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Promesa de vida, rota en una noche. (YuriOnIce) por Roronoa D Hinata

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Notas del capitulo:

¡Hola! De nuevo yo. 


Con esto queda a la par con Wattpad.


Esta vez el capítulo es un poco corto. Solo espero que se entienda la idea.


Hay diálogos de "voz" en negritas, la idea es que se entienda que la voz de mando es mucho más fuerte. Dependiendo de la intensidad y presencia de los personajes, le coloque más signos de interrogación (¡!) y mayúsculas. Digamos que mientras más presencia, estarán más resaltadas las letras.


Solo quería aclarar este punto. 


Gracias por leer.

...


(Victor)


Yuuri acababa de salir corriendo... Con ese mocoso...


Nada tenía el más mínimo sentido, Yuuri estaba mucho más extraño que nunca...


Esto cada vez me gustaba menos, si esto seguía así... lo mejor sería alejarlo de mi lado. Pero tarde o temprano tenía que suceder ¿No? Quizá esto es una señal...


"¿Qué es lo que quiero?"


Porque siento que todo acabará mal cuando Yuuri se vaya... No quiero que eso pase...


Madre... ¿Qué debo hacer?


...


Esos pasos eran los de Yuuri, estaba regresando al cuarto.


- ¡¿Por qué trajiste un alfa a mi casa sin mi permiso?!


Creo que me pase. Lo dije sin pensar. Estaba esperando el momento de corregir mi error cuando me percaté que Yuuri estaba enojado.


-No estoy en posición de reclamarle nada, pero he tenido una mañana muy pesada y el itinerario está saturado debido a sus citas, preferiría que evitáramos una discusión y se apresure a vestirse.


Me dejo mi toalla en la mano y salió calmadamente con ese tono duro y directo.


Tan propio de él.


Algo en mí no dejaba de calarme la espalda, es como si me sintiera solo y perdido. Estaba completamente desubicado, a punto de lanzar todo por la borda. Desde anoche algo me hizo sentir furioso, desesperado, angustiado y muchas otras emociones más. Jamás me había sentido así.


Me sequé el pelo, me vestí rápidamente y salí de mi habitación, quería escapar a toda costa, pero no sabía a donde quería ir.


Seguí caminando sin rumbo en mi propia casa, mirando el suelo y buscando algo entre mis bolsillos vacíos.


- ¿Qué extraño encontrarte por acá? ¿Acaso te perdiste?


Sin darme cuenta me encontraba frente a Mila y su cuarto, era raro estar en esa parte de la casa. No solía pasear en mi casa. Por lo general me movía entre mi cuarto, el comedor, el baño, la sala de estar y el jardín. Aun con tantas habitaciones solo paseaba de vez en cuando en la biblioteca. Eso desde que mamá murió.


- ¿Y tú perro?


- ¡¿A qué te refieres?!


La cara de Mila lo decía todo.


Estaba haciendo todo sin pensar, me gustaba ser impredecible, pero no de esta manera.


-Perdón, no sé lo que estoy haciendo...


Mila estaba estupefacta ante lo que acababa de hacer, nunca había tenido necesidad de usar mi "voz" frente a alguien como ella. Frente a una alfa como ella.


Su rostro repentinamente se relajó y me dijo con un tono algo sutil y amable.


-Es divertido molestarte, pero creo que por hoy será suficiente. Todos tenemos días difíciles... tu y yo no somos muy cercanos; aun así, si lo necesitas podríamos hablar. No eres el único que se va a casar.


No había pensado en eso, mi padre no había mencionado nada y yo no había preguntado. Mila también se casaría pronto... Con un joven de buena familia. Era más un trato a base de negocios como el mío, pero a diferencia de mí, Mila tenía la opción de negarse.


Aunque yo no creo que lo haga. Tendría su propia empresa y casa. No estoy seguro de si ella quiere una familia, pero tendría la oportunidad de formar una sin tener que preocuparse por la herencia de mi padre o la presión de tenerlo lo antes pronto posible; también dependería de la familia de su pareja.


