Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Mi cuerpo estaba desbordado y apenas podía soportarlo.

- Ah… ah… ¡Ah!

 Las embestidas eran cada vez más fuertes.

-Neil… no puedo… me voy…

- Solo un poco mas, Tyler, solo un poco…

Noté como se vino dentro de mí, a la vez que yo también lo hacía.

- ¡Neil! – gemí.

*****

Me vestí dándole la espalda.

- Serás tonto. – le dije sin mirarle. - ¿Se te ha ido la olla o que?

Le oí suspirar.

- Lo siento. – me dijo. – Me excite demasiado y se me fue un poco de las manos.

Le miré, bastante enfadado. Acabé de vestirme y suspiré.

-  Puedo entenderlo, pero… No parecías el mismo.

Se sentó a mi lado y me cogió de la mano.

- No es un día fácil, Tyler. – dije, suspirando. – Hoy es el día del juicio de mis padres y estoy muy nervioso. Llevo días con ataques de ansiedad por eso, y lo sabes.

- Si, lo sé. – dije, suspirando.

- Si mi madre gana el juicio, puede obligarme a que no vuelva a pisar esta casa nunca.

Le miré, algo serio a causa de estas palabras. Yo mismo sabía perfectamente que eso podría ser posible, pero no quería que Neil pensara de esa forma. Le abracé por detrás, mientras sentí un nudo en la garganta.

- Tranquilo. –le solté, después de un largo momento de silencio. – Eso nunca va a ocurrir.

*****

Pero, desgraciadamente, eso fue lo que ocurrió. Aunque no se decidió nada en el juicio, el  juez dijo que hasta que se resolviera el asunto, Neil debía de quedarse en casa de su madre al ser menor. Pero por suerte, la madre de Neil no menciono que su hijo se quedó en nuestra casa durante un tiempo, por lo que mi madre y yo nos hemos librado de una buena.

Pero eso es lo único bueno de este asunto, ya que desde el día del juicio Neil dejó de llamarme, de mensajearme y de hablarme en general. Nos encontrábamos en los pasillos y ni siquiera me miraba y, muchos menos, saludarme. No entendía nada. ¿Porque no me hablaba? Su madre no estaba presente, por lo que no tenía ningún motivo para ignorarme… ¿no?

Me harté y un día le acorralé en el colegio, en uno de los pasillos más escondidos y menos frecuentados por alumnos y profesores.

- ¿Qué te pasa conmigo? – dije, algo enfadado. - ¿Por qué me ignoras?

- Déjame ir. – me dijo seco. – Llego tarde a clase de ciencias.

- Yo también voy a esa clase, ¿recuerdas? Así que me da igual. Pero tú no te vas de aquí hasta que no me cuentes qué es lo que te pasa conmigo.

Suspiró profundamente y me miró con cara de odio.

- Dime una cosa, ¿Por qué no me dijiste que mi madre fue a verte al hospital?

- ¿Eh?

- Lo que has oído. ¿Qué pretendías ocultando eso? ¿Alejar a mi madre de mí?

- ¿Pero qué dices?

- ¡Ella solo vino para decir que lo sentía mucho y que quería recuperarme!

Le miré, atónito. Pero, ¿Qué le había dicho su madre?

- Por dios, ¿Qué mentira te ha dicho tu madre para ponerte en mi contra?

- ¿Para ponerme en tu contra? ¿Qué clase de persona crees que es mi madre?

- ¡Pues la misma que me dijo que quería alejarte de mí y que iba a destrozar a tu padre!

- ¡Pero que mentiroso!

- ¡El mentiroso eres tú!

Nos pusimos a discutir sin parar. Por suerte nuestros gritos no atrajeron a ningún profesor, pero atrajeron la atención de Dennis, un compañero nuestro de clase, y antiguo amigo de Neil.  

- ¿Pero que son estos gritos? – intervino. - ¿Qué os pasa?

- ¡Nada! – dijimos los dos a la vez.

Él se fue dirección a clase, y yo me quedé en ese pasillo, bastante cabreado.

- ¡Es un cerdo! – dije yo.

- Y que lo digas…. – añadió Dennis.

- Se ha vuelto un capullo.

- Ya lo sé.

Le miré.

- Pensé que eras su amigo.

