Eran aproximadamente las 3:00 am y yo aun no podía conciliar el sueño pero no era de extrañar eso en mi ya que la primera noche en el lugar desconocido siempre me mantenía alerta, pero esta ocasión era un poco diferente, durante todo el tiempo que permanecía recostado en la cama observando el techo de la habitación la cual solo era iluminada por la tenue luz que ofrecía la luna, durante todo ese lapso mi mente no se mantenía tranquila, pensamientos, dudas, miedos, intrigas, culpa, pero sobre todo lo que nunca me dejaba dormir por las noches eran las pesadillas que tenia a menudo, harto de todo eso decidí mejor mantener mi mente y mi cuerpo ocupados con entrenamiento, Salí de la cama y ya que mis pertenencias las habían empacado nuevamente busque en la habitación una de mis maletas para poder utilizar unos pantalones apropiados para el entrenamiento, puesto que nos únicos disponibles eran los del uniforme de la academia y esos… no me serian de utilidad para lo que tenía planeado, una vez localizada dicha maleta y la prenda de vestir deseada, me dispuse a ponerme los pantalones y salir de ese lugar, una vez fuera camine con sigilo por los pasillos de la mansión, no quería despertar a nadie por culpa de mi insomnio, trataba de encontrar aquella puerta de servicio que conducía a los jardines traseros de la mansión, pero nada…, vague un tiempo más por aquellos infinitos pasillos, durante mi búsqueda veía algunos de los retratos de la familia Hyrule donde aparecían los antiguos cabecillas de la familia así como sus respectivas parejas de estos, en algunos aparecía el Amo Rhoam y en otros la señorita, en ocasiones me topaba con cuadros en donde se encontraba en Amo Rhoam junto con la señorita Zelda, pero las expresiones que mostraban en esos retratos eran tan serios en cada cuadro o fotografía en los que salieran, siempre estaba ese semblante tan frio y distante presente en su rostro, en especial cuando padre e hija posaban juntos, no hacia faltar ser un gran observador para darse cuenta que ellos dos no eran unidos, a pesar que se encontraba ¨juntos¨ había una distancia que los separaba, durante todo el recorrido me di cuenta nuevamente que ni una sola vez aparecía el retrato de la madre de la señorita eso era muy extraño, era la única que faltaba pero… ¿Por qué?, según tenía entendido la esposa del Amo Rhoam había fallecido cuando la señorita tenía 8 años de edad, así que supuse que aun estaba pasando por el duelo de perder a su esposa y el ver su retrato solo le daría más dolor… pero eso es algo que francamente no era de mi incumbencia al menos que al Amo me ordenara hacer algo al respecto lo haría, no debo de meterme en sus asuntos personales, en lo que me encontraba divagando entre mis pensamientos logre por fin encontrar tan ansiada puerta que tanto estaba buscando, antes de salir tome prestado de las gavetas de la cocina un termo para llevar agua que necesitaría. Comencé con mi rutina usual de entrenamiento, como líder de la familia protectora es una de mis obligaciones es siempre estar preparado por algún tipo de emergencia, las horas transcurrieron de manera tranquila casi era hora de que saliera el sol, así que decidí descansar un poco, me senté sobre la hierba verde del jardín, tome el termo el cual contenía agua fría que me ayudaría para refrescarme por el entrenamiento, mientras bebía del agua el sol comenzaba asomarse a la lejanía, ver el amanecer era una de las pocas cosas que podría decir que ¨me gusta¨, me tome unos minutos para admirar un poco más el amanecer, después me dispuse a retornar a mi habitación para tomar un baño y prepararme para nuestra salida del día de hoy hacia la academia, no debía darle una mala impresión al Amo Rhoam si no estoy listo como el ordeno, pero al momento en que pase nuevamente por la puerta de servicio que dirigía hacia la cocina de aquella mansión un grito se hizo presente por todo el lugar.