La presión de mi padre siempre era dura hacia nosotros dos... Aun teniendo más libertades que yo... Ella también debe pensar su decisión.


-Gracias por la oferta, pero ni yo sé que es lo que me pasa.


Ella se acercó un poco más y me miro a los ojos.


-Te vez fatal, justo el día que vendrá Camille y Otabek, ~ ¡Qué oportuno! ~


Ese tono de sarcasmo me molesto un poco.


-De verías arreglarte un poco.


Recordé que si no regresaba, metería a Yuuri en serios problemas con mi padre y esto se volvería más y más complicado. Tenía que apresurarme.


-Tengo que regresar, hablaremos más tarde... Gracias de cualquier manera.


Me dirigí al cuarto nuevamente, pero antes de llegar me pare frente a las escaleras. Me preguntaba si debería ir a desayunar ya o esperar a que Yuuri me avisará cuando estuviera todo listo.


Bajé las escaleras en direciión a la cocina y comedor de la servidumbre, tenía intenciones de preguntar antes. Puede que así le sea mucho más fácil a Yuuri seguir con esto. Quizá si soltaba un poco de Yuuri el pudiese estar conmigo.


Estaba casi en la entrada cuando me topé con algo que cambiaría todo.


...


-Yuuko... necesito hablar contigo...


Era la voz de Yuuri, se escuchaba preocupado. Me recargué en la pared a un lado de la entrada. Quería saber que pasaba con Yuuri, no había pasado mucho tiempo, apenas era un día, pero algo en Yuuri no me cuadraba... Desde que sentí su aroma esta mañana sabía que algo no andaba bien... Leo y Mila se dieron cuenta de ello... Yo únicamente quería oírlo de él... Solo que no sabía cómo preguntarlo.


- ¿Qué ocurre Yuuri? ¿Cómo amaneciste hoy?


Yuuri calló unos instantes.


- Yuuko... sé que es precipitado decirlo, pero... ¿Qué opinas de que me vaya?


Oí a Yuuko dar un paso brusco y grítale.


- ¡Nadie te está corriendo! ¡Tú no has hecho nada malo!


Mi mente gritaba lo mismo que Yuuko, estaba apoyándola desde la otra habitación.


-No es tanto por eso... Las cosas se están complicando aquí y no quiero ser una molestia... Tampoco quiero quedar mal con el señor Nikiforov.


¿De qué está hablando?


- ¿Es por tu celo? No creo que la solución sea irte... quizá solo deberías dejar de servir a Victor, dedicarte a realizar las tareas principales y dejar a Victor a cargo de otra persona.


Las palabras que escuchaba se clavaban poco a poco en mi pecho... Ella tenía razón. Si la única solución para esto, era que Yuuri se alejase un poco de mí, probablemente podría adaptarme. Lo intentaría por el bien de Yuuri.


-Perdón Yuuko, pero quizá eso habría funcionado hasta el día de ayer.


¿De qué habla? ¡Aún no es tarde!, ¿quizá es mi culpa que Yuuri se sienta así?


¡Entraré y le diré!


Con mi decisión tomada estaba a punto de poner pie dentro de la cocina cuando...


-Esta vez no se trata de mi celo, sino de una persona.


¿Una persona?...


-Yuuri... ¿puede ser q-que?... ¿tu collar?...


No escuché respuesta... solo pedía porque él no hubiese asentido...


- ¿Entonces tú?... ¿Ayer?


Sentí un nudo en mi garganta... Yo... solo pedía que estuviera mal interpretando todo... Mordía mi labio con una gran desesperación... Por favor dime que no es así.


-No precisamente... pero fui muy descuidado y confiado... Estoy bien, pero todo esto me trajo problemas. Aún no hay nada seguro, tengo que hablar y pensar bien las cosas... pero puede que exista una solución... solo que implica dejar la casa Nikiforov.


El silencio inundo todo, me sentía mareado y agobiado, tenía ganas de dar un salto dentro de la habitación y decirle que no lo hiciera... Pero... Mi cuerpo no reaccionaba, sin darme cuenta ya estaba hincado sobre aquella alfombra que solo parecía provocarme nauseas... No sabía que hacer... ¿Yuuri de verdad se iría?