- Tú los has dicho. – me dijo. – “era”. Pero ha cambiado mucho. Me da igual lo que haya pasado. Ha sido un idiota y nos ha dejado de lado a nosotros, a sus amigos.

Asentí. No sé lo que me pasaba en ese momento, pero estaba de acuerdo con él. En situaciones normales no lo estaría.

- te propongo una cosa: vengarnos.

- ¿Vengarnos? Pero… no creo que sea una buena idea.

- ¡Venga, vamos! Ya has visto cómo te ha tratado mal, a mí también. Nos ha despreciado. Deberíamos darle una lección. ¿Qué me dices?

Me tendió la mano. Dudé un momento pero al final la estrechó.

- Está bien. Hagámoslo.

*****

Me llevó a su casa para llevar a cabo la venganza, pero sin darme detalles sobre ella.

- Está bien, Dennis, ¿me vas a decir ya que has pensado?

- Ven a mi habitación.

Entré a su habitación. Sorprendentemente, era una de las habitaciones más ordenadas de la casa.

- ¿ves eso? – dijo señalando a un objeto que había encima de la cómoda que estaba justo delante de su cama. – Es una cámara de video.

- ¿Una cámara para qué? – dije, cogiéndola con cuidado, parecía cara.

- Este es el plan: vamos a grabarnos fingiendo que hacemos el amor, y “accidentalmente” se lo enviamos a Neil por correo.

- ¿Qué? – le miré, sorprendido. - ¿Es que estás loco? Me niego a hacerlo.

Me miró y arqueo una ceja.

- Respóndeme a una pregunta: ¿Vosotros tenéis una relación?

Me quedé pensativo.

- Si… y no. – dije, dudando un poco. – O sea, no hemos dicho nada oficial, pero nos besamos a veces, y hemos tenido relaciones de vez en cuando.

- ¿habéis tenido alguna vez una cita?

- No…

- Pues entonces no estáis saliendo. Solo es un amigo con el que te besas y te acuestas. Y punto.

- Pero dijo que me amaba.- salté yo.

-  Si te amara de verdad, ¿no crees que no se hubiera dejado lavar el cerebro por su madre para ponerle en contra tuya? ¿No crees que te pondría a ti por encima de las demás cosas? La palabra “amor” es muy fuerte, no se debe usar a la ligera.

Suspiré. Maldita sea, Dennis tenía razón.

- Espera un segundo… Dennis, ¿Cómo sabes lo de su madre?

Se encogió de hombros.

- Intuición.

- Dime la verdad.

- Vale… -suspiró- La verdad es que  estuve escuchando toda vuestra conversación mientras discutíais.

Suspiré.

- Es normal. – dije yo. – cualquiera en toda la ciudad podría habernos oído.

Me miró. Parecía que estaba meditando algo.

- ¿Qué? ¿Por qué me miras tanto?

- Nada. Es solo que… pareces dolido.

Me encogí de hombros. ¿Es que acaso no era obvio? La única persona que no me había ignorado en toda mi vida… ahora me culpaba de todos sus males. No tenía sentido, por mucho que se lo buscara.

- Aun que te entiendo. – me respondió él. – Aunque no  os viera juntos, había una conexión especial entre vosotros… casi mágica.

Me entró la risa. Ante frases como esa, me hubiera puesto rojo como un tomate, pero no era un buen día, y en ese momento odiaba a Neil. Aunque pareciera imposible, pero no me apetecía pensar nada positivo sobre él.

- Oye, Dennis, ¿puedo preguntarte una cosa?

- Claro, dime.

- ¿Por qué dices que te ha ignorado?

- Porque lo ha hecho. Durante dos semanas faltó a clase, y en ese tiempo estábamos preguntando por él día y noche, le llamábamos, le enviábamos mensajes, y nada… incluso un día le fuimos a visitar a casa, pero nos cerró la puerta en las narices.

“si tú supieras lo que le pasó”, pensé.

- No niego que tenga problemas. – continuó. – Pero se supone que los amigos están para ayudarse, y ni siquiera nos ha contado que le pasa.

Suspiré.

- No confía en nosotros, no nos cuenta que le pasa, no nos valora como amigos… así que hemos dejado de serlo.

Observé a Dennis durante un momento. No sabía describirlo, pero me lo creía. Y, es más, en ese momento me daba pena.

- ¿Sabes qué? – le dije, acercándome a él. –A la mierda Neil. Vamos a darle un escarmiento.

