-Sofia…- repetí ganando la atención de mis compañeros- tengo que ir por ella- Dije comenzando a caminar, pero una mano me detuvo sujetándome del brazo.
-espera- escuche que me decía, pero no tenía tiempo que perder, tenía que ir por mi hermanita- Camila, espera. No te puedes así porque si.
-¿así porque si?- dije con rabia en cuanto me logre zafar de su agarre y me gire para confrontarlo- es mi hermana de la que estás hablando, es mi mayor prioridad en este momento. Sabes que si el ejército está metido en esto es por realmente es algo grave y no me voy a quedar mirando como esas cosas siguen avanzando y no hacer nada por tener a mi hermanita segura a mi lado- reclame mientras comenzaba a dar algunos pasos para alejarme de Austin.
Mire a Maggie, quien con un solo asentimiento de cabeza me siguió unos pasos por detrás mientras cruzábamos el puente que conectaba nuestra faculta con la de ingeniera y nos escabullíamos de algunos caminantes.
-la vamos a encontrar Mila. Pero sabes que no lo lograremos solas- Maggie me había dicho algo que ya sabia y por eso iríamos por Alex.
-lo sé, pero para llegar a la facultad de artes hay que cruzar esta, ¿cierto? - pregunte con una sonrisa- no pensarías que me olvidaría de tu chica, ¿cierto?
Maggie tan solo afirmo con una sonrisa mientras nos adentrábamos por un salón para poder llegar al próximo puente y así por fin a artes.
El olor que se esparcía por todo el lugar era desagradable, el color de las paredes que antes eran cremas ahora lucía con grandes manchas y puntos rojos, el desorden que hay por todo el lugar era escalofriante y más si le sumábamos algunos de los cuerpos de algunos de los alumnos que se encontraban esparcidos sin ningún orden. Encontrarnos con algún que otro caminante no era problema, habíamos descubierto que con algunos buenos golpes en la cabeza se les podía parar por completo.
No sabíamos que eran esas cosas en realidad, pero basándonos en todas las películas de muertos vivientes que habíamos visto, podíamos decir y hasta afirmar que aquellas cosas eran zombis. Por lo cual también podíamos afirmar que un solo rasguño de ellos podía contaminarte.
No sabíamos si había más sobrevivientes en la universidad, no hasta que nos topamos cara a cara con una buena cantidad de zombis que rápidamente nos comenzaron a rodear. A pesar de que terminábamos con algunos el número de ellos parecía no disminuir, por el contrario, parecían que cada vez llegaban más y más. Pensé que este sería el fin y no volvería a ver Sofí ni ponerla a salvo, voltee para ver a Maggie y poder disculparme con ella por haberla metido en este lio, pero me encontré con una gran y hermosa sonrisa que viajo a través de mi hombro.
Voltee para observar que era lo que tenía a Maggie feliz, y si, ahí estaba Alex, con una pistola de clavos que al parecer había sido modificada, a su lado derecho se encontraba una chica morena con un bate de metal y a su izquierda unos pasos por detrás se encontraba un chico que tan solo tenía en sus manos un tubo de metal con el cual golpeaba a los caminantes. Entre los cinco logramos acabar con todos los caminantes.
En cuanto ya estábamos libres de ellos, pude ver como por fin Alex y Maggie se daban un fuerte abrazo mientras que los otros chicos chocaban sus puños.
-si que te tardaste Danvers- oí decir a Maggie, antes que le plantara un beso en los labios a su chica.
-llegue justo a tiempo Sawyer, no te patearon el trasero ¿cierto? - dijo Alex sonriendo, ganándose un manotazo en su hombro por parte de Maggie.
-bien, creo que ahora que ya estas con tu chica es momento de irnos, esto se pone cada vez más feo- llamo la atención el chico castaño con el tubo en manos.
-tiene razón, debemos salir de aquí en cuanto antes- dijo la chica al costado del castaño, haciendo que todos asintiéramos con la cabeza.