¿Cómo sería todo sin él...?


-Anímate Yuuko, no será un adiós, solo viviré en otro lado. Los visitaré de vez en cuando... Cualquiera puede hacer mi trabajo. No es como si yo fuese irremplazable.


Para mí lo eres Yuuri...


(Yuuri)


Aún no había decidido nada... Quizá el estar con Yurio era la solución a mis problemas. Pero él también era un alfa de una familia reconocida, o eso dice él...


Podría ser yo la causa de problemas entre ambas familias y es lo que menos quería.


No conocía a su familia, no sabía cómo reaccionarían a mi caso. De cualquier forma, lo mejor sería dejar y a Victor no quiero afectar a los Nikiforov con todo lo que les debo.


Respire, Yuuko solo se cruzaba de brazos, ocultaba su mirada en el piso... me estaba evitando.


-Te lo conté porque eres una amiga de confianza, eres importante para mi, alguien con quien crecí y eres mi familia.


Me acerqué a abrazarla. Procuraba ser cuidadoso con todo... no estaba seguro de si estaba funcionando o no.


-Yuuko, sabes que no pertenecía a este lugar de inicio; nos seguiremos viendo y estaremos en contacto.


Se abalanzó a abrazarme y le correspondí con mayor fuerza.


-Las niñas te extrañaran.


Sabía que no se refería a sus hijas en ese momento, era la forma en que ella decía lo mucho que nos quería, siempre lo hacía no importaba de quien se tratará.


También lo hacía por ellos, les evitaría molestias y podrían seguir sus vidas tranquilas. Sin tener que cuidarme y ser una carga extra.


Hace unos minutos hable con Leo, él me dijo que sería problemático vivir separado de Yurio... Sería un riesgo para ambos, pero de igual forma vivía en peligro cerca de Victor. En algún momento me tendría que separar de él.


Otra alternativa sería hablar con Yurio y pedirle romper el vínculo... Pero para eso tendría que marcar a otro omega... No creo que sea algo fácil de conseguir. El problema es.... Que no sé nada de Yurio.


¿De verdad será mi pareja destinada?


Ahora era un problema y una solución... solo me quedaba pensarlo bien y decidir.


Leo me comentó que mis celos serían sumamente fuertes. Se intensificarían, se volvería complicado y difícil mi cercanía a Victor... Yurio por instinto no estaría de acuerdo que me acercará a él.


Y todo se complicaría aún más si en algún momento yo quedase...


Digamos que tener un hijo en esos momentos sería lo más problemático.


"Problemas y complicaciones" Solo eso cruzaba mi mente.


Lo correcto sería estar con Yurio y decidir todo ello entre nosotros dos. Lo correcto sería alejarme de la familia Nikiforov, quienes no tienen que ver en el asunto. Lo correcto sería ser precavido y buscar cómo solucionar esto sin que provoque algún conflicto... A cualquiera de las dos familias. Lo correcto sería irme...


Cuando Yuuko se calmó un poco fui a ver qué tal iba el desayuno de mi maestro, Victor. Estaba listo; así que, tragué saliva y subí. Abrí la puerta de su habitación. Estaba nuevamente mirando por la ventana.


Suspiré, tomé el cepillo que estaba en el mismo lugar desde ayer. Me acerqué a él. Me preguntaba qué pensarían las alfas de clase alta si viesen al ídolo "Victor Nikiforov" así de desarreglado y despeinado. Probablemente no se había dado cuenta de su pelo o estaría buscándome como loco.


-Deberías ser más cuidadoso.


Me miro bruscamente, parecía más que agresivo, enfurecido y molesto. Jamás creí ver al amable hombre del que siempre cuidé de esta manera.


¡¡¡TODO ES POR ESE GATO!!! ¡¿¿NO ES ASÍ??!


