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K-141 por sasunarujonathan

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Notas del capitulo:

 

¡Hola queridos lectores! 

¡Gracias por leer!

Gracias a los que me apoyan.

¡Espero de corazón que lo disfruten!

 
El teléfono sonó por segunda vez. Sasuke  salió del baño para contestar, chorreando agua a su paso.
 
 
— Diga. — contestó esperando que hablaran del otro lado de la línea.
 
— Sí… eh…. oiga, ¿Es aquí donde hay que llamar si veo a la mujer del periódico?
 
— Sí, ¿La ha visto?
 
— Sí… ¿Hay recompensa o algo así?
 
— Sí, la recompensa será la satisfacción de saber que ayudo a una bonita familia a reconciliarse.
 
— Ah… bueno… esperaba dinero para ser honesto pero ni modo, estuvo ayer en el bar Julie's Love. Por la avenida 07, el bar que está frente a la Catedral.
 
— Sí ya sé cual es. ¿Está usted seguro que era ella?
 
— Sí. Segurísimo. Dijo que buscaba a un chico, creo que era su sobrino o hijo. Preguntó casi a todos por él, tomó un par de copas y sé fue. Escuché que ella estaba en un hotel, hotel Green Light pero nada más luego de eso, se fue. Sabe, ella tenía un culo, y lo movía, oh, si hubiera visto  ¡Qué talento!
 
— Bueno, sí, gracias por la información caballero, no necesito nada más.
 
— Ah, sí, claro… — Sasuke colgó.
 
 
30 minutos después, se había bañado y se estaba preparando un delicioso desayuno. Cuando su timbre sonó.
 
Suponía que era el rubio, tal como esperaba. Está vez no venía con el otro hombre pálido.
 
— ¿Sabe algo?
 
— Sí, alguien la vio, a una hora de aquí, por la Catedral.  Iré en un momento solo voy a desayunar y me marcho.
 
— Lo acompañaré.
 
— Como quiera..  ¿No lo acompaña su pareja hoy, muchacho?
 
— No. Tiene negocios que hacer.
 
— ¿Negocios, eh? ¿Qué clase de negocios?
 
— Los que no le incumben. — Sasuke iba a responder, sin embargo prefirió terminar su desayuno. En algunos casos era más sensato ahorrar saliva.
 
 
Pasó tanto en silencio, se cepilló los dientes, agarró sus llaves, bajaron, todo en silencio.
Naruto estaba sentado en el asiento del copiloto, con su aire de Naruto ahí sentado, viendo por la ventana. 
 
Sasuke recordó que en la noche anterior, antes de irse a acostar; la notificación a su email le llegó; un depósito por 1000 dólares. Ese hombre tenía dinero, eso no le sorprendía, no qué va.
Algunas veces en las que Sasuke debía dar dinero para algo, había cierta espinita.
No era un hombre tacaño, no le dolía dar su dinero, no, no mucho. Es  sólo que sí, porqué negarlo, amaba el dinero, tal vez fue dichoso de nacer en cuna de oro. El día en que diera dinero para que buscaran a una persona que le interesara, tendría que ser alguien muy importante para él.
 
 
Sasuke estaba concentrado en el camino, escuchó un celular sonar, era el suyo. Contestó con el manos libres. 
 
— ¿Sí? 
 
— Pásame a Naruto. — escuchó del otro lado de la línea. No tenia idea de quién podría ser, marcaba número desconocido.
 
— Es para usted. — le dijo al rubio. Él agarró su celular y quitó el manos libres.
 
— ¿Qué? — respondió — vamos para un bar, al parecer la vieron ahí… como cuarenta minutos… hasta que yo me vaya… dos meses… como quieras… ah, ¿En serio?... no lo somos… si tú quieres, ¿Quieres?... sí… bueno, hasta pronto. — colgó y regresó el móvil a su lugar.
 
 
Varios minutos después de un tranquilo silencio, antes de llegar a su destino.  Una mujer muy hermosa se cruzó en su camino, frenó en seco; para su buena suerte no la atropelló. La chica que se quedó viéndolo horrorizada por un momento y luego a paso rápido se fue. Escuchó un quejido que provenía de al lado.
 
 
“Oh, mierda, oh, no.” El rubio estaba sangrando por la nariz, probablemente se golpeó en el momento que frenó. Suspiró, “ mierda, me va a ensuciar las alfombras”  Sasuke pensó.
 
 Sacó de la guantera un pañuelo y se lo entregó.
 
 
 — ¿Estás bien? — preguntó mientras puso en marcha el auto. El rubio asintió. Se disculparía pero no fue su culpa, fue de la bella mujer que se le metió en el camino. Sasuke había aprendido que dar las gracias y disculparse a la ligera no era muy ingenioso.
 
