En el mes de febrero el invierno comenzaba a dar paso a un clima más cálido y agradable, en la escuela las cosas iban por buen camino, aprendí a tocar nuevos instrumentos y empecé a interesarme por el hip hop, por lo que el rap se convertía en mi especialidad. Baek había pedido un justificante de faltas para concentrarse en su entrenamiento en la nueva empresa.
Un día fui por el a la empresa para acompañarlo devuelta a casa y note que su rostro se veía pálido y cansado
-Hola grandulón ¿Qué haces por aquí? ¿Ya me extrañabas?
-Solo un poco – le dije mientras ambos reíamos –Te ves muy cansado ¿está todo bien?
-Sí, solo que hoy hubo prácticas de baile
No estaba del todo convencido con su respuesta, pero ahora no quería insistirle. Pasamos un momento al parque de siempre de ahí nos iríamos caminando a casa, no era tan lejos así que pensé que estaba bien, pero al llegar a casa su respiración era agitada, por lo que los últimos metros lo ayude tomándolo del brazo
-Tenemos que ir al médico Baek
-No es tan malo… –Lo mire con escepticismo, no desistiría esta vez – de acuerdo, pero será mañana hoy solo quiero dormir.
Lo deje en su cama, lo cubrí bien con sus cobijas, no sabía si en ese momento era prudente hablar con Kris, pues él y mi padre se fueron unos días antes a China para hacer un reencuentro con su antigua banda, tenía por seguro que si le informaba, ellos regresarían de inmediato y Baekhyun me odiaría pues lo habían planeado desde el año anterior, así que solo tome el teléfono y marque al hospital para hacer una cita.
Al día siguiente lo acompañe a ver a su doctor, por sus antecedentes médicos, le mandaron a hacer varios estudios y guardar reposo mientras tanto, eso ultimo no fue del agrado de Baek debido a que se seguía preparando arduamente en su empresa y además, como yo, no podía quedarse en un mismo lugar por mucho tiempo, por algo nos llamaban beagles.
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Después de la visita al doctor pedí unos días para faltar en la empresa y Chanyeol también pidió permiso en la escuela, no quería que se ausentara en la universidad pero aunque lo quisiera correr a patadas el muy terco no se iría. Un día antes de mis estudios de laboratorio nuestros padres llegaron y Yeol se encargó de informarle a mi padre sobre la situación, no es que yo no quisiera decirle pero ahora se encontraba muy feliz por volver a su pasión que no quería arruinárselo, no nuevamente. El día de las pruebas mi padre y Chan me acompañaron, me hicieron un hemograma, entre otros estudios físicos y preguntas sobre mis síntomas, era como volver a revivir el pasado uno que esperaba enterrar por siempre, ahora comenzaba a temer por una recaída, no lo quería ya no sé si sería capaz de resistir todo el proceso nuevamente.
Todos trataban de animarme, “trata de pensar positivo”, “las cosas van a estar bien” recibí visitas de Kai, Do e incluso la mama de Chanyeol quien me trajo un montón de comida sana, cosa rara porque a veces parecía que no le agradaba del todo, siempre me pedía que cuidara de su bebe.
Paso exactamente una semana desde que había tomado los estudios, me hablaron del hospital, el doctor Jongdae quería verme, y aunque era un doctor agradable, sabía lo que significaba y sinceramente era a quien menos quería ver. Ese día Yeol se había ido a la escuela yo no le comente nada aún, si lo hacía era probable que se ausentara para acompañarme y ya no quería que lo hiciera; mi padre me acompaño, se notaba nervioso antes de entrar con el doctor parecía que estaba rezando en sus adentros, yo intente lo mismo pero eso de rezar jamás me había ido tan bien. Mi turno llego y entramos, el doctor nos recibió con esa risa gatuna tan peculiar que siempre tenía, pero en un momento mientras nos explicaba los resultados, esa risa cambio a una cara de preocupación y entonces pronuncio las únicas palabras que recuerdo de todo lo que dijo –Baekhyun, sé que es difícil pero has entrado en una recaída, la leucemia ha vuelto – Siguiente a esas palabras fue como si mi ser no reaccionara, no podía escuchar las cosas que decían.
