Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ESTE ES EL CAPÍTULO FINAL 

 

10 AÑOS DESPUÉS

 

Llegamos tarde.

 

Jake y yo estamos llegando tarde al que podría ser el momento más importante en la vida de Neil. Aunque no es culpa nuestra, Neil nos ha avisado hace apenas un par de horas… ¿Como puede estar sucediendo todo tan de repente?

 

-       Mierda. - suspira Jake. - Estamos en un atasco.

 

Abatido, echo la cabeza atrás ante las palabras de Jake.  Seguro que Leo, William, papá y mamá y la pequeña Liz ya deben de estar allí.

 

Ahora que estamos parados, es el momento ideal para reflexionar y pensar en cómo se habían desarrollado nuestras vidas en estos diez años.

 

Mi madre y el padre de Neil (al cual ya le llamaba papá) han estado casados desde entonces. Se notaba que el amor y el cariño que se tenían les hacía inseparables. Incluso llegaron a sorprendernos al anunciar que estaban esperando un hijo juntos. Nunca me habían dado una noticia así, así que debo admitir que, cuando nos lo dijeron me eché a llorar. Fue una niña y la llamaron Liz. Una niña muy revoltosa, inquieta, algo rebelde, y con una extraña afición por tirarle del pelo a Jake. Aun así, era un pequeño ser cargado de amor que iluminó nuestras vidas desde el primer día.

 

La relación de Leo y William ha cambiado radicalmente.  Unos años después de romper, Leo y William volvieron a estar juntos. Fue algo muy confuso, y no sabría decir como se llegó a desarrollar esta reconciliación. Solo sé que un día, sin previo aviso, encontraron el valor para sentarse a hablar de su relación. Fue tan inesperado, y lo llevaron con tanta discreción, que la siguiente noticia que tuvimos del tema es que habían vuelto. Aunque me alegraba por ellos, seguía teniendo a la curiosidad de cómo se había desarrollado el tema. Pero eso es un asunto de ellos, y ahí si que no quiero meterme.  

 

De Dennis y Sam no supimos mucho. Cuando fueron mayores de edad, ingresaron en otro psiquiátrico. Sam se “curó” años después y salió de allí. Sospecho que ya había asimilado los errores que había cometido, ya que desde que salió no ha vuelto a molestarnos ni a mí, ni a mi familia ni a mis amigos. En cuanto a Dennis, sabemos que siguió ingresado. De hecho, sabemos que aun sigue allí. Por lo que, desde hace muchos años, ya puedo dormir y caminar tranquilo por la calle.

 

Jake y yo seguimos tan bien como siempre. Evidentemente, en diez años pasan muchas cosas, pero siempre supimos arreglarlo todo. Nuestro cariño y nuestro amor crecía cada vez más. Gracias a Jake y a sus clases de autodefensa, pude aumentar mi fuerza física, lo que me dio más confianza. Los estudios mejoraron y pude dedicarlos a lo que realmente me apasionaba: la astronomía. No obtenía las mejores notas, pero tampoco las peores. Es más, por primera vez en mucho tiempo, no me sentía fuera de lugar. Jake, en cambio, siguió trabajando. El profesor del cual él era su ayudante se jubiló, y Jake pasó a ser el profesor de la clase oficialmente, Algunos años después nos fuimos a vivir juntos y, durante un tiempo, tuvimos unos cuantos roces debido que no nos habíamos acostumbrado a vivir con alguien más… pero nada que el verdadero amor no pudiera solucionar.

 

Y Neil… Ay, mi querido Neil. Él se puso a trabajar en un restaurante y encontró el amor en Hannah, una chica muy guapa, muy inteligente y con una gran personalidad, la cual encajó a la perfección en nuestro pequeño grupo de amigos.  Neil se sentía un poco inseguro al principio, pero acabó lanzándose y pidiéndole salir a la que sería su futura esposa y, a estas horas, la madre de su primer hijo.