-HAAAA!! JO-JOVEN AMO - Exclamo toda avergonzada y con cara roja una chica del servicio mientras cubría con sus manos su rostro y desviaba su mirada de mí
-Buen día, discúlpame, no era mi intención el asustarte solo regresaba de realizar mi entrenamiento diario, por favor no te asustes - Dije con voz tranquila tratando de hacer que se relajara un poco
-No-no es por esa razón que grite Joven Amo – dijo que joven chica que aun mantenía sus manos en su rostros y continuaba evitándome con voz nerviosa
-¿Entonces cual fue el motivo? –Le pregunte un tanto curioso
-Es solo que está dejando mucha piel al descubierto, Joven Amo – Dijo aquella chica casi al borde del un desmallo
-Haa… ya veo, me disculpo, ¿nunca antes habías visto a un chico sin camiseta?, es que estoy acostumbrado a no usar casi ropa durante mis entrenamientos, la ropa solo es un estorbo, ¿crees que puedas ayudarme con eso? –Dije tratando de explicarle a la chica que necesitaba una camiseta o algo para cubrirme pero… no resulto como esperaba, ella al contrario de estar un poco más tranquila se quedo toda petrificada, creo que no se me da muy bien el poder expresarme apropiadamente con las personas, en visto que la chica aun no reaccionaba la rodee y salí del lugar
Durante mi camino de regreso a mi alcoba cada vez que me encontraba con una de las chicas del servicio todas terminaban de la misma manera como la primera, en verdad no entiendo a las chicas, cuando al fin llegue a mi destino entre al cuarto de baño, abrí la regadera dejando salir el agua caliente, me desnude y me dispuse a tomar mi baño, una vez que termine de ducharme, seque mi cabello con la toalla y me vestí con el uniforme de la academia, cuando estaba casi terminado de prepararme alguien llama a mi puerta
-Joven Amo, el desayuno estará listo en 10 minutos por favor cuando esté listo vaya al comedor ahí lo estará esperando el Amo Rhoam junto con la señorita –Dijo una voz ansiada algo rasposa, se trataba del Toffa el mayordomo
-Gracias Toffa, enseguida iré –Respondí con voz un tanto indiferente, abrí la puerta y ahí aun se encontraba Toffa
-Buen día Joven Amo, le queda de maravilla ese uniforme como si hubiera sido mandado hacer para usted
-Le agradezco el cumplido, pero es solo un uniforme
- ¿tuvo un buen descanso? –Pregunto cortésmente
-No realmente, no pude dormir en toda la noche
-¿Sucedió algo con lo que no haya estado satisfecho?
-Nada de eso, solamente no tenia sueño, eso es todo
-Muy bien entonces sígame por favor
No dije nada y me limite a seguir al hombre de edad avanzada, me pregunto cómo puede seguir trabajando en lo personal creo que sería bueno que ya se retirara, no es bueno que una persona de su edad siga laborando, debería descansar y disfrutar de su retiro pero no soy nadie para decirle a lo demás como deben de vivir sus vidas si aun no lo ha hecho supongo que tendrá sus razones, no es algo que sea de mi incumbencia. Una vez que llagamos al comedor principal de la familia puede ver que el Amo Rhoam y la señorita se encontraban disfrutando de sus alimentos.
-Amo Rhoam, el Joven Amo Link esta aquí como solicito
-Gracias Toffa, eso sería todo puedes retirarte
-Con su permiso –realiza una pequeña reverencia y se marcha del lugar
Me acerque un poco a la mesa para saludar apropiadamente al Amo, -Buen día Amo Rhoam, señorita –El Amo voltea a verme y me brinda una pequeña sonrisa de cortesía, la señorita solo limita a darme una de sus frías miradas tan típicas de ella.
-Buen día Link, ¿dormiste bien? –Dice a la vez que hace un gesto con su mano ordenándome que tome asiento-
-Con su permiso – tomo asiento a su lado, pero no paso mucho tiempo para que se haga presente una de las replicas de la señorita-
-¿Quién demonios haces sentándote a lado de mi padre? No te tomes atribuciones que no te corresponden niñera – contesto de manera agresiva la señorita hacia mi persona, pero como se trata de la señorita realmente no es algo que siquiera me moleste a pesar que solo tengo un día de estar con ella ya no me parece raro el tipo de desplantes que tiene-
-Me disculpo Señorita Zelda, no ha sido mi intención el hacer algo de tan poca educación, ya que solo obedecía la indicación dado por su padre, que era el que tomara asiento junto a el – respondí con voz calma mirando fijamente a los ojos a la señorita.