Asintió. Nos estábamos llevando bien.

- Pues… vamos allá.

Se quitó la camisa y mi corazón empezó a acelerarse de manera brutal. Dennis era tan… sexy.

- ¿A que estas esperando? Hazlo tú también.

Me puse nervioso.

- ¿Q-que? ¿Qué yo…? – miré a la cámara. – Primero tienes que conectarla.

Sonrió.

- Es verdad.

Cogió un mando y le dio al botón de encender.

- ¿Tienes un mando a distancia? Pero… ¿Qué clase de cámara es esta?

- Mejor no te digo lo que me costó en su día… No quiero que te pongas malo. – dijo, sonriendo un poco. – Venga, desnúdate.

Me quité la camisa y le vi sonreír.

- ¿Qué? – estaba totalmente sonrojado.

- Nada… que eres muy sexy.

Sonreí un poco.

- La verdad es… que tú también.

Se acercó a mí, me cogió de la barbilla y me dio un profundo beso.

- Me… me has besado… - susurré, intentando asimilar la situación.

- Sí, claro. ¿No crees que debemos hacerlo lo más real posible?

Asentí.

- Tienes razón. Pero pensaba que habría una segunda razón.

Me besó una segunda vez.

- Puede que haya una segunda razón…

Me empecé a poner nervioso.

- ¿Quieres empezar ya?

Suspiré profundamente y asentí. Estaba a punto de hacer algo que no sabía si acabaría arrepintiéndome de ello. Pero estaba decidido y nada me haría cambiar de opinión.

*****

Me dejé caer en la cama, intentando recuperar el aliento.

- Oh, dios… - suspiré.

Al final, y sin saber cómo, terminamos haciéndolo de verdad. Fue una de las cosas más placenteras que había experimentado hasta ese momento. Dennis parecía muy poca cosa, pero resultó ser una persona muy activa y muy atenta en la cama.

- ¿Qué? – me preguntó, también sin aliento. - ¿Qué te ha parecido?

Solté una risita.

- La verdad, bastante bien. No me había excitado tanto en mi vida.

Me miró.

- A mí lo que me ha impresionado ha sido cuando te has puesto encima de mí. – soltó, riendo.

Le pegué con un cojín.

- ¡Vale, perdón! – dijo, defendiéndose de mis ataques. – Pero… a pesar de ser un arma de venganza contra Neil, esto me ha gustado más de lo que pensaba.

Sonreí.

- Gracias… supongo.

Nos quedamos en silencio. De repente, me miró.

- ¿Quieres repetir?

- ¡Si hombre! – dije yo, dándole la espalda.

Me zarandeó sin parar de insistir. Suspiré cansado.

- Vaaaaale.

Se puso encima de mí, dispuesto a repetir lo que habíamos hecho momentos antes.

*****

Después de una segunda vez, procedimos a enviarle el video a Neil después de retocar algunas partes que no queríamos que se oyeran. Al final, después de hacerlo, grabamos un video de pocos segundos en el que no hablábamos pero se nos veía la cara perfectamente, por si a Neil aun le quedaba alguna duda de que fuéramos nosotros. Se lo enviamos por correo electrónico, sin asunto y con un texto en el correo que ponía algo parecido a “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Disfruta del video… nosotros lo hemos hecho”. No soy partidario de la venganza, pero ahora me sentía especialmente bien.

Al cabo de unos minutos, obtuvimos su respuesta. Era un correo sin ningún archivo, sin tampoco ningún asunto, pero un texto que ponía: “hijo de puta”. Tragué saliva, su reacción me daba mala espina.

Mi móvil empezó a sonar al momento. Iba a cogerlo, pero Dennis me detuvo.

- Déjale. – me dijo dulcemente mientras me plantaba un beso. – es mejor así.

Asentí y lo dejé sonar.

- Vamos. – me dijo con una sonrisa en la cara. – Vamos a comer algo.

Le seguí hasta la cocina, preguntándome porque me había dejado convencer por alguien que apenas conocía. También me preguntaba porque se me había acelerado el corazón de ese modo si apenas mantenía una relación con él ni nada parecido, y también porqué me trataba con tanta dulzura si lo único que pretendía era vengarse del que una vez fue su amigo.

Supongo que tendré que pasar más tiempo con él para averiguarlo. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).