----
...
(Victor)
Me levanté temprano, no pude dormir bien a noche. Trataría de ser yo quien hablará con el chico, quería estar ahí cuando Yuuri se lo dijera. Así podría servir de soporte para él. Así al menos serviría para algo y no solo para traerle problemas a Yuuri.
Yo me sentía estúpido, tanto que él había hecho por mí y yo solo le día más y más problemas. Era un estúpido. Me estaba arreglando justo cuando escuche que tocaban a la puerta. Terminé rápidamente y me acerqué a la puerta. Era Yuuko y el chico.
-Disculpe que lo molesté a esté hora, pero esperaba y pudiera hacer un tiempo para hablar con él.
No sabía que decirle, solo miré al chico.
-Es por el bien de Yuuri.
Accedí, Yuuko nos llevó a la sala de estar y nos trajó algo de té.
Estuvimos en silencio unos segundos. Hasta que el hablo.
-No habíamos hablado tú y yo directamente. Solo quiero que me digas que es lo que tienen planeado tú y Yuuri.
Tenía bastantes agallas, no quería ser yo quien hablará, no sabía cómo tratar con él, así que estaba bien con ello.
-Así que ya lo sabes.
Aparto su mirada, noté que apretaba la mandíbula y las manos. Se veía muy inquieto.
-Algo así
Su tono se volvió tosco y más fuerte.
- ¿De qué se trata? ¿Qué es lo que quieres de Yuuri?
Vaya niño.
-Eso iba a preguntar.
Trataba de ser el adulto aquí, después de todo esto sería un tema delicado.
-Vine a proponerte algo...
Se puso de pie de manera brusca y un poco altanera.
-... Me haré cargo de mis actos. ¡Me haré cargo de Yuuri!
Alguien como el captaba mi atención, por lo poco que llevaba de conocerlo, pude deducir que era alguien impulsivo. Lo podría a prueba de manera sutil.
- ¿Qué hay del niño?
Sin dudar respondió.
-Está en las manos de Yuuri ¿no? Obviamente me haré cargo de ambos, sin importar nada.
¿Nada?
- ¿Te harás cargo de una criatura que ni siquiera es tuya?
- ¡ASÍ ES!
Me estaba agradando este niño, pensé que doblegaría a la primera, pero parece que me equivoque.
- ¿Qué pasa si te digo que no pienso dejarlos al cuidado de un niño?
Se veía cada vez más enojado, con cada pregunta avanzaba un paso, parece que sería difícil hacerlo cambiar de opinión.
- ¡NO SOY UN NIÑO!
Reí levemente. ¿Cómo podría un niño cuidar de un adulto y de un bebé? Decidí actuar, no me dejaría ganar por alguien como él. Era mi oportunidad de hacerle entender que no era necesario que se preocupara por Yuuri, yo estaría velando por él.
-Me haré cargo de él, solucionaré todo y vigilare que esté en orden. Así podremos seguir como si nada hubiese pasado.
- ¡HAH! ¿Acaso eres estúpido? ¡Solo piensas en ti, odio a los alfas de tu tipo, no creas que dejaré a Yuuri en manos de alguien como tú!
Se estaba precipitando, pero quizá escogí las palabras equivocadas. Me haría cargo de Yuuri, así él podría tener su vida normal y ser un adolescente normal. Traté de remendar mi error, pero parece que fue inútil...
-Te equivocas no es lo que yo...
Ni siquiera me dejaba acabar de hablar
- ¡¿Quién te crees para hacer esas cosas?!
Tenía que calmarlo o esto acabaría en un mal entendido.
-Oye... Déjame explicarlo.
Me puse de pie tratando de tranquilizar al violento muchacho
- Le daré su lugar al mocoso para que no sea igual a ti y cuidaré a Yuuri como él se merece.
... Esto era el colmo...
- ¡¿¿Y QUE TE HACE PENSAR QUE NO LO HARÍA??!
Me acerqué a el de golpe. El chico se asustó y retrocedió.
-Yo lo sient...
Bajo su tono de voz y permanecía en posición de alerta.
-Parece ser que no tiene planes de cancelar tu boda, hasta mi familia está enterada de tu boda. Deberías preocuparte por tu futura esposa y no por alguien como yo.
Me molestaba que todos supieran de eso. Como si entendieran lo que pensaba.
-¿¡TÚ QUE SABES DE ESO!? Solo eres un niño que no lo entendería...
