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camino de la muerte. (camren) por Yelow

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-enciende, enciende, enciende- era lo que repetíamos todas a cada intento que hacía Emma para que el motor encendiera, pero parecía que este no quería hacerlo y los caminantes cada vez se acercaban más y más. Eran alrededor de unos treinta andantes que al parecer hacían esfuerzos titánicos por ir más rápido, pero no podían andar mas que dos o tres pasos lentos.

-estos son más lentos, ¿Por qué?- me pregunte, era la primera vez que veía a caminantes tan lentos.

-ellos son simples caminantes- respondió la rubia aun tratando de encender la camioneta- los que viste anteriormente en la escuela eran caminantes c1, son mas rápidos y un poco mas inteligentes, por así decirlo- concluyo con un gruñido abandonando la labor con el auto- tendremos que bajar y correr.

Todas la miramos como si hubiera perdido la razón, eran muchos caminantes y no podíamos con todos, teníamos a dos niños entre nosotras y Sofí estaba que temblaba de miedo sobre mi regazo.

-podemos correr, no nos alcanzaran, ellos son lentos- la miramos aun sin querer bajarnos del auto y seguir su alocado plan- escuchen, no es la primera vez que me enfrento a estas cosas- nuestras miradas estaban sobre ella, desconcertadas, porque se supone que esto comenzó apenas unas horas ¿Cómo era posible que ella ya las haya enfrentado?- escuchen chicas, no es momento para explicaciones, perdemos tiempo, les prometo que en cuanto estemos en un lugar seguro les contare todo lo que se sobre esas cosas; pero ahora lo mejor es salir de aquí y encontrar otro vehículo.

No teníamos otra opción, esas cosas se acercaban y el auto ya había muerto. Cogimos nuestras cosas y nos bajamos del auto, Sofí subió a mi espalda ya que era un poco más cómodo y fácil correr así. Avanzamos entre callejones que se conectaban con otras calles, por suerte segundos atrás habíamos logrado escapar de la gran horda de caminantes, nuestra respiración era agitada por el ejercicio al correr.

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-rayos, eso estuvo cerca- dijo la pelinegra de ojos verdes soltando un suspiro de cansancio- bien, ¿ahora que hacemos?- pregunto.

-lo más lógico sería tratar de encontrar otro auto e irnos- respondí, era algo que todas queríamos hacer, salir de este infierno en el que nos encontrábamos.

-me gusta es idea chica de los ojos bonitos- sonrió logrando que yo también lo hiciera.

Todas estábamos de acuerdo en buscar un auto y lo mejor seria una van, como la que teníamos y esperaba que ya estuviera bien escondida y los chicos estuvieran a salvo.

Caminamos escondidos entre las sombras que ya nos ofrecía la noche, el sol hacia mas de una hora que se había ocultado y nosotras aun no encontrábamos transporte para salir. Podía calcular mas o menos que ya llevábamos caminando unas tres horas desde que la camioneta se descompuso; en el camino nos hemos cruzado con caminantes a los cuales hemos podido evitar en el mejor de los casos y en el peor… rematarlos.

La situación no era fácil para nadie, todas estábamos cansadas y lo peor era que los niños estaban viviendo una situación que jamás pensé que un niño podría ni debería pasar. No quería que Sofí ni Henry tuvieran que ver cómo matábamos a esas cosas, no quería que mi hermanita viera como esas cosas se lanzaban sobre nosotras con el único objetivo de lastimarnos. Ellos no tenían por qué pasar por esto y sin embargo lo hacían. Sofí lloraba de miedo cada vez que nos tocaba hacerles frente y que el pequeño moreno la ponía detrás de él para defenderla mientras nosotras los defendíamos a ellos. ¡esto era una mierda!

