En el jardín los chicos caminaban en silencio, pensando en lo que había pasado adentro con sus padres. Llegaron al estanque y Naruto detuvo su caminata deteniendo a Sasuke.
-Todas las personas creen que mis padres son perfectos porque me tuvieron – Naruto empezó a hablar de lo que rondaba sus pensamientos – Pero no es así
-¿No? – Pregunto con curiosidad, obvio sabia de las historias alrededor del único varón rubio que había en el mundo y lo que se decía era que sus padres eran perfectos, así como el reino y a su mente llego la conversación del primer día donde el consorte real decía que la prosperidad de su reino era por lo que Naruto representaba y no por él mismo como tal.
-No, aunque si tengo más poder que otros – Naruto le sonrió enigmático haciendo estremecer a Sasuke – Tú manejas el rayo, lo supe cuando me lanzaste electricidad esa vez que nos dimos la mano.
-Y el fuego también lo manejo –Sasuke le sonrió como diciéndole que la próxima vez podría quemarlo – Gaara maneja la arena.
-Lo sé, Sai me lo dijo – Naruto tomo agua con la punta de su dedo meñique y la elevo – Yo manejo el agua – Al instante prendió en su otro dedo meñique una llama de fuego haciendo que Sasuke abriera los ojos sorprendido – También el fuego.
-Eso es imposible – Sasuke sabía que nadie podía tener ambos poderes porque eran naturalmente opuestos y era imposible manejarlos.
-También el aire – Naruto hizo un remolino con su dedo índice en la mano donde tenía el agua – Y la tierra – Naruto llevo tierra del suelo al otro dedo índice haciéndolo rodar en su eje, Sasuke lo veía asombrado.
-Eso significa que manejas todos los elementos – Naruto asintió dejando de hacer lo que hacía con sus manos – Sai dijo que no tenías nada especial.
-Porque solo tú lo sabes, ni siquiera Sai o mis padres lo saben y es porque ser rubio no es algo bueno – Naruto lo miro a los ojos evaluando las emociones que cruzaban la cara del doncel al ver que eran buenas prosiguió – Soy rubio porque el día que nací el dios sol enjaulo un monstruo y eligió un bebé para hacerlo y ese fui yo.
-¿Monstruo? – Pregunto Sasuke con aprensión, lo que le contaba Naruto era impresionante - ¿Cómo sabes eso?
-Porque puedo hablar con el monstruo dentro de mí – Naruto le conto, Sasuke lo miro unos segundos de forma indescifrable, el gran miedo de Naruto era que las personas le temieran al saber que dentro suyo había un ser que el mismo dios sol puso ahí por seguridad de todos.
-¿Puedo hablar con el monstruo? – Pregunto Sasuke al fin, Naruto se sorprendió por la pregunta hecha.
-No sé cómo podrías hacer eso – Naruto pensó por un segundo cómo hacer para que Kyubbi hablara con Sasuke.
-Mírame a los ojos – Sasuke paso de tener los ojos negros a rojo y en un segundo estaban dentro de lo que Naruto sabía, era la prisión del monstruo.
-Hola – Sasuke miro con asombro al enorme zorro que habitaba dentro del rubio.
-Hola soy Sasuke – Se presentó el chico, la risa del enorme monstruo se dejó escuchar por el lugar.
-Lo sé, Naruto solo habla de ti – Las mejillas del rubio se tiñeron de rojo y murmuro algo parecido a traidor, Sasuke sonrió pero ignoro eso aunque sus mejillas también adquirieron un tono rosado.
-No pareces malo ¿Por qué te encerraron aquí? – Sasuke le pregunto al monstruo - ¿Cómo te llamas?
-Kurama aunque Naruto me dice Kyubbi – El rubio rodo los ojos ante eso, parecía que el zorro le estaba dando quejas al doncel, este solo rió por eso.
-Le diré que te diga por tu nombre – Ambos rieron haciendo resoplar a Naruto.
-El dios sol me encerró porque no quería regresar al mundo de los espíritus, me gustó mucho este mundo y quise quedarme, asi que me condeno a estar aquí pero en una jaula que él mismo escogió – Explico Kurama, sabía que el dios sol lo castigaría por lo que viviera Naruto que para un ser inmortal era como unos minutos para un humano.
-Que mal, pero si nosotros te dejamos libre puedes quedarte hasta que Naruto muera – Un oye no hables de mi muerte se dejó escuchar de la labios de Naruto pero Sasuke solo le saco la lengua con picardía y volvió su atención al zorro, este lo medito un momento.
-Si salgo del cuerpo de Naruto será su muerte – Explico Kurama – Aunque me encerró aquí porque era el bebé más poderoso que nacería en esos meses.
-Gracias, gracias – Naruto se rió con ironía, él no quería nada de eso pero ya que había sido así que se le iba a hacer.
-No te quejes mocoso que aunque seas muy poderoso, el que puedas controlar el fuego y la tierra es por mi – Kurama le mando una exhalación que lo hizo retroceder un paso.
