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Yamazaki por ritsuka10

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Un pelinegro con largas piernas caminaba por el extenso pasillo de una mansión, cuando las personas se topaba con él bajaban la cabeza haciendo una reverencia mostrando su respeto. El chico llevaba varias bolsas de marcas costosa colgando  de sus fuertes  brazos, detuvo su andar frente la amplia puerta con pomos dorados y con el sello del Clan Yamazaki dibujado en ellos. JunHong bajo sus lentes negros para girarse hacia una voluptuosa mujer detrás de un escritorio. Apretó los labios haciendo una mueca, la mujer no lo soportaba, lo sabía y por eso la obligaba a “servirle” con sutiles miradas de autoridad.

 

La rubia chica salió de su silla para caminar hacia la puerta y abrirla para el amate #1 del líder del Grupo Yamazaki.  Jun emitió una burlona sonrisa, él trato de ser amable con todos aquellos que rodeaban a su amante pero descubrió estar enmedio un nido de serpientes que guardan en la oscuridad para atacar y dejar su veneno. Por ejemplo esa mujer, la encontró coqueteandole a su “esposo”, mover las caderas como una zorra, no, Jun no permitiría que Jepp tuviera otra mujer u hombre, habían pasado 100 días desde que ganó y ninguna noche  Blackman la paso en otro lado que no fuera enredado a sus largas piernas.

 

—Nuevamente haz comprado toda la tienda.— Indicó el hombre detrás de un escritorio, en la pared al fondo colgaba el emblema del Grupo Yamzaki tejido en color dorado. —Luces hermoso. —Jepp se puso de pie para caminar hacia el pelinegro, le ayudó acomodar las bolsas en una sillón, lo sujeto de la cintura para besarlo en los labios. —Te extrañe tanto.

 

JunHong dibujo una mediana sonrisa para contestar la caricia. Solo 100 días le bastaron para volverse impredecible para ese hombre, los rumores ya habían llegado a sus oídos, el nuevo líder desde que eligió a su nueva “esposa” no había tenido tratos con otras mujeres. Blackman acercó sus labios a ese largo cuello pero el menor lo detuvo.

 

—Tengo un regalo para ti.—Le susurro traviesamente al oído, el mayor levantó la ceja.—  Te recomiendo cancelar tus citas ¿Son importantes?

 

El cuestionamiento final fue hecho en un tono dulce e inocente. Jepp negó con la cabeza, tenía una reunión pero solo era el visitar un prostíbulo para saludar al nuevo dueño de la cadera de hoteles rojos, inexplicadamente el ex -patrocinador de JunHong había muerto en un “ataque pasional”, le abrieron el cuello como a un cerdo y lo dejaron ahogarse en su propia sangre. Claro todos mafiosos aceptaron que el “asesinato” fue obra de algún amante resentido y nadie sospechaba de la cabecilla del grupo mafioso más temido de Asia.

 

—Nada es más importante que tu. — Le contestó mordiendo el labio inferior de manera sexy, mirándolo de frente como si le pudiera transmitir lo importante que era para él.—Solo debo hacer una llamada.

 

El menor se zafo del agarre para ingresar al cuarto de lavabo, ahí miró su rostro reflejado en el enorme espejo que él mismo mandó poner, usaba maquillaje de alta gama, su corte de cabello fue hecho en el salón de belleza más VIP de Corea, de pies a cabeza usaba ropa de marcas lujosas, artículos que solo el 10 % de toda la población mundial lograba a aspirar. Nadie podía imaginarse que ese chico que cenaba filetes de carne de alta calidad años atrás comía las sobras que los comerciantes de un mercado dejaban tirados. Las uñas se clavaron sobre la cerámica, recordó la vez que el dueño de una carnicería lo golpeó con una escoba por hurgar en su basura. Apretó los dientes durante su niñez hizo una lista de las asquerosas bestias atacando a los niños en la calle, como ese hombre que invitó a varios de sus amigos, los drogó y abusó de ellos, tuvo tantos enemigos y eran demasiadas las bestias a las que deseaba rebanar el cuello.  

 

—Así que ese anciano decrépito manejaba una red de pornografia infantil. —La voz de Bang se coló por la puerta.— Es una pena, quiero que maten a todos sus contactos. —Levantó las cejas.—¿El motivo?  —Una risa escapó de sus largos y delgados labios. —Jepp no necesita un motivo para matar.

 

JunHong abrió los ojos, no debía tener miedo, ahora tenía a la bestia capaz de devorar a los monstruos que lo atormentaron en el pasado, no más miedo, no esconderse bajo la cama temblando y soñando por un héroe que nunca llegará, por eso tomó la decisión de no buscar un caballero de brillante armadura sino un demonio capaz de hacer temblar el mundo a cada paso que diera . Un suspiro escapó de sus labios y abrió una de las bolsas donde saco una colorida ropa.  