-Que te haya indicado que te sentaras no quiere decir que específicamente lo hicieras a su lado, quizás tú seas la cabecilla de tu familia, pero aquí no eres más que otro sirviente en esta casa, así que aprende el lugar que te corresponde.
-Zelda ya basta, la que no ha aprendido a tomar el lugar que le corresponde eres tú, que no seas capaz de hacerlo no es culpa de Link, además, ¿tu qué vas a saber lo que le este ordenando en especifico? ¿Acaso lees mentes Zelda? Lo dudo mucho porque para empezar primero tendrías que ser capaz de usar la cabeza para leer la de los demás, así que siente correctamente, cállate y desayuna, no pienso tolerar más este tipo de caprichos y te lo advierto de una vez, si llego a recibir una sola llamada de la academia quejándose de tu comportamiento… bueno, no tengo el por qué explicarte lo que pasara, ¿cierto?
Si, era cierto, el Amo Rhoam me dio la indicación de tomar asiento pero nunca dijo que me sentara a su lado, en realidad solo hice eso para provocar a la señorita, en cierta forma disfruto el verla enojarse aun que su enojo sea dirigido hacia a mí, no digo que realmente disfrute el molestarla solo que si hago este tipo de cosas podre tener una idea un poco más clara del cómo es posible que la señorita reaccione ante ciertas situaciones, porque siendo honesto no puedo estar con ella las 24hrs del día y dudo que mucho que ella sea cooperativa con mi trabajo de mantenerla vigilada, lo que ella quiere es que este lo más lejos posible, sin embargo… la actitud del Amo hacia la señorita no me deja de intrigar me da la sensación que en verdad no quisiera que ella sea la cabeza de la familia Hyrule… pero eso no es algo en lo que me tenga que inmiscuir.
El desayuno continuo de forma silenciosa, nadie cruzo palabra alguna, durante este la señorita no dejaba de verme con ojos llenos de odio, aun que no puedo culparla por mi causa el Amo le ha llamado la atención, Amo tampoco dijo nada durante todo ese tiempo, una vez que terminamos de desayunar nos dirigimos a la estancia principal donde el Amo nos notifico de los preparativos de nuestra partida hacia la academia.
-Zelda y Link, ya he realizado todo lo necesario para su traslado, su equipaje y todo lo que necesitaran para su estancia están listos, lo único que harán será subir a la limosina, ir al aeropuerto, registrase en la academia y en seguida tomaran sus clases junto con los demás alumnos, haya les darán más indicaciones, Zelda… por lo que más quieras trata de no meterte en problemas en tu primer día, no avergüences mas el nombre de nuestra familia
-Eso es lo único que te importa –susurro Zelda de casi forma inaudible para sí misma, aun que pude oírla decidí ignorarlo-
Una vez dicho todo eso hicimos lo que el Amo nos ordeno, tomar la limosina, ir al aeropuerto, tomar el vuelo y digirnos a la academia, me resulto un poco extraño que la señorita no dijera palabra alguna después de partir de la mansión, no hablo durante todo el trayecto y también ignoro mi presencia durante todo ese tiempo, no fue hasta que nos encontrábamos dentro en la limosina que paso a recogernos en el aeropuerto que me volvió a dirigir la palabra.
-Escucha niñera, comprendo que mi padre te ordeno que me vigilaras pero quiero ser clara contigo, no te quiero cerca de mí y como mi padre no está aquí, a quien tendrás que obedecer será a mí, ¿está claro?
-Claro que si señorita, cumpliré mi deber de protegerla y lo hare de la forma más discreta que me sea posible pero si me lo permite yo también seré claro con usted, el que el Amo Rhoam no esté aquí físicamente no quiere decir que desobedezca de alguna forma las ordenes que me ha encomendado, si acatare toda orden que usted me dé pero siempre y cuando esta no comprometa mi deber principal
-Con eso me bastara, por ahora al llegar a la academia limítate al dirigirme la palabra durante las clases y los descansos, solo hablaras y estarás conmigo si así te lo ordeno no quiero que por el estar siempre atrás de mi se vaya a mal interpretar, no importa lo prestigiosa que sea esa dichosa academia no deja de funcionar como una escuela común y corriente y como en toda escuela los chismes abundan por montones, ¿entiendes?
-Si, mantendré mi distancia si así lo desea, pero… ¿Cómo sabré si usted requiere de mi si quiere que me mantenga al margen?
