Pasaron dos días más para que Sai al fin saliera de su habitación, al fin y al cabo él se iba a ir con su pelirrojo tarde o temprano, gústele a quien le guste, pero si había decidido quedarse era para ayudar a Naruto, no para encerrarse en su habitación a lamentarse, al bajar al comedor pudo ver la alegría en la cara de sus padres.
-Hijo – Minato se levantó hacia él para abrazarlo pero el varón se alejó, cosa que hirió a su madre sobre manera.
-No trates así a tu madre – Regaño Fugaku a su hijo menor, aunque estaba feliz de verlo no permitiría que trataran a Minato de esa forma.
-Ja como si ustedes trataran bien a la gente – Hablo con ironía el varón, los reyes se quedaron con la boca abierta, su hijo menor nunca les había hablado de esa forma.
-No vuelvas a hablar así, somos tus padres y tus reyes – Fugaku se levantó furioso de su asiento, Minato lo detuvo del brazo para que no hiciera ninguna locura.
-En lo que a mí respecta ustedes no son nada mío – Sai tomo un par de cosas de la mesa para comer e inclinándose haciendo una reverencia hablo – Con su permiso “reyes”
-Sai no te vayas, hablemos – Minato trato de mediar entre ellos, no quería que su hijo volviera a encerrarse.
-Pueden enviarme al calabozo si quieren pero jamás les perdonare lo que hicieron – Sai se detuvo a mirarlos de arriba abajo – No quiero hablar, con su permiso.
-Sai – Fugaku lo llamo pero el chico volvió a reverenciarlos como cualquier persona lo haría frente a los reyes y se marchó hacía su habitación. Minato miro a su esposo con frustración – No es mi culpa, no me mires así.
-¿No has pensado que estamos equivocados? – Minato le grito - Si todo está así somos nosotros los malos.
-Eso no… - Fugaku ya estaba empezando a dudar de sus decisiones, sus hijos y su reino se estaba viniendo abajo a una velocidad alarmante y sí eso era así significaba que el dios sol no estaba de su lado y eso solo era porque ellos estaban equivocados.
-Son mis hijos, tus hijos – Minato lo abrazó llorando, ya no podía con la presión – Por favor Fugaku.
-Lo arreglaremos – No sería fácil pensó el rey, pero ya saldrían de esta.
Una semana después a pesar de los intentos de los reyes, solo lograron que Sai comiera en la misma mesa que ellos, pero a Naruto ni siquiera lo habían logrado sacar de su habitación, no salía para nada y nadie podía entrar, ni siquiera Sai a quien el zorro visitó a los cuatro días para pedir comida.
-¿Qué eres? – Habida preguntado Sai, el zorro le conto como eran las cosas con Naruto y que Sasuke lo sabía y que también sabía que Sasuke era hijo no reconocido y eso no le importaba, además el zorro comía por ambos de lo que Sai le daba, aun así no eran capaces de sacarlo de la habitación.
-Debemos hacer algo más – Minato le dijo a su esposo e hijo – No puede seguir ahí.
-¿Y de quien es la culpa? – Pregunto mordaz Sai, sus padres ya no le discutían nada y eso empezaba a exasperarle porque sentía culpa y no quería tener ese tipo de sentimientos.
-Vamos a arreglar esto de una buena vez – Jiraiya junto a Orochimaru estaban en la puerta mirándolos, ambos se miraron y asintieron, el peliblanco asintió a lo dicho y se perdió escaleras arriba mientras el doncel mayor los guiaba la sala y pedía té y pastelitos.
-Déjame – Naruto era empujado por un divertido Jiraiya, los demás se sorprendieron de que el doncel pudiera sacarlo.
-Solo hay que hacer los movimientos correctos – Se rió Jiraiya dejando a Naruto en el mismo sillón de Sai que estaba a un lado del de los reyes y se sentó en frente poniéndose serio – Ahora deben saber un par de cosas.
-No hemos visto el sol en más de una semana, el mismo tiempo que Naruto lleva encerrado – Orochimaru empezó su explicación – Deducimos que por el bien del reino debes superar tu depresión o no habrá reino que gobernar.
-Cosa que no te importaría porque así podrías correr con tu amorcito – Jiraiya se rio del sonrojo del chico y también se impresiono por eso y es que el rubio varón estaba tan pálido y desmejorado que sonrojarse parecía imposible – El lindo doncel hijo de Izuna Uchiha, el único feliz cuando naciste.
-¿Cómo? – Pregunto Naruto mirando con atención a los donceles, Sai vio de reojo como sus padres se sonrojaron levemente.
-Sus padres siempre han sido unos idiotas que no saben cómo lidiar con los problemas, por eso Madara y Hashirama jamás se desligaron del trono – Los chicos rieron por lo dicho mientras los reyes resoplaron, no era tan cierto lo que decían, solo pedían consejos de vez en cuando a los duques reales.
-Izuna los convenció de que era muy bueno tenerte – Orochimaru siguió con lo que Jiraiya decía – Él siempre se ha dejado llevar por sus sentimientos y por eso a pesar de que Tobirama lo rechazó le ha ido muy bien en la vida.
-¿Tobirama es el padre biológico de Sasuke? – Pregunto Naruto asimilando la información dada por lo mayores, ambos asintieron al chico.
-Y todo lo que le pertenecía, Hashirama hizo que así fuera, así que Sasuke no es un chico desprotegido – Jiraiya interrumpió – El hecho es que será un gran consorte real porque a pesar de todo posee las mejores virtudes de Izuna y Tobirama.
-Una buena combinación – Orochimaru escribió eso, aclarando porque lo hacía – Desde que naciste he documentado toda tu vida y la de Sai también.
-¿Por qué nos dicen todo esto? – Pregunto Sai, le gustaba todo lo que decían, sobre todo porque apoyaban el hecho de que sus padres estaban equivocados.
-Para que ellos les pidan perdón obviamente – Orochimaru lo dijo como si fuera algo obvio. Minato se levantó y fue con Sai quien era el que estaba más cerca.
-Mi amor siempre he querido lo mejor para ti y por eso te apoye cuando te enamoraste, perdóname por intervenir de mala forma y hacer que tu relación tambaleara – Minato se dirigió a su hijo mayor ahora – Cielo, lamento tanto lo que hice, estaba equivocado y arruine tu felicidad, les pido perdón a los dos.
-Yo también – Fugaku se levantó y se ubicó al lado de su consorte – Creí que protegía a Naruto de algo inexistente y en el proceso los lastime a ambos y a otros, les pido perdón por eso.
-No es a nosotros a quien tienen que pedir perdón – Naruto los miro, llevaba días sin hablar con ellos pero al fin y al cabo eran sus padres.
-Claro que no y por eso mientras Naruto y Sai rigen en el reino un par de semanas, los reyes irán personalmente a Suna a invitar a la familia real a la coronación y de paso pedirán perdón – Jiraiya lo dijo y los príncipes los miraron con ansiedad, Minato y Fugaku se miraron entre sí hablando con la mirada, suspiraron y asintieron.
-Gracias – Naruto los abrazo seguido de Sai, las cosas empezaban a mejorar y el clima dio cuenta de ello, para la tarde los reyes salían rumbo a Suna mientras los príncipes ayudados de los duques reales se quedaban al frente del reino, al fin y al cabo Naruto sería rey dentro de poco.