si mismo. Aunque en su momento no quiso admitirlo, ahora que estaba a billones de millas lejos, lo podía admitir con toda certeza, pero le seguía rompiendo en cámara lenta.

z98;La compañía era alegre, nos convierten la noche en día.z99;

 

Notas finales:

Perdonen si hay descripociones o nombres erroneos.


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