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Adictos a tu sangre por Evaamaelyaoi

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Notas del capitulo:

Huy, se me había olvidado actualizar ayer. Hoy leí un comentario en mi otra historia que preguntaba sobre este fic y me acordé que tenía que subir capítulo. XD

No volverá a pasar. Y ahora ya lo tengo claro, al igual que en mi otra historia, actualizaré los miércoles, como muy tarde, los jueves.

Ahora si, espero que vos guste el capítulo.


-Estoy bien.- Dijo entrecortadamente y acto seguido salió de allí lo más rápido que podía sintiendo la intensa mirada de Takuma en su espalda.
Su mente estaba nublada y el calor que sentía por todo su cuerpo no ayudaba. Sentía al omega dentro de él suplicando que fuera a buscar a alguien que le follara y para su desgracia faltaba muy poco para que él también lo deseara.
Tenía que darse prisa. Takuma se había dado cuenta. Esperaba con todas sus fuerzas que no se hubiera dado cuenta de lo que es porque, si se enteraba uno, se enterrarían todos.
Siguió caminando hasta que divisó el bosque. ¿Sería buena idea esconderse allí? Daba igual. Era la mejor opción en este momento. Miró a los lados comprobando que no había nadie y salió corriendo lo más rápido que podía al interior del bosque. Cuanto más se alejara de la academia más seguro estaría.
Solo paró de correr cuando el calor se hizo demasiado insoportable. Se sentó apoyado en un banco y cerró los ojos intentando estar cuerdo el mayor tiempo posible. Se mordió el labio cuando notó que ya tenía una erección. Como odiaba su celo. Ni siquiera tenía sentido que intentara auto complacerse. No funcionaría y solo lograría que la cosa empeorara.
Todavía con los ojos cerrados, hecho la cabeza hacia atrás. No le quedaban casi fuerzas, pronto se ahogaría en el deseo. Solo rogaba que estuviera lo suficientemente lejos para que ninguno de las sanguijuelas notara su olor.
Un ruido lo distrajo de sus pensamientos. Había sonado demasiado cerca. Abrió los ojos lentamente divisando a Takuma, quién estaba de pie apoyado en un árbol a unos pasos de donde él se encontraba. Maldijo para sus adentros. Le había seguido y él ni siquiera se había dado cuenta.
-A si que esto era lo que te pasaba, Kiryuu-kun.- Zero hizo todo su esfuerzo para no ponerse a llorar. La voz del vampiro sonaba tan autoritaria y seductora que el omega en su interior gimió con fuerza suplicando que se acercara al rubio y lo montara hasta desmayarse.- ¿Cómo lo has ocultado hasta ahora?- Zero quiso huir cuando vio al vampiro acercarse pero sus piernas no se movieron, y lo supo. Ya había caído.
Takuma sonrió al ver al perfecto agachar la cabeza sumisamente para él. Siempre se preguntó como sería tener a un omega y hoy lo sabría. Durante toda su vida había sentido curiosidad por ellos, pero nunca tuvo la suerte de conocer a alguno.
Se agachó cuando estuvo a solo unos centímetros del peli plata. Le acarició suavemente la mejilla admirando su belleza. Nunca se paró a analizarlo antes, siempre había creído que ese vampiro nivel E era alguien que no merecía demasiada atención. Que equivocado estaba.
-¿Entonces?- Volvió a preguntar. Si lo que sabía de los omegas era cierto, Zero, no podría mentirle mientras estaba en su celo.
-Tomaba pastillas.- Dijo Zero quien, ya completamente fuera de si, restregaba su mejilla contra la mano que le era ofrecida, con sus ojos suplicando al mayor que le tomara. Takuma sonrió, no sabía que existían esas pastillas. A lo mejor esa era la razón por la que no se encontraban tantos omegas como antes. Puso sus manos en las mejillas de Zero, las cuales ardían al igual que el reto de su cuerpo, y hizo que le mirara directamente a los ojos.
-No volverás a tomarlas, es una orden.- Takuma sabía que, a menos que fuera su pareja, Zero no tenía por que obedecerlo. Eso tenía fácil solución. Takuma le sonrió al chico que estaba delante suya. No parecía el mismo Zero que él conocía. Era tan sumiso restregándose contra él. Se relamió los labios pensando que podía hacerle al cazador que se ofrecía a él tan descaradamente.
Con poco esfuerzo hizo que el peli plateado se pusiera en pie y unió sus bocas en un beso ardiente que hizo que Zero, tan excitado como estaba, delirara por el placer. Sus lenguas danzaban juntas, sus roses hacían que los dos vampiros se sintieran aun más excitados que antes. La falta de aire hizo que se separaran.
Zero ya no pensaba en nada y su mente nublada por el placer lo único que le decía era que hiciera sentir bien a su amante. Y eso se propuso a hacer. Calló de rodillas y bajando el pantalón y la ropa interior de Takuma, metió el miembro de este en su boca comenzando a chupársela lo mejor que supo hacerlo. Nunca había hecho algo así pero sus instintos de omega le guiaban en su labor. Takuma extasiado por la atención que recibía su polla, puso sus manos en la cabeza del menor comenzando a marcar el ritmo que quería. Movía sus caderas metiendo hasta el final su polla en la boca de peli plateado. Echó la cabeza atrás por el placer que sentía y soltó un gruñido cuando sintió la boca de Zero moverse a sus bolas chupando una y acariciando la otra con una de sus manos, y con la otra masturbándolo.
