En la actualidad.
Había pasado alrededor de un año desde la primera vez que Trafalgar Law había visto al joven de sombrero de paja a las orillas de la playa, desde aquel día se había vuelto costumbre el encontrarse con aquella escena que hasta la fecha le seguía pareciendo fascinante y cada mañana no perdía la oportunidad de admirarla.
Aun así, apesar de haber pasado un año el moreno todavía no había sido capaz de siquiera cruzar palabra alguna con el chico y claramente esto era una situación realmente frustrante. Nisiquiera saber el nombre de la persona que hace que tus días sean menos miserables y te ayuda a empezarlos bien en su mayoría y por mayoría me refiero a que también hubo días en los que el menor no aparecía y eso amargaba enormente a el futuro médico por el resto del día.
Para desgracia de todos hoy era uno de eso días.
Miro por última vez las orilla de la extensa y solitaria playa soltando un suspiro de resignación y regresando su vista al frente.
-( Hoy tampoco vendrá)- se dijo mientras comenzaba a andar sin gana hacia el hospital, hacia dos días que el chico no aparecía y eso hacia al moreno molestarse sobre todo por la preocupación que sentía al no saber si algo sucedió con el muchacho y también por que sin el sentía que su día a día regresaba a ser la misma basura de antes aunque con Cora san aquello era más soportable. Pero no sólo era eso, desde que había visto a "mugiwara-ya" así a decido bautizarlo, a tratado de hablarle incontables ocasiones y siempre a fallado en el intento era como si su presencia fuera invisible y/o ignorada para el joven de sombrero de paja.
Iba sumergido en sus pensamientos hasta que un golpe seco en su espalda lo regreso abruptamente a la realidad donde vio que estaba a unos pasos de la entrada del hospital, volteó irridato en busca del que lo golpeó dispuesto a intercambiar unas cuantas "palabras" con el agresor.
- Pero qu....- se quedó con la palabra en la boca al ver que la persona que se adueñaba de sus pensamientos estaba sentada en el suelo sobando la zona adolorida por el impacto.
-Lo siento mucho- comenzó a disculparse el joven mugiwara aun en el suelo con la mirada baja.
- Nno...hay problema- respondió law aun anonadado , su rostro era perfecto cada facción era gentil e inocente. Desde sus ojos grandes color azabache que desprendían una pureza irreal, su nariz pequeña y ligeramente respingada y finalmente esa pequeña boca con esos labios que lucían tan dulces y suaves. Entonces Law lo reconoció...estaba enamorado de un completo desconocido.
Movió su cabeza de un lado al otro obligandose a volver a la realidad para ayudar a el más joven a levantarse pero al extenderle la mano el chico ni se inmutó, law algo dudoso se arriesgó a tomarlo del brazo para levatarlo, el otro pareció aceptar ya que trato de ponerse de pie con su ayuda lo cual logró pero con una gran dificulta.
- ¿Estas bien?- pregunto el moreno una vez logró su cometido.
-Si, gracias- respondió el azabache más bajo mientras mostraba una sonrisa demasiado sincera y hacia una leve reverencia y retomaba su camino de manera torpe, justo a lado de la entrada del hospital giro en dirección contraria caminando hacia la autopista cuando la luz de paso del peatón estaba en rojo.
Law tardó unos segundos en reaccionar y salir corriendo hacia el joven alcanzando a tomarlo del brazo para llevarlo de vuelta a la vereda, el chófer del auto que estuvo a punto de arrollar al muchacho paso lanzando varios pitidos e insultos para luego perderse entre las calles.
- Que demonios Mugiwara-ya- replicó law con la adrenalina del momento a flor del piel, el muchacho solo se mantenía en silencio con la mirada en el suelo probablemente desubicando por lo sucedido.
- Lo lamento- Dijo inclinándose en dirección equivocada de donde estaba law extrañando aun más de lo que ya estaba a este, entonces el joven se llevó una mano a su espalda tanteando el lugar.
- ¡mi sombrero!- exclamó exasperado mientras se arrodillaba y comenzaba a tantear ahora el suelo en busca del sombrero que estaba a unos cuantos centímetros frente a él.
