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Ni tan casados por jotaceh

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Día 74: Mitad

 

Ya estoy cansado, todo lo que me he propuesto no ha resultado y mucho peor, me ha dejado peor a cómo empecé.

-¿Qué vamos a hacer ahora? - me preguntó Clarisa el otro día.

Muy buena pregunta hizo, tan solo que no supe qué responder, o eso antes de hablar con la administración del cinco estrellas.

-Mi muy estimado señor Goycolea. Espero que su estadía en nuestro hotel haya sido placentera... - fue lo primero que me dijo el gerente del lugar, un hombre de mediana edad, con más botox en el rostro que Nicole Kidman, con labios gruesos y sintéticos que se movían cordiales, pero me desconcentraban por su bestialidad.

-Sí, no tengo quejas al respecto... - respondí un tanto desconfiado y es que nunca antes me había llamado el sujeto.

-Sabemos que usted es alguien solvente, tan solo que por políticas de la empresa necesitamos que nos pague su estadía hasta el momento... - así es que era eso.

Le miré ofuscado, ¿quién se creía ese pelele? ¿Acaso no sabía con quién estaba hablando?

Recibí el informe con el detalle de los gastos incurridos. ¿Han sentido esa sensación de vacío en el estómago? Es como si una serpiente se moviera por tus intestinos, viene siempre después de un momento grato y destruye toda felicidad. Pues así me sentí cuando vi el monto en dólares, tan solo que ya ya estaba en la mierda, así que el golpe no me dolió tanto.

Santa Cachucha, que me gasté la mitad de la herencia en el hotel. ¿Cómo pasó eso?

-¿Algún problema señor? - habló de nuevo el doble de la Kardashian.

-No, nada... Tengo que hablar con el banco para liberar el dinero... Mañana en la tarde regresaré... - sonreí como pude antes de irme de su oficina.

Lo último que recuerdo fue la mirada de lince de aquel sujeto, era desafiante como si supiera lo que estaba a punto de hacer.

-¿Qué? ¿Que quieres qué? - me gritó Clarisa al escuchar mi plan.

-No voy a gastar la mitad de mi dinero en este cuartucho de segunda... - y no lo iba a hacer, ¿cómo mierda es tan caro?

-¿Y qué piensas que van a hacer ellos cuando se enteren? Recuerda que estuviste metido en un caso por muerte, y ahora quieres estafar.. ¿No es caer muy bajo? - ya parecía mi madre nuevamente.

-¿Tan bajo? ¿Acaso insinúas que tome un seguro, y luego finja mi muerte para cobrar el seguro? - era una buena idea.

La mujer solo atinó a golpearse la cabeza con la palma de su mano.

-Mira, te quiero mucho... Y por eso voy a hacer esto por ti... - la muy desgraciada llamó luego al Kardashian.

-Muy bien señor, lo acompañaré hasta su banco... - quería estar seguro que pediría los millones.

-Deben estar cerrados, ya es muy tarde... - miré mi reloj.

-Nicolás, son las diez de la mañana... - La fea no me ayudaba en nada.

Obligado, sin poder hacer nada para liberarme, tuve que ir con esos buitres hasta mi querida institución bancaria y pedir la cantidad solicitada.

-Es mucho dinero... ¿Qué estuvo haciendo ahí? - bromeó el ejecutivo de cuenta.

Lo miré con odio. ¡Que no es gracioso! ¡Sopenco!

-Para un monto tan alto se debe esperar un par de días, ¿verdad? - todavía podía huir.

-No, no se preocupe... Con nuestro eficiente sistema de suministro y gestión de control del riesgo, tendrá su dinero de inmediato... Lo sé, lo sé, somos los mejores... - ¿ese hombre era estúpido o qué?

Dos horas después me entregó el cheque de mi desgracia.

-Muy bien, ahora está todo en orden... Espero que siga disfrutando su estadía con nosotros... - sonreía de nuevo el operado administrador del hotel una vez me quitó de mis manos el dinero.

Ni hablar! ¡Nos vamos!- le grité, y es que no me quería quedar en la calle por culpa de esos usureros.

¿Cómo puede ser tan caro? Es terrible que uno no pueda comer feto de ballena azul tranquilo, o beber café con polvo de oro, o que ni siquiera pueda recibir masaje con aceites de olivo del huerto de getsemani todos los días. Que vergüenza la economía en la que estamos.

-¿Dónde vamos a vivir ahora? - nuevamente Clarisa con sus preguntas.

-Compraré una casa... Una muy grande... Contrataré prostitutas y abriré el prostíbulo más grande de la ciudad... - dije ofuscado, quería molestarla.

-Me parece buena idea... Tú  sabes de putería...-respondió seria como siempre.

Bueno... Entonces lo haré, pondré una casa de putas y punto, total ¿qué puede salir mal? 

 


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