—¿Como te fue?—Hae preguntó cuidadosamente. Podía decir por el lenguaje corporal que Hyuk no estaba de buen humor
—No lo discutamos y te llevaré a casa—Dijo Hyuk fríamente
Hae quería decir algo, pero decidió no hacerlo mientras volvía la cabeza y miraba por la ventana del coche. Cuando llegaron a casa, Yesung les dijo que su appa no iba a estar en casa hasta muy tarde ya que había un problema en uno de los muchos negocios en los que estaba involucrado. Cenaron en silencio juntos. Después de que dejaron la mesa, Hae agarró la muñeca de Hyuk y lo llevó arriba a su habitación. Cerró con llave la puerta.
—Hae, no creo que sea una buena idea—Hyuk dijo suavemente
Hae seguía girando hacia la puerta. Cerró los ojos durante un par de segundos para acumular valor. Se dio la vuelta y se quitó la camisa. Sus ojos se encontraron. Después de abrir la camisa, la dejó abierta y sólo abrió sus jeans y bajó la cremallera. Hae se apoyó en la puerta así.
Hyuk dejó que su mirada corriera sobre el cuerpo pecaminoso del otro. Sabía que estaba excitado. Demonios ya se habia puesto duro cuando Hae lo arrastró a esa habitación.
—Hae...
—Hazme sentir bien otra vez, Hyukkie—Hae susurró
El corazón de Hyuk saltó rápido mientras intentaba leer la expresión del otro. Caminó despacio hasta que quedaron a sólo una pulgada de distancia. Su aliento en el oído de Hae.
—¿Es esto lo que quieres?
Hae gimió aunque aún no había sido tocado.
Hyuk rasgó su propia camisa en pedazos y tiró a Hae hacia él por sus caderas. Su piel se tocó. Hae tembló. Hyuk bajó la boca y presionó sus labios contra el cuello del joven, justo encima de esa arteria pulsátil. Hyuk atrapó a Hae bajando su camisa abierta debajo de los hombros y agarrándola con fuerza mientras él estaba besando despiadado en su cuello.
Hae sintió que sus rodillas se debilitaban. El único sonido que pudo hacer fue un gemido desesperado. El pensamiento de que esta era la última vez, volvió a Hyuk loco. Lanzó al niño sobre la cama y saltó encima de él.
Tenía que hacerlo rápido para poder mantener sus emociones detrás de las puertas cerradas. Tenía que tratar esto como deseo puro nada más, nada menos.
—Quiero darte esto duro y rápido—Hyuk gruñó
Hae se sentó impotente en su cama, jadeando mientras trataba de tomar el control de su cuerpo necesitado. En cuanto oyó las palabras de Hyuk, sus ojos se abrieron y él gimió mientras presionaba su cuerpo contra el de su amante.
—Lo tomaré como un trato—Hyuk dijo con voz ronca cuando se deshizo de la ropa restante de Hae rápidamente. Se posó sobre Hae y comenzó a besarle profundamente mientras una mano viajaba por el pecho de Hae y los abdominales para agarrar su excitación
Con un apretado agarre lo bombeó un par de veces. Frenó su beso y sus ojos se posaron sobre el hermoso rostro del otro. Le dolía el corazón, era demasiado difícil.
—Date vuelta—el ordenó
Los ojos de Hae se abrieron y cuando vio la lujuria, obedeció y se colocó a cuatro patas.
Hyuk lamió sus labios mientras miraba la curva de la espina dorsal de Hae y la redondes perfecta de la más caliente carne en la que había puesto nunca sus ojos en. Empujó las piernas de Hae un poco para que estuvieran más separadas y se colocó en el medio. Cogió la botella de lubricante y comenzó a insertar un dedo mientras su otra mano vagaba por su espalda. Se mordió el labio para no decir más que palabras halagadoras. Hae se mantuvo e intentó mirar por encima del hombro. Hyuk repentinamente empujó su cuello señalando que él quería que Hae apoyara su cabeza en la almohada, arqueará su espalda aún más y levantara el culo aún más alto.
Antes de que Hae pudiera decir algo, sentió a Hyuk en su contra, burlándose de él.