Sin darme cuenta lo tenía sujetado del cuello de su playera. Playera que, si no me equivoco, pertenecía a Yuuri.
- ¡Lo suficiente como para saber que, a una familia como la tuya, le saldría muy caro que te quedarás con Yuuri! ¡A La gente como tu solo le importa el dinero y la posición social! ¡Jamás dejarías todo eso por un omega!
El chico me estaba cabreando.
- ¡Y qué te hace creer que yo no lo haría!
-Bien, entonces... ¿Por qué no lo hiciste antes? ¡ANTES DE QUE YO LLEGARÁ! ¡Cuando el ya no está en tu poder, es cuando te das cuenta de que lo amas! ¿Me estas jodiendo?
Un estruendo se escuchó, el florero de la sala se había caído y en un intento por evitar que se rompiera, el mocoso se cortó la mano derecha.
Estaba enojado, ¿Creía conocer a Yuuri y a mi familia? Estaba equivocado, no conocía todos los conflictos que habíamos pasado en familia, todos los arreglos que tuvo que hacer mi padre y lo difícil que nos fue lidiar con la muerte de mi madre.
No conocía toda la bondad de Yuuri, ni su amor por la jardinería, ni sus ratos libres leyendo en la biblioteca, cuando creía que nadie lo veía, cuando en la ventana de veía el reflejo de sus gestos al leer...
Mientras más lo pensaba más acosador me sentía.
Todo paso tan rápido, sin darme cuenta Yuuri estaba tomando de mi mano y me dijo que todo estaría bien.
Miré a la puerta donde me topé con Chris, quien no lucía muy sorprendido. Me miraba de forma extraña. Luego dirigió su vista hacía el niñato.
Sabía lo que eso significaba.
Me acerqué a él lentamente, le estiré la mano...
-Lo siento, es solo que yo...
Me miraba con sarcasmo. Olvidaba que tenía herida su mano. Me sentí un poco ridículo. El silencio se volvió incómodo y escuche la sutil risa de Yuuri.
-... Tan torpe como siempre.
Definitivamente mi cosa favorita era estar con Yuuri, al escuchar esas risitas me cosquilleaba el estómago.
Chris se acercó a mí y se dirigió al muchacho herido.
-Este hombre que está a mi lado, es caprichoso, torpe, mimado, a veces engreído...
¿No estas exagerando Chris?
-... Terco, necio, raro y actúa como un niño la mayoría del tiempo, pero te aseguro que daría todo para proteger a su familia. No tienes que preocuparte por Yuuri.
Se quedó en silencio. Me observó un poco serio. Yuuri me hizo una seña.
-Victor...
Asentí.
Era mi momento de hablar, era mi momento de explicarme ante él.
-Sabes, hay una razón por la que Yuuri siempre estuvo a mi lado... Fue gracias a mi madre... No puedo explicarlo todo en este momento, pero estoy seguro de una cosa. Necesito de Yuuri, por eso no te lo puedo dejar, necesito que esté a mi lado, ya no como mi mayordomo... Yo... Simplemente lo necesito.
Desvié mis ojos y vi a todos a mi alrededor... ¿Qué les pasaba? Todos estaban en shock, a excepción de unos pocos de la habitación.
Yuuri estaba sonrojado hasta las orejas.
El siguió guardando silencio.
-Dejaré que Yuuri me convenza de eso mientras esta en mi casa. Por lo mientras, lo correcto sería seguir como si nada, lo hago por él, no por ti, ni por nadie más.
Al poco tiempo desalojamos el cuarto y Yuuko se encargó de limpiar el desastre. Siempre causando problemas ante todos...
Caminaba por el pasillo un poco perdido.
- ¡Felicidades Victor! ¡Acabas de confesarte enfrente de todos!
¡Tenía razón! detuvé mi paso y me quedé pensando ¿Qué acabo de hacer? Sentí un ardor en mi rostro.
- ¡Vaya sorpresa! Jamás creí ver al famoso Victor Nikiforov de esta forma. Ni mucho menos me esperaría que te comportarás de así frente a otros.
Caminábamos al comedor, mientras Chris gozaba de molestarme.
- ¿Qué fue ese alboroto?
Era Mila, quien ya estaba sentada esperando el desayuno.
-... Nuestro padre bajará pronto.
Tomamos asiento y esperamos un rato a que llegase mi padre. Era extraño que mi padre tardará tanto.