-Camz…- escuche que me llamaban, mire al frente y me encontré con Lauren que ya caminaba a mi lado. Hacía poco que ella me llamaba así y en realidad me gustaba, me gustaba mucho- dámela, yo la puedo cargar un rato- dijo refiriéndose a Sofí, pero yo negué con la cabeza, no me separaría de ella ni loca- Camz…-suspiro- llevamos horas caminando y solo la has soltado para acabar con esas cosas, estas tan cansada como todas nosotras, déjame llevarla, por favor- pidió, pero volví a negar aferrando mas a sofí que iba dormida en mi espalda. Nos quedamos calladas por unos segundos tan solo caminando lado a lado.

-no quiero perderla…- rompí el silencio, ella tan solo me miro esperando que continuará- es lo único que me queda, es mi única familia- le confesé, mi mayor miedo era perderla- Desde que papá y mamá murieron han tratado de quitármela, de separarnos porque supuestamente yo no estaba capacitada para cuidarla. Me jure que les demostraría que estaban equivocados, me esforcé en todo, ella siempre ha estado primero, siempre y lo hice, cuando por fin encontré trabajo y dejaron de insistir con llevársela, pude tomar un descanso, y ahora sucede toda esta mierda y ya no tengo solo que preocuparme por los de servicios sociales sino que ahora tenemos a todas estas cosas y joder Lauren esto es una mierda- susurre con frustración reteniendo las lágrimas que desde hace rato quería soltar- no quiero ni pensar en que seria de ella si una de estas cosas me muerde o en el peor de los casos no quiero ni pensar que hare si es ella la que resulta mordida y yo…

-Camz, eso no va a pasar, te lo prometo- dijo Lauren con tanta convicción en su voz y en su mirada que me atreví a confiar en ella, no sabia que tenia esta chica, pero sentía que podía confiarle mi vida y mas importante a un, la de Sofí.

-Lauren…- la llame, sabia que estaba a mi lado, mirándome atentamente, pero me gustaba como sonaba cada una de las letras de su nombre- si llegara a pasar que yo resulte convirtiéndome en una de esas cosas…

-oye, eso no va a pasar- corto toda clase de petición que estaba por hacer- eso no pasara Camila, mírame- pidió quedando frente a frente- te prometo, por lo mas sagrado que tengo, que es la memoria de mis padres y hermanos, que tú y Sofí estarán bien, no permitiré que se separen y ustedes serán las primeras personas en ver el primer amanecer cuando todo esto termine, te lo prometo, no, te lo juro Camila, y que sepas que un Jauregui cumple sus promesas y honra sus juramentos- las hermosas esmeraldas de Lauren me miraban tan fijamente, que no dejaban lugar a dudas de que ella en verdad cumpliría su palabra.

Entonces lo entendí, ella estaba tan solo como nosotras- gracias- solté en medio de un suspiro, pero ella negó con una linda sonrisa en sus carnosos labios mientras limpia mis mejillas con sus pulgares. Al final las lágrimas sí que habían salido.

-bien, ahora dámela, yo la llevare- dijo dispuesta a cargar a Sofí; y se la pase, sintiendo como mi espalda agradecía estar libre del peso de una niña de seis años- vamos, ojitos bonitos, las chicas nos esperan- sonrió acomodando a Sofí y caminando hacia las chicas que nos esperaban cerca de una tienda. No me había percatado, pero nos habíamos detenido en medio de la calle en lo que conversábamos, eso había sido tonto, por suerte para nosotras la calle estaba desierta.

-chicas- apenas llegábamos con las otras y al parecer ya tenían un plan- es tonto seguir buscando un auto, los niños están cansados y según Dinah, en unos quince o veinte minutos más, encontraremos una armería y es uno de los edificios mas seguros que podremos encontrar al paso- nos informaba Emma, quien llevaba de la mano a Henry, quien luchaba contra el cansancio y se resistía a cerrar los ojos- y la verdad no se como lo hace, pero desde que nos bajamos del auto ella ha sido quien nos ha guiado y yo me fio.

-bueno, es que DJ es mejor que Google Maps- dije sonriendo a mi amiga rubia, que se puso de un rosa suave haciendo que, en todo el día, nos naciera una sonrisa a todas, y sin perder más tiempo, comenzamos a caminar, nuevamente, hacia la armería.

