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REINEMOS por maria819

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Notas del capitulo:

Un nuevo capítulo, perdón por no actualizar en fds, prometo no tardarme tanto

Como era muy tarde cuando llegaron, se habían perdido la cena y se fueron directo a la cama después del regaño de sus padres, así que conocerían oficialmente a los demás miembros de la realeza en el desayuno y debían arreglarse para ello, al fin y al cabo según dijo su madre la noche anterior, su hermano fue rey y después de este su hijo era el actual rey con su consorte rubio, estos tenían dos hijos al parecer de su edad.

-¿Por qué tu hermano tiene un hijo casi de tu edad y nietos de la nuestra? – Sasuke pregunto perceptivo cosa que hizo tensar a Izuna, era obvia la diferencia de edad entre él y Madara y es que su padre lo tuvo a él cuando ya Madara tenía 18 años y se iba a casar con Hashirama, de hecho Fugaku era solo dos años menor que él, por eso la pregunta de su hijo era muy válida.

-Pues es que mi padre me tuvo cuando mi hermano ya era mayor – Izuna respondió y los hermanos se miraron sin dejar pasar el hecho de solo decir “padre” pero Izuna ignoro ese hecho – A decir verdad yo era un bebé cuando coronaron a Madara.

-Un bebé hermoso debo decir – Madara hablo cuando escucho a su hermano, este se lanzó a sus brazos con alegría, el día de ayer no habían podido hablar mucho por la desaparición de los chicos, misteriosamente los príncipes de Konoha también habían desaparecido al mismo tiempo que los de Suna.

-Hermano que alegría estar aquí – Izuna dijo mirando a la familia que estaba reunida, se fijó en Naruto y es que la última vez que lo vio era un bebé – Naruto cuanto has crecido – El rubio le sonrió con nerviosismo y Sasuke no tardo en reconocer al varón, frunció el ceño por eso, Izuna ajeno a los pensamientos de los donceles se separó de Naruto y fue con Sai – Y tú mi pequeño Sai, eres tan parecido a Madara cuando tenía tu edad, más que a Fugaku que a esa edad parecía un renacuajo.

-Oye, respeta al rey – Se quejó Fugaku pero igual lo abrazo mientras los otros reían, menos Gaara y Sasuke que miraban fijamente a los varones quienes no habían notado la presencia de los donceles por estar pendientes de su tío abuelo.

-Tú debes ser Sasuke y tú Gaara – Fugaku los saludo y estos fieles a su educación contestaron el saludo al rey dejándolo satisfecho, a su lado los varones se miraron con terror y al mirar fijamente a los donceles pudieron verificar lo que temieron, ellos lo sabían.

-¿Alguien aquí es Namikaze? – Pregunto Gaara con una sonrisa, cosa que tensó aún más si podía a los varones, los demás se sorprendieron por la pregunta pero igual Minato la respondió.

-Claro, yo fui Namikaze antes de casarme con Fugaku, ahora soy Uchiha – Minato respondió dándole una mirada coqueta a su marido que le devolvió una mirada predadora, esa noche el consorte real gritaría su nombre sin duda – Pero no se queden ahí por favor, pasemos al comedor.

Todos siguieron al rey consorte al comedor para disponerse a desayunar, en la mesa se entablaron varias conversaciones una tras otras, Izuna conto su vida en Suna y hablo de su esposo y sus hijos omitiendo el hecho de que solo Sasuke era su hijo de sangre, Madara conto su vida junto a Hashirama como duques reales, Fugaku hablo del reino y la prosperidad de la cual gozaba, Minato dio sus opiniones al respecto y es que como muchos creía que la prosperidad se daba gracias a Naruto y no era que el chico hiciera algo pero solo su presencia atraía inversionistas al reino con ganas de tener un poco de la gracia del rubio.

