Tres de la mañana y no he podido dormir, la razón, Marco alias "El Fénix", deseaba que ese hombre sintiera lo mismo que yo pero sé que es imposible. Ya ha pasado un mes de la muerte de Ace, aun duele el que no esté pero estoy seguro que a él no le hubiera gustado que nuestra vida se detuviera, pero es imposible no estar triste, Luffy poco a poco con ayuda de sus amigos y Law ha podido sobre llevarlo pero aun extraña al chico que lo ha cuidado desde que era niño, quiero pensar que conmigo el estar bien pero ni yo puedo ayudarme a no llorar por la ausencia de ese tonto.-
Sabo.- oí frente a mi haciendo que regresara a la realidad.- Sabo ¿Oíste lo que dije?
¿Qué?- reaccione sorprendido.- S-Si, estoy escuchando.
¿Qué dije?- pregunto Luffy haciendo expresión de molestia.
Me atrapaste.- conteste mostrando una sonrisa nerviosa.- ¿De que hablábamos?
De vivir tú y yo juntos, la casa me la regalo el abuelo y Ace era quien cuidaba de ella pero ahora que ya no está no quiero volver ahí solo pero tampoco quiero dejarla.- dijo mi pequeño hermano.- Por favor Sabo, vivamos juntos, prometo ayudar en casa, no seré una carga.
Muy bien.- respondí seguido de un suspiro.- Viviré contigo, pero tengo que hablarlo con Koala, recuerda que ella y yo compartimos gastos.
No te preocupes.- respondió el chico con el sombrero de paja.- Ella fue la que me hablo de esa idea, dice que no aceptara ningún pretexto por tu parte.- dijo mi hermano menor con una gran sonrisa.
¿Ella dijo eso?- pregunte confundido pero estaba seguro que ella diría algo así.- Muy bien, ya arreglado, hablemos con Garp.
¿Por qué?- pregunto el inocente de mi hermano.
La casa aunque este a tu nombre, él es responsable de ti todavía no lo olvides.- dije al mismo tiempo que acariciaba la cabeza de mi hermano.- El seguro paga la mayor parte de los gastos de la casa, debe saber que viviré ahí y que estoy dispuesto a ayudar a pagar mi parte.- mencione alejando mi mano de él.
Sabo, suenas a un adulto.- dijo Luffy.- No quiero que te hagas aburrido, con Torao tengo suficiente.
¿Torao?- pregunte confundido.- ¿Todo bien?
Sí, no me malinterpretes es solo que Torao es un adulto y me regaña mucho, también pasa lo mismo con mis amigos.- dijo Luffy.- Quiero también divertirme y no quiero que tú te amargues como un adulto.
Luffy, puedo divertirme contigo como cuando Ace vivía.- dije mostrando una sonrisa.- ¿Recuerdas los viajes?
Si.- dijo Luffy.- Tu siempre mantuviste el orden y Ace hacia que ese viaje fuera inolvidable.
Luffy, prometo cuidar de ti hasta que termines tus estudios y puedas ir a vivir con Torao.- dije muy serio.- Pero no quiere decir que no podamos divertirnos como antes.
Ambos reímos y seguimos platicando de Ace, pasado unas horas lego Koala a casa y le hablamos del plan, ella no disimulo ni un poco su felicidad por mi decisión, casi pareciera que ella deseaba que me fuera, al poco rato llego Marco y ahí fue cuando todo cambio, mi corazón se aceleró y mi cara la sentía como se sonrojaba.-
Marco, buenas noticias.- dijo Luffy muy emocionado.
¿Terminaste tus tareas?- respondió Marco.- ¿Sabo termino su trabajo?
No y no.- respondió Luffy.- Dije buenas noticias, no milagros inesperados.
Marco no pudo evitar dejar escapar una carcajada, Koala y Luffy siguieron de reírse, sonreí, de repente sentí en mi hombro una mano.-
Deberías reír mas.- dijo Marco que se colocó detrás de mí.- Me tranquiliza más verlos reír.
¿Qué?- pregunte confundido y me puse de pie.
Tranquilo.- comento Marco al verme nervioso, se acercó a mí y me abrazo.- Quiero que tú y Luffy estén bien.
Mi corazón se aceleró aún más, Marco estaba abrazándome pero era solo por lo ocurrido sin pensarlo empecé a llorar y correspondí el abrazo, todos notaron mis lágrimas pero no comentaron nada, Koala se llevó a Luffy a mi cuarto y me quede a solas con Marco, no entendía por que reaccione así al comentario de él, pero solo quería estar con él un poco más.-
Marco.- dije aun aferrado al hombre.- ¿Te iras a casa pronto?
¿Es eso lo que te preocupa?- dijo Marco.- Me quedare en la ciudad un poco más de tiempo, hay algo que tengo que resolver, así que tendrán que aguantarme un poco más.
Me aleje de él y corrí al baño, me mire al espejo y solo veía a un patético chico llorando por nada, lave mi cara y trate de calmarme. Era que Marco nunca sentirá lo mismo que yo, y que solo seré para el uno de los hermanos de su difunto novio, el pensar eso quería llorar de nuevo.