El silencio empezó a volverse incómodo. Hasta que vi a Pichit entrar al comedor...
-La señora Babicheva acaba de llegar.
Mila sin pensarlo se pudo de pie y se dirigió al vestíbulo a toda prisa. Miré a Chris, se puso de pie. Con su cabeza me señalo el pasillo.
-Creo que deberíamos ir.
Las cosas fueron rápidas, la saludé me saludó y se fue al comedor con Mila. Ambas llevaban una buena relción, cosa que yo no compartía, siempre me aislaba de mi familia, convivia poco con mi "madrastra".
Pero era extraño, esta vez no lucía enojada como siempre, lucía bastante feliz. Quizá era buena señal.
Me quedé parado un rato... Estaba dudando. ¿Debería dejar a Yuuri con él? ¿Lo cuidaría bien? ¿Y si mi futuro hijo estaba en riesgo?
Dudaba cada vez más, me quede viendo esa rara pintura en el salón. Pintura que ahora entendía muy bien por que captaba la atención de algunas personas.
...
(Yuuri)
Estaba todo listo, Yurio entró a la habitación.
-Yuuko me prestó un teléfono, en poco tiempo estarán aquí.
Sentía nervios, era el momento de afrontar a los padres de Yurio.
-Yuuri, hablé un poco con mi madre, no le di muchos detalles, pero... Pareció entender la situación.
Eso me reconfortaba un poco, me hacía sentir más tranquilo.
-Gracias Yurio.
Se sentó en la cama, me miró y me dijo un poco molesto.
-Es hora de que te despidas. No me mal intérpretes, pero estoy más cómodo quedándome aquí.
Sabía que todo esto era por Victor. No lo culpaba, después de todo era normal.
-Entonces me daré prisa...
Salí del cuarto, camine por el pasillo tratando de guardar en mi memoria cada rincón de la casa.
Primero me dirigí al jardín, sabía que estaría bien a manos de Hiroko-san. le eche un vistazo a esas blancas rosas, que ahora abarcaban gran parte de la jardinera. Eran hermosas, las extrañaría. Me despedí de ellas y me despedí de la señora Dasha. Me fue tan nostálgico. Era la segunda vez que me despedía de ella de esta manera.
Retomé mi paso.
Me encontré a con todos en la cocina, la mayoría del tiempo estaban ahí. Me despedí de ellos y les agradecí su compañía. Sentiría extraño, dejar de lado la rutina que siempre me acompañó, dejar a mis amigos y alejarme de todo esto. No quería dar nada por sentado, Victor había dicho solucionaría las cosas... Pero, si no era así... Tenía que pensar en el plan "B".
A Pichit le entregué una agenda y mi teléfono. Después de todo tenía las citas venideras, los contactos de importancia y algunas notas. Solo esperaba Victor no le causará muchas molestias...
Tenía que ser fuerte, no solo por Victor o por mí, ahora tenía otra vida en mis manos...
Estuve en aquella escena sentimental un buen rato. Al poco tiempo me armé de valor.
Era hora de despedirme de Victor.
Fui a su habitación. Toqué la puerta, me cosquilleaban las piernas. Me sentía nervioso. Me recordaba a mi primera vez, la vez que me presente frente a Victor como su mayordomo personal. Tendría alrededor de trece años. El señor Nikiforov aceptó que cuidará de Victor oficialmente. En realidad, ya cuidaba de él, solo que sin un uniforme y sin tantas responsabilidades por delante.
Aquella vez Victor fue muy amable conmigo, a pesar de que ya había aprendido como hacerlo de la señorita Dasha, cometí varios errores. Victor solo sonreía ante esos errores y me pedía que lo volviera a intentar.
"Estoy seguro de que esta vez todo saldrá bien".
Victor abrió la puerta. Nos divisamos un rato.
-Victor, es hora... Yo realmente... No sé qué decir.
Me sorprendió bastante, se arrodilló y besó mi vientre. Me sentía extraño, sentía un cosquilleo en mi espalda, sentía un peso en mi pecho, sentía un nudo en la garganta...
Lo tomé de la nuca, acariciaba su piel, era tan suave. Me preguntaba cómo podía caber tanta dulzura en una persona, alguien que solo a mí me había mostrado ese lado. Ese lado donde estaba indefenso, donde todo lo abatía. Ese lado que no podía ignorar.
