Paso el segundo mes y todo iba de maravilla para mi excepto por mi cambio de editor, Meiko dijo hartarse de mí y me cambiaron de editor a Hiyama Kiyoteru, aunque siendo sincero él no se metía en mi vida, no me trataba de cretino e idiota solo tomaba el trabajo lo revisaba y luego se iba, todo iba bien hasta que me obligo a lo que Meiko jamás hizo, hacer una firma de autógrafos.
-¡¿Qué?! –Exclame – ¿Es que estás demente?
-Claro que no Sr. Shion solo pienso en lo mejor para usted y su imagen –Respondió –
-¿Mi imagen? –Conteste cruzándome de brazos –
-En lo que lleva en sus años de carrera, nunca ha dado una firma de autógrafos ni siquiera ha ido a recibir sus premios permanecer en el anonimato total –Comentó mientras se acomodaba sus lentes –
-ah… era por eso –murmure – ¡Seguro porque quería estar en el anonimato!
-Por favor Sr. Shion cálmese –respondió para que yo me calmara –
-Aspire aire, exhale, no aun quiero matarlo, me senté de brazos cruzados mirándole fijamente – Ahora explícate, porque rayos ahora quieren forzarme a salir de mi anonimato total, les he servido bien, no he faltado con mis publicaciones ni una vez ¿por qué ahora?
-Muchos de sus fans están interesado en conocerlos y ya que usted se ha buscado interesar también por los lectores pidiendo las cartas y objetos que le han enviado –explico, bueno aquello lo había hecho más para obtener las cartas que me había enviado Gakupo, pero me encontré sintiéndome increíble con los que esas personas escribían para mí –Hemos decidido en proceder en una firma de autógrafos.
-No creo que sea buena idea –Contesté –
-Que mal Sr. Shion porque ya hemos puesto los carteles se vería muy mal para usted que desilusionara a sus fans ¿no lo cree? –Menciono –Estarán tan emocionado porque su escritor favorito Aisu dará una firma de autógrafos, sería un gran dolor para ellos que no llegara a aparecer –me imagine lo que podía sentir Gakupo y lo pensé un momento siempre he querido mantenerme en el anonimato pero no puedo fallar no de esa manera –
-Está bien, haré la dichosa firma de autógrafos –Suspire mientras él sonreía –
-Será el veinte de marzo –Sonrió prepotente –
-¡Pero! a cambio necesito algo –Se detuvo de levantarse e irse –
-¿Qué quieres? –inquirió enarcando una ceja –
-Necesito que me des uno de esos pases especiales que de seguro darán –Hiyama hizo una mueca –Si ese que tiene el libro edición especial con un muñeco único de mi personaje versión limitada y además que no necesita hacer fila.
-¿para qué quieres eso? –contestó –
-¿lo tomas o lo dejas Sr. Hiyama? –me cruce de brazos para que él suspirara –
-Está bien Sr. Shion es un trato –Respondió –mañana le enviaremos el pase, que tenga una buena tarde.
-Igualmente –Se retiró para que yo me dejará caer como plomo en el sofá –
¿Y ahora? ¿Cómo tomará Gakupo que no le dijera que yo era Aisu? Realmente, realmente espero que no me odie por ello, bueno algún día tenía que suceder supongo.
Los días fueron pasando y al pasar junto a una librería observe carteles de la firma de autógrafo, al parecer estaban promocionando a lo grande, bueno al menos ya me habían dado mi pase, esa tarde cuando Gakupo llego a la casa me sorprendió, se dejó caer en mi sofá realmente deprimido.
-Eh… ¿querido estás bien? –pregunte –
-No…no lo estoy dulzura –murmuro – ¡Sabes de lo que hoy me enteré!
-eh…no –enarque una ceja mientras levantaba su torso para mirarme apoyándose en sus codos –
-¡Aisu dará una firma de autógrafos! ¡¿Y sabes lo que es peor?! –ahora si no entiendo –
-pensé que Aisu era tu escritor favorito ¿por qué tendría algo de malo que diera una firma de autógrafos? –Enarque una ceja –
-No, la firma de autógrafos no es lo malo, lo malo es que no pude conseguir uno de los pases y los pases que quedan son los últimos, no puedo dejar mi trabajo en la pastelería Gumi me mataría si la vuelvo a dejar sola –Se dejó caer nuevamente en el sofá enterrando su cabeza en la almohada –No voy a poder conocerlo… siento que mi existencia no tiene sentido –Comencé a reír para levantarme del sillón donde me encontraba –Anda búrlate de mi dolor.
-Es fácil hacerlo –Respondí para ir hacia me habitación, saque el pase que tenía guardado para llegar a la sala –Muy bien Gakupo, siéntate y cierra los ojos.
-¿me darás la serpiente que me muerda para darme muerte? –Comentó –
-Enserio uno de estos días te voy a regalar una serpiente –Respondí – ¡Y eso es muy de Cleopatra! –El solo se encogió de hombros, suspire –Anda siéntate y cierra los ojos –Suspiro sacando la cabeza del cojín para sentarse y cerrar los ojos, me senté en el sofá aun lado de él –extiende tu mano
-¿Cuál de las dos? –pregunto –
-Cualquiera de las dos –Respondí, extendió su mano derecha mientras yo colocaba el pase en su mano –listo abre los ojos y mira.
-Abrió sus ojos para mirar su mano –dime que no es una broma.
-No, es el pase diamante, que hará que te entreguen el libro versión limitada con una figurita del personaje –Contesté –Además no necesitaras hacer fila.
-¡Dulzura! –Se lanzó contra mí haciendo que cayera golpeando mi espalda con el apoyabrazos del sofá –
-Auh –me queje ante el golpe –
-lo siento me emocione –Respondió alejándose un poco para luego besarme – ¿sabes lo mucho que te amo?
