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Yamazaki por ritsuka10

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El agua de la alberca salpicaba ante los dos cuerpos entrando en contacto, las embestidas provocaban olas alrededor de dos personas completamente desnudas, disfrutaban de los rayos de Sol golpeando sus espaldas, el clima en las Islas Vírgenes era espectacular, ese destino era un escondite del líder Yakuza. Los gemidos se volvieron más intensos, la música caribeña no lograba intervenir.

Jepp estaba sentado en uno de los escalones dándole la espalda a la orilla de la alberca, una que se encontraba en el segundo piso y los bordes no existían ya que eran cascadas al primer piso. JunHong cabalgaba sobre el regazo, recibiendo con fuerza las embestidas, sus caderas se movían hacia arriba, abajo, su entrada apretaba ese palpitante miembro viril.  

La fuertes manos se posaron en las caderas blancas del menor para volver más fuertes las embestidas, los labios de ambos personajes se encontraron para devorarse, se mordieron a tal grado de perder la cabeza y tener que separarse para continuar respirando.  Jun echó la cabeza hacia atrás extasiado por estar apunto de tocar el cielo, rodeo con sus brazos aquella cabeza, los dientes de Jepp ahora se encargaban de torturar sus pezones rosas convertidos en flores de pétalos rojos.  Los muslos del chico de cabellos negros se separaban más  ante cada penetración, sus ojos alcanzaron a ver el cristalino mar golpeando la arena blanca de esas lujosas islas, estaba en el Paraíso y se quemaba en las brazas del mismo rey de los demonios.

 

Bang abrió los ojos al escuchar unos golpes en la puerta de madera, con una seca voz permitió la entrada al mensajero, que era una hermosa mujer usando un despampanante kimono de seda color rojo, dejaba descubiertos sus hombros, con una reverencia le indico al hombre que los invitados se encontraban esperando en la sala principal. El hombre con mirada demoníaca se puso de pie acomodando su yukata blanca con distintos  kanjis dibujados en la tela de seda

 

foto.

 

“—Es tu estilo.— Un sonriente chico de cabellos rosas indicaba al hombre que modelaba frente a un amplio espejo adornando la suite de un Hotel.—Perfecto para el líder del Clan Yamazaki.—El joven se puso de pie para besar los labios del hombre de cabellos negros.— Eres perfecto YongGuk.”

 

Fue la primera vez en muchos años que recibí un regalo no porque quisieran algo de mi, a ese chiquillo le puse el mundo a los pies y aun sin estar obligado me hizo presentes, pequeños y enfocados en mis gustos. Discos en vinil de artistas que quizá me gustarían, pinturas, dibujos de artistas sin nombre pero enfocadas a mi estilo, aprendió en poco tiempo mis gustos, mis anhelos, mis debilidades y fue lo suficiente inteligente para usar ese conocimiento en su beneficio. ”

 

El hombre caminó arguido por ese largo pasillo, la música retumbaba por cada uno de los rincones de esa  mansión, la fiesta para el concurso de elección del nuevo amante estaba en su apogeo. Una casa perteneciente a una antigua Familia noble de origen japonés, la arquitectura era clásica, bajo por el escalón para cruzar al jardín, rosas rojas, flores de cerezo habían florecido, pasó un año y la primera era el preámbulo para la fiesta anual de selección. Esa noche debía escoger a la amante con quien compartiría 365 días. Jepp Blackman se detuvo a mitad del jardín para levantar el rostro y mirar en dirección de las estrellas, esa casa se encontraba en medio de las montañas, lejana de la civilización, por un escondido camino se podría ingresar y la zona estaba rodeado por sus hombres.

 

foto

 

“La risa de un chico captó mi atención por ello deje de hacer mis labores y salí de la oficina. Cuando llegue a la habitación te encontré emocionado jugando en el piso al pequeño cachorro pomerania de color café. Te regale joyas, autos lujosos pero nunca te vi sonreir como esa mañana de navidad cuando un simple perro callejero. Usabas una camisa blanca  que  alcanzaba a cubrir tus boxers y llegaba hasta los muslos. Saturaste mi móvil de fotos tuyas y de esa bola de pelos a la que tanto aborrecí por pasar mayor tiempo que yo. Recuerdo que para tu regalo de navidad no pediste joyas, dinero o algún objeto material, simplemente me solicitaste saber mi verdadero nombre.

 

—Bang YongGuk.—Susurraste a mi oído con esa dulce voz a ángel que poseías, nunca antes en mi vida mi nombre se escuchó tan perfecto como cuando lo gritaste esa noche. —Me gusta.