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-con cuidado, no sabemos si hay mas personas y han tenido la misma idea que nosotras- esta vez era Emma quien nos daba las indicaciones de que hacer ya que ella tenia entrenamiento militar.

Emma entro primera, seguida por Alex y Dinah mientras Lauren y yo manteníamos a los niños seguros; el lugar se encontraba a oscuras y los únicos pocos rayos de luz que lograban penetrar por los escaparates de vidrio con rejillas de grueso metal no lograban alumbra lo suficiente para saber en dónde pisábamos o hacia donde nos dirigíamos. El local era lo suficientemente grande como que algún caminante anduviera por algún rincón listo para atacar, por lo cual íbamos a pasos de seda. Por suerte Sofia no se había despertado, eso hacía que la situación fuera mejor, ya que así no vería nuevamente a esas cosas, Henry también se mantenía atento cuidando de ella, él era un gran pequeño hombre.

Todo se encontraba calmado, no había mas movimiento que el nuestro o eso pensamos hasta que las luces de la habitación en la que nos encontrábamos se encendieron y de pronto nos encontramos con una pequeña morena de rasgos latinos, que nos apuntaban con un arma de fuego que se mantenía inestable sobre su mano por el temblor que esta generaba.

-¿Quiénes son ustedes?- pregunto alterada sin dejarnos de apuntar- ¿Qué quieren?- volvió a preguntar esta vez apuntando a Alex, mientras nosotras tratábamos de hacer que se calmara.

-tranquila hermana, solo buscamos un lugar donde pasar la noche- explico Emma. No me había fijado bien, pero si, la mujer que nos apunta era una hermana, tal vez era de algún convento cerca y se había visto en la misma necesidad que nosotras. Sobrevivir…- tenemos niños, por favor cálmese- le pidió, haciendo que la vista de la hermana viajara hasta nosotras y los niños que nos manteníamos un poco mas lejos que las chicas y segundos después de pensarlo y tragar saliva ella bajara el arma, permitiéndonos respirar tranquilas.

-lo siento, pero todo es un caos y la ultima persona que estuvo aquí hirió al chico que me ayudo- se disculpó ella.

-esta bien, entendemos. Nosotras pasamos por lo mismo, soy Emma- se presento la rubia de ojos verdes- y ellas son Alex, Dinah, Lauren, Camila, la pequeña Sofia y mi hijo, Henry- termino la presentación señalando al pequeño moreno.

-yo, lo siento- se volvió a disculpar- soy Allyson, Hermana de la caridad y servidora de Dios- se presentó- ¿alguna de ustedes sabe primeros auxilios?- nos preguntó.

-yo- respondió Emma- ¿algún herido de gravedad?

-como les dije, antes de ustedes hubo un chico que se volvió loco y ataco al muchacho que me ayudo a encontrar refugio aquí- nos dijo caminando hacia un cuarto que al parecer era el despacho- no sé que tan grave sea la herida, sangraba mucho y con lo poco que sé y lo poco que se tiene a la mano aquí tan solo logre hacer que la herida detuviera el sangrado- explico abriendo una puerta de madera y dejando ver a un chico alto y rubio que se encontraba sobre un sofá con los ojos cerrados- él no logro soportar más el dolor y se desmayó, trate de mantenerlo despierto pero el dolor le gano la partida, reviso cada quince minutos para ver que esta bien, en lo que cabe.

Emma se acerco hasta el chico inconsciente, percatándose de que estaba volando en temperatura, desato el torniquete que tenía sobre su brazo izquierdo y reviso la profundidad y gravedad de la herida, cuando termino se acercó a nosotras y nos explicó la situación.