Una gota de sudor frío recorrió mi espalda, me sentí diminuto y vulnerable. Algo en mi aceleró el pulso y comenzó a ponerme nervioso.


-... ¿Q-qué... y-y-yo


No podía formular una sola frase. Entonces ese olor nuevamente llego... Esta vez no me parecía dulce... me parecía una advertencia... no sabía si responder o quedarme callado. Ese olor era muy territorial. Victor estaba más que furioso, tenía un instinto asesino que nunca espere ver. Mi cuerpo solo cedía cada vez más él. Hasta que; sin darme cuenta, estaba tocando el suelo frente a sus pies y evitando su mirada.


Solo en una ocasión recuerdo estar en esta posición.


La primera vez que conocí al señor Nikiforov, el padre de Victor. Esa vez que la señora Dasha decidí presentarme a él y plantearle la idea de vivir en la casa. No lucía contento con ello...


Pero está vez, aún con la diferencia de edad, de carácter y la situación. Me sentía mucho peor.


¡¡¡ESE MOCOSO ME LAS PAGARÁ!!!


En eso escuché a alguien hablar.


¡Victor detente!


No tenía idea de en qué hora, minuto o segundo había aparecido la señorita Mila, junto con Pichit y Yuuko, que esperaban en la entrada. Pero la presencia de Mila era insuficiente.


¡¡ALÉJATE DE YUURI!!


¡Yurio acababa de llegar! ¡Estaba más que agradecido!


¡¡¡Yuuri ven aquí!!!


El me llamo. Lo miré y aún en el piso me arrastre hacía el. Me coloqué detrás de Yurio, entre sus piernas. Me sentía seguro en ese lugar... De alguna forma el miedo y la pesadez habían escapado.


-¡¡¡¡Te atreves a hablarme así en mi propia casa!!!!


Ese no era el Victor que conocía, estaba seguro de que su alfa se había adueñado de su persona.


-¡¡A mí no me interesa si es tu casa o no!!


En ese momento Yuuko y Pichit se inclinaron a ver si estaba bien los mire de reojo, estaba evitando las miradas de todos mientras tiraba del pantalón de Yurio, pantalón que en algún momento fue mío. Sabía que él me protegería. Sabía que ellos dos estaría más que preocupados.


Yurio interrumpió...


¡¡A ustedes ni se les ocurra tocarlo!!


Yo solo veía las reacciones de los tres. La señorita Mila, Pichit y Yuuko. Estaban helados, tiesos y asustados, pero...


Empezaba a sentir un ardor en mis mejillas que se extendía por todo mi cuerpo.


¿¿¿QUÉ OCURRE AQUÍ???


Estaba aterrado y agradecido. Directo y firme del señor Nikiforov fue capaz de imponerse sin la necesidad de gritar. Yurio de golpe se paró entre el señor Nikiforov y yo. Con Lo astuto que es, estaba seguro que sabía lo que estaba ocurriendo. Yuuko y Pichit retrocedieron, la señorita Mila estaba asustada, pero lucía mucho más tranquila que antes.


Estaba preocupado de Yurio... no quería que se metiera en una riña con alguien en la posición del señor Nikiforov. Opté por distraerlo y calmarlo.


-Yuri.


Traté de tomar la mano de Yurio en señal de que yo estaba bien, pero la quitó antes de que pudiera tocarla.


-Katsuki, sal de aquí.


Antes de reaccionar mi cuerpo ya estaba bajando las escaleras a toda prisa. Cada vez que tocaba un escalón solo podía pensar en los problemas en los que me había metido. Ya no tendría la oportunidad de si quiera pensarlo.


Solo me quedaba preparar mis cosas.


Llegué a la cocina muy acelerado, Hiroko-san se acercó a mí y me tomó de los hombros, me llevó a mi habitación en cosa de segundos. Me costaba asimilar todo esto.


Estuve unos minutos en mi habitación sentado sobre la cama acompañado de la dulce mujer, quien se dedicaba a acariciar mi espalda esperando tranquilizarme. Me sentía agotado e intranquilo. Nishigori entró un momento más tarde con un té, se veía agotado y agitado.