 

 

Jepp terminó la llamada al percatarse que la puerta del baño se abría. “Una estudiante” salia de la habitación, el personaje usaba medias blancas por encima de la rodilla, una falda de cuadros color rosa pastel que cubría hasta la mitad de los muslos, una blusa blanca semitransparente con un moño rosa a la altura del pecho, también usaba una peluca color negra que llegaba por debajo de los hombros. El hombre relamió sus labios fascinado por esa nueva propuesta, ese jovencito cumplia cada una de sus fantasias sin preguntarle, simplemente lo sorprendía con detalles imaginables, juguetes sexuales, posiciones fascinantes, retos que destrozaban la moral de varios establecimientos. Jepp subía a una montaña rusa de emociones cada segundo que pasaba junto a ese chico, no solo era sexo, no solo era deseo carnal sino se complementaban en muchos aspectos, nunca sus amantes lo hicieron sentirse tan vivo como ese chico.

El líder del clan tomó asiento detrás de su escritorio, volviendo a su posición inicial, la “jovencita” de cabellos negros caminaba contoneando las caderas de forma sensual, encendió el equipo de sonido, una grave y penetrante voz comenzó a entonar una erótica canción mientras “la estudiante” se giraba y balanceaba su figura de un lado a otro, le dio la espalda al único espectador, se agacho pero sus caderas quedaron arriba, dejó ver que solo usaba una tanga femenina de encaje y color pastel. Blackman relamió sus labios ante el vulgar baile y el obsceno espectáculo, esas largas piernas se volvieron su debilidad, esa piel de melocotón su adicción. JunHong caminó en dirección a su amante se sentó sobre su regazo, mirándolo de frente buscaba doblegarlo con la luz de sus ojos, jalo el extremo final de la corbata para buscar deshacer el nudo, la mirada de ambos se fusionó en un mismo canal.

 

—Nunca había conocido a alguien como tú. —Indicó el mayor llevando la punta de sus dedos sobre esos muslos desnudos, clavo las uñas. —Eres único.

 

JunHong jaló la corbata del mayor para obligarlo acercarse, sus alientos se fusionaron en un mismo suspiro, labios separados por milímetros ansiaban besarse, pero sus miradas ya se envolvían en el enervante baile de amor. Se devoraron con hambre como si hubiesen sido separados por años, Jepp subían las manos por esos muslos hasta llegar al delgado hilo de la prenda intima, su necesidad de oxigeno los obligo a separarse. Una perversa sonrisa apareció en los labios de Jun al sentir unos finos dedos acariciar la prenda de encaje y seda que usaba para cubrir su miembro.

 

El mayor llevó sus manos a ese firme trasero del pelinegro menor, apretó la carne con fuerza y lo elevo hasta el escritorio donde lo dejó sentado. En ese lugar JunHong doblo un poco las piernas hacia arriba y las abrió dejando ver esa prenda blanca que trataba de ocultar una excitación que comenzaba a mojar el pedazo de tela. Blackman volvió a llevar sus dedos a la ropa interior para acariciarla, cada una de sus manos sujeto un extremo para deslizar la pantie por esas largas piernas color mármol, un miembro goteante salto orgulloso. El amante volvió abrir sus piernas como una mariposa que muestra orgullosa sus alas en todo su esplendor. El cabecilla del grupo Yamazaki llevó sus labios a ese miembro, sacó la punta y con esta envolvió la “corona”, chupó cada centímetro de piel mojada, la deslizó hasta la base donde succiono la carne. Jun eho la cabeza hacia atrás fascinado por el contacto.La obscena caricia se volvio más frenética los espasmos atacaron la columna vertebral del joven senado encima del escritorio,  la juguetona lengua de YongGuk se deslizó hasta una rosada entrada que se contrae por la invasión.

 

—Sigues teniendo ese sabor a vainilla salada. —Susurro el mayor ingresando la lengua hasta el fondo, las paredes del menor se contrajeron por la internas caricias suministradas.

 

—Más profundo.—Articulaba extasiado abriendo más las piernas, moviendo sus cadera para tener más contacto. —Estoy a punto de correrme.

 

Jepp continuo con las embestidas hasta que Jun grito orgasmeado, unas gotas color blanco y pegajosas cayeron al piso. Blackman volvió a recargarse en el respaldo de su silla, relamió sus labios fascinado por el sabor, nunca antes había tocado el miembro de un hombre y quizá solamente tocaría el de su amante. Jun levantó la mirada para dirigirla al regazo de su amante, quien se quitó el cinturòn, bajó la bragueta mostrando su creciente excitación. El pelinegro menor volvió a levantar las rodillas y abrir los muslos, llevo sus propios dedos a su entrada para auto penetrarse abriéndole espacio al miembro viril del mafioso que palpitaba excitado. Jepp se puso de pie e ingreso su miembro en aquel orificio que continuaba siendo estrecho, calido y humedo.

Una hambrienta boca se apoderó del largo cuello del amante de piel color nieve, dejó cientos, miles de marcas rojas, haciendo juegos con antiguos chupetones.  Los botones de esa blusa colegial se fueron abriendo para quedar el dorso desnudo, Jepp lentamente acomodo a la “estudiante” sobre la mesa, se colocó en medio de esos muslos que separó para penetrarlo sin preparación, no la necesitaba debido a que el chico se había auto lubricado con sus propia humedad.

