Día 66: Todo va bien
Claro, pensarán que estoy loco y que no he aprendido la lección, que después de lo ocurrido con Lorenzo y Jonathan tendría que comprender que no se puede estar con dos hombres al mismo tiempo. Sin embargo, no es eso lo que tengo pensado, porque finalmente quiero hablar con ambos y decirle que me gustan, que podemos estar juntos hasta que decida con quién quedarme, en plan reality show. Es buena idea ¿verdad?
-No, es estúpido... ¿Tú crees que van a querer compartirte? Con lo posesivos que son algunos hombres.... - fue lo que me respondió Clarisa cuando le conté mi idea.
¿Por qué nunca le gusta mis planes? Si tampoco son tan descabellados.
Gracias a ella pensé más de la cuenta en la situación, imaginando que iba a cometer otro error y que me quedaría nuevamente solo. Luego recordé que todo vale verga y que quien no se arriesga, no cruza el río, así es que lo hice igual.
-Bueno... Los he reunido en este salón de belleza porque... Me tengo que cortar el cabello, pero... ¿Sabían que él es mi amigo? Se los presento, se llama Mauricia, es de las maricas viejas, de esas que eran amantes de los marineros y creían que Raphael era guapo... - me puse nervioso al tenerlo a los dos frente a mí.
No sé la razón, pero decidí finalmente reunirme con los machos en el trabajo de mi amiga, y es que era un lugar tranquilo y donde como había tanta gente gay, estábamos en confianza para cualquier estupidez.
-Ya ve al grano, que a la vieja de ahí se le está quemando el pelo porque no he podido quitarle la tintura... Di rápido tu oferta para poder seguir trabajando... - me amenazó la señora Mauri.
Ambos hombres no entendían nada de lo que sucedía, se veían extraño y es que no se conocían. Ese sería el primer paso.
-Está bien... Mejor les presento. Él es Manuel mi primo, hijo de mi tío Florencio... Y éste de aquí es Claudio, un viejo amigo del colegio... Dense la mano... - les hable como si estuviera presentando dos perros para que se aparearan.
-A ver Nico, no entiendo qué sucede.. Te dije por teléfono que me gustas, que quiero estar contigo y de pronto, sin hablar nada del tema, me metes en un antro de personas con género dudoso y me presentas a tu primo... ¿Qué es esto? ¿Acaso quieres que tengamos una orgía todos los que están aquí? - Claudio fue el primero en reaccionar a la extrañeza del asunto.
-¡¡Si!! Tengamos una orgía.... Pido al campesino... - gritó entusiasmada la señora Mauri ante la idea del sexo grupal.
-¿Dijo que tú le gustas?... ¿Él es el amigo de tu pasado? ¿Por este idiota me quieres cambiar? - aunque le costó, Manuel comprendió lo que estaba pasando.
Me quedé congelado, no sabía qué decir porque por primera vez me sentí puta, estaba usando a los hombres a mi antojo y eso es malo... ¿O no?
-¿Estás con este burro? Por favor, si es solo músculo, parece buey... ¿Qué? ¿Te gusta por su polla? - intervino mi antiguo amigo.
-A todas... ¡Que las muestren! - gritó otra vez la ahora estilista.
-¡Cállate! - le tuve que gritar a la vieja marica, y es que me estaba colapsando.
Comenzaba a creer que juntarlos en ese lugar no era buena idea.
-¿A quién le dices burro? Debes estar envidioso porque yo soy más hombre que tú... Se nota que no sabes coger, debes ser un aburrido y tener la verga enana... - se defendió mi primo.
-Por favor, yo he hecho gemir a esa perra de ahí... - insistió el citadino apuntándome. ¿Cómo me estaba llamando?
-Pues yo se la he metido cuatro veces seguida.. Ahora tiene el ano abierto como manguera de bomberos... A ver, muéstrale Nico... - Manuel ya se estaba pasando del límite, ambos en realidad.
-Suertuda, y yo me tengo que conformar con la pija arrugada de Getulio... - se quejó Mauricio.
-¡Se callan todos! No me importa quién me haya follado mejor, o quien la tiene más grande o si tengo el ano abierto... Los he reunido aquí porque necesito amor, porque no quiero pasar el resto de mi vida solo y ahora, en este momento, estoy confundido. Ambos me gustan y no sé a quién elegir... Quiero probar con ambos. ¿Soy puta por eso? Pues sí, y me da igual... Porque lo que quiero es ser feliz. Así es que necesito saber cuál de los dos está dispuesto a intentarlo... Para ver quien es mi hombre ideal... - fui al grano, detuve la pelea y con elocuencia me ofrecí como un pedazo de carne.
-Dios mío, y mi hija sigue soltera a los cuarenta. Claro, si ahora todos son maricones... - comentó una de las clientas, la misma que estaba quedando calva.
-Está sola porque es fea, y punto... Ahora calle que quiero escuchar lo que responden los hombres... - a la señora Mauri solo le faltaba sacar cabritas para ver el espectáculo.
Los dos me vieron asustados. Sé que Claudio estaba sorprendido, mientras que Manuel... Bueno, Manuel trataba de recordar lo que le había dicho para saber en qué se había metido.
-Yo confío en mí y en nuestra historia. Estoy dispuesto a intentarlo... - mi antiguo amigo fue el primero en responder.
-Yo igual... Sé que has sido feliz este último tiempo y que le voy a ganar a este engreído... - Mi primo no se quedó atrás.
Mi sueño se había vuelto realidad, estaba siendo objeto del deseo y el amor de dos hombres guapos, uno quizás sería mi pareja para el resto de mi vida. Todo parecía ir bien para Nicolás.