Día 108: Vale verga la vida
¿Qué le pueden encontrar a Manuel? No puedo creer que tanta gente se haya obsesionado con el campesino. Primero fue la loca de Bárbara y ahora, ese mal actor de Michael Red.
-Me encantas, eres tan tierno - le dijo una vez el joven artista a mi primo, mientras salían de su habitación en ropa interior.
-Deberían vestirse. Esta es una casa decente - les critiqué al ver su falta de pudor. Todos sudorosos después del coito.
-Ay guapo, que esto es un burdel. No tienen nada de decente - me encaró el pendejo ése.
¿Y porque trabajamos con prostitutos no somos decentes? Me dio mucha rabia el comentario del sujeto con el cabello teñido de rubio platinado. Aunque no pude responder nada más y preferí irme.
-Parece que alguien está celoso - comentó divertida Clarisa recostada en su cama tras contarle lo ocurrido
-Claro que no. Solo velo por el orden en esta casa - ¿celoso? Por favor, si fui yo quien lo rechazó.
-Yo sí estoy celosa - Bárbara estaba mudando a Gabriel, pero de todos modos se entrometió.
-Bueno, entonces haz una de tus locuras para separarlo de ese engreído - aconsejé.
-¿Para qué? Si nunca ha estado interesado en mí. No puedo seguir arrastrándome y humillándome de esa manera. Merezco algo mejor, una persona que me respete y me ame por lo que soy - parecía otra mujer la rubia ésa.
-Yo le he ayudado a valorarse. Ambas estamos pasando por lo mismo y nos hemos acompañado mucho - genial, ahora Clarisa y la pirómana son íntimas amigas. Lo que me faltaba.
-Todos están locos - preferí salir de la habitación antes de seguir escuchando su discurso de terapia.
Me encerré en mi cuarto a meditar sobre mi vida y solo pude llegar a una conclusión : VALE VERGA LA VIDA.
Nunca nada me sale bien, siempre sucede algo que termina arruinando todo. ¿Por qué tendré tan mala suerte?
Estoy aburrido de esto, de estar siempre a punto de ser feliz y que nada resulte. Me hice pasar por joven y pobre, pero me quedé solo y le hice perder el hijo a Leticia. Después me fui al sur para recibir una herencia, la cual casi despilfarro tras perder a mi nueva mejor amiga, que se enamoró de un viejo lesbiano. Quise llevar una vida de lujos con dos hombres bien guapos y resulta que uno se fue con una vieja fea y el otro se sintió traicionado porque no lo elegí solo a él. Ahora intento tener un burdel pero me enamoro de un chico trans que al final se fue con mi otra mejor amiga. ¿Qué sucede conmigo? ¿Qué estoy haciendo mal?
Estás muy sobrio.
Llegué a esa conclusión. No puedo seguir esta vida de mierda sin estar un poco ebrio. Por eso, fui hasta la cocina a buscar todas las botellas de licor que encontrara.
Primero partí por el vodka. Por dios, que cosa más mala, me ardió la lengua y sabía a jarabe, de esos que me daba mi abuela cuando niño.
Después probé el ron, que no estaba tan mal, pero me sabía a pirata. Estúpido Johny Depp, ya no me puede gustar nada de él.
La cerveza estuvo bien, pero me dieron muchas ganas de orinar. Y ni hablar del vino, que no le encontré nada de interesante. ¿Por qué lo toman si es amargo?
Y quería seguir probando, tan solo que me di cuenta que aunque no me había gustado ninguno de esos tragos, terminé bebiendo hasta la última gota de cada botella.
Chucha, ¿cómo agarré tanto vuelo?
Me paré del suelo donde estaba bebiendo cual mendigo cochinón, y todo el mundo se me volteó. Estaba mareado y me meneaba de un lado a otro como marica en disco nueva.
Ya no coordinaba muy bien mis pensamientos, hasta que todo se aclaró. Vi la ventana de mi cuarto y me di cuenta que la razón por la cual había sufrido era porque todavía estaba vivo. Tal vez si moría todo se resolvería.