-si, pero ¿cómo? - pregunte llamando la atención de todos- la primera planta está invadida por esas cosas, y no podremos llegar hasta el estacionamiento sin pasar por la puerta principal, además, ¿Cómo rayos llegamos a los autos? - cuestione pensando en alguna manera de salir.
-hey, hola. Soy Winslow Schott, pero pueden decirme Winn, en realidad prefiero que me digan Winn. Ya que Winslow Schott es mi padre así que yo sería JR.- comenzó a divagar, pero al parecer se dio cuenta y solito se cortó- bueno, por el cómo salir ya está cubierto. Dinah sabe cómo salir de cualquier lugar de la universidad y/o cuidad- concluyo mirando a la chica polinesia que tan solo se limitó a afirmar con ligero movimiento de cabeza.
Dinah tomo la delantera del grupo comenzando a guiarnos por pasadizos que antes jamás me hubiera imaginado existirían en este edificio; siempre cuidando que no nos topáramos con caminantes cuando había que cruzar por algunos de los pasillos y aulas.
No tardamos más de diez minutos en llegar hasta el estacionamiento, en el cual para nuestra desgracia había tanto infectado que no podíamos avanzar más de cinco metros y escabullirnos entre algunos vehículos, los cuales eran deportivos de dos asientos y en los que no entraríamos todos.
-mierda- resople- miren esa minivan de por allá- señales en dirección a unos cuantos caminantes de los cuales sería fácil acabar, siempre y cuando los otros no se dieran cuenta.
-¿Cuál es tu plan Winslow?- pregunto Maggie entre susurros para no llamar la atención de los caminantes. Ganándose el ceño fruncido de Winn.
-Alex, Dinah- llamó- ¿recuerdan las botellas que hicimos antes? – preguntó; haciendo que las chicas se miraran entre ellas para luego asentir- pues ese es el plan.
Winn sacó una botella de la mochila azul eléctrico que llevaba colgada en la espalda, un mechero de su bolsillo y luego nos miró para cerciorarse de que comprendíamos el plan.
.hey- dijo él mirando a Maggie- eso te sirve- pregunto señalando el reloj en su muñeca.
-todo tuyo chico- le respondió ella alcanzándole el objeto, y al instante el castaño comenzó a jugar con el reloj.
-¿Qué haces? – pregunte.
-bien señoritas, basándome en mi conocimiento de muertos vivientes por las películas de Hollywood, esas cosas son atraídas por el sonido. Así que preparare este reloj para que en quince segundo suene, ellos corran hacia él, yo arrogue este bebe y luego llamas a mí. Es el tiempo suficiente para que lleguemos hasta la minivan y salgamos como tiro al blanco, ósea, como el viento- termino de explicar, tomo una bocanada de aire, nos miró a cada una de nosotras y luego dio comienzo al plan.
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No sabría decir cómo fue que todo ocurrió, pero fue tan rápido que pensé que el corazón se me saldría del pecho. El plan había funcionado, salvo por el hecho de que en cuanto llegamos a la minivan y rompí el vidrio para que Maggie pudiera entrar y encenderlo, los caminantes que se encontraban en los alrededores comenzaron a correr hacia nosotros tratando de mordernos y obligándonos a pelear y ganar tiempo para Maggie hasta que ella lograra encender la van.
No había imaginado jamás que aquel sonido casi ahogado que le daba vida al motor de un auto me alegraría de tal manera que, si no fuera porque Maggie ya tenía a Alex, sería capaz de darle un gran beso por avernos sacado de ahí en cuanto los pies de Winn abandonado el asfalto.
Ahora solo un pensamiento rondaba en mi cabeza y ese era que muy pronto estaría con Sofia.
“¡por favor aguanta un poco más, Sofi- voy por ti!” rogaba y repetía en mi cabeza como un mantra.