 
 Luego de ese pequeño incidente, llegaron sin más demoras al lugar, cuando entraron habían cuatro personas en mesas separadas. Se sentaron en la barra.
 
Una chica delgada, rubia,  con unos ojos muy bellos de color verde, labios de un color morado oscuro. Se acercó para atenderlos con una sonrisa dulce al igual que su voz, tan suavemente fingida que lastimaba los oídos.
 
— ¿Qué van a pedir?
 
— ¿Has visto a ésta mujer? — enseñó la foto el pelinegro.
 
— No. Y ¿Tú, cariño? — refiriéndose a Naruto.
 
— No, nada.
 
— Me informaron que estuvo aquí ayer.
 
— Atiendo a muchas personas en la noche, más los fines de semana.
 
— Trata de recordar, tiene esos moños estilo japonés.
 
— Te juro, guapo, que no vi a nadie así ayer, si no lo recordaría.
 
— ¡Espera un momento! — dijo el rubio quitándole la foto de las manos a Sasuke. — tal vez, ¿Así? — dijo mostrándole la foto nuevamente a la chica.
 
— ¿Ah?, Sí, es ella, la recuerdo ahora, tenía el cabello tan largo… ¿Cómo hiciste eso? — el pelinegro se asomó y vio que la misma fotografía que el tenía de la mujer con moños, ahora mostraba a la misma mujer con el cabello suelto. Pensó en la posibilidad de que Naruto hubiese hecho un truquillo de magia, para sorprender a la chica.
 
— Entonces sí la viste.
 
— Sí. Ahora que recuerdo, hablo con todas las personas que pudo, preguntaba si habían visto a un chico, mostraba una foto; pero en éste momento no puedo recordarlo.
 
— No, no importa eso ahora. ¿Te preguntó donde poder hablar con ella?
 
— No lo recuerdo, de verdad, lo siento mucho, guapo.
 
— No, descuida. — La chica le regresó la fotografía. Y se fue a atender a otro hombre que acababa de entrar.
 
Cuándo salieron de ahí y subió al coche, su móvil sonó. 
 
 
— ¿Sí?
 
— ¡Hola!, oiga, ¿Es aquí donde hay que llamar si veo a la mujer del periódico? — se escuchó la voz de un hombre al otro lado de la línea.
 
— Sí, ¿La ha visto?
 
— Sí, en el centro comercial del este.
 
— Ah… ¿En que parte del centro comercial?
 
— No lo sé, ella iba entrando cuando la vi.
 
— Sí, sí, como sea.
 
— ¿Hice bien en llamarle?
 
— Sí, sí. — respondió y cortó.
 
 
Ese lugar era muy grande,  Sasuke se preguntaba “¿Cómo se suponía que la iba a encontrar?. El lugar quedaba a 40 minutos. Puso el carro en marcha.
 
 
— ¿A dónde vamos ahora?
 
— Parece que su querida tía se está escapando de nosotros.
 
— ¿Por qué?
 
— Por nada. Está cerca, al parecer alguien la vio.
 
 
El rubio estaba viendo el camino con esa mirada seria, Sasuke lo veía de reojo.
 
 
— ¿Te duele?
 
— No.
 
— ¿Estás enojado?
 
— No.
 
— Te importa mucho tu tía, ¿Verdad?
 
— Sí… ella está después de mis padres.
 
— Y ellos, ¿Están vivos?
 
— No.
 
— Lo siento… mis padres están vivos, sólo, por si preguntabas.— Naruto mostró una pequeña sonrisa. — tengo un hermano, es como mi mejor amigo; él está casado y tiene una niña. Mi abuelo también está vivo, mis tíos, casi no hablo con ellos.
 
— ¿Una familia grande?
 
— Sí.
 
— ¿Propia?
 
— No. Y ¿Usted?
 
— No señor.
 
— ¿Te gustan las mujeres siquiera?
 
— Sí.
 
— Ah… a mí también.
 
— Qué bueno…
 
— ¿Cuánto llevas con el pálido?
 
— ¿Ah? — Naruto parpadeó saliendo de un ensueño.
 
— Oye, ¿Siempre eres distraído?
 
— No. Estoy pensando en Mito.
 
— Encontrarla será fácil, ya va a ver.
 
— Eso espero. ¿Usted a qué se dedica?
 
— Antes era policía. Mi abuelo era policía, papá también y yo quise seguir.
 
— ¿Por qué dejó su profesión?
 
