Naruto e Iruka abordaron el auto en qué Sasuke fué a buscarlos, y se dirigieron a la casa Namikaze.
Naruto se removió nervioso.
—¿Falta mucho?
—Unos minutos. No tienes que estar nervioso.
—Lo sé pero no puedo evitarlo. Conoceremosr03; el lugar en el que nací.
Sasuke sujetó la mano de Naruto y la acarició con su pulgar.
Tras varios minutos, Sasuke habló: —Llegamos mueren a su izquierda.
Naruto e Iruka lo único que miraban miraban era una gran barda con blanca con algunas guías de platas verde colgando. Al poco tiempo vieron un portón color plata, completamente cerrado, y al lado una puerta del mismo color.
El chófer tocó el claxon 4 veces, y el portón comenzó a elevarse. El auto entro en la propiedad.
Una perfecta O se dibujaba en la boca de Naruto e Iruka. Sasuke sonrió.
—Es hermosa— murmuró Iruka.
—Si—murmuró Naruto. Era hermosa. Estaba pintada complemente de blanco. Comparada con la de los Uchiha era un poco más pequeña pero se sentía más hogareña. El jardín se extendía desde la entrada hasta el fondo. La barda eran murallas verdes, una que otra flor la adornan.
Cuando el auto se detuvo Naruto apreció que la puerta salió y salieron todos los Namikaze, y otras personas que se le hicieron conocidas pero no recordaba de donde.
Descendieron del auto y saludaron -Buen tarde.
—Bienvenidos a la casa Namikaze— dijo Jiraiya a los recién llegados.
—Gracias...
Todos se quedaron mirando pero no decían nada hasta que salió Gaara de la casa.
—¿Qué hacen. Por qué no entran?
—Pasen, los estábamos esperando— dijo Kurama. Tomó la mano del rubio y lo llevó.
Naruto miró sorprendido el interior. No era tan lujoso como con los Uchiha pero se miraba hermoso. Las imágenes de la familia llamaron la atención. En algunas se apreciaban a sus hermanos desde bebés hasta la actualidad. Pero una llamó su atención.
—Eres tú- dijo Minato —Tenías un meses de edad.
—Siempre creí que era Deidara- comentó Gaara.
—No. Es Naruto. Esa foto la tomó Deidara— Dijo Kurama.
—¿Yo?— era la primera vez que escuchaba eso.
—Si. Siempre has tenido talento, cariño.
—Vaya...
—Vengan— indicó Tsunade y todos la siguieron a la sala, y se acomodaron.
—Oh cierto—dijo Naruto — Él, es Iruka Umino. Es de quién les hablé.
—Mucho gusto- saludó Iruka. Estaba algo apenado.
Kurama se levantó y sujetó las manos del castaño —En verdad, muchas gracias por cuidar de mi bebé. No sabe cuanto le agradezco que no lo dejará solo.
Negó —No podía dejarlo solo. Naruto es la única familia que me queda.
Kurama sonrió —¿Eres doncel, verdad? ¿Qué edad tienes?
—Sí. Tengo 25.
—Eres muy joven.
Se sintió apenado por la mirada de todos.
—Se que eres parte de mi hijo, por eso no me atrevería a separarlos ¿Quieres vivir aquí? También seremos tu familia —propuso Minato.
—¿Aquí? N-No podría.
—Por supuesto que puedes. Serás parte de la familia— dijo Tsunade.
—Cierto. Eres bienvenido— dijo Jiraiya.
Iruka supo que la familia no quería que recibir un no por respuesta —-Ayudaré en lo que sea.
Kurama sonrió encantado —Esta decidido. Esta misma noche se mudan.
—pero...
—Nada de peros. Las habitaciones ya están casi listas— dijo Kurama feliz.
—Mientras Deidara y Gaara le muestran la casa a Iruka-kun. Nosotros iremos a la habitación de Naru.
Al rubio y castaño no le quedó de otra más que obedecer.