Día 28: Ellas
El tiempo pasa muy rápido. ¿Saben cómo me doy cuenta? Porque la panza de Leticia está enorme, ya no parece que haya comido demás, a menos que haya tragado una sandia completa.
-¿Te has sentido bien? - le pregunté el otro día después de llegar del trabajo.
-Ser pobre apesta... Me han atendido horrible en el centro de salud. Andar en microbus es asqueroso, todos están sudados y huelen mal, no me dan el asiento y me tengo que ir parada mientras me aplastan la barriga... Como dueña de casa, estoy todo el día en casa, viendo la televisión... ¿Puedes creer que sigo una telenovela? Jamás en mi vida había visto una, y ahora no puedo almorzar sin ver a mi María Penurias... ¿Puedes creer que perdió al bebé que tiene con Guillermo Sebastián? Pero fue por culpa de su hermana gemela malvada, María Cachitos... Que todos creen que es retrasada, pero que en realidad es una perra de lo peor... Yo cuando veo la cara de alguien, puedo ver de inmediato si es una santa o una suelta... - hablaba desesperada la mujer, como si no hubiera conversado con nadie en años.
-Pero si es su gemela, tiene la misma cara... Las dos serían perras entonces... - acoté.
Solo recibí una mirada de degradado, a lo que me quedé callado. En realidad estaba obsesionada con la historia.
Tras nuestra plática, llegó Gabriela.
-No van a creer lo que me sucedió... - fue lo primero que dijo antes de abrir el refrigerador para tragarse un pastel.
-¿Pueden creer que un imbécil me pidió ser su novia? - preguntó antes de comenzar a reír como foca, y botar restos del pastel que comía.
-El mundo está muy loco, quizás un ciego se enamoró de ti... - respondió con acidez mi ex esposa.
-Pues no... Fue un compañero de trabajo. Un niñito que debe tener dieciocho, con el que hablaba mucho... A ambos nos gusta el kpop, de hecho, ambos somos Exo-L... Nos gusta leer mangas, ver animé, comer... El tipo está flaco pata todo lo que traga... Pero ese no es el punto. La cosa es que creí que éramos amigos, incluso podría asegurarles que era gay... Y hoy, de la nada, me confiesa que le gusto y que se masturba pensando en el sabor de mi chichi... - estaba aterrada la pobre.
-Que romántico... - dije al percatarme lo loco que estaba el sujeto.
-¿Por qué? Me hizo un excelente sexo oral, cosa que todo amigo debería hacer por lo menos una vez a la semana... Tan solo que le gustó tanto mi néctar que ahora quiere ser mi novio... ¡Que le gusta la panocha! No puedo creer que haya un kpoper que no sea marica... Va contra las reglas de la naturaleza... Así que me subí los calzones y le dije que jamás podría estar conmigo. A menos que me comprobara que le han comenzado a gustar las vergas y ahí, quizás, pensaría en tener algo un poco más serio con él... ¿Me imaginan de novia con un hetero? Sería horrible... - gritaba Gaby.
A veces no sé quién está más loca, si la embarazada o la gorda.
-¿Y a ti cómo te ha ido? - preguntó Leticia luego de un rato.
-Bien, le mamé la polla a Jonathan y casi nos descubre Lorenzo, pero me hice pasar por gato... Ahora mi compañero me habló por WhatsApp y quiere que nos juntemos.... Estoy pensando en dar mi gran salto hoy y llevarlo a un motel... Eso, nada entretenido me ha sucedido ... - respondí antes de ir hasta mi cuarto para cambiarme de ropa.
Las chicas me quedaron viendo detenidamente, como si les costara procesar mi historia.
A la media hora estaba en la calle, camino al bar donde me había citado el guapo de Lorenzo.
Cuando entré al local, el muchacho estaba triste sentado en la barra, tomando un trago y mirando el suelo.
-Hola, ¿qué tal? - pregunté intentando fingir sorpresa.
Ay vaya, que yo sabía que estaba así porque había descubierto a su ex pareja con otro hombre, con alguien que en realidad era yo. Me sentí un poco sucio, pero se me olvidó cuando le vi el paquete al barman.
-¿Puedes creer que Jonathan está conociendo a otra persona? Ya me ha superado... - la marica comenzó a llorar en mi hombro.
-No, amiga... No lo puedo creer...-no sé por qué, pero me salió todo lo femenino que llevo dentro.
-Sí, y lo peor es que el muy desgraciado me dijo que su nuevo amante se la mamaba mejor que yo... - siguió contando.
-¿En serio?... Y yo que había creído que no le gustó cuando le mordí las bolas... - dije sin querer.
-¿Qué? - preguntó confundido mi compañero.
Mierda, pensé en voz alta. Esto de andar con dos a la vez es complicado.
-Que... Que.... Yo suelo morder las bolas, eso debe estar mal... Quizás la perra que está con tu ex no hace eso... - intenté excusarme.
-Yo me lo metía hasta la garganta, ¿cómo se puede superar eso? - siguió.
-Yo nunca he podido... Podrías enseñarme... Con tu verga... - fui directo al grano y le toqué la pierna.
-No, Nicolás... Tú eres una buena persona, no quiero arruinar esto tan lindo entre nosotros... Quiero enamorarte primero y después tener sexo... - se me mojó el calzoncillo tan solo al escuchar.
Ay por Dios, que está obsesionado con el ex, pero es tan amoroso. Si por eso me gusta mucho.
Esa noche en el bar fue mágico, porque hablamos sobre su vida y sobre mis mentiras, porque no podía contarle mi verdadero pasado. Probamos muchos licores y hasta bailamos un rato.
Cuando nos fuimos, él puso su brazo sobre mi hombro y me dio un beso en la mejilla.
-En realidad me gustas mucho... - dijo, ebrio, pero lo dijo.
Creo que me estoy enamorando chiquillos. Ay, todo es tan perfecto entre nosotros dos... Tan solo.... Tan solo.... Que ni muerto dejó a Jonathan, la pasión morena no me la pierdo por nada. ¿Y si les propongo un trío? Ya mejor dejo de escribir, porque estoy muy ebrio para seguir contando.