Era conocido por él y todo aquel que conociera al pelinegro que este odiaba las multitudes. Le fue lógico suponer que por más que la invitación hubiese llegado a sus manos, no había carne, licor, dinero ni nada por el estilo que pudiese utilizar parta convencerlo de acompañarlos.
Fue, sin duda, una de las cosas más difíciles que le tocó hacer.
Flash Back
El solo hecho de hablarle ya lo ponía nervioso, y sumándole el hecho que tenía que pedirle que estuviera rodeado de herbívoros molestos y ruidosos sin hacer nada que no fuese disfrutar de una animada fiesta, hacía que temblase de solo imaginarlo.
El castaño se dirigió al hogar de Hibari, una gran casa al estilo japonés algo apartada de la mansión. Nunca había tenido el atrevimiento de ir a ese lugar hasta ese momento y eso lo puso muy ansioso. Antes de tocar la puerta de la entrada una persona de cabello negro y extraño peinado salió de esta. Esbozó una sonrisa y se apresuró a saludar.
-Kusakabe
-Sawada-san- el pelinegro hizo una reverencia- es muy extraño verlo por aquí, ¿sucedió algo?
-Te dije que no me hables de usted, Kusakabe, en la escuela solías llamarme sin ningún honorífico
-Eso fue al principio y me disculpo, usted es el jefe de Vóngola y yo no puedo...
-Está bien- Tsuna lo interrumpió- te entiendo, eres como Gokudera-kun
-No soy tsundere
Los dos se miraron y comenzaron a reír amigablemente. El castaño podía intuir que si su guardián de la tormenta hubiese escuchado lo dicho por Tetsuya, le habría lanzado bombas sin dudarlo.
-¿Con quién hablas?
Una voz sumamente conocida por ambos hizo que detuvieran su risa y se mirasen por un momento
-Kyo-san
-Tsunayoshi
Hibari lo miró fijamente por unos segundos y Tsuna trató de retener todo el valor que había juntado antes de decidir ir hacia ese lugar, ya no había vuelta atrás, no podía arrepentirse.
-Me retiraré, debo hacer un encargo, hasta luego Sawada-san, Kyo-san- Kusakabe hizo una reverencia y se retiró del lugar dejando solos a los otros dos
Desde hace mucho tiempo Kusakabe se había dado cuenta la forma en la que su jefe miraba al castaño. Al principio pensó que solo eran imaginaciones suyas, porque vamos, ¿Hibari Kyoya enamorado? Nadie se creería algo así, pero luego de observarlo detenidamente pudo descifrar los pequeños cambios que había en sus facciones cada que lo veía o le informaba algo acerca del décimo Vóngola. Era seguro que su jefe no se había percatado de ello, o al menos lo disimulaba muy bien, era Hibari después de todo.
Por otro lado estaba Sawada-san, un carnívoro en piel de herbívoro como muchas veces le había oído decir a su jefe con una sonrisa ladina en el rostro.
Al menos para él, era más que obvio que el castaño estaba enamorado de Kyoya, sus expresiones, sonrisas, preocupación cuando este iba a una misión, su nerviosismo disimulado al hablar con él...todo lo delataba, no entendía como solo el pelimorado peinado de piña, él y el niño hitman eran los únicos en darse cuenta...¿Qué los demás eran ciegos?
En fin, lo mejor sería esperar con calma y ver como se desarrollarían los acontecimientos futuros. Intuía por qué el jefe Vóngola había ido a ver a Hibari y esperaba este accediera a lo que Tsuna le pidiera.
....
-Hibari-san, tengo algo que hablar contigo, si no estás ocupado, claro
El pelinegro lo observó por unos segundos- Pasa- dijo para luego girarse y caminar dentro de su morada
-Gracias- respondió el castaño y se decidió a seguirlo
A pesar de estar extremadamente nervioso trataba de no exteriorizarlo. Tsuna no podía actuar débil frente a otros, si Reborn se enteraba lo volvería a entrenar y pasar de nuevo por ese infierno era algo que sin duda no quería.
Tras un minuto de seguir al pelinegro, llegaron a una habitación, la cual era la oficina del guardián de la nube.
-Siéntate- Hibari le señaló una silla frente a su escritorio- ¿qué es eso que quieres decirme?- añadió
-Pues, acerca de la invitación que recibiste, quería pedirte...
-Sé por dónde va esta conversación, herbívoro y no pienso asistir
El pelinegro cruzó los brazos y observó la reacción de Tsuna. Cuando Kusakabe le había dicho algo acerca del castaño organizando una fiesta y menciono el nombre de ese pelirrojo, su humor se esfumó en segundos. No asistiría a ninguna reunión llena de herbívoros y menos si era algo "especial" hecho para Kozato por parte de Tsunayoshi.
-Pero Hibari-san, es un día muy importante, Emma-kun anunciará su compromiso
-¿Compromiso?
-Sí, ¿no leíste la invitación?