Al salir de ahí nos dirigimos a una de las bancas de las afueras del hospital, papá no tenía idea de que hacer pero sus ojos me decían que intentaba retener las lágrimas, hace mucho tiempo fui el culpable de mucho de su sufrimiento, trunque sus sueños y lo arrastre conmigo a mi dolor; no podía creer que nuevamente le haría pasar esto – Baek hijo, vamos a luchar, eres muy fuerte lo lograras – tomo con una de sus manos mi nuca y luego me abrazo, en ese instante nuestras lagrimas cayeron al unísono y quise abrazarlo tan fuerte como nunca lo hice y quería preguntarle ¿Por qué? ¿Por qué otra vez tenía que suceder eso? ¿Por qué yo?
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Regrese de la escuela y fui a la casa de Baek, me recibió su padre quien parecía tener una mirada triste y perdida, le pregunte sobre lo que sucedía, me llevo al patio y me conto que habían recibido una llamaba del hospital y el consecuente resultado de su estudios, fue un gran impacto, de pronto sentí escalofríos por el cuerpo, un grito ahogado y ahora Kris me tenía entre sus brazos, llore por un momento y entonces sabía que Baekhyun necesitaba de nosotros, teníamos que ser fuertes así que limpie con mi manga los restos de lágrimas que quedaban, Kris me pidió que fuera un rato con su hijo mientras él iba con mi padre.
Me dirigí a su cuarto y toque la puerta cosa que casi nunca hacía, nadie abrió, volví a intentarlo, estaba a punto de girar la perilla para entrar cuando me encontré de frente con él, tenía una expresión que no comprendía en ese momento
-Hola Baek ¿Puedo pasar? – Trate de darle una gran sonrisa
-Ya lo sabes ¿No es así? – Mi risa de borro en un segundo, él se movió y me dejo entrar, se sentó en un lado de su cama dándome la espalda y creo que ahora comprendía su expresión, enojo, nunca pensé verlo así, antes habíamos tenido pequeñas peleas pero estas solo duraban segundos y en santiamén volvíamos a reír como dos tontos
Guardamos silencio por un momento no podía responder a su pregunta, entonces solo me acerque y lo abrace por la espalda, rápidamente él se levantó y se alejó de mi – Ahora no Chanyeol
-Yo… lo lamento, debí…
-¿Qué lamentas? Que estoy enfermo de nuevo, no tienes por qué lamentarlo
-Baekhyun entiendo tu enojo, pero…
-¡No! – Lo soltó en un grito desesperado - ¿Cómo podrías entenderlo?
Intente acercarme otra vez y solo logre que retrocediera algunos pasos, entonces me detuve y lo mire a los ojos -No sé qué intentas, pero ten por seguro que no lograras separarme de ti…
-¡Tú me dijiste que no volvería a pasar! “Todo saldrá bien, ya has luchado mucho así que todo tiene que salir bien Baek, ya verás que sí” ¡¿No fue eso lo que me dijiste?! Mejor vete, ahora no te quiero ver
Mi corazón parecía hacerse pequeño con cada palabra, tenía razón, no podía retener por más tiempo mi llanto, por lo que era mejor salir de ahí – Me iré, pero ten por seguro que regresare, no te desharás tan fácil de mí
Comencé a dar pasos hacia la salida, cuando sentí un agarre en mi muñeca, voltee a verlo, se tumbó de rodillas aferrándose a mi mano y comenzó a llorar, me agache lentamente hasta quedar frente a él y lo abrace dejando que nuestras lagrimas cayeran, estuvimos un buen rato ahí hasta que ambos terminamos de sollozar, el silencio permaneció por unos largos minutos, nos levantamos y me miro a la cara
-Yo… en verdad lo siento, es solo que no quiero que tu estés conmigo en…
-Lo se… pero yo quiero estar aquí, siempre me tendrás a tu lado y eso es una promesa ¿Lo recuerdas? Sé que no todos los días serán felices, pero al final de todo siempre vamos a estar juntos el uno para el otro.