-Toma –dice extendiendo su mano y me entrega un teléfono celular- cuando te llame vendrás
-Como diga –tomo de su mano el aparato y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón-
No paso mucho tiempo para que llegáramos a la entrada principal, nos detuvimos, baje del vehículo y ayude a la señorita para que bajara igualmente, en la entrada del recinto nos estaba esperando una mujer de edad madura muy atractiva y de aspecto jovial.
-Buenas tardes jóvenes, bienvenidos sean a la academia Sheikah, mi es Diana soy la encargada de brindarles toda la información que necesiten, también soy una de los en “guardianes” del lugar así que si necesitan algo no duden en hacerlo saber, en seguida los llevare al lobee para su registro y posteriormente les mostrare las instalaciones, así que por favor sean tan amables se seguirme.
Seguimos a la mujer como nos indico, su manera de hablar era un poco peculiar debe ser por su acento aun que debo de decir que eso hace que luzca más atractiva, a mi parecer, la señorita Zelda se mostraba de forma indiferente ante la situación, daba la impresión que le todo esto le parecía de lo más aburrido y monótono, una vez llenado los documentos corresponsables proseguimos con dicho recorrido mencionado anteriormente.
-La academia Sheikah fue fundada por los 10 hermanos Sheikah, Asip, Bosh Kala, Gaddai, Gee Ha’rah, Gorae Torr, Kalm Yu’ogh, Kam Yatakh, Soukeh, Maonu y Rota Ooh, como tal vez ya lo abran notado por la estructura arquitectónica este lugar no siempre se trato de una institución como lo es hoyen día, en este sitio ocurrieron maravillosos acontecimientos como lo es “el fin de la calamidad”, pero también trágicos como “la partida de la diosa Hylia” ,haha pero eso es algo que aprenderán en sus clases de historia, continuemos aun hay mucho que ver.
El recorrido parecía interminable, después de algunos minutos ignoraba lo que aquella mujer decía pero aparentaba que ponía atención para no disgustarla, si algo he aprendido bien es que las mujeres odian que no les prestes atención y no tenía el ánimo para lidiar con ese tipo de cosas, mi atención era atraída por el resto del lugar, me parecía algo muy hermoso tantos espacios abiertos, jardines, casi no parecía una escuela, durante el trayecto varios ojos curiosos se posaban en nosotros y pronto los murmullos comenzaron a hacerse presentes alrededor, comentarios como: “ ¿Quiénes son?, que chico tan apuesto, wow mira ese chica es tan hermosa, ¿estudiantes nuevos en esta temporada? Es muy poco común, ¿serán extranjeros?”, etc. No podía evitar sentirme incomodo ante tanta atención por parte de otras personas, no es que no esté acostumbrado a que una multitud me este observando, es decir, siempre estoy rodeado de personas cuando me encuentro en mi hogar pero… son parte de mi clan, los conozco a todos… aquí se siente extraño, la señorita se comporto a la altura en todo momento, caminaba con un gran porte y elegancia, como si hubiera hecho este recorrido miles de veces, no le prestaba atención alguna a lo que murmuraban, ella solo seguía adelante con un temple frio al igual que su mirada. Finalmente terminamos con nuestro paseo por las instalaciones de la academia, la señorita Diana se dio la vuelta y se dirigió a nosotros.
-bueno jóvenes aquí termina nuestro recorrido y es aquí donde se encuentran los dormitorios de los estudiantes, a su desecha está el área de las señoritas, a la izquierda el de los jóvenes y en medio de ambos lugares se encuentra los dormitorios de los profesores, esto se toma como medida de precaución y por si algún estudiante necesitara la guía de algún docente, aquí no solo se encuentran los maestros que verán en su día diario, también se alojan aquí la directora, nosotros “los guardianes”, entre otro tipo de personal dedicado a la docencia impartida en esta institución, pero no se preocupen de eso por el momento con el pasar de los días irán conociendo a los docentes, al resto del personal y sus funciones.
Luego de toda esa explicación, la señorita y yo teníamos que separarnos para ir a nuestros respectivos dormitorios, la señorita Diana acompaño a Zelda a su dormitorio y yo fui por mi cuenta, nuevamente los murmullos se hicieron presentes a mí alrededor, es tan molesto…