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REINEMOS por maria819

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Notas del capitulo:

Un nuevo capítulo, espero les guste

Sai estaba agotado, el viaje fue duro y su chakra estaba por los suelos, en especial porque Suna estaba lejos y al volver hizo un carruaje en el cual los donceles pudieran estar mientras el comandaba en vuelo de su águila, los chicos lo notaron y en la tarde quisieron ir con él a la intemperie pero este se negó y ahora que veía a lo lejos Konoha, los ánimos le volvieron y aumento el ritmo y es que había disminuido así como su altura.

-Sai, cariño – Gaara lo llamo con preocupación, podía ver el sudor perlando el rostro de su amor y el cansancio reflejado en su cuerpo, no habían parado en los dos días que llevaban viajando y ellos no lo sentían ya que podían dormir en el carruaje volador.

-Dime lindo – Sai trato de sonreírle pero solo pudo hacer una mueca, realmente estaba cansado pero si los cálculos no le fallaban, estaba a solo dos horas de Konoha.

-Desde aquí podemos ir por tierra – Sugirió el pelirrojo, Sasuke a su lado asintió con entusiasmo, aunque antes debían hacer que Sai descansara.

-No, por tierra serían mínimo diez horas – Sai se negó y aumento el ritmo aunque eso le provoco un leve mareo.

-Sai bajemos ahora – Gaara lo miro con el ceño fruncido, Sai asintió y bajo en la ciudad más cercana, al descender las piernas le temblaron y tuvo que sostenerse de su prometido.

-Tenemos dos opciones, una es quedarnos a pasar la noche aquí y retomar mañana – Sasuke les hablo mientras Gaara ayudaba a llevar a Sai a un hostal cercano de donde aterrizaron – La otra opción es viajar en un carruaje mientras dormimos.

-Voto por la primera – Gaara hablo primero y sin decir más pidió tres habitaciones.

-Yo también – Sasuke apoyo a su hermano y Sai solo pudo suspirar, cuando les dieron las habitaciones cada uno fue a su cuarto y cayeron dormidos al instante hasta el nuevo amanecer.

 

Sai sintió como algo suave y caliente estaba a su lado, provocándole una sensación de confort que no había sentido nunca, aspiro y pudo sentir el aroma de Gaara así que con una sonrisa lo abrazo fuertemente.

-Buenos días dormilón – Gaara se rió dándole un besito en los labios.

-Ya quiero que nos casemos para despertar a tu lado el resto de mis días – Sai abrió los ojos y beso con cariño a su prometido quien se dejó hacer.

Sai – Murmuro Gaara quedo cuando el varón paso de besar sus labios a besar su cuello

-No sabes cómo te extrañe -  Sai repartía besos por todo el cuello, el rostro y la piel del pecho que estaba descubierta, con su mano empezaba a descubrir más piel que besar haciendo jadear a Gaara.

-Yo también te extrañe – Gaara se dejaba hacer perdido entre esas sensaciones, su idea al entrar a la habitación de su novio era saber cómo estaba después de esos agotadores días pero al verlo durmiendo no pudo evitar meterse a la cama para tener un par de buenos besos pero esto ya era mucho más y la verdad no le importaba, quería seguir.

-Te amo – Sai abrió por completo la camisa de su doncel y llevo sus labios a uno de los pezones succionándolo, cosa que hizo gemir a Gaara.

-Sai – El pelirrojo lo tomo fuerte del cabello y empujo hacia arriba para volverse a besar, las cosas eran bastante candentes hasta que la puerta abriéndose de forma estrepitosa los hizo alejarse.

-Sai, Gaara no está en su habitación y ya lo busque… - Sasuke vio la escena ante sus ojos y sus mejillas se colorearon por eso – Lo siento

-Sasuke – Grito Gaara pero el doncel pelinegro ya había salido de la habitación y vuelto a cerrar, el pelirrojo miro a su novio con un rubor de vergüenza en la cara y al ver que este estaba igual sonrio – Debemos apurarnos.

-Ehh… Sí, ve tu primero y yo te sigo – Sai le respondió con algo de vergüenza, el problema que tenía en las piernas no era algo que quería mostrar a su prometido, no aún por lo menos.

-¿Por qué? – Pregunto Gaara sin entender muy bien que pasaba.

-Mi amor me pusiste muy a tono – Sai hablo bajito pero igual el pelirrojo pudo escucharlo, las mejillas se le colorearon y se levantó de la cama de un salto.

-Perdón, no era mi intención – Gaara se cubrió con la camisa caminando hacia la puerta, pero se paró en seco y volteo a mirar a su novio que lo miraba expectante – Mentira, si era mi intención.

-¿Sí? – Pregunto el varón y vio como Gaara se deshacía de su camisa y quedaba desnudo de la cintura para arriba.

-Mi amor piensa en mí cuando te bajes “el tono” – Mientras lo decía se desabrochaba el cinturón del pantalón que llevaba pero ya no hizo más, se volvió a poner la camisa y salió riéndose de la cara del varón y la mirada de lujuria que le lanzo.

 

-Eres un… - Sasuke no encontró que decir cuando se vio con su hermano, lo pensó por un segundo y decidió la palabra – Atrevido.

-Y eso que no sabes lo que hice – La cara de Sasuke fue la misma que puso Sai cuando le dijo que si quería provocarla, sin más desayunaron mientras Gaara le contaba a su hermano como había sido todo.

-¿Y Sai en este momento está…? – Pregunto Sasuke y Gaara asintió con alegría – Que malo eres.

-Estoy divirtiéndome a costa de mi futuro esposo, eso no tiene nada de malo – Gaara se defendió y Sasuke soñó con el día en que él pudiera hacer eso con Naruto y tembló ante la sola idea.