—Por favor—Hae susurró
Hyuk agarró sus caderas y lo empujó contra su palpitante miembro hasta que estuvo todo dentro. Sus testiculos tocaron las nalgas de Hae. Hae gritó de placer, su mano inmediatamente fue su propia excitación.
Hyuk se quedó quieto por medio minuto, sólo disfrutando de Hae apretando y relajándose al rededor de su duro pene. Sus manos acarician suavemente la espalda del otro.
—Hyukkie... más
Hyuk agarró las caderas de Hae de nuevo y lentamente salió. Se frotó contra Hae y luego se empujó de nuevo tomando al muchacho por sorpresa una vez más. Otro grito agradable escapó de los labios de Hae. Hyuk repitió saliendo en un agonizante ritmo lento sólo para empujar de nuevo duro. Sus pelotas golpearon contra Hae haciendo que todo sonara aún más pecaminoso. Hae gimió y pidió más continuamente. Hyuk seguía golpeando su dulce punto dentro.
Hae sabía que no duraría mucho. Empezó a girar sus caderas haciendo que Hyuk jadeara. Sonrió en su almohada mientras sentía las uñas de Hyuk cavar en sus caderas. De repente, sintió el pecho de Hyuk sobre su espalda mientras el mayor empezaba a susurrarle al oído.
—Así que todavía piensas que tienes algún control sobre mí, ¿verdad, pequeño cabrón?—Hyuk gimió cuando sintió que Hae hacía girar de nuevo la cadera
Hae jadeó y se sintió aún más humedo mientras Hyuk seguía empujando su peso completamente sobre él mientras su pene entraba y salia.
—Hyukkieeeeeee—Hae sabía que estaba en su límite, el placer era demasiado
Hyuk se obligó a levantar el torso de la espalda de Hae y empezó a golpear al chico tan fuerte como pudo mientras seguía insistiendo.
—Vamos, honey, damelo para que pueda follarte bien—La voz de Hyuk estaba ronca de lujuria. Empujó con toda su fuerza un par de veces más en el chico y gritó cuando lo sentó apretarle
Hae vino manchando sus sábanas gritando el nombre de Hyuk y se desplomó mientras disfrutaba de la sensación de que su amante se corriera dentro de él
Ambos cayeron sobre la cama, jadeando como locos. Hyuk salió y Hae rápidamente dio la vuelta y agarró a Hyuk por el cuello. Lo obligó a bajar lo suficiente para poder besar a Hyuk. Hae controló completamente ese beso. Empujó su lengua dentro y probó cada punto de la boca de Hyuk mientras envolvió sus piernas alrededor de él y yendo encima de él otra vez. Hyuk gimió cuando sintió a Hae atraer su lengua en su boca. Hyuk sabía que necesitaba salir rápidamente de allí, pero su mente estaba todavía en la nube orgasmica que acababa de tener y el chico se sentía tan bien en sus brazos. Cuando se separaron para jadear por aire sus ojos se encontraron.
Hyuk se derritió al ver las mejillas enrojecidas y los ojos brillantes del otro. Se inclinó de nuevo y besó tiernamente esos labios hinchados. Sin darse cuenta de que estaba expresando sus verdaderos sentimientos a través de sus toques y besos. Empezó a hacerle el amor. Completamente intoxicado con el niño debajo de él, siguió besándolo, inclinando la cabeza un poco diferente, moviendo la mandíbula hacia arriba y hacia abajo mientras su lengua acariciaba la de Hae. Ambos gimieron de placer.
—Eres tan perfecto—Hyuk susurró mientras lo penetraba de nuevo
Ambos se habían vuelto más sensibles durante su sesión de sexo. Hae se quedó allí mirándolo, sus ojos profundos pozos de emociones persistentes que empujaron a Hyuk más profundo.
Hyuk entró y salió muy despacio mientras dejaba que sus ojos vagaran por cada pequeño detalle. De vez en cuando picaba un punto en la cara de Hae o murmuraba lo bien que se sentía. Se movieron juntos completamente en sincronía, completamente devorados por el otro. Fueron la droga del otro y se elevaron tan alto con cada movimiento que el otro hizo. Hyuk estaba acariciando a Hae en el mismo ritmo lento que le hacía el amor.
Se besaron profundamente de nuevo y miraron a los ojos del otro mientras ambos volvían a correrse.
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