Día 10: Confabulación
¿Pueden creer que Leticia y Canela hayan visto todo lo que hice con Cristóbal? Resulta que después del acto, caí tendido sobre el sofá y al levantar la mirada me encontré con ambas observando.
-Te dije, tu esposo se notaba que era más maricón....-le dijo mi esposa a la tetona.
Me sentí como una atracción de circo, como un simple pedazo de carne. ¿Qué había significado todo eso?
-Lo que sucede es que ambas teníamos dudas sobre las orientaciones sexuales de nuestros esposo, por lo que inventamos lo del swinger para comprobarlo... - me explicó Leticia cuando ya tenía ropa puesta.
-Yo estaba devastada, no podía imaginar que el hombre de mi vida, fuera marica... Pero con la ayuda de Leti, pude darme cuenta que debía dejarlo ser libre... Primero decidimos que ella se convirtiera en su amante... Y resultó, o a medias... Porque tras correr el tiempo, Cristóbal le pidió que le introdujera unos dedos en el culo...¿Era fleto entonces? Debíamos ir más lejos y así decidimos utilizarte... Lo siento cariño, pero también te ayudó para descubrirte...-sentenció al rato la tetona.
Me dieron unas ganas de cortarle los senos a ambas y hacerle una cazuela con ellos, tan solo que después recordé que los de Canela son de plástico y no sabrían bien.
Me quedé mirando la situación, a ambas mujeres viéndonos como si fuéramos un experimento, muy unidas como amigas de jardín, mientras que Cristóbal estaba avergonzado, disminuido a más no poder.
-Yo... Yo... Tenía miedo de decirte lo marica que soy, pero ahora... ¡Gracias corazón! Me has sacado un peso de encima, no sabes cuánto te lo agradezco... Ahora podré hacer todo lo que siempre soñé y que dejé atrás para no desilusionarte.... Quiero ser artista de transformismo, y hacer shows... Y usar pelucas largas, pintarme los labios, usar tacones... ¡Ay niña, que me voy a ver tan guapa! - comenzó a saltar como conejito el muy maricón.
Ay por favor, mátenme, ya no aguanto más esta vida, ¿que daño he hecho? No puedo creer que tenga que soportar todo este mal karma.
-Amor, ¿estás bien? - me preguntó mi esposa mentirosa.
-Si....-respondí como siempre, aunque estaba perplejo todavía.
Que bien iba a estar, si al primer amante que consigo, me sale pasiva y transformista. Y para colmo, todo era un plan de mi señora para descubrir que soy gay, ¿y para qué me he escondido todo este tiempo si ya lo sabía? Nada tiene sentido, vale verga la vida.
-Nicolás, no te preocupes... Me has dado los mejores años de mi vida y nunca voy a sentir rencor hacía ti... Al contrario, ahora podemos ser mejores amigas, pintarnos las uñas y colocarnos tetas con el mismo cirujano, en plan mellizas... - trató de calmarme Leticia.
-Que no quiero ser mujer, me siento muy bien como hombre... Que sea gay no significa que quiera ser transformista, ¿entendido? - me enfadé un poco con la mujer y es que no me gustó para nada su comentario.
Puede ser que hayan homosexuales afeminados y no hay nada de malo en eso, tan solo que yo no soy así y no tiene que decirme que debería ser de tal manera. Es como si inventaran que todas las morenas son buenas para cocinar y las obligaran a hacerlo por ese hecho.
Se supone que mi esposa que debía saber mi orientación y ahora resulta que no tan solo estaba al tanto, sino que hizo un plan para que follara a un hombre por primera vez.