-¿Cuál gracia? – Había preguntado mordaz Sasuke haciendo reír a todos en la mesa por lo parecido que había sonado a Izuna, claro que el único que no se rio fue el mismo Naruto que lo miraba a cada rato pero Sasuke lo ignoraba campantemente.

La conversación siguió su rumbo hablando también Rasa sobre su reino y lo bien que lo estaba haciendo su hijo, hablaron de los donceles y de los varones jóvenes de la mesa con alguna que otra intervención de los mismo, al final del desayuno se despidieron y prometieron verse para la cena.

-Fue un gusto príncipe Naruto Uchiha – Sasuke resalto el Uchiha haciendo enrojecer de vergüenza al chico, rompiendo las reglas de cortesía le ofreció su mano y el rubio la tomo dudoso aunque al momento sintió una descarga eléctrica pasarle el cuerpo de forma dolorosa.

-El gusto fue mío – Contesto ahogando un gemido de dolor que pugnaba por salir, a unos pasos de él Sai experimentaba lo mismo pero en vez de una corriente eléctrica sintió un ahogo por algo que le pareció arena.

 

Sai no dejo que Gaara se alejara mucho y dándole alcance en el pasillo hacia el jardín donde sabia se reuniría con su hermano, le tomó del brazo. Gaara al sentirlo se zafo de su agarre y le miro con rabia.

-¿Cuánto creíste que tardaríamos en saberlo? – Pregunto Gaara mirándolo con rabia, mirada que le dolió al pelinegro.

-Lamento eso pero es que era la primera vez que mi hermano podía salir y no quería que se acabara tan pronto – Sai se excusó y con eso el pelirrojo lo miro extrañado, Sasuke le había contado algo sobre lo que Naruto dijo.

-¿La primera vez? – Pregunto escéptico, el rubio le había dicho a su hermano que no salía por travesuras, así que puede ser una verdad a medias.

-Mi hermano es asediado por todos y por todas porque creen que tiene poderes místicos y varias idioteces más – Sai detuvo su relato mirándolo fijamente como sopesando si decir más, al final suspiro y prosiguió – A Naruto lo han intentado robar, violar, seducir, matar y todo porque es rubio.

-¿Cómo? – Pregunto impactado, no sabía que la vida del famoso varón rubio hubiese estado plagada de malos ratos.

-Así como hay mucha gente que ve en mi hermano la respuesta a no sé qué misterio del universo, también hay gente que cree que si lo “tiene” sea vivo o muerto tendrá acceso a todo lo que Naruto puede hacer.

-¿Y qué puede hacer Naruto? – Pregunto Gaara que sin notarlo iba caminando con el pelinegro por el jardín ante la atenta mirada de Izuna, Minato y Madara que ya escuchaban campanas de boda.

-Nada espectacular según mi experiencia – Sai se rio por eso, si la gente supiera eso no lo creería igual – Aunque una vez que lo intentaron raptar diez hombres, salió ileso y eso que tenía cinco años y cuando los guardias llegaron él solo estaba sentado esperándolos con los hombres derrotados, nunca se acordó que paso en esa ocasión.

-Eso debe significar que si tiene algo especial – Sai se tensó por el comentario y Gaara lo noto así que tomándole del brazo se acercó y le susurró al oído – Lastima que no me gusten los rubios.

Al instante se alejó y le guiño un ojo empezando a caminar de vuelta al castillo, Sai tuvo que tomar unos segundos para asimilar esa información y cuando eso paso por su cerebro sonrió como idiota y volvió con el pelirrojo, deteniéndolo nuevamente pero esta vez Gaara no rechazo el contacto.

-Lamento haberte mentido y a Sasuke y también lamento que Naruto mintiera – Sai hablo de corrido, haciendo reír a Gaara – Pero fue por una buena razón.

-Lo sé pero aun así es una mentira – Gaara le dijo y se acercó al chico – Deberías recompensarme por eso.

-Lo haré, lo juro – Sai se acercó más para tomar la cintura del doncel – haré lo que quieras.

