–El reino de los demonios, lugar que por su nombre debería estar envuelto en caos la mayoría del tiempo, irónicamente todo parecía marchar en calma y paz. Al contrario del reino de Mewni, lugar donde alguna vez hubo felicidad y alegría bajo el mandato de los Butterfly ahora solo había pesar debido a la perdida de sus gobernantes, en el lugar donde alguna vez hubo un castillo ahora solo se veían ruinas, solo eso quedaba tras aquel enfrentamiento. Una gran parte de los mewmanos perdían día con día la poca esperanza que les quedaba, aquello se debía a que ninguno de los familiares de la reina Moon había querido tomar el cargo de nuevo y arriesgar su vida. sabían gracias a la alta comisión de magia que aún había una pequeña oportunidad de derrotar a Ludo, quien por alguna razón por el momento no había reclamado poder sobre aquel reino. Pero, incluso con eso las dudas sobre eso no podían estar de lado–
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Aun no entiendo por qué no debemos invadir Mewni todavía, ya hemos destruido su castillo y no hay nadie para gobernar –Comentó Ludo desde su trono–
Ya se lo dije mi señor, deje todo en mis manos. Con el plan que he ideado no podemos fallar. –Respondió Toffee con una sonrisa confiada–
Muy bien, de verdad espero que así sea –Dijo el más bajito sonriendo con satisfacción al escuchar la respuesta de su socio– Pero como se supone que lo haremos,ya perdimos a muchos hombres en los ataques anteriores y por lo que nos contó Sapo-toro ese niño que tiene la barita tiene ayuda de un demonio.
No se preocupe por eso, como le dije. Con este plan no podemos fallar – Repitió el de apariencia reptil sin inmutarse ante las dudas del Ludo. Aquella seguridad que mostró Toffee no hizo más que ensanchar la sonrisa del más bajo– Si me disculpa hay algunas cosas que debo hacer. –Dijo para salir de la sala donde se encontraban–
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–Un nuevo día comenzaba en el reino de los demonios, el único humano del lugar recorría de un lado a otro su habitación arreglandose con mucha prisa, no es que el muchacho tuviera poco tiempo o algo por el estilo sino que, de la emoción despertó 3 horas antes de lo planeado. Además de eso pensaba en la excusa que pondría al ver otra vez a sus amigos–.
Niño, deja de hacer tanto ruido, apenas y serán las 4:00 am, ¿Se puede saber que haces levantando tan temprano? –Preguntó Glossaryc con una voz algo ronca desde el libro–
Lo siento, es que no puedo dormir. Ya quiero volver a retomar mi vida normal e ir a clases –Comentó el castaño sentandose en la silla frente al pequeño escritorio donde se encontraba el ser azul–
Eres alguien muy peculiar –Mencionó el contrario esta vez apareciendo frente a Marco quien lo veía extrañado, como si pensara si debía sentirse alagado u ofendido por lo dicho– Eres la primer persona después de la reina Moon que parece tomar sus responsabilidades muy en serio, no me malentiendas. La gran mayoría de las herederas Butterfly fueron personas muy responsables pero... –Guardó silencio durante un leve momento pensando sus palabras– Algunas llegaron a poner sus propios intereses antes que su reinado. Como sea, ahora ve a intentar dormir aún que sea un poco. –Dijo el ser azul regresando al interior del libro dejando solo nuevamente al muchacho castaño, quien no dijo nada más y obedeció a lo dicho.–
–Las horas pasaron llegando por fin las 7:30 am, la hora tan esperada por Marco quien desde su pequeña charla con Glossaryc no había dormido ni un poco, seguía pensando en lo que les diría a sus amigos para explicar su repentina ausencia–
¿Enserio debemos usar estas absurdas prendas? –Preguntó Tom mientras veía detenidamente los uniformes que su padre les había entregado–
No, en la secundaria Echo Creek no se usa uniforme –Respondió el castaño con una expresión de confusión– Creo que alguien estafó a tu padre.
Cuando se entere le hará su vida una pesadilla... –Susurró el demonio sin dejar de observar la ropa–
Bueno demonos prisa o se nos hará tarde –Mencionó Marco con notoria impaciencia, cosa contraria a Tom.–
No sé por qué tienes tanta prisa, ¿qué es lo divertido de estar encerrado cinco horas al día en una habitación donde un sujeto te dice que puedes hacer y que no? –Comentó sin mucha emoción el de tres ojos para chasquear sus dedos tomando apariencia humana por segunda vez desde que había conocido al ojicafé. Ambos tomaron sus mochilas para salir de la habitación del demonio hacia el salón del trono, lugar donde se encontraba la reina, quien parecía buscar algo cuidadosamente.–
–Luego de despedirse de la madre de Tom, esta abrió en el suelo un portar de fuego que envolvió a los muchachos aparaciendolos en un callejón cercano a la secundaria Echo Creek–
Aun no me acostumbro a eso –Comentó Marco saliendo del callejón junto al demonio, quien solo rió ante las palabras del otro–
Tendrás que acostumbrarte, así como yo lo haré a solo tener dos ojos –Respondió entre risas mientras alguien los veía a una distancia prudente, en su rostro de pinto una sonrisa casi malefica–