Día 30: Claudio otra vez
Justo cuando estaba follando con Jonathan, apareció una niñita buscando su cachorro. Recé para que no se le ocurriera indagar detrás de los árboles, pero como el destino me tiene manía, eso mismo hizo.
-Cucky, ¿estás ahí? - gritó la mocosa mientras tenía la verga del moreno en el trasero.
Si es que no entiendo qué hacía una pendeja a esa hora en la calle. Qué es peligroso.
-Aquí... No está.... Ahora vete... - intenté decir entre jadeos.
-¿Y quién es usted? - preguntó la entrometida. - ¿Por qué está tan cansado? - siguió.
Y yo me digo por qué no legalizan el aborto, ¿para qué tienen cabros chicos si después no pueden cuidarlos?
-Lo que pasa... Es que... Estoy haciendo ejercicio... - respondí para que se fuera.
-Ah, mi mamá también dice eso cuando el vecino viene en las tardes y le mete el pito por el orto... Pero tú eres hombre también, ¿por qué te lo están metiendo? - en ese momento me pregunté si la chica era pariente de Gabriela, porque era igual de pervertida.
-¿Has oído hablar de los maricas? - preguntó Jonathan sin dejar de embestir.
-Ah, ahora lo entiendo todo... Bueno, no los interrumpo más, sigan con lo suyo... - pero la pendeja no se iba, seguía mirando.
-A ver cariño, ¿no deberías irte? - traté de ser paciente.
-¿Y perderme esto? Si es mejor que el National Geografic... ¿Puedo grabarlos? Que estoy segura que algunos de mis compañeros de curso son maricas también... - ni siquiera se inmutaba.
Se darán cuenta que nos desconcentramos y no pudimos terminar. O sea, yo por lo menos no, porque el pervertido de Jonathan sí, dijeron grabar y fue como un subidón de testosterona. Me dejó todo el trasero mojado.
-¿Sabes? Te odio, me arruinaste mi gran momento... Si te vuelvo a encontrar te voy a sacar los ojos con mis manos... - gruñí enfurecido, tanto que la mocosa se marchó.
Luego de eso, me fui a mi casa para pasar la rabia en mi cuarto.
-¿Cómo te fue? - preguntó Leticia al verme.
-Bien, bien... - no quería decirle la verdad, porque la pobre está embarazada y no sé, no puede pasar rabias supongo. Mira que su ex esposo fue descubierto por una pendeja teniendo sexo con otro macho detrás unos árboles. Cualquiera aborta después de eso.
-No vas a creer quién vino hoy día... - siguió la mujer.
-¿La cucaracha? ¿Macarena? - no sé, si la preñada no tiene amigas.
-No, imbécil... Claudio, que vino y se dio cuenta que estoy en cinta... Le mentí, le dije que ahora tenía un amante y que por eso nos vinimos a vivir todos acá... Va a regresar mañana y necesito que me prestes a uno de tus novios para fingir que es mi nuevo amante... - quedé congelado.
-¿Ya le dijiste?... Yo me ofrecí a hacerme pasar por su novio, pero claro... Como no tengo pito no puedo hacer bebés, ¿verdad?... Gente con poca imaginación... - bajó las escaleras Gabriela, enfadada por el desaire de Leticia, quien no aceptó su oferta.
-¿Me vas a ayudar? - insistió mi ex.
-¿Te das cuenta que voy a tener que contarle toda la verdad a quien elija? - seguí, pero su rostro de niña triste me convenció.
-Vale, veré qué hago... - terminé cediendo.
Y ahora chiquillos, ¿qué hago? ¿A quien elijo? Mierda, ¿quién me manda a ser amigo de mi ex esposa?