-¿Lo que yo quiera? – Pregunto coqueto el pelirrojo y recibió un asentimiento del varón que se acercaba cada vez más – Entonces quiero…

-Dímelo – Sai le suplico ya que Gaara se había alejado un poco haciendo como que pensaba que decir.

-Que no vuelvas a mentirme – Dijo riéndose y sacándose del todo a Sai – Y que no creas que soy así de fácil.

Gaara dejo a Sai con la boca abierta, era cierto que primero lo había incitado pero que ni creyera que por ser el príncipe del reino más próspero de todo el mundo iba a caer rendido a sus pies. Sai se quedó estático y después se rio, ese pelirrojo era de armas tomar y él no dudaría en tomarlas con tal de conquistarlo, sin más fue en busca de su hermano para saber cómo le dio, esperaba que igual que a él o mejor.

 

Naruto fue tras Sasuke, por suerte su hermano había detenido a Gaara y él podría hablar con el pelinegro doncel sin interrupciones, al verlo sentado en el jardín rodeado de todas esas flores que lo hacían lucir como en un sueño fantástico, su corazón latió muy deprisa como dándole una señal, por lo que con nerviosismo se acercó rogando al dios sol que si en verdad estaba de su lado, lo demostrara en ese instante.

-Sasuke – Llamo el rubio con cautela, el pelinegro levanto la vista y al mirarlo frunció el ceño, mala señal.

-¿Qué quieres Naruto Namikaze? – Auch, eso le dolió al rubio y más por la forma en como lo dijo el doncel.

-Lo lamento – Menciono el chico con un hilo de voz, se acercó pero el doncel se levantó alejándose de él.

-Ya lo creo, riéndote de mí por lo idiota que parecía – Sasuke estaba realmente molesto, en especial porque aunque Sai también había mentido sus mentiras no eran tan graves como las de Naruto, por dios él era el único varón rubio sobre la tierra.

-No es eso, yo… - Naruto le intento hablar pero un ruido lo detuvo, al instante vio a su padre.

-Naruto que bueno que te encuentro – Fugaku miro la escena y la verdad no le gustó mucho, al fin y al cabo su hijo no tendría por qué estar a solas con su primo.

-¿Me necesitabas para algo? – Pregunto el rubio rogando porque dijera que no y pudiera seguir hablando con Sasuke y aclarar todo, pero su padre asintió aun divagando en la escena.

-Debes estar en el salón real, hoy es el día que atiendes súbditos – Naruto se maldijo internamente por no recordarlo pero es que desde que Sasuke había aparecido en su vida, todo se había revolucionado en él.

-Iré en un momento – Naruto desvió su mirada hacia Sasuke pero su padre no se movió de donde estaba, así que el rubio tuvo que darse por vencido y suspirando fue con su padre – Hablaremos luego.

La forma como lo dijo asombro a Fugaku y puso a temblar a Sasuke aunque no sabía porque razón temblaba, pero es que Naruto había sido tan… imponente que le dio escalofríos y lo peor fue que la sensación que le causo le gusto y mucho.

-Me estoy volviendo loco – Sasuke volvió sobre los pocos pasos que dio para sentarse y esperar a su hermano que ahora que lo pensaba se estaba demorando mucho, mientras que Naruto veía la enorme fila que se había hecho no solo de personas del reino sino de personas de otros reinos que buscaban ayuda y dirección en él, solo suspiro por otro día de sentarse a decirle a todos que se guiaran por sus instintos.

 

Gaara llego por fin con su hermano y lo peor es que llevaba una sonrisa idiota que hizo que Sasuke enarcara una ceja.

-Te fue muy bien mientras a mí me salían raíces de esperarte – El pelinegro le riño por su espera, aunque eso le sirvió para pensar en el tema del rubio, si este quisiera algo turbio no tendría por qué cubrirse su cabello, eso sería absurdo.