 

-       Hey, empanado. Vuelve al planeta tierra.

 

La voz de Jake me ha devuelto de nuevo a la realidad. Él está ahí, al volante (aunque seguimos en un atasco), mirándome con una sonrisa. 

 

-       ¿En qué piensas?

-       En que me gustaría que te pusieras de rodillas para pedirme matrimonio.

 

No hemos tardado ni un segundo en reírnos a carcajadas por el comentario. Yo sabía perfectamente que era lo que opinaba Jake del matrimonio, y él ya sabe que lo digo de broma, solo para ver su respuesta.

 

-       Me pondré de rodillas si quieres, pero no para pedirte matrimonio.

 

Pongo los ojos en blanco ante su comentario mientras él suelta otra carcajada.

 

*****

 

Hemos llegado al hospital… Y Liz no ha tardado ni medio segundo en tirarse encima nuestro.

 

-       ¡Hermanito! - ha gritado al verme. - ¡Voy a ser tía!

 

Su sonrisa está llena de huecos debido a los dientes de leche que se le estaban cayendo desde hacía poco tiempo. Ante su frase, no puedo evitar sonreír y cogerla en brazos.

 

-       Sí, ya lo sé. ¿Y sabes qué? Que yo también. -digo dándole un toquecito en la nariz. - ¿Como van las clases? ¿Te estas portando bien?

 

Asiente con una sonrisa. Miro a mi madre con una sonrisa y esta se acerca a abrazarme mientras dejo a mi hermana en el suelo.

 

-       Hijo… - dice simplemente antes de abrazarme.

-       Lo siento mamá. Hemos pillado un atasco infernal y hemos llegado en cuanto hemos podido.

-       No hay problema hijo. No ha habido novedades desde hace un buen rato.

 

Asiento, aliviado de que no me haya perdido conocer al pequeñín en sus primeros momentos de vida. Después de saludar a todos y cada uno de los presentes (incluido a los padres de Hannah), nos sentamos en una de las salas de espera. Leo y William se acercan a nosotros, y mantenemos una conversación entretenida para matar el tiempo.

 

Entre otras cosas, ambos comparten con nosotros sus planes de futuro.

 

-       Al final, hemos decidido incluir Tailandia en la ruta antes de irnos más hacia Asia más oriental. - nos cuenta Leo, orgulloso.

 

Sin poder evitarlo, una sonrisa se forma en mi rostro.

 

-       Un viaje alrededor del mundo… Que afortunados sois.

-       Nada de afortunados, nuestro dinero nos ha costado.

-       Si pero… se os ve muy felices. – suelta Jake.

-        Si, la verdad es… Que no podemos pensar en otra cosa.

 

Ambos nos miramos en silencio entre nosotros.

 

-       Hemos cambiado tanto… - suelta William de repente. – Pero sigo teniendo el mismo sentimiento de afecto hacia vosotros que tuve hace años. Para mí… nada ha cambiado.

 

Todos asentimos en silencio, y sin dejar de sonreír. Pensamos exactamente lo mismo.

 

*****

 

El tiempo pasa muy lento... Maldita sea, ¿Ese bebé no va a nacer nunca?

 

-       No te quejes Tyler. - salta mi madre. - Tu tardaste un día entero.

-       Vaya. - bufo. - Como siempre molestando des del primer día.

-       ¡Tyler! - me recriminan mis amigos, incluso mi novio, al unísono

 

Esta reacción tiene un motivo. Hace un tiempo yo estuve pasando por una fase un poco complicada. Aparte de todo lo que ya pasó en el instituto, tuve una especie de bajón muy grande al entrar en la universidad. No estaba motivado por nada, tenía las energías bajo mínimos y, si antes ya me culpaba por todo lo que pasaba, en esa fase era mucho peor.

 

Mis amigos intentaban subirme el ánimo y que no me culpara por todo lo que hacía. Y si veían que hacía comentarios como los que acabo de hacer, me lo recriminaban.

