Día 114: Mis padres
Hice pasar a Gabriela luego que apareciera de pronto en mi casa. ¿Qué había sucedido? ¿Por qué ambas estaban reunidas ahora? ¿Habrá sido coincidencia?
-Hola gruñona - saludó la gorda.
-Hola obesa - respondió Leticia.
Todo parecía normal, ambas no se llevaban bien.
-¿Qué es lo que sucede? - fui al grano.
Algo en mi interior me señalaba que nada iba bien, que sucedía algo extraño y es que desde que se había ido con Florencio que no me había contactado.
-Es mejor que te sientes, porque no es algo fácil se contar - por primera vez le vi seria.
Le hice caso, espectante de la noticia que debía informarme. ¿Qué podía ser tan impresionante como para que viajara tanto para verme?
-¿Le sucedió algo a mi tío? - interrumpí.
Con un ademán me señaló que no, que no tenía nada que ver con él.
-La razón por la cual nos fuimos hasta aquel pueblo en la playa, fue por unos rumores que Flo escuchó hace unos años - comenzó diciendo.
-Me contó lo que había sucedido con tus papás, que habían muerto en un accidente de tránsito cuando eras pequeño. O eso te habían dicho todo este tiempo -
En ese momento comencé a recordar lo mucho que sufrí cuando era niño, cuando de pronto mis padres desaparecieron y no volví a verlos jamás.
-Nico, es hora que sepas la verdad - se me retorció el estómago al escuchar esas palabras.
Todo en torno a su accidente había sido confuso, nunca quisieron hablarme mucho de ello y crecí con un vacío en mi historia. Nunca pude verles nuevamente, ni siquiera en el velorio y es que sus ataúdes estaban selladas. ¿Acaso me mintieron para que no sufriera más?
-Bueno, no sé si recuerdas las noticias antiguas, pero cuando éramos unos niños, todos supieron sobre "la maldición Grimaldi", sobre esos asesinatos tan desafortunados que ocurrieron en esa familia - Gaby parecía periodista relatando la historia.
-Obvio que lo he oído, si todos hablaban de eso en Lo Aromo, que uno de mis primos se había vuelto loco y había asesinado a medio mundo, Lucas creo que se llamaba - sabía que este relato no podía terminar bien.
-Y se refugió en el pueblo de su mamá cuando todo empeoró. En ese tiempo ustedes vivían ahí y... Ay Nicolás, ya deberías comprender qué es lo que quiero decirte - le dificultaba mucho contarlo.
-¿Qué cosa? Solo dilo, no entiendo qué tienen que ver mis papás con ese caso -
-Por favor Nicolás, es evidente que la gorda lo que quiere decir es que ese primo asesinó también a tus padres. Fue él el responsable y no un accidente de vehículo - Leticia tomó las riendas de la conversación.
Todo mi mundo se vino encima en ese momento. De pronto, la tristeza más grande en mi vida se había vuelto a presentar, e incrementada mil veces.
A mi mente vinieron los recuerdos de todas esas noches en las cuales lloré solito en mi cuarto, esperando que mi mamá fuera a abrazarme, cuando esperaba a mi papá frente al televisor para que fuera a ver los dibujos conmigo. Toda mi vida se fue al infierno tras su partida, y desde ese momento no volví a confiar nunca más en el amor de nadie. Las relaciones son pasajeras y no debía darles importancia porque, finalmente, también me dejarían.
Ahora resulta ser que todo fue aún peor, que ellos no murieron en un accidente, sino que un desquiciado los asesinó quizás por qué razón.
-¿Por qué? ¿Por qué lo hizo? -
-Tu mamá supo toda la verdad e intentó contarle a la policía, pero... No pudo. Tu papá sufrió el mismo final -
-¿Entonces cómo fue? ¿No murieron en un accidente? -
-Nico, tampoco es necesario que sepas cada detalle -
-¡Quiero saber! -
No pude evitarlo y grité. Toda esa situación era espantosa, enterarme en este momento de lo que realmente le sucedió a mis papás, fue como abrir un cofre que había estado sellado hace mucho tiempo. Fue como abrir la caja de Pandora, todos los males ahí dentro aparecieron en mi vida otra vez.
-No, no fue en un accidente, pero tampoco fue como en las historias que has escuchado. Supongo que porque casi no los conocía, pero a ambos los drogó antes de lanzarlos en su carro desde lo más alto de un acantilado. Por eso todo el mundo pensó que fue un accidente de vehículo y eso trataron que creyeras. Pero la familia y la policía siempre lo supieron -
-¿La familia? ¿Florencio lo sabía? -
-Él fue quien me contó y la razón por la cual fuimos hasta ese pueblo fue para descubrir si los rumores eran verdad, si en realidad Lucas no había muerto y estaba escondido allí -
-Entonces, después de todo el daño que hizo, ¿nunca pagó? -
-No es tan así, Nico. No creas que está en un hotel viviendo cómodamente. Probablemente hubiera sido mejor que muriese-
-¿Y por qué has venido? -
-Nico... Él... Él quiere verte -
Escuchar su petición me enloqueció. ¿Cómo es posible que después de todo lo que hizo quiera verme? Es un malnacido, un monstruo que se alimenta del dolor ajeno.
-No. Él no tuvo piedad con mis papás y yo no la voy a tener tampoco -
-¿Estás seguro? Dijo que quería pedirte perdón, quizás es lo qe necesitas para terminar con ese dolor -
-Nico, piénsalo bien, si no lo haces quizás te arrepientas el resto de tu vida y te preguntes siempre qué es lo que te quería decir - me aconsejó Leticia.
-Está bien -
Finalmente acepté, no muy convencido, pero todavía embobado por haberme enterado de la verdad.