Unas horas después llegamos al que una vez fue mi hogar, el estar parado frente a ella me hacía sentir enojo pero al mismo tiempo tristeza, aun estos días me seguía preguntando si estas personas eran humanas, porque nada me daba una explicación a lo que querían hacer, Marco estaciono el auto y al bajar suspire, cerré mis ojos y pensé en Ace, él siempre me daba valor para hacer las cosas, pensé en mi pequeño hermano la razón por la que sigo de pie y pensé en Marco, una razón más para enfrentar a ese hombre:
¿Está bien?- oí frente a mi.- Sabo, tranquilo.
Abrí los ojos y no vi a nadie, voltee al otro lado del carro y Marco apenas salía de el:
Sabo ¿Esta bien?- dijo Marco, cerró la puerta y se dirigió a donde estaba aún de pie.- ¿Quieres volver a casa?
N-No.- respondí rápido.- Creí a ver oído algo.
¿Cómo qué?- pregunto Marco.
La voz de un joven.- dije, mire a mi alrededor y no había nadie.- Creo que de pensar mucho me hizo imaginar cosas.
O tal vez Ace te está dando valor.- dijo Marco.- Ven.- Me acerque a Marco, beso mi frente y acaricio mis mejillas.
Si fuera Ace me diera fuerza para matarlo.- dije, ambos reímos.- Vamos, ese hombre debe estar esperando.
Caminamos hasta la entrada, un hombre con traje negro estaba cuidando la entrada principal, a llegar ahí le mostré una fotografía y sin perder tiempo deja que entremos:
¿Qué le mostraste?- pregunto Marco, le di la fotografía.- Sabo ¿De dónde sacaste esto?
Me la mandaron ellos cuando entre a la preparatoria, al parecer querían que con eso me dieran ganas de volver con ellos.- dije molesto.- Dame la foto.
Marco me dio la fotografía y la rompí en muchos pedazos, no tenía caso conservar una imagen donde se muestra a una falsa familia como la mía, el hombre que nos guiaba a la oficina de mi padre se detuvo frente a una puerta:
Aquí esta joven.- dijo el hombre de negro.- Su padre está esperando.
Gracias, vamos Marco.- dije, pero antes de abrir la puerta el hombre se puso en medio entre Marco y yo.- ¿Qué pasa?
Lo siento pero, este hombre no puede pasar.- dijo.- Por favor, venga conmigo.
Espera, él es mi novio y a mi padre le había dicho que vendría.- dije molesto.- Déjame pasar con él o mejor me retiro, imagino que a alguien le ira mal si no entro a la oficina.
El hombre de anteojos oscuros y traje negro, asustado dejo pasar a Marco conmigo:
Das miedo amor.- susurro Marco.
Espera que lleguemos a casa y veras mi faceta de malo.- dije, bese su mejilla y por primera vez veía como mi novio se sonrojaba.- Eres lindo.
Reímos, pero al oír abrirse la puerta todo eso se esfumo, suspire, al entrar lo primero que oí fue a mi madre, corrió a abrazarme, pero más que un abrazo de cariño fu un pretexto para acercarse a mí y revisar que su "mercancía" no se dañara:
Mi niño.- dijo mi madre.- Te extrañamos Sabo.
Acaricio mi rostro y al descubrirlo vio una cicatriz en mi rostro:
¡Sabo! ¿Qué te ha pasado?- grito mi madre.- ¿Cómo pudiste permitir que tu linda carita se dañara así?
No fue mi culpa.- dije sin voltear a ver a esa mujer.- Los niños cuando juegan corren el riesgo de lastimarse.
Los niños deben jugar, no sr vendidos.- dijo Marco.
¿Quién eres tú?- pregunto mi madre.- ¿Eres su sirviente?
¡No!- grite molesto.- Es mi novio.- dije, mi madre retrocedió y miro a Marco de la cabeza a los pies.
Sabo, ¿Tu y este hombre han hecho algo?- pregunto mi padre, mire al frente y ahí lo vi, de pie frente a la ventana.
Si, Marco y yo lo hicimos.- dije, me acerque a su escritorio.- Fue por amor no por dinero.
Mi padre molesto volteo a verme, ambos nos miramos a los ojos pero no hubo palabras, pero sabía lo que él pensaba de mí, Marco se acercó y saco de su bolsillo un pedazo de papel:
Esto cubre lo que Doflamingo iba a pagarte.- dijo Marco.
Marco ¿Qué estás haciendo?- pregunte.- ¿Por qué le das dinero a mi padre? ¿De dónde sacaste el dinero?
Mi padre, para evitar que este hombre sea un problema más, decidió pagar para alejar a tu padre.- dijo Marco.- ¿Eso es lo que quieres?
Mi padre tomo el cheque y lo guardo es su escritorio, acto seguido Marco y el firmaron un acuerdo en el que se le prohibía acercase a mi o a cualquiera que tenga relación conmigo, me sentí extraño, parecía que era parte de un trato comercial pero Marco se vea feliz de poder ahuyentar a mi padre de mi vida:
Recuerda esto, te acercas a Sabo o a alguien de mi familia y sabrás el por qué la familia de Shirohige es respeta en esta parte de la ciudad.- dijo Marco, retrocedió y salió de la oficina pero se detuvo antes de cerrar la puerta.- Todo tuyo Sabo, dile lo que quieras estaré cercas, nunca me gustaron las discusiones familiares.
Gracias amor.- dije, vi como la puerta se cerraba detrás de Marco y voltee a ver a mi padre.- Tienes tu dinero y recibirás más a cambio de que no te me acerques pero no creas que te salvaras de lo que le hiciste a Ace.
Sabo, sé que te gustaría que yo fuera el culpable pero a tu hermano.- dijo mi padre.- Lo mato Doflamingo, hare algo bueno por ti como padre.
Se acerca a su caja fuerte y al abrirla saca una laptop, la guarda en un maletín y me la entrego:
Toma, esto te dará todo lo que quieras para encerrar a Doflamingo.- dijo mi padre.- No quiero verte de nuevo, pero... Ten cuidado.
Tome el maletín y salí de la oficina, al salir vi a Marco hablar con un muchacho, me acerque y tome a Marco de la mano:
Vamos, debemos llevar esto a Dragón.- dije sin dejar de notar algo extraño en el chico.- ¿Quieres eres?
Soy tu hermano, me adoptaron cuando te fuiste Sabo.- dijo el chico.- Le he servido a mi padre desde hace tiempo.
Se fue el chico y solo pude pensar en cómo mi padre obtenía beneficios con él, pero pude notar que a él no le importaba, Marco apretó mi mano y me llevo a la salida, ya en el auto sostuve el maletín contra mi pecho, deseando que con esto poder detener a Doflamingo y vengar la muerte de Ace, como también poder proteger a Luffy.