"Me gustas"
Llegue a casa después del trabajo pero no lo hice solo, Marco me acompaño, entramos y lo primero que vimos fue a Luffy, estaba en la sala viendo televisión y al oír la voz de Marco salto del sofá y corrió a sus brazos, mientras Luffy se llevaba al hombre yo me dispuse a guardar mis cosas pero mi pequeño hermano me hizo señas para que viera algo que había sobre el comedor, parecía un sobre:
¿De quién es esto Luffy? - dije confundido.
Es para ti.- respondió mi hermano.- Un hombre con traje negro vino y lo dejo.
¿Dijo quién era? - pregunte mientras abría el sobre.
No, solo dejo eso y se fue.- dijo Luffy.
Luffy.- dije molesto.- No aceptes cosas de extraños.
Ya no soy un niño, además él dijo que tus padres lo enviaron pensé que quizás querías saber de ellos.- dijo haciendo un puchero viendo la televisión.
No dije nada y vi la hoja que estaba dentro del sobre, mire a Marco y pude notar que estaba preocupado, solo sonreí y corrí a mi habitación, no me atreví a leer la carta frente a él o Luffy, me senté en la orilla de la cama, suspire y me arme de valor para leer la carta. Pasado unas horas oí que alguien tocaba la puerta, abrí mis ojos y me di cuenta que estaba recostado en la cama con la carta sobre mi pecho, me levante y me acerque a la puerta.-
¿Luffy?- dije recargado de la puerta aun cerrada.- Estoy bien, ¿tienes hambre?
No soy Luffy.- se escuchó del otro lado.
¿Marco?- dije sorprendido.- ¿Sigues aquí?
Abre por favor.- dijo Marco.- O derribare la puerta.
Me quede parado frente a la puerta pensando si en verdad puede hacer lo que dijo, por un momento todo fue silencio, de repente un golpe que provenía del otro lado rompe ese silencio, lo primero que me imagine fue a Marco tratando de abrir la puerta, por miedo a que Luffy pensara que algo malo abrí rápido la puerta:
¿Qué fue eso?- pregunte al ver a Marco.
Patee la puerta para que abrieras.- respondió Marco mientras sonreía.- ¿Te asuste?
¿Qué quieres?- pregunte.- Creí que ya te habías ido.- dije mientras le daba la espalda y me dirigía a la cama, me senté en la orilla y coloque mis manos de manera que cubriera mis rostro.
¿Puedo pasar?- pregunto Marco.
S-Si.- dije nervioso, descubrí mi rostro y vi a Marco entrar a la habitación.
Tienes muchas cosas.- dijo Marco mientras daba un recorrido por mi cuarto.
S-si.- respondí nervioso.- Algunas cosas son regalos de Luffy y otras son regalos de...
Ace ¿Verdad?- dijo Marco terminando mi oración.- Reconocí algunas cosas.
¿Enserio?- dije al mismo tiempo que sentía un nudo en la garganta.
Si, cuando salía con Ace e íbamos al centro comercial todo lo que veía lo compraba, pero eran más las cosas que compraba para ti.- dijo Marco mientras veía los artículos que había sobre una repisa.
Marco ¿Qué quieres? ¿Por qué viniste?- pregunte aun sintiendo el nudo en la garganta.
Marco Suspiro y se sentó a mi lado, no me miro ni yo a él pero pude sentir como tomaba mi mano, no dijo nada y solo se quedó ahí a mi lado sujetando mi mano, mi corazón se aceleró y sentí como mi rostro se sonrojaba, voltee a verlo y sin previo aviso Marco me beso. Sorprendido por el beso no reaccione y solo deje continuar, cerré mis ojos y decidí corresponder el beso, Marco soltó mi mano y me acerco más a él, sin pensarlo y con esfuerzo lo jale hacia a mí y terminamos acostado en la cama, sentía como su lengua se abría paso al interior de mi boca y se encontraba con la mía haciendo más intenso el beso, se detuvo el hombre y se alejó un poco al notar mi falta de aire:
¿Estás bien?- dijo con una sonrisa al verme tan rojo y agitado.
S-sí, estoy bien.- dije al recuperar el aliento.- Es solo que me sorprendiste.
Creí que era tu primer beso.- dijo Marco.- Pareces un niño asustado.
C-Cállate, uno no espera que lo besen así de la nada un tipo que se alejó tres años.- dije molesto en repuesta a la burla del hombre.
Lo se.- dijo Marco.- Lo que te dije en tu trabajo fue la razón por la que volví.
Marco se puso de pie al mismo tiempo yo hacía lo mismo, al quedar de frente el hombre tomo mis manos y acerco su cabeza a la mía, el tenerlo tan cerca me hacía sonrojar aún más que sentía que podía morir de vergüenza pero al mismo tiempo sentía una felicidad que no había sentido en bastante tiempo:
Sabo, me gustas y me di cuenta de eso estos tres años lejos de tu familia.- dijo Marco.- Siempre amare a Ace pero no puedo estar aferrado a su recuerdo por siempre así que lo pensé mucho y quiero intentarlo contigo, claro si me lo permites.
Marco, lo que me dices es como un sueño.- dije al mismo tiempo que brotaban lágrimas que recorrían mis mejillas.- No sé si podré hacerte feliz pero no intentare sacar a Ace de tus recuerdos porque para mí también era alguien importante, tampoco esperes que tome su lugar por que Ace era único y eso tú lo sabias ¿Verdad?- dije al mismo tiempo que recordaba a mi hermano.
El hombre me jala hacia él y con un fuerte abrazo cerramos el tema.- Esta decidido, prometo cuidar de ti y hacerte feliz.- dijo Marco, me miro y seco mis lágrimas.- Y prometo que mientras estés conmigo no volverás a llorar.
Está bien, y yo... Cuidare de ti, es todo lo que puedo decir.- dije al mismo tiempo que bajaba la mirada.- ¿Ya estamos saliendo?- pregunte.
Tonto.- dijo Marco, levanta mi rostro y me da un tierno beso que hace que mi vergüenza se esfumara.
Al instante oí que Luffy nos llamaba, Marco tomo mi mano y ambos nos dirigimos a la sala, no sabía si este momento de alegría debió pasar pero al ver al hombre que siempre ame tomando mí mando y caminado a mi lado esa duda se desvaneció al instante.