-No me respires fuerte, estúpido zorro – Naruto dio un paso adelante pero Sasuke lo golpeo en la cabeza – Auch, Sasuke.
-No seas malo con Kurama – Lo regaño y el zorro solo rio ante eso, el pelinegro le agradaba y mucho.
-Bueno ya – Naruto se quejó de forma infantil cruzándose de brazos y resoplando con resignación.
-Me agradara ver cuando se casen y como serán sus hijos – Menciono Kurama haciendo sonrojar a los chicos que solo ignoraron esa parte.
-Pero si no puedes salir de Naruto por lo menos si puedes acompañarlo – Sasuke propuso y ambos lo miraron extrañados.
-¿Te refieres a que tome posesión de su cuerpo – Pregunto extrañado, en general a ningún humano le gustaba que los espíritus lo poseyeran.
-Pues puedo crear un clon de sombra que puedes poseer, solo si prometes cambiarle la forma y no hacer nada malo – Naruto le dijo al zorro, era la primera vez que hablaban de dejarlo salir y la idea le gustaba, sabía que Kurama no era malo y que estuviera dentro de él era solo un mínimo castigo por desobedecer al dios sol.
-Eso podría funcionar – Kurama lo medito y asintió dando su aprobación, Naruto y Sasuke se acercaron y retiraron el sello dejándolo libre, el zorro salió de su prisión y se estiro.
-Por ahora viaja por mí, ya después te dejare salir fuera – Naruto le dijo y Kurama acepto, Naruto y Sasuke salieron de su mente y al volver a la realidad se sonrieron.
-Me alegra mucho compartir esto contigo – Naruto le tomo de la mano y Sasuke le sonrió en respuesta, se acercaron con clara intención de besarse hasta que la voz de alguien los interrumpió.
-Naruto, nos vamos – Fugaku llego con cara de pocos amigos, tomo de la mano a su hijo mayor y sin mirar a Sasuke salió tirando del rubio
La fiesta terminó sin mayor novedad, los reyes se despidieron de forma educada, aunque rápida, al igual que sus hijos, Sasuke volvió con su familia de forma triste y es que como no notar la mirada del rey hacia él, la pregunta era ¿Por qué?
Rasa e Izuna iban callados y molestos, sobre todo el primero, nadie lo había tratado ni a él ni a su familia de ese modo, quería levantarse, darle un golpe al estúpido del rey e irse, pero sus hijos estaban enamorados y para colmo de los príncipes de Konoha así que pelear con Fugaku no era una opción.
Enfrente de ellos Gaara y Sasuke estaban igual de callados, el pelirrojo estaba feliz con su compromiso pero la tensión entre las familias le dejaba un mal sabor de boca, en especial porque esa tensión era por la obvia química entre su hermano y el príncipe mayor, lo que no entendía era porque si Sasuke pertenecía a una familia real y respetable, los reyes de Konoha no lo querían como nuero. Sasuke a su lado pensaba en lo dicho por Naruto, cuando los reyes se pusieron en contra de su amistad con el rubio pensó que algo malo había en él pero al saber que los reyes eran tan humanos como el resto se dio cuenta que tendría que ganárselos, pero no sabía que había hecho para ganarse su odio, porque creía que lo odiaban y no sabía porque.
-Es tarde, debemos dormir y mañana hablaremos los cuatro – Rasa les dijo y cada cual se fue a acostar con la mente en lo que había pasado esa noche, que fue muy buena aunque tensa en ciertos momentos.
Naruto y Sai no le hablaron a sus padres en todo el camino de regreso, aunque los mayores no hicieron mayor esfuerzo porque eso pasara, estaban sumidos en un tenso silencio y nadie hacía nada por romperlo. Al llegar los jóvenes caminaron hacia sus respectivas habitaciones pero Fugaku los detuvo.
-Lo de esta noche no se volverá a repetir – Les hablo de forma fuerte mirándolos pasando la vista de uno a otro – Yo soy el rey y su padre, así que seguirán mis órdenes sin rechistar.
-Fugaku – Minato lo tomo del brazo para detener sus palabras, sus hijos no dijeron nada y le dieron la espalda para irse a su habitación cada uno.
-No Minato, ellos deben entender que quien manda soy yo y deben obedecerme – Fugaku le hablo a su consorte pero mirando a sus hijos y alzando la voz – Siempre.
-No por mucho – Naruto le grito sin mirarlo para después estrellar la puerta de su habitación al cerrarla. Sai hizo lo mismo sin decir una palabra mientras que los reyes se quedaron con la boca abierta por lo dicho por su hijo mayor.
-Quiero a los Subaku lejos para mañana – Fugaku le dijo a su consorte quien asintió a eso, sus hijos nunca habían sido rebeldes y la presencia de esos donceles los estaba poniendo así, ellos nunca fueron rebeldes con lo dicho por los reyes de esa época.