 

Perdí el control de mis propias emociones, me quede indefenso ante el poder que ejercías  sobre mí.  Nunca nadie alcanzó a comprenderme como tú lo hiciste aquellas largas noches donde compartimos secretos, pláticas interminables, mi existencia hasta ese momento se basaba en volverme más fuerte, pasar a la historia como el más temible villano del nuevo mundo de la mafia, iniciar una nueva era, tengo tantas ambiciones como cualquier criminal aspira. ”



El líder bajó la mirada y continuó su andar hacia su destino, sube por un escalón de piedra y puede sentir el tatami al quitarse las chanclas de madera y andar con sus pies desnudos, los guardaespaldas son dos hermosas mujeres que llevan bandejas con sake y bocadillos para sus invitados especiales esa noche., deambula por todo un pasillo iluminado por luces nocturnas brillando bajo lámparas en forma de globos catones. El ingresar a la sala se topa con parte de su grupo más íntimo, amigos de mucho tiempo, colaboradores fieles,  algunos clientes y proveedores.  El líder Yakuza se queda de pie  por un segundo bajo el umbral con su fiel mano derecha Sleepy, quien vigila como un auténtico guardaespaldas.    

 

foto sleepy

 

Jepp caminá por la sala pegado a la pared, levanta la bata antes de tomar asiento a la cabeza de la mesa, donde platillos típicos asiáticos descansan, una cabeza de cerdo en el centro adorna el banquete. Hermosas mujeres sirven sake en los vasos vacíos de los presentes, quienes enervador por el olor a cigarro y cannabis brindan emocionados. El concurso de elección de este año se ha vuelto en una fiesta íntima entre miembros seleccionados por el dedo del líder, las risas, bromas, música y bromas iniciaron en un ambiente cargado de efusividad criminal.  

 

—Jepp es bueno saber que no cancelaste el concurso.— Un hombre sin cabello mencionó con cierto grado de reserva y levantando su vaso, como si deseara articular una duda general.— Cuando el rumor surgió pensé que ese chico era ¿Especial?

 

El hombre que lanzaba la atrevida pregunta era uno de los amigos más cercanos de Jepp. Ese sujeto cabeza rapada y múltiples tatuajes poseía una herida en el abdomen cuando se arriesgo a salvar la vida de su líder en una redada.

 

—¿pensaste que tenía sentimientos por ese mocoso? .—Le cuestionó de frente causando que los murmullos cesaron, el público quedó pendiente a la respuesta que tanto deseaban saber, una maquiavélica sonrisa se dibujó en el rostro del hombre.— Te equivocas, no tengo corazón.— Jepp levantó el vaso para invitar al resto a repetir su acción fue entonces que entonó las palabras que todos querían escuchar.— Brindemos por mi próxima amante.

 

Los hombres vitorearon el nombre del líder, continuaron llenando sus estómagos con deliciosa comida, carne de primera calidad, el alcohol era consumido como si fuera agua, enervados por los cigarros de cannabis y  hechizados por las prostitutas más bellas de Asia. Jepp elevó varias veces su vaso alardeando lo indestructible que era, compartió platos con esos hombres, su círculo de confianza,  hombres a su disposición, lo ayudaron a  llegar al sitio donde se encontraba, ellos eran su Familia, su Clan.

 

foto riendo

 

“Lloraste, era la primera vez que ví lágrimas escapar por esos  enormes ojos radiantes de luz, tu pálida piel se plago de humedad sabor sal. Reclamaste porque el concurso se llevará a cabo al finalizar los 365 días, yo buscaría un reemplazo para tu puesto, como cada año, tu presencia no me hizo cambiar de opinión. Golpeaste mi pecho desnudo mientras te resbalaste y quedabas sentado sobre tus rodillas en ese frío piso de madera, te doblaste sobre tu abdomen y tus temblorosos brazos me rodearon por las piernas. Los sollozos llegaron a mis oídos pero los ignore.

Tú no eras especial era el mensaje que lanzaba al continuar con los preparativos. Arañaste tu propio rostro desesperado al sentir que te desplazaba a un segundo sitio, te ofrecí ser uno más en mi lista pero no lo aceptaste.  Subiste a un pedestal al que nunca te dije que tuvieras derecho, tuve que sujetarte fuertemente de las muñecas y lanzarte sobre la cama para detener tu berrinche.

Tu mirada se cruzó con la mía, tus ojos de cordero se mantuvieron grabados en mi mente,  tú sollozar era la un niño pequeño, hoyuelos se formaron en tus mejilla. Caminé hacia  el mueble más cercano donde jale las hebras negras de mi cabello,  tire todo los objetos encima del tocador de madera. Monchii corrió a esconderse bajo la cama.

No, no permitiría mostrar ante mis enemigos que tenía una debilidad, no serías tú la razón de mi  fracaso pero tu llanto, verte hecho un ovillo sobre la cama, estabas en shock, repetías una y otra vez que no volverías a las calles,  yo era tuyo, tú eras mi dueño. Niño estúpido, al Gran Jepp Blackman nadie lo puede atar con una cadena como si fuera un perro, no era tuyo. Dí pasos firmes fuera de esa habitación, no me detuve ni un solo segundo, poco me importo que gritaras mi verdadero nombre, eras de las pocas personas que tuvieron mi confianza para saberlo.”