 

Aunque ya había “superado” un poco esa mala época, aun quedaban restos.

 

-       ¿Qué te hemos dicho? – Leo me mira, con el ceño fruncido.

-       Vale, vale. Lo he captado. – bufo. – Que pesados sois.

-       ¿eso piensas?

-       Pues si. – le miro arqueando una ceja. – Sois unos pelmazos.

 

Leo y yo nos miramos, y ambos captamos que estábamos de broma. Pero, aun así,  comenzamos a chincharnos mutuamente, sin dejar de tener en cuenta que era todo una gran broma.

 

Una voz interrumpió nuestra falsa pelea.

 

-       Chicos…

-       ¿Qué? – soltamos Leo y yo hacia esa voz.

 

Nuestra actitud camba al ver que de quien provenía esa voz era de Neil.

 

Nos recomponemos como podemos y nos levantamos, mientras mi madre y Jake ponen los ojos en blanco y también se acercan. Neil, de mientras, mantiene una media sonrisa. Creo que no le extraña que no hayamos cambiado nada y que sigamos en la misma línea que diez años atrás, incluso en este día tan importante para él.

 

-       Venid. – nos mira orgulloso. – Quiero presentaros a alguien.

 

*****

 

El pequeñín, además de ser muy tranquilo, es una viva copia de su padre. Tiene la cara muy redonda, con los mofletes un poco sonrosados, y el pelo negro como el carbón.

 

Lo han llamado Dylan, un nombre escogido por ella. Inicialmente Neil había barajado una infinidad de nombres. Algunos eran tan horrendos que tuvimos que ponernos de acuerdo para intentar convencerle de que no se los pusiera… Otra de las opciones era ponerle el nombre de mi padre, ya que sabía que yo le echaba mucho de menos. Pero yo le dije que no se sintiera forzado a ello. Sabía que quería hacerme un homenaje, pero se iba a tratar de su hijo, y que iba a ser algo que iba a llevar toda su vida. Era de vital importancia que lo pensaran bien.

 

Aunque no sea una persona muy de bebés, debo admitir que me he quedado embobado mirando a mi… ¿Sobrino? No había caído hasta ahora en la cercanía que tendría con ese niño. No tiene relación alguna de sangre conmigo, pero sí que podría considerarse como el hijo de mi “hermano”. Por lo tanto… Si, creo que podríamos decir que es mi “sobrino”.

 

Puede que me haya emocionado precisamente por eso, por la cercanía. Con Liz me pasó lo mismo. Me emocioné cuando supe que tendría una hermana, me emocioné cuando nació, y me emociono cada vez que la veo.

 

También puede ser que, tal y como dice mi madre, siento un gran aprecio por las personas que están a mi alrededor. Y Dylan, el pequeño que acaba de venir al mundo, es el hijo de una de las personas mas importantes de mi vida.

 

*****

 

-       Tyler… ¿podemos hablar? – me dice Neil de sopetón.

-        

Esa petición me ha pillado por sorpresa. Todos seguimos en la habitación visitando a Hannah y conociendo al pequeño. Un nacimiento siempre es motivo de alegría y, hasta ahora, estábamos todos en una nube. Pero, en este momento, Neil parece un poco preocupado.

 

-       Eh… claro. – le respondo perplejo. – Salgamos.

 

Una vez que estamos fuera, Neil se abalanza hacia mí para abrazarme. Yo no he dejado de sentirme confundido. No sé porque quería hablar conmigo, y mucho menos porque me había abrazado así tan de repente.

 

-       ¿Neil…? ¿Qué te pasa?

-       N-nada…

 

Ese tono me resulta muy familiar, así que me alejo para comprobar que, efectivamente, está llorando. Pero no parecen lágrimas de tristeza, precisamente. Lo he captado en seguida, y le he dedicado una de mis sonrisas más sinceras.