Estaba feliz, sabía que Victor tenía un gran parecido con su madre. Era amable con la gente que lo merecía, sincero y fuerte. De su padre había sacado la naturalidad para hablar con la gente, una gran presencia y una elegancia increíble.
Me dolía pensar que dejaría a este hombre.
Me arrodille junto a él y me coloqué frente a su rostro.
-... El gran Victor Nikiforov no debería inclinarse así frente a alguien como yo.
-Si eres Yuuri no me importa.
- ¿Eso no es precipitarse?
-Es demostrar que me estoy enamorando o que probablemente ya lo estaba.
Empezaba a dudar, ¿estos sentimientos eran reales?... ¿Y si eran obra del instinto? ¿Y si solo me sentía así debido a la situación? Tenía que aclarar estas dudas con Victor.
- ¿Estás seguro? ¿Por qué no eran las cosas así? ¿Por qué no estábamos juntos desde antes?
Con su mano acarició mi rostro. Me sentía mal por dudar de esto, pero no quería salir herido, ni quería lastimar al pequeño que venía en camino.
-Me pregunté lo mismo hace poco "¿Por qué no hice nada antes?" pero después recordé que no quería lastimarte, ni que me rechazarás, tampoco quería forzarte a nada... Pensaba que las cosas eran correctas así... Solo que me sentía diferente... Si yo no había buscado a otra persona en mi vida, es porque ya la tenía cerca.
Aún en la puerta, sin importarnos quien nos veía, sin importarnos que pasará después. Nos abrazamos.
Ese olor otra vez...
Quería compartir más momentos así, quería estar con él, ¿De verdad había nacido el amor de repente? O... ¿Acaso no me percate de nada? ¿Acaso soy tan idiota?
Me lo repetiría un sin fin de veces... Yo no creo que naciera para amar o para ser amado.
-No pretendo ser tu dueño. Solo quiero que sepas que apoyaré en lo que decidas...
¿En lo que decida?
-...Nunca te pregunté qué es lo que tú querías... Solo tomé decisiones por mi cuenta...
Me separó del abrazo y me tomó de los hombros.
-Yuuri Katsuki, ¿Qué es lo que quieres?
La preguntas seguían resonando en mi cabeza...
¿Tiene amor la eternidad?
¿De verdad existe ese dichoso "Felices para siempre"?
¿Es cuestión de suerte encontrar el amor?
¿Es cuestión de destino?
¿Es mera casualidad?
Si todo eso es posible, entonces ¿Soy capaz de detener el tiempo? ¿Soy capaz de detener este momento para siempre?
Se me partió el corazón, no sabía si podría alejarme de él.
Dejaría hablar a mi omega o dejaría hablar a mi corazón.
Aun no me desidia, notaba la angustia salir de los ojos de Victor.
Ambos sabíamos que no tenía una respuesta. Quería que el fuera feliz, pero quería estar a su lado... No estoy seguro de que él pueda encontrar la felicidad conmigo. Siempre me pregunté ¿Para qué estoy hecho?... Tenía miedo... Tenía miedo de tomar una mala decisión.
-Victor es solo que... No creo que este escrito que tú y yo debamos estar juntos, somos diferentes y no estoy seguro de que es lo que quiero...
Si era egoísta... Podía echar a perder todo el esfuerzo de los Nikiforov, pero si quería que Victor fuera feliz... Me partiría el corazón en dos.
-No creo que la historia este hecha para nosotros, no creo que este escrita para un omega como yo. Probablemente encuentres a alguien mejor, alguien que no rompa sus promesas...
Sentí un fuerte tirón de mi muñeca.
- ¿Sientes esto? ¿Puedes escuchar mis latidos?
Colocó mi mano en su corazón.
-Jamás me dejaron elegir, estoy cansado de sentir que nunca es suficiente, pero... También era mi culpa por no saber lo que quería hacer. Ahora sé que quiero que estés conmigo. ¡A quién le importa si la historia no está escrita para nosotros! Nacimos para hacer historia juntos.
-Victor...
Me recargué en su pecho, comencé a escuchar sus latidos. Tomé aire y le dije...
-Te esperaré el tiempo que sea necesario.
Permanecimos así un rato.
Tenía miedo de soltarlo...
...
Cuando al fin nos separamos, juntamos nuestras frentes.
Sentía que si cerraba mis ojos sería capaz de estar junto a él, sería capas de cumplir mi deseo.
Estaba listo para irme, ahora estaba seguro de lo que quería...
Quería estar con Victor.
...
---