-¡Tuve que haber viajado con mis papás esa noche y haber muerto en ese accidente! - grité eso que pensé muchas veces a mis siete años.
Sin pensarlo más, abrí la ventana y me paré en el umbral. Era tiempo de acabar con todo.
-¡Adiós mundo cruel! - grité antes de lanzarme.
Tan solo que justo en ese momento iban llegando Renato y Diego.
-¿Qué haces ahí? Bájate ahora mismo - ordenaba el primero como si estuviera enojado.
-Nadie me quiere y nadie me va a echar de menos - refuté. ¿Qué sabe él de mí? Si ni me conoce.
-Nosotros te vamos a echar de menos. Somos amigos ¿no? - si Diego es tan lindo.
-¿Tú me vas a extrañar? Además de guapo eres buena persona... ¿Por qué no dejas a ese pesado de tu esposo y te quedas conmigo? Yo puedo hacerte muy feliz... - estaba en lo más bajo de la humillación.
-Mejor déjalo que se tire, por marrano. Mira que tratar de coquetearte - Renato se enojó.
-Está bien, me lanzaré. ¡Adiós mundo cruel! - estaba decidido.
-¡Ridículo! Estás en un segundo piso, a lo más te vas a esguinzar - ese tarado director de cine no me trata para nada bien.
-¿Por qué todo me sale mal? - al final me bajé de la ventana y es que no tenía sentido, era verdad, solo estaba a dos metros del suelo.
-¿Qué es todo ese griterío? ¿Estás bien? - entró Manuel en ese instante, alarmado por mis gritos.
-¡Lo que sucede es que estoy celoso, porque todos son felices y yo no! - le grité, aún con la cabeza dándome vueltas.
-Estás muy ebrio. Será mejor que te acuestes - se acercó para llevarme a la cama.
-¿Eres feliz con Michael? ¿Lo amas? ¿Se van a casar? - le preguntaba mientras me tendía.
-Sí, somos muy felices. Nunca había encontrado a nadie tan lindo y tierno como él - en ese instante llegó el actor porno a mi cuarto.
No pude aguantar más y comencé a llorar como niño chiquito.
-No, no puede ser. Nadie me quiere, todos me odian porque me comí un gusanito. Le saco la cabeza, me como lo de adentro y ¡uf! Que rico gusanito...ay no, esa es una canción - no sabía qué mierda estaba diciendo.
-Es que eres muy viejo, además de feo y tonto. Obvio que nadie te va a querer - esa Miguela Rojo es mala.
-Claro que no, es una persona muy astuta, además no es viejo, tenemos la misma edad. Y para mí es muy guapo - Manuel me cobijó antes de responderle.
-¿Qué? ¿Acaso te gusta ese dinosaurio? - no lo podía creer.
-Sí, estoy enamorado de él ¿y qué tiene? - lo dijo tan bonito que hasta me dieron ganas de llorar.
¿Por qué he sido tan ciego? ¿Cómo no pude ver antes que tenía a alguien tan especial a mí lado?
-¿Y por qué estás conmigo entonces? - Michael no comprendía.
-Porque me lo pidieron, es para convencerte de hacer la película porno con Baby Pornograph - mi primo fue sincero.
-¡Malditos desgraciados! - escuché un grito, pero no era de Red, sino que de Renato.
-Arruinaron todo mi plan - el director no podía creer que el actor se enterara de todo.
-Son un grupo de dementes. Yo me largo, obvio que no pienso trabajar con ustedes. Mediocres - la diva se marchó de la habitación furibunda.
-No te preocupes, Renatin. Igual vas a tener tu peli, porque tengo cámaras en todas las habitaciones, una buena amiga me enseñó eso. Así que están grabadas todas las veces que tuvo sexo con Manuel - estaba ebrio, pero tenía buenas ideas.
-Ahora será mejor que duermas - Manuel me aconsejó, aunque no fue necesario porque de la nada, me fui a negro. ¡Buenas noches! A las doce del día.