Jepp Blackman comenzó a penetrar con salvajismo esa entrada, Jun hecho el cuerpo hacia atrás, los largos cabellos negros cayeron sobre el escritorio de caoba, uñas se clavaron también en la superficie, un coro de gemidos dio inicio, ambos personajes se entregaban al éxtasis de la lujuria, cada poro de piel entraba en un torbellino de explosiones. No era la primera vez que tenían sexo salvaje en esa oficina y ciertamente no sería la última vez, ambos cuerpo aprendieron a complementarse, eran habido amantes carnales y también sabios compañeros.

 

JunHong movía sus caderas de forma erótica para entrar en un contacto más íntimo, disfrutaba como la punta de ese miembro rozaba sus entrañas, sus paredes lo apretaban, lo acariciaban, los holanes de la falda se subieron dejando al desnudo la parte inferior de ese cuerpo, un tatuaje lograba sobresalir. Jepp llevo sus dedos aquellos trazos color negro, disfrutaba arañar esos dos contornos abrazados por el cabello, sus miradas se cruzaron, el personaje disfrazado de colegial mordió sensualmente su labio inferior dejando ver que se había puesto un poco de brillo. Las bocas de ambos amantes se encontraron para devorarse, degustar plácidamente el sabor del contrario. Las embestidas se volvieron más potentes, el orgasmo acariciaban sus sentidos a tal grado de colapsar en el deseo, el mueble de madera comenzó a balancearse y golpear el piso, el ruido desatado ahogaba los gemidos. JunHong se aferró al cuello del mayor para llegar más profundo, tocar el orgasmo que llegó como una ola de placer explotando cada célula de su piel, olvidó su pasado, presente y futuro para entregarse a esa simple sensación que todo lo compesa.

 

El líder del grupo Yamazaki se dejó caer sobre su reconfortante silla forrada de piel color negra, llevó la palma de su mano a sus cabellos para acomodarlos hacia atrás, gotas de sudor bajaban por su frente, su respiración se volvía a normalizar, su mirada fue capturada por su amante acomodando su falda de color rosa, le fascinaba sus actos inocentes mezclados con una aura sensual. JunHong bajo de la mesa para sentarse en el regazo del mayor, se colgó a su cuello  acercando su rostro, besó la comisura de manera dulce.

 

—Apenas hemos comenzado, cariño. —Artículo acercando sus labios a ese grueso cuello. —Tengo más sorpresas antes de tu viaje.

 

—Quiero que vayas conmigo. —Le contestó para tomarlo por la barbilla, sus miradas se cruzaron. —No puedo soportar una noche sin hacerte mío.

 

Una firme sonrisa de autosatisfacción se dibujó en el pálido rostro del menor, poco a poco iba ganando terreno y poder sobre las decisiones del jefe Yakuza,  ahora él por primera vez en la historia llevaba a su amante por un viaje alrededor del mundo para visitar a sus diferentes socios de distintas ramas delictivas.  Los Angeles, Colombia, México, Italia, Rusia, Alemania, Tailandia, Qatar serían sus ciudades destinos pero no solo aquellos sitios el menor planeaba visitar más mundos, tocar el Paraíso para ir poco a poco embrujando a su amante.  



El jovencito salió emocionado de la oficina con una lista de pendientes era la primera vez que viajaría fuera del país, subir un avión, conocer una cultura distinta, la emoción emergió como las burbujas de un bebida mineralizada. YongGuk levantó el móvil vibrante, su gesto antes dulce, amable sufrió un cambio de 360 grados para dejar ver su verdadero rostro.

 

—He decidido llevarlo conmigo.— Artículo con tono lento y frío como era regularmente su voz, muerta sin expresión.— Quiero que purgues mi organización.

 

—Si lo lleva con usted sus enemigos ataran cabos.— La voz de un hombre al otro lado del auricular usaba un tono preocupado.— Jefe es peligroso.

 

Bang terminó la llamada, la única razón por la que decidió llevarse a su “nuevo ” juguete era las recientes intentos de secuestro que su escolta frustró, sus enemigos percibieron lo evidente. Bang tenía un favorito, por primera vez mostraba una emoción por otro ser vivo. Jepp Blackman no tenía padres, no hermanos o Familiares cercanos, era huérfano por voluntad propia debido a que cuando mostraba piedad, debilidad hacia otro ser vivo este era arrancado de su lado de manera cruel. El hombre se recargo en el respaldo de la silla, apretó los ojos, peino su cabello hacia atrás, no quería recibir la cabeza de Jun en una caja envuelta en papel brillante para regalo como sus rivales le enviaron la de su hermano, tampoco podía perdonarse si era vendido a un burdel barato en la peor zona de Asia.  Durante ese viaje sus hombres harían una limpia todos aquellos que un día conocieron a JunHong serían eliminados no dejaría que nadie lo tocara.


 

Notas finales:

espero les guste, solo falta un capitulo para el final. Este fic fue un especial por la canción Yamazaki, ha vuelto mi Internet y yo tambiñen :)


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