-la herida es profunda, por suerte para él, ha sido un corte limpio y no ha logrado dañar mas allá lo que es el tejido ni cortar ningún tendón. Y gracias a que atendiste rápido el sangrado, la perdida no ha sido mucha, estará bien con unos días de reposo y con los medicamentos- nos informó haciendo que la hermana soltara un suspiro y un, gracias señor- por otro lado, antes de eso, tengo que desinfectar y suturar la herida, necesitare de algunas cosas. ¿sabes si hay algún botiquín por aquí?- pregunto y entonces Allyson cambio su semblante tranquilo a uno preocupado.

-no, no hay ninguno, ya he buscado por todas partes y solo hay armas, municiones, más armas y más municiones.

El silencio se apodero de la habitación, veíamos como las esperanzas del rubio se perdían poco a poco y los ojos de la hermana se comenzaban a llenar de lagrimas por no poder ayudar mas al muchacho que le había salvado la vida.

¿hay alguna farmacia cerca?- pregunto alguien a mi espalda y por más que quería pensar que no era ella, sabia de antemano que quien había hablado había sido Lauren, ya que era la única de nosotras que se encontraba más cerca de mí.

-¿Lauren?...- voltee y su mirara se encontró con la mía, pero no duro mucha nuestra conexión ya que ella se dirigió al otro sofá libre y recostó sobre este a Sofia.

-hay una cruzando la calle, a unas cuatro tiendas calle abajo- le respondió Allyson sin entender el porque de la pregunta- ¿Por qué?

-porque pienso salir y conseguir el medicamento para él, además de coger algunos para nosotras, por si algo así llegara a pasar- cogió la mochila de Henry y comenzó a sacar las cosas que esta tenía dentro- ¿Qué es lo que necesitas?- le pregunto a la rubia que se encargaría del chico.

-Lauren…- volví a intentar, pero nuevamente ella decidió ignorarme y poner atención a lo que Emma le pedía. Lauren se coloco la mochila al hombro y salió de allí junto con Emma y Alex.

Miré a Dinah que se había quedado junto a Henry y Sofia, y le pedí con la mirada que, cuidada de mi hermanita, ella solo asintió y señalo con un movimiento de cabeza la puerta por donde antes las tres mujeres habían salido. No tarde mas de un minuto en encontrarlas en el almacén; la habitación estaba repleta de cajas por el suelo y algunas gavetas con las que al parecer era las municiones, había alguna que otra arma en la pared, parecían que eran de muestra pero no, esas eran tan de verdad y lo supe en cuanto Alex sujeto una de ellas y la reviso tan detalladamente que por la sonrisa que broto de sus labios parecería que se hubiera ganado el premio gordo en la lotería, luego la pelirroja reviso con la mirada algunas de las cajas y encontró las municiones para el arma que había elegido, cargo el cartucho de esta le puso el seguro y sonrió mas en cuanto Emma le aventó un silenciador que no tardo en colocar y recibiendo un: “no quedemos mucho jaleo, ¿cierto?” por parte de la rubia. También se había colocado una correa de pecho en la cual coloco el arma, cogió otra correa que era para el muslo y sobre el pantalón la coloco como si fuera un bolsillo mas grande, el cual lo lleno de municiones y terminaba de equiparse con algunas otras cosas que entre ella y Emma escogían.

No la observe por mucho tiempo ya que mi mirada se perdió al segundo de encontrar la de la chica de piel pálida, que enseguida volvió a huir de mi y se concentro en lo que hacía.

-¿lista?- escuche la voz de Alex, que se había acercado a Lauren.

-lista- dijo guardando un cuchillo en su bota de cuero y salió junto a la pelirroja.

No dejaría que me volviera a ignorar, corrí tras de ella y la detuve por el brazo.

-te espero en la puerta- fue lo único que dijo Alex y se alejo de nosotras junto con Emma.

Ella no me miraba, tenia la vista fija en frente y lo único que se escuchaba era nuestra respiración.

-Lauren ¿Por qué lo haces?- le pregunte buscando su mirada pero ella seguía negándomela.

 

LAUREN. POV.