Law observó la escena con una expresión indescriptible -( no me digas que...)- pensó y bajo la mirada encontrando a sus pies el paso para ciegos que tenía cada calle de la ciudad y sintió como si un balde de agua fría le cayera encima, aun incrédulo y no dando crédito a sus ojos law paso una mano frente al pequeño que nisiquiera reaccionó confirmando la conclusión del moreno.
Tras unos momentos law volvió a incorporarse tomando el sombrero de paja y ayudando nuevamente al pequeño azabache a levantarse, observó los hermosos ojos ajenos y puso el sombrero en la cabeza de su dueño.
-!!Mi sombrero!¡ gracias!- agradeció con una sonrisa que era demasiado encantadora para law.
- Disculpe podría ayudarme a llegar al hospital- pregunto entonces con algo de recelo pero sin quitar la sonrisa.
Law asintió y luego respondió de manera vocal recordando que el estado del menor.
-¡Luffyy!- antes de hacer nada una voz lo detuvo y una tercera persona se unió a la escena, este era un joven rubio de piel pálida y una cicatriz que cubría todo su ojo izquierdo.
-Te dije que no te adelantaras tanto- reprochó el rubio poniendo sus manos en sus rodillas, recuperando el aire por haber corrido hasta allí.
- Pero sabo...- trato de defender el menor haciendo un puchero.
- Pero nada- le corto el rubio y suspiro mirando ahora al más alto - lamento si mi hermano le causó algún inconveniente- se disculpo - vamos tu también disculpate luffy- exigió entonces mientras hacia al menor inclinarse.
- Lo siento mucho, señor- Dijo luffy y entonces sabo se lo llevó dentro del hospital dejando a law con un una mezcla de sentimientos, era simplemente algo muy difícil de digerir para el, había pasado un año, un jodido año y nisiquiera se le había pasado por la mente esa posibilidad esque el menor se veía tan normal a sus ojos incluso caminaba con una seguridad tan diferente de ahora a cuando estaba a las orillas de la playa, el moreno no lo entendía.
Se quedó estático en su lugar por un momento y luego trato de dejar el tema lo cual fue básicamente imposible ya que el resto del día se la paso con la mente en eso y aunque sus prácticas no se vieron afectadas ciertas personas si que notaron su distracción, aunque bueno para consuelo de médico en prácticas ahora sabia el nombre del muchachito e incluso tenía una excusa para acercase a el aunque no fuera algo muy valible.
.......
-Buen trabajo- Dijeron al unísono sachi y penguin que al igual que law eran estudiantes de práctica y también las personas más cercanas a law en la universidad, el moreno asintió desinteresado mientras seguía guardando sus cosas y verificando que no olvidaba nada y para cuando terminó ya todos habían salido siendo él, el último en salir.
Ya fuera del hospital se colocó su peculiar sombrero de motas y emprendió su camino de regreso a su departamento el cual estaba a media hora de caminata, no había pasado mas que una cuantas cuadras cuando levantó su mirada encontrándose con el parque al cual solía ir muy a menudo de pequeño junto a su familia. Sin darse cuenta y atraído por sus recuerdos que aunque eran agradables también lo lastimaban, término adentrándose en el parque.
Sus pies le guiaron al son de la nostalgia con cada lugar hasta que se encontró en el centro del parque donde se hallaba una inmensa fuente rodeada por varias bancas de madera del modelo típico de los parques y a su vez el círculo formado por las bancas era rodeado por la árboles y otros tipos de flora además de los caminos que llevaban a otros lados del lugar.
Una casi imperceptible triste sonrisa se dibujo en su rostro tras haber revivido esos momentos y sentía como aquellos recuerdos felices se comenzaban a deformar volviéndose una pesadilla que lo torturaba.
Aquel pequeño tiempo le ayudo a por fin olvidar el tema del chico de sombrero de paja aunque no de la mejor manera, camino hasta la banca más cercana y se sentó un momento para meditar en varias cosa hasta que el suspirar de alguien lo llevo a levantar la mirada buscando involuntariamente de dónde provenía.
Si law hubiera tenido algo en las manos seguramente lo hubiera soltado tras ver a la persona que estaba sentada allí en la banca de alado desprendiendo esa misma aura que le había atraído tanto desde que la sintió por primera vez en la playa.
-Mugiwara-ya...-
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