He decidido dejar de llamarte diario, ya que me parece algo que sólo una señorita escribiría al comienzo, con tinta rosa y letra cursiva, diciendo mariconadas como ¨Querido diario: Hoy Light me me miró, y no entiendo por qué mi corazón no dejaba de latir tan fuerte¨.
Joterías.
De ahora en adelante te llamaré… Bob.
Estimado Bob: Hoy Mail me miró, y yo lo miré también, él me sonrió y yo sólo salí corriendo. No hablamos mucho desde que lo saqué del cuarto del conserje, y lo más probable es porque lo amenacé de una manera muy poco sutil, supongo. Además, soy yo el que lo evita.
¿Qué me pasa? Es como si fuéramos dos polos semejantes que no pueden estar juntos, o sólo yo lo veo de esa manera. No lo sé, Bob, es complicado todo, y no quiero sonar como afeminado quejándome de esta clase de problemas.
En fin, a pesar de ser un día entre semana, ayer Beyond organizó una fiesta en su casa, donde toda la escuela estuvo invitada, hasta Jeevas, pero obviamente él no fue, seguramente sabía que sólo le hablarían para burlarse de él. Y bueno, Elle y Beyond compraron el alcohol, y yo me encargué de la buena música (No, no hubo nada de Queen o artistas homosexuales en la lista). En realidad, no esperaba mucho de la fiesta, me emborracharía y después andaría con la primer chica que me mostrara su escote. Ya sabes, Bob, la rutina de siempre.
— Excelente fiesta, B.B y L. — comentó Misa con su sonrisa pícara mientras sostenía un vaso lleno de vodka y jugo de arándanos. — Los gemelos lo hicieron de nuevo. — Sorbió del vaso como si su vida dependiera de ello. Lucía tan desesperada como yo me siento casi todos los días.
— Tranquila, señorita Amane. — dijo Elle, acercándose a la de cabello rubio para quitarle el vaso de plástico lleno de alcohol. — ¿Pasó algo entre tú y Yagami? — ella abrió los ojos como platos, hizo una mueca extraña y, finalmente, soltó el llanto. De sus ojos escurrían gruesas lágrimas negras a causa del delineador, y sollozaba y sollozaba y no paraba. Por Dios, Bob, odio a las chicas como ella. En realidad, odio a toda clase de chicas.
Elle la rodeó entre sus brazos, y movió sus labios sin dejar escapar sonido alguno. Decía: ¨Hoy cojo¨.
No soy como ellos, Bob. ¿O sí lo soy? ¿Soy un hijo de puta como Beyond y Lawlliet? Yo no me aprovecharía de alguna chica a la que acaban de terminar sólo porque quiero acostarme con ella. . . Pero me mantengo en silencio, Bob, o me dirán algo como ¨No seas marica, Keehl¨.
— Light me dejó. — comentó Misa, entre sollozos y sorbidos de nariz. — Me dijo que yo no era… Que no era suficiente para él, y… Y. — De nuevo, comenzó a llorar. Su rostro estaba hinchado y rojo por el alcohol y el llanto, y el esfuerzo constante de seguir hablando. Genial, creamos una escenita frente a todos en la fiesta, aguantando a una borracha triste hablar de su ex novio.
— Ya, ya. — Elle habló como si de verdad le importara, acariciándole el cabello y susurrándole al oído:— Yagami no sabe de lo que se pierde, eres hermosa, lo sabes, ¿no? Eres demasiado para un pendejo como él.
El efecto que causó fue el deseado. Misa levantó la mirada y, joder, Bob, con todo ese delineador escurrido en sus mejillas, no pude creer que de verdad Elle quisiera hacerlo con alguien como ella. Pero en fin, ella sonrió un poco y se acercó para besar a mi amigo. Fue correspondida, y no duró mucho para que comenzaran a manosearse.
— Muy bien, esto es asqueroso, me largo. — dijo Beyond, y Elle le levantó el dedo medio mientras seguía besándola. Yo aproveché y me fui con él.
No es como si no hubiera besado a una chica así antes, Bob, es sólo que verlo resulta asqueroso, y más si es alguien como Misa, ya que ella y yo jamás nos llevamos bien, y también, es una de las chicas populares que no deja de llamar maricón a Mail, y no es que me moleste, ya que ese pelirrojo no tiene nada que ver conmigo, ¿bien? Sólo es que me parece injusto, ella es tan estúpida y nunca ha mantenido una conversación normal con Jeevas. Joder, Bob, no sabes cuánto la odio.
En fin, las cosas no estuvieron tan interesantes, Elle folló, Beyond se emborrachó tanto que se tiró por las escaleras, las chicas cada vez tenían menos prendas de ropa y yo seguía en la cocina, tomando licor de café, emborrachándome solo como todo un amargado. ¿Desde cuándo era el aguafiestas? No quería parecer patético, por lo que decidí salir y bailar un poco con las chicas que se encontraban en la sala. Una de ellas era alguien a quien no esperaba ver: Naomi Misora, y ella se encontraba en la sala, sentada en el sillón viejo lleno de licor que Elle no se dignaba a tirar. Me alegraba no ser el único aguafiestas.
— Mihael, ¿qué haces aquí y por qué no te estás besuqueando con las más borrachas de la casa? — me preguntó con sorna. Yo sólo me senté a su lado, dándole otro sorbo a mi vaso lleno de licor. — ¿Una mala noche? ¿ETS, quizá? — Ella también estaba tomando, pero era cerveza y no estaba ni un poco borracha, y yo, bueno, yo sólo estaba mareado.
— ¿Qué? Joder, no. — respondí de inmediato, con un escalofrío recorriendo mi cuerpo. — Sólo no estoy de humor.
— Ultimamente estás así, ya sabes, amargado y perdido. Ni siquiera te esfuerzas en cálculo avanzado. — Ella es mi única compañera en esa materia, junto con Elle. Beyond es listo pero no le interesa la escuela. — No es como si te siguiera los pasos y te acosara, sólo es bastante obvio. ¿Pasa algo en tu cabecita llena de chocolate? ¿Una chica ya se adueñó de tu corazón?
— No, estoy bien, no sé de qué carajo hablas.
Mentira, Bob.
Soy un manojo lleno de confusiones y pensamientos y temores. Estoy asustado, y no sé realmente de qué. Me he sentido así estas últimas semanas y siempre estoy enojado. ¿De qué estoy enojado? ¿Y por qué me siento siempre tan culpable? Eres el único que sabe esto, así que te patearé el trasero de papel si les dices a alguien más, ¿de acuerdo, Bob?
— Si tú lo dices. — Naomi se encogió de hombros y se recargó en el respaldo del sillón, como quien está muy cansada. — Quizá eres un. . . — No entendí bien lo que trató de decir. El volumen de la música subió de repente y no logré escuchar nada más.
— ¿Qué dijiste?
— Nada, nada.
Es todo lo interesante que ha pasado por ahora, Bob. Trataré de escribir más seguido.
Mihael.