-Tranquilo que lo que tengo por contarte te va a interesar – Gaara respondió y le conto toda la conversación que tuvo con Sai y pues sus propias opiniones.

 

Fugaku miraba insistente a su hijo mayor, cosa que no pasó desapercibido para su consorte que aunque estaba a su lado no podía dejar pasar la mirada que su esposo daba a Naruto.

-Cariño ¿Qué pasa? – Pregunto Minato hablándole bajo a su esposo quien desvió un segundo la mirada de Naruto mirando a todas partes para asegurarse que no había nadie cerca.

-Vi a Naruto y Sasuke – Fugaku hablo pero al ver la cara de su consorte preguntándole que había de malo con eso, solo pudo suspirar – Naruto está entusiasmado con Sasuke.

-¿Entusiasmado? – Minato no entendía de que rayos estaba hablando su esposo, obvio estaría entusiasmado por la llegada de su primo y es que siempre era bueno tener amigos de tu misma edad.

-Los vi demasiado juntos – La comprensión llego a Minato por como Fugaku menciono el juntos, miro a su hijo que trataba de actuar normal pero cada que podía miraba hacia la entrada del salón como si esperara algo, eso era, estaba esperando a Sasuke.

-No puede ser – Minato miro a su esposo y después a su hijo mayor, le entusiasmaba que Sai tuviera una relación con el hijo doncel de Rasa y es que el chico era un príncipe de un reino próspero y de una familia real intachable.

-No tengo nada contra Sasuke pero él es mi primo hermano y… - Fugaku no dijo nada más porque sabía que eso no era importante en una persona, pero era muy difícil deshacerse de los prejuicios infundados.

-¿Y? – Pregunto Minato sabiendo de que venía todo eso, no solo eran familia sino que el chico era bastardo.

-Tú lo sabes y creo que compartes mi idea que no es importante, pero es obvio que si lo es porque sino, no estaría en nuestras cabezas – Minato asintió de acuerdo con su esposo, no era fácil pensar que tu hijo se fijaba en un chico con una historia tan “turbia” siendo que tenía tan buenas opciones de matrimonio.

-¿Estás seguro? – Fugaku no tuvo que responder a eso ya que en  ese momento Sasuke entro junto con sus padres y hermano, la cara de Naruto se ilumino al instante y respondió con alegría el saludo de la familia entera pero sin quitar la mirada del pelinegro menor.

-Buenas tardes – Naruto se acercó a la familia, se inclinó ante el duque real, beso la mano de su tío abuelo y las manos de Gaara y Sasuke, regalándole una mirada penetrante antes de volver a su lugar, cosa que no pasó desapercibida por el resto.

-Nosotros iremos a dar un paseo por el reino, le mostrare a mi familia donde crecí – Izuna se adelantó ante cualquier comentario y corto la tensión que empezaba a alzarse en los reyes de Konoha – Nos despedimos, Sasuke despídete de tu primo.

-¿Qué? – Pregunto Gaara algo perdido, aunque la cara de Sasuke y Naruto le decía que no era el único.

-Yo soy hermano de Madara que es el abuelo de Naruto, yo soy tío de Fugaku y tío abuelo de Naruto – Izuna les explico algo que obviamente los chicos no habían asociado a pesar de que sabían que Madara y él eran hermanos – Así que Sasuke es primo de Fugaku y primo segundo de Naruto.

-Tú no lo eres porque no eres hijo de sangre de Izuna – Rasa le aclaro a su hijo al notar la cara que tenían los chicos, aunque le dolió la cara de Sasuke por no poder hacer nada por eso, al fin y al cabo era muy mal visto emparejarte con alguien de tu familia, así sea lejana.

-Nos vemos después – Sasuke se despidió de Naruto y el varón con una seña lo despidió y volvió a su trabajo, aunque fue obvio que su hijo cambio totalmente de actitud después de la salida de la familia de Suna.

Notas finales:

Empiezan los problemas, espero les haya gustado


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