-lo sé pero me encanta que me lo digas –Sonreí para que me volviera a besar –Y me encantan tus besos.
-¿Y qué más de mi te encanta? –me pregunto sonriendo –
-Me encantan tu cabello –Comenté mientras se lo acariciaba –me encantan tus ojos, me encanta tu voz, me encanta todo de ti.
-A mi igual me gusta todo de ti –Y me volvió a besar, enrede mis brazos alrededor de su cuello mientras me acomodaba dándole espacio entre mis piernas, sentí como comenzó a frotar su pelvis contra la mía y solo pude soltar un gemido, cielos el aire se estaba volviendo demasiado caliente –Te estás poniendo duro.
-El burro hablado de orejas –Burle mientras él reía, sus labios pasaron a mi cuello mientras mis manos desataban su larga cabellera dejándola caer cual cascada –mh –levante un poco más la cabeza dándole más accesibilidad a mi cuello mientras sentía como sus manos recorrían mi cuerpo dejando ese constante hormigueo –ah…Gakupo –Y me fuera déjalo llevar porque Gakupo esta como para comérmelo con un trozo de pan si no fuera por el condenado timbre que sonó –Dejémoslo sonar –Me queje mientras él asentía y seguía pero el ruido era demasiado insistente –
-La puerta comenzó a sonar fuerte – ¡Kaito maldito vago sé que estás en tu casa abre la puerta! –Y pateo mi puerta – ¡Abre! ¡O la tirare!
-Demonios Meiko es capaz de tirar la puerta –Y me saque a Gakupo de encima –
-¿Quién es Meiko? –me pregunto –
-Alguien desagradable –me queje para ir a abrir la puerta –
-¡¿Cómo pudiste?! Tú…tú traidor –me reclamo –
-¿De qué hablas? –pregunte –
-¡¿De qué hablo?! ¡De la propuesta del maldito cuatro ojos! ¡De Kiyoteru! –Me regaño – ¡Llevaba años! ¡Años pidiéndotelo! ¡Y tú no te atreviste a aceptar!
-oh…eso, en si me obligo –Respondió –
-Te obligo…claro te obligo ¡Metiéndote el huevo o que! –Me reclamo –
-Santo cielos Meiko ¡¿Otra vez con esa mierda?! –Me tomé el puente de la nariz suspirando – ¡En primera tu decidiste dejar de ser mi editora diciendo que ya no aguantabas mi personalidad! ¡¿Luego me vienes gritando que yo me acuesto con Sr. Hiyama?! ¡En primera la editorial lo mando a él en tu remplazo!
-¡Pero no debería ser así! ¡Tú debiste haberme buscado! –Se cruzó de brazos –
-¿Qué querías que hiciera? Decirle Sr. Hiyama no puede ser mi editor porque yo quiero a la ¡Desgraciada que me anda rebajando cada vez que viene a buscar mi manuscritos porque soy bien masoquista! –Le grite – ¡A aquella que me grita lo inútil y mierda que soy a cada instante! O sí que maravilloso.
-Yo no….
-Vamos Meiko, lo único que tenía contigo era meramente laboral, tu venias buscabas mi manuscritos y ya, jamás intente hacer una amistad contigo porque siempre me decías “idiota, cretino, imbécil, inútil, ineficiente” “nadie jamás podría enamorarse de ti, jamás nadie se va a fijar en ti” me llevaba el autoestima al suelo por tu culpa –Me cruce de brazos –Siempre he sido sensible y de eso jamás te diste de cuenta, de todo el daño que me hiciste ¿Crees que te iba a pedir de regreso? no, no lo iba a hacer… y el hecho de que…dudaras del amor que siente mi novio por mí fue la gota que rebaso el vaso –Ella solo hizo una mueca –Meiko solo…solo vete –Suspire para cerrar la puerta –Tsk…
-Kaito…. este…
-Se me bajo –Comenté mientras iba hacia mi cuarto escuchando un ligero pero bastante audible; ¡Rayos!, sonreí por ello pero aun así me deje caer en la cama deprimido –
-Kaito –Se tiró a mi lado, mientras yo suspiraba –no es verdad las cosas que ella dice.
-No lo sé –Cerré los ojos –Yo no lo sé.
-Pero yo si lo se… bueno nunca me has permitido leer uno de tus escritos, pero los poemas que me has entregado son demasiado hermosos y… adoro como brillan tus ojos cada vez que me ves –Se me acerco –Eres muy tierno… eres dulce, eres amable, eres cariñoso.
-Pero no lo soy con los demás –murmuro –
-A mí no me importan los demás, me importa cómo eres conmigo y desde que te conocí jamás me has dicho que no, bueno la primera vez que me tiraste la puerta en la cara y la segunda vez que ibas a dejar cerrar la puerta del ascensor pero de allí no más –Yo solo me reí por ello –
-Gakupo ¿tú me amas cierto? –pregunte –
-Con todo mi corazón –Respondió –
-Y por nada del mundo dejarías de amarme –me voltee para mirarle y solo me sonrió –
-¿me vas a poner los cuernos con otros hombres hasta volverme un alce? –comentó –
-¡Jamás! en primera; no te queda ser alce, eres más un lobo o bueno un depredador –él solo se rio –En segunda; jamás sería capaz de traicionar a un hombre tan maravilloso como tú, a alguien que amo con todo mi corazón.
-Entonces me quedaré contigo hasta ser una pasita –murmuro acercándose más rozando nuestras narices –
-pero una pasita sexy –y el solo volvió a reír, me apoye en su pecho sintiendo su olor que tanto me encantaba y el latir de su corazón, si realmente, realmente supieras lo mucho que te amo Gakupo –
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