-Leo estará aquí en un momento.


Tomé la taza. Entonces me atreví a preguntarle.


- ¿C-cómo están las cosas allá?


Negó con la cabeza.


-No lo sé, solo llamé a Leo y vi que Yuuko estuviera bien. Ella estaba en la cocina; no me quiso decir nada. Me pidió dejarla un rato a solas y que viera como estabas.


Él se inclinó frente a mí y con una voz paternal me dijo:


-Lo que paso no es culpa de nadie, mucho menos tuya. Lo que pase después está en manos del señor Nikiforov, pero puedes contar con nosotros.


Se puso de pie y me sonrió mientras levantaba su pulgar.


-Veré como están todos y si consigo información de la haré saber.


Nuestra relación era complicada, pero Nishigori era una buena persona en quien podía confiar.


-Gracias.


Cerró la puerta y se retiró. De repente recordé.


-¡Tengo que irme! ¡Victor tiene muchas citas el día de hoy y no puedo estar aquí!


Hiroko-san solo empezó a reírse.


-Yuuri deberías tranquilizarte; siempre le das prioridad a los demás, esta vez la prioridad eres tú.


Ella era como una madre para mí, cuidó de Pichit y de mi cuando la señora Dasha no estaba presente. Era alguien atenta y divertida. No quería seguir siendo una molestia, estaba retrasando su trabajo en la cocina.


-No te preocupes por mi trabajo.


A veces me asustaba que hiciera eso. Pero no le podía ocultar nada a Hiroko.


-Estoy confundido, estoy perdido, no había pensado en nada más que servirle... pero ahora esa no será una opción para mí.


-Ese chico Yuri ha traído un montón de sorpresas. ¿No lo crees?


Rio juguetonamente.


-Pero no creo que sean del todo malas.


La mire extrañado.


-Creo que deberías darte la oportunidad de buscar algo más, quizá esta es una señal de que estas hecho para algo más.


-No estoy seguro ¿Qué podría obtener yo de eso?


Me sonrió cálidamente.


-No lo sé... una familia por ejemplo.


Una familia... jamás pensé en eso, yo solo quería pagar por todo lo que los Nikiforov me dieron.


-Yo... no puedo.


Suspiró y miró al techo.


- ¿Crees que la señorita Nikiforov querría que estuvieras encadenado a su familia?


Me miro nuevamente.


-No lo creo Yuuri. Deberías buscar tu camino, relajarte de vez en cuando. Tal vez no sea con ese chico alfa o tal vez sí; pero deberías tratar de buscar algo como el amor, incluso la tristeza. Ambas son parte de crecer. Pero al final la decisión es tuya.


Quizá tenía razón, tenía que soltar a la familia, tenía que soltar a Victor...


-El joven Victor está a punto de casarse, quizá sea lo mejor para ambos que las cosas sean así. Tú y Pichit deberían tratar de salir adelante. Aun son jóvenes, tienen metas y más por cumplir. El mundo es muy grande y a la vez muy pequeño.


Victor se casará...


-También puede que este equivocada y Victor necesite de ti, en este mundo nunca se sabe. Pero está es señal de que su relación, no es muy sana.


Dejar a Victor...


No sé si podré hacerlo... Es caprichoso, algo torpe e infantil, espera que lo mimen todo el tiempo y tiene ideas muy diferentes...


Es una persona inteligente, dulce, atenta y sobre todo apasionada. Me pregunto si el no podrá estar sin mi o seré yo el que no pueda estar sin él.


No estoy seguro de poder déjalo.


Primero necesito hablarlo con Yurio.


Estaba considerando tomar la propuesta de Yuri...


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Notas finales:

Me quedaré sin computadora por un rato, pero adelantaré lo más que pueda. Espero subir más capítulos la próxima semana.


Bueno creo que eso es todo por ahora, no sé si este bien seguir,  igual lo haré.


No soy la mejor y hay varios fic's con esta temática, pero estaría agradecida si siguen leyendo.


Esto es todo por hoy. 


Nos leemos.


 

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