 

-       Estoy tan feliz... Todo lo que hemos recorrido estos años, como nos hemos mantenido apoyado mutuamente y nunca hemos dejado de estar juntos a pesar de nuestros innumerables conflictos… Y pensar… que cuando te conocí pensé que tú y yo algún día acabaríamos juntos…

-       Así es la vida, Neil. No siempre acabas con la primera persona con la que mantienes una relación.

 

Neil se aleja un poco. Luego arqueó las cejas, como si se acabara de acordar de algo.

 

-       ¡Ay dios, es verdad! – se pone la mano en la frente. – ¡Yo fui tu primera vez!

-       Si, exacto. – sonrío, negando con la cabeza. – Y seguro que yo no fui tu primera ni de coña.

 

Neil se ríe y me pone una mano en el hombro.

 

-       Lo siento, enano. Ese barco zarpó mucho antes de conocerte.

 

Me pasa el brazo por el hombro de forma cariñosa. Yo capto enseguida sus intenciones y decido seguirle el juego agarrándole del trasero. Seguimos con este juego tonto hasta que una voz nos corta el rollo.

 

-       ¡Ejem!

 

Neil y yo nos separamos al ver a Jake mirándonos. No está enfadado, Jake ya sabe que Neil y yo teníamos nuestro propio juego y que no pasaba de ahí. Aun así, nos apartamos.

 

-       Si queréis os pago una habitación de hotel.

-       No hace falta, le puedo invitar a mi casa.

     

Jake puso los ojos en blanco y me da mi chaqueta.

 

-       Sé que te gustaría quedarte mas tiempo, pero mañana tenemos que trabajar, y ya te levantas suficientemente temprano.

-       Oh, ¿ya os vais? – Neil le cogió de la manga a Jake. – Aun no te he dado mi dosis de amor.

 

Se acerca para besarle y Jake le aparta con una cara de asco.

 

-       Ugh, que asco, ¡Quita!

 

La reacción de Jake fue tan inesperada que no pudimos evitar estallar en carcajadas. Jake se había puesto rojo.

 

-       Ya lo que faltaría, que tu y yo tuviéramos algo. – resopla Jake.

-       Ya te digo. – Neil no ha dejado de reírse aún. – Anda que no han pasado cosas en este grupo…

-       Ya… - Jake suspira con una media sonrisa. – Pero todo ha ido bien hasta ahora…

-       … Y seguirá yendo igual. – sentencia Neil.

 

Pocas palabras mas han bastado en esa conversación entre ellos dos para entenderse. Y pensar que hubo un tiempo en el que se odiaban… han pasado 10 años y sigo sin creérmelo.

 

Jake y yo emprendemos el viaje de vuelta a nuestra casa, mientras que Neil ha vuelto a su habitación para estar con su familia.

 

*****

 

Y así es como son las cosas.

 

Realmente, nunca imaginé que Neil y yo iríamos por caminos distintos. Pero… ¿Por qué tenia que ser malo? Cada uno de nosotros tenia a alguien a quien amaba de verdad. Alguien con quien compartir momentos íntimos, secretos, preocupaciones… pero, aun así, nos seguíamos teniendo el uno al otro cuando lo necesitáramos. No a nivel romántico, sino en otro sentido bastante mas difícil de explicar.

 

Neil y yo éramos uno. Él lo sabía todo de mí, y yo lo sabía todo de él. No más mentiras, no más engaños, no más verdades pasajeras. Cada uno era sincero con el otro y aportaba un poquito de sí.

 

Y esa es la única verdad.

 

FIN.

 

 

 

 

Notas finales:

Y hasta aquí 'La Verdad Pasajera'. ^^ 

 

Muchas gracias a todos los que hayais seguido la historia. Espero que os haya gustado, aunque nes ni de lejos mi mejor historia. Los primeros capítulos tienen muchísimos errores, pero siempre intento mejorar a medida que avanzo.

 

Pues eso, espero que os haya gustado mucho <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).