 

El líder vuelve a poner la vista en sus invitados, ríe ante los chistes, bromas ejecutadas por sus colegas disfrutaba de esa última velada. La encantadora mueca de alegría desaparece del rostro del pelinegro quien  deja el vaso sobre la mesa y camina hacia la puerta donde se detiene bajo el umbral, de un rápido reojo echa un vistazo a sus espaldas, sus amigos, compañeros continúan festejando ansiando el evento estelar de esa noche. Disfrutan de los placeres mortales de la vida, alcanza a percibir las palpitaciones de esos corazones rebosantes de adrenalina, su piel caliente. Jepp los envidia, los odia por ser capaces de disfrutar de tan terrenales deseos cuando él ahora estaba constituido de piedra, era incapaz de respirar, algo pesado se posó sobre su pecho, que días antes dejó de latir. Blackman perdió el gusto por las cosas dulces, frías, calientes ahora todo era incoloro, inodoro, seco y vacío. Al encontrarse fuera de la sala varios hombres vestidos de negro y usando katanas ingresaron.




Gritos salieron del interior de la casa, cuando alguien trataba de escapar por la puerta Jepp los remataba con una katana que minutos antes Sleepy le había dado. Ellos lo obligaron a continuar con el concurso, ellos lo traicionaron pensando que era por su bien, ellos eran sus amigos, en quienes confiaba ciegamente. Si uno de ellos hubiese pedido su brazo derecho facilmente se hubiese quitado uno y lo entregaría en una bandeja de plata. YongGuk elevo las manos al cielo y comenzó a gritar, el sonido salía por su garganta a tal grado de lastimar sus cuerdas vocales, su nombre escapaba por los labios sin vida de sus amigos, una carnicería se liberó en esa habitación tapizada de flores, la madera se tiñó por un río color carmín.   

 

foto ensangrentada

 

—Todos están muertos.— Intervino Sleepy con sangre manchando su traje de prendas negras.—¿Tu sed de venganza ha quedado saciada ?

 

—Ellos tuvieron la culpa por inmiscuirse en mis asuntos..—Bang dijo en tono frío limpiando con un pañuelo la hoja de su espada.— Cocinen los cuerpos en deliciosos platillos coreanos y envialos al la Familia que orquestó el secuestro a JunHong. .

 

Era un duro mensaje a sus rivales, si fue capaz de destrozar  sus amigos, á hombres de confianza por la traición no tendría piedad hacia sus enemigos. Esos hombres que ahora chorrean sangre ayudaron a un “enemigo” tener la oportunidad perfecta para secuestrar a JunHong, sus “aliados” vieron una debilidad despertada a causa de ese nuevo amante. Jepp Blackman no se le permitía tener sentimientos, debía seguir con la mente fría, corazón de hielo para ser el líder de Yamazaki por unos años más por eso su grupo más allegado pensó que era buena idea deshacerse de esa persona que creaba sentimientos ambiguos.

 

Bang subió a una camioneta negra durante el trayecto pego la frente en el vidrio, había comenzado a llover, las gotas golpeaban la superficie, sus pensamientos divagan en los recuerdos de hace un par de días,  la única vez que se mostró débil ante Sleepy y otros de sus hombres. Los músculos del líder se tensaron cuando el auto se detuvo en la entrada de su enorme mansión, los sirvientes bajaron la cabeza al ver que arribaba el dueño quien deambulo por largos pasillos de madera hasta llegar a una habitación.

 

—Lo siento.—Un hombre de bata blanca comentó temerosos y haciendo una reverencia, el cuerpo de médicos y enfermeras temblaban ante la presencia del líder de la mafia.— He hecho todo lo posible de mi parte.

 

Bang volvió su mirada al cuerpo que descansaba en la cama a mitad de la habitación. JunHong había peleado con todas sus fuerzas para escapar de sus captores pero el auto se salió de la carretera  y cayó por un pequeño risco, fue salvado gracias a un hombre de su escolta que lo protegió. Las lesiones provocaron que el chico de cabellos negros y mirada tierna entrará en estado de coma, era incierto su futuro, se desconoce si un día despertara de tal estado. Bang indicó con un movimiento de cabeza que todos salieran de la habitación, solo se quedo su segundo hombre al mando, el sujeto que a riesgo su vida para salvar a JunHong del incendio.

 

—Ayuda a Sleepy con mi encomienda. —Su voz era baja, el hombre caminó hacia una silla puesta a lado de la cama. —No quiero que nadie me moleste.

 

El hombre asintió para hacer una reverencia y dejar solo  a su líder. YongGuk estiró la mano para arreglar el revoltoso cabello cubriendo la frente blanca de ese chico, quien parecía caer en un profundo sueño, aún con heridas continuaba teniendo el aura de un ángel caído. La punta de sus dedos vagaron hasta esos labios donde un tubo se conectaba a una máquina revisando los signos vitales. El yakuza recargó su mejilla sobre el dorso de una de las manos descansando al extremo del cuerpo, dio un ligero beso, de su bolsillo saco un par de fotos polaroid, una era de él sonriendo honestamente como nunca lo hizo y en la otra estaba ese pequeño sunshine que le enseñó el significado de la palabra “amor”.

 

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Notas finales:

Gracias no olviden seguir la hisotria en wattpad donde subo fotos. 


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