-Buenos días – Sai llego con los chicos recién bañado y cambiado, saludo a Gaara con un beso en los labios y a Sasuke con uno en la mejilla. Los donceles le devolvieron el saludo.

-Voy a arreglar que todo quede bien para irnos – Sasuke hablo y Sai no trato de detenerlo y es que quería quedarse a solas con su sexy pelirrojo.

-Gaara – Sai miro a todos lados mirando que no había nadie, al comprobarlo se lanzó a los labios del chico besándolo y provocando jadeos de placer en él.

-Sai – Gaara tembló en los brazos de su prometido por el beso recibido y las ahora fuertes respiraciones que daba en su cuello.

-Prepárate mi amor porque cuando nos casemos te cobrare todo esto – Sai le mordió levemente el cuello haciendo jadear a Gaara.

-Lo estoy esperando con ansias – Dijo el doncel apretándose contra el cuerpo de su novio, Sai pudo comprobar que detrás de esa sonrisa inocente y picara había un doncel fogoso y apasionado listo para ser tomado y él no dudaría en hacerlo.

-Vamos – Grito Sasuke desde lejos, no los había visto pero no quería otra escena como la de la mañana y cuando los vio aparecer con las mejillas sonrojadas no pudo evitar rodar los ojos por calenturientos, aunque si fuera él, de seguro se estaría besuqueando con Naruto por los rincones.

 

Naruto miraba el horizonte de nuevo, pero solo fue por un minuto, volvió a lo que estaba y es que tenía mucho trabajo por hacer y aldeanos que atender y nobles que escuchar, paso toda la mañana en eso y por fin tendría un respiro, se levantó para ir a almorzar cuando algo tapo la luz del sol de su ventana.

-Evadiendo el trabajo – Esa voz la reconocería en cualquier lado, se volteó rápidamente y vio a Sasuke en uno de los pájaros de Sai, abajo los otros dos estaban aterrizando en cada uno, habían decidido ir uno en cada uno a la intemperie

-Sasuke – Naruto lo tomo en brazos y lo bajo besándolo con amor y todas esas emociones que tenía guardadas todos esos días.

-Mi amor – Sasuke estuvo seguro que lo que le dio al ver a Gaara y Sai además de vergüenza fue envidia porque él quería hacer lo mismo con Naruto y lo bueno era que ahora podía hacerlo.

-Te extrañe – Lo que tardaron Gaara y Sai en subir ellos se la pasaron besándose y diciéndose cuanto se habían extrañado.

-Bajemos a almorzar que no solo de besos vive el hombre – Sai les hablo cuando ya se cansó de verlos.

-Mira quien lo dice calenturiento – Sasuke le saco la lengua haciendo que el varón menor riera aunque igual se sonrojo, Naruto quiso saber y en el almuerzo le contaron el viaje y como había ido todo.

-Nuestros padres llegaran para la coronación – Menciono Sai cuando estaban en el jardín tomando el té, él tenía la mano de Gaara entre la suya mientras que Naruto y Sasuke estaban acurrucados uno junto al otro muy abrazados.

-Será en dos semanas y quiero que sea un evento memorable – Naruto se levantó y arrodillo enfrente de Sasuke quien gimió por esa acción – No solo quiero que sea mi coronación sino también la tuya Sasuke, ¿te quieres casar conmigo?

Naruto tenía una caja que abrió y dentro estaba el anillo más hermoso que el doncel pelinegro había visto en su vida, los ojos se le llenaron de lágrimas y estuvo seguro que nada saldría de su garganta porque se le había cerrado, así que solo asintió fuertemente riendo como tonto y levantó su mano para que le rubio pusiera el anillo, Naruto  así lo hizo y cuando se levantó se fundió en un beso cariñoso con su prometido.

-Felicitaciones – Sai y Gaara abrazaron a sus hermanos y luego a sus cuñados, después de un par de besos más Naruto volvió a trabajar y se llevó a Sai con él, no permitiría que su hermano se evadiera del trabajo  y menos para estar con Gaara, si él no podía hacerlo con Sasuke su hermano menos.

Dos semanas después los reyes de Konoha y los reyes y duques reales de Suna entraban al reino de Konoha junto con una gran multitud provenientes de todos lados del mundo, que venían al evento del año que era la coronación del rey rubio.

-Escuche que Naruto escogerá consorte hoy – Murmuro un doncel al lado del carruaje de los reyes, esos rumores les habían llegado desde hacía una semana cosa que les sorprendió por la desinformación de la gente.

-Sí, la invitación dice coronación y matrimonio del Príncipe Naruto – Respondía otro a su lado, con esperanzas de que es príncipe los viera y se enamorara perdidamente de ellos.

-¿Sería que  Naruto no aclaró que ya tenía con quien casarse? – Pregunto Minato consternado pero mientras más avanzaban más notaban que la gente no sabía que realmente Naruto ya tenía pareja a excepción de los lugareños que si conocían a Sasuke pero no hacían nada por sacar de su error a la gente.

-Oye – Llamo Fugaku a un guardia que lo reconoció al instante.

-Dígame majestad – El soldado se inclinó en señal de respeto.

-¿Por qué no le dicen a la gente que mi hijo ya tiene prometido? – Pregunto y todos en el carruaje miraron con expectación lo que diría el soldado, este solo torció los labios pero igual contesto.

-Al principio lo hicimos pero la gente se niega a creerlo o tiene la esperanza que no sea así y por eso sigue esa idea, así que desistimos – El soldado vio la sorpresa en la cara de todos así que se apresuró a agregar – Pero si alguien pregunta lo informamos.

-Gracias – Minato le dijo y volvieron a avanzar, las personas estaban locas definitivamente, que bien que su hijo ya tenía con quien casarse.

Notas finales:

Gracias por leer


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