-Esto es demasiado, si sigues así me correré en tu boca. Prefiero hacerlo en otra parte.- Zero gimió al sentir una mano apretando su nalga derecha. Dejó de su labor para mirar a Takuma esperando que le guiara en lo que quisiera hacer con su cuerpo. Con sus miradas conectadas, el rubio le ordenó que se quitara la ropa y se pusiera en cuatro. Sonriendo cuando Zero le obedeció, se quitó su propia ropa. Se agachó delante del bien formado trasero del cazador. Tragó fuerte cuando separó sus nalgas y vio la entrada apretada del menor. Su polla pulsó y tuvo que controlarse con todas sus fuerzas para no penetrarle en ese mismo momento. Con cuidado metió dos de sus dedos en el orificio deleitándose con los fuertes gemidos que soltaba el cazador.
Zero estaba fuera de si de placer. Los largos dedos de Takuma acariciaban su próstata haciendo que un increíble placer recorriera su cuerpo. Ni siquiera se daba cuenta de lo fuerte que gemía, ni tampoco se dio cuenta cuando empezó a moverse contra los dedos del rubio, buscando que le penetraran más hondo. Una palmada en sus nalgas hizo que se detuviera y al momento sintió el vació que dejaron los dedos de Takuma al salir de su interior. Zero soltó un gemido lastimero ante tal abandonó, pero enseguida su mente se puso en blanco al sentir el miembro del rubio presionar suavemente su entrada. Gimió fuerte, deseando que entrara en él y que lo jodiera lo más fuerte que pudiera.
No tuvo que esperar mucho. De una estocada, Takuma, entró en él comenzando a embestirlo fuerte y profundo, acertando siempre en su próstata. Zero gemía sin control ante el placer que por tanto tiempo su lado racional le había negado. Necesitaba esto. Lo necesitaba más que nada en el mundo. No quería que Takuma dejara de follarlo nunca.
Takuma gruñía mientras entraba y salía del apretado culo del cazador. Al principio se sorprendió que al ser omega fuera virgen pero luego eso le dio más morbo todavía, impulsándolo a follar el culo virgen sin pausa. El olor del omega cada vez lo volvía más loco y los gemidos del mismo tampoco ayudaban a que se mantuviera aunque sea un poco cuerdo. Aumentó la velocidad de sus embestidas, sonriendo satisfecho por los ruidos que hacía el menor debido al placer.
Sintió su orgasmo cerca y moviendo su mano a la polla del cazador empezó a masturbarlo mientras daba las últimas estocadas. Gimió ronco cuando su semilla llenó el apretado culo del peli plateado. Salió de su interior frunciendo el seño al ver que le omega no se había corrido. Entonces se acordó y su polla volvió a ponerse dura con solo pensar en lo siguiente que le haría al precioso chico que estaba sollozando en el suelo por no poder correrse.
-¿Donde está tu marca?- Para hacer de Zero su pareja necesitaba morder su marca de omega mientras lo follaba. Su miembro volvió a pulsar al pensar que bebería de Zero al mismo tiempo que lo embestía. Zero movió un poco su cuello y entrecerrando los ojos , Takuma, pudo ver una pequeña marca, como una manca de nacimiento entre el cuello y el hombro de omega. Sonrió mientras ponía en pie a Zero.
Hizo que el peli plateado se apoyara en el árbol en el que estaba apoyado cuando llegó, dándole la espalda al rubio. Lo cogió de las caderas para darle estabilidad y volvió a entrar en el apretado culo oyendo el grito de placer que soltaba su amante.
Sus embestidas eran aun más rápidas que antes, eran tan fuertes que llegó a hacer que sangrara. El olor de la sangre solo hizo que los dos se pusieran más calientes. Takuma, sin dejar de embestir el frágil cuerpo del cazador, se agachó uniendo su pecho con la espalda del peli plateado y llevó sus colmillos a la marca.
-Voy a morderte.- Avisó al menor rozando con sus colmillos el sitió que iba a morder. Solo recibió un gemido aun más alto que los anteriores. Interpretándolo como una señal, mordió la marca, deleitándose con el placer de beber la deliciosa sangre del omega. Oyó como este gritaba su liberación y al notar como su polla era apretada todavía más se corrió, llenando otra vez al omega. Sin dejar de beber sintió el cuerpo debajo suya temblar de placer y sonrió para sus adentros. Con cuidado sacó sus colmillos y su polla del interior de Zero. En unas horas Zero volvería a estar caliente y el se encargaría de complacer a su ahora pareja. Lo follaría tantas veces ese día que sería un milagro que no se quedara preñado.
Miró a los ojos del peli plateado viendo cansancio en ellos. Lo cogió en sus brazos y lo cargó hasta donde estaba sus ropas. Hizo una improvisada manta con ellas y se tumbó junto con el omega en ellas. Zero no tardó en caer dormido. Takuma sonrió, le alegraba que fuera él el primero que descubriera al omega, y aunque sabía que Kaname se iba a poner hecha una furia cuando se enterara que lo tomo, y probablemente preñó, antes que él, no le importaba.

Notas finales:

¿Que tal?

Nos leemos el próximo miercoles.

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