— Mi compañero era mi mejor amigo, al menos eso creí, y él se metió con mi novia, ese malnacido, ¡yo recibí un balazo por él! —decía lo último para él mismo. — en fin, decidí dejar mi trabajo, me cansé, así de simple. Papá tiene una agencia de seguridad privada yo no trabajo allí, aunque él me de dinero, sin embargo sé que tarde o temprano tendré que trabajar ahí junto con mi hermano.
 
— ¿Es un detective de verdad?
 
— Algo parecido. Las personas me pagaban para que les ayude a hacer pequeños trabajos como encontrar a sus parejas siendo infieles o algún chico que huyó de casa por capricho. Cosas simples, no me fue tan mal, no lo hice muy seguido. A la gente le gusta hablar, ya sabe, me imagino que ha escuchado algún chismecillo de porqué dejé mi trabajo. No pude obtener mi título, dejé de estudiar, mas, aún así, las personas llegaban buscándome, a veces pienso que a la gente les gusta engañarse ellos mismos. ¿No lo cree?
 
— Puede ser… ¿Esto es lo más rápido que puede ir? — preguntó Naruto refiriéndose al auto, con mirada ansiosa.
 
— Sí, lo siento, amigo, de hecho voy rápido. — lo escuchó suspirar resignado. — podría comprarme uno de esos carros que vuelan, dicen que son el éxito. 
 
— ¿Tienen autos que vuelan?
 
— Sí, ¿En que mundo estás amigo?. Sin embargo, yo prefiero éstos. Tengo un aeroplano — agregó — aunque, obviamente no lo puedo traer.
 
— ¿Tienes un aeroplano?
 
— Sí, tengo una propiedad bastante grande, tengo una pista pequeña.
 
— Yo también tengo una nave.
 
— ¿Un aeroplano?
 
— Es parecido.
 
— Ah.
 
— Se me quedó varado en una parte. Necesito moverlo a un lugar, pero lamentablemente no tengo dónde estacionarlo, ni cómo moverlo.
 
— ¿Varado?
 
— Aja… ¿Tiene espacio suficiente en su propiedad? ¡Ah!, y ¿Algo en que transportarlo?
 
— Sí… sí. Claro que no crea que será gratis.
 
— Ah, puedo pagar.
 
— Lo sé. — dejó escapar una sonrisa el pelinegro.
 
Llegaron al centro comercial, una vez en el estacionamiento. Sasuke acababa de salir del auto cuando una llamada a su móvil le entró.
 
 
— ¿Si?
 
— ¡Hola! ¡¿Hola?! — Sasuke por instinto alejó el celular de su oído.
 
— Señora no grité, le escuchó.
 
— ¡Oiga! ¡¿Es aquí donde tengo que llamar si veo a la mujer del periódico?! — exhaló resignado.
 
— Sí, ¿La ha visto?
 
— ¡Sí, sí! ¡Acabo de verla en el parque frente al centro comercial del este!
 
— ¿Estaba saliendo?
 
— ¡Sí!
 
— ¿Señora usted la podría retener unos minutos?
 
— ¡¿Qué?!
 
— ¡Qué sí la puede retener unos minutos!
 
— ¡Ah, sí!
 
— ¡Dígale que su sobrino está buscándola!
 
— ESTÁ BIEN, ENTENDIDO, JOVEN — Sasuke colgó ante los gritos de la mujer. Dio la vuelta otra vez en el auto.
 
— Ven, ven, sube. Ya casi la tenemos.
 
— ¿Qué? — Naruto frunció el ceño, sin entender a lo que se refería.
 
 
Salieron del estacionamiento para estacionarse en el parque que estaba enfrente.
 
— Rápido, busca a una mujer que se vea de cincuenta y algo, con cara de gritona. — El rubio le regaló una mirada de confusión. — mejor busca a tu tía, ella está acá, si es que no se ha ido ya. — se dijo lo último a él mismo, mas, Naruro no le dio importancia y sus ojos se iluminaron.
 
 
 Empezaron a caminar a paso rápido viendo hacia todos lados, buscando con la mirada.
Hasta que la vio, Naruto corrió acercándose y ella igualmente lo vio; dejando a la otra mujer con palabras en la boca posiblemente, empezó a caminar en dirección al rubio, extendiendo los brazos como si esperara a un niño en su encuentro. El rubio la abrazó fuertemente y ella correspondió el abrazó.
 
 
Sasuke suspiró, su trabajo estaba hecho, y en un día, no estaba tan mal, sonrió para sí mismo.
“No estuvo tan mal" se repitió mentalmente.
 
 
Notas finales:

Lamento la mala ortografía y pido disculpa a los que han dejado sus reviews y no les he contestado. Les prometo que pronto lo haré. 

¡Saludos y hasta pronto!


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