Camila era insistente, era algo que me había gustado de ella en lo poco de tiempo que llevamos de conocernos, pero ahora eso me estaba poniendo las cosas un poco difíciles. No quería mirar a la chica de ojos bonitos porque sabía que, si me pedía que me quedara, lo haría; una parte de mí me dice que quede con ella por si algo pasa y yo no estuviera para ella, pero la otra parte me decía que fuera y asegurada uno de los recursos que muy pronto seria uno de los mas escasos y de los que estoy segura, muchos serán capaces de todo para conseguirlo. Había tomado una decisión, la había tomado viendo como es que ella era capaz de quebrarse la espalda con tal de no separarse de su hermana. Camila y Sofia me trajeron recuerdos que creía olvidados, pero ahí estaban, había recordado a Taylor, mi pequeña hermana había vuelto tan nítida en mis recuerdos que pensé que eran del día anterior, pero no, eran recuerdos de hace tanto tiempo que incluso los había olvidado, pero ¿Por qué?

-Lauren ¿Por qué lo haces?- me pregunto sacándome de mis pensamientos. No le diría que lo hago por ellas, si hiciera eso estoy segura de que se asustaría y se alejaría, así que solo diría lo que sonara más lógico.

-ese chico necesita la medicina, Camz.

-pero podría ir Emma, ella está más capacitada, tiene entrenamiento militar y le será fácil ¿Por qué vas tú?- me pregunto tratando de saber el porqué.

-es por eso por lo que ella se queda con ustedes, Camz. Emma las mantendrá segura, además ¿Cómo sabes que no soy buena en lucha o algo?- pregunte esta vez mirándola a los ojos con media sonrisa tratando de calmar la preocupación que se escapaba por sus orbes chocolates- oye chica de los ojos bonitos ¿me das un abrazo para la buena suerte?- le pedí, en algún momento de la conversación, nuestras manos habían terminado juntas por lo cual para Camila le fue más fácil jalarme y rodearme con sus brazos.

-vuelve sin un rasguño lolo, por favor- susurro cerca de mi oído y mis ojos se cerraron por si solos para poder disfrutar del sonido de su suave voz, suspire separándome un poco de ella, pero sin romper la cercanía.

-volveré pronto Camz, lo prometo- deje un beso en su frente y Sali del almacén sin mirar atrás, ya que si lo hacia no seria capaz de alejarme de ella. Ya en la entrada de la armería me encontré con Alex y juntas salimos lo más sigilosamente hacia la farmacia calle abajo.

lo peor estaba por venir. Si tan solo lo hubiera sabido… aquel beso que le di a Camila, se lo hubiera dado en los labios, tal vez así después de todo, hubiera sido más que feliz al tener que dejarla.

UNA HORA DESPUES.

-Alex tenemos que separarnos- le dije dando la mochila que se encontraba llena con todo tipo de medicina- yo los distraeré, tú regresa con las demás y por favor, cuida de Camila y Sofí- pedí.

-Lauren ¿acaso tú?- pero no deje que terminara de formula su pregunta, no teníamos tiempo y esas cosas se escuchaban cada vez más cerca.

-no hay tiempo, tienes que irte antes de sea tarde- no le deje tiempo a que volviera a hablar y me aleje de ella, una vez fuera de su alcance y dejándola oculta en aquel pequeño escondite, me dedique a hacer el mayor ruido posible para llamar la atención de los caminantes y así alejarlos de la pelirroja. Corrí entre las calles oscuras de la ciudad y cuando estuve segura de que estaba lo suficientemente lejos de Alex, use mis habilidades y conocimientos de parkour, trepando uno de los edificios mas altos, una vez fuera del alcance de los caminantes que se desesperaban entre gruñidos, me recosté sobre una de las paredes y me deje caer lentamente al suelo- lo siento Camz…- susurre viendo como la sangre escurría por mi brazo, dejando ver claramente la marca de una mordida-siento no volver… y menos sin un rasguño…

Notas finales:

lo sé, soy mala.

bueno, que se le hace asi va la historia.

esta historia tambien esta en wattpad, hay es donde actulizo primero. gracias por leer.

para el wattpad mi perfil es: razel502.


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