-No, Kusakabe lo hizo
-Entonces déjame decirte, Dino y Emma se van a casar y es por eso que organicé esta fiesta. Él es mi mejor amigo y pensé que sería un lindo detalle.
Hibari sonrió internamente con lo dicho por Tsuna. El herbívoro pelirrojo iba a casarse con Cavallone, eso solo significaba una cosa... no estaba interesado en el cielo Vóngola.
-Eh, Hib...
-Está bien, asistiré a la reunión de herbívoros, pero no esperes que esté presente mucho tiempo
El castaño analizó las palabras dichas por su guardián de la nube por unos segundos. No podía creer que tan solo al decirle el motivo de la fiesta este hubiese aceptado, era muy extraño y entonces, recordó las palabras de Emma...
-Tu guardián de la nube me odia Tsuna
-¿Por qué lo dices, Emma-kun? Hibari-san es así con todo el mundo
-Su mirada grita "te morderé hasta la muerte" cada vez que me ve. Sé que se divierte de ese modo pero no veo que le dirija una mirada así a tus demás guardianes, mucho menos a ti
¿Y si la forma en la que Hibari miraba a Emma era la que él tenía de expresar sus sentimientos?
Hibari enamorado de Emma... N-No puede ser
-Herbívoro
Hibari lo llamó al notar que Tsuna se había perdido en sus pensamientos
-Ahh- se sorprendió por la repentina voz del más alto- ehhh...-No tartamudees estúpido dame- me alegro que acepte asistir Hibari-san, ahora yo... me retiro
-Tsun...
El impulso que Kyoya tuvo de llamarlo murió en sus labios por culpa de uno de sus pequeños amigos.
-Hibari, Hibari
La pequeña ave amarilla se posó sobre el hombro del pelinegro y sus ojos se quedaron fijos en Tsuna
-Hibird- sonrió ampliamente- hace mucho no te veía, estas tan lindo como siempre
La pequeña avecilla lo observó por unos segundos más y de forma inesperada voló hacia el cabello de Tsuna posándose allí repitiendo una de las últimas frases que su amo repetía constantemente.
-Tierno herbívoro, tierno herbívoro
-¿Ehh?
Si Kyoya pudiese matar con la mirada, el pobre animalillo estaría en el cementerio de aves chismosas desde el momento en que abrió el pico.
Hibari lo fulminaba mientras trataba de mantener la compostura. ¿Cuándo el ave lo había escuchado decir esa frase? No recordaba haberla mencionado... o ¿quizá fue inconscientemente?
-Qué lindo eres- Tsuna tomó a la bolita amarilla entre sus manos y comenzó a acariciarla suavemente
-Tierno, tierno
-Jaja, tú eres más tierno- depositó un beso sobre la esponjosa cabeza de Hibird y le sonrió una vez más
El pelinegro volteó ligeramente el rostro para así evitar seguir viendo esa escena tan... tan jodidamente adorable.
Mierda, no sabía que esa palabra existiera en mi vocabulario
-Hibird- su voz sonó tétrica, esperaba así el pajarillo entendiera que no debía andar repitiendo todo lo que escuchaba y peor aún, ser el receptor de muestras de afecto, como ese beso, por parte de Tsunayoshi
Al escuchar la voz de su amo el ave partió el vuelo y se alejó de la habitación
-Se nota que te quiere mucho, ha estado contigo por mucho tiempo
-Uhm...
-Bueno, ahora si me retiro, pasa buena tarde Hibari-san
Tsuna se levantó del asiento y se dirigió a la puerta. Nunca esperó una respuesta ya que sabía cómo era Hibari, por eso, cuando el pelinegro dijo aquellas palabras, no pudo evitar girar con el rostro sumamente rojo y asentir con una gran sonrisa.
"Nos vemos, Tsunayoshi", su nombre sonaba tan bien dicho por él
Fin del Flash Back
.....
Volviendo al presente, como antes se mencionó, todo estaba prácticamente listo. Solo esperaba la llegada de sus amigos y aliados para dar comienzo a la fiesta, la cual sería sin duda, muy diferente a las que suelen tener los mafiosos en Italia... eran jóvenes y merecían divertirse.
-¡Tonto Reborn! ¡Ven y devuélveme mis dulces!
-Oblígame vaca estúpida- el niño hizo una sonrisa sádica- si es que puedes
El castaño observaba todo esto con una gotita en la cabeza ¿Es que no podían estarse quietos ni siquiera ese día? Era común ver a Lambo y Reborn pelear por todo, siendo lo más gracioso que a pesar de la apariencia que tenía Reborn, él era un adulto, que afán de este en pelear con un niño como sí lo era el Bovino
Ahhh, nunca cambiarán
...
-¡No huyas!- Lambo dio la vuelta en un pasillo de la mansión persiguiendo al hitman
-Oblígame
Se persiguieron durante unos 15 minutos hasta que el niño de 9 años no pudo más. No sabía cómo Reborn podía ser más resistente que él si era dos años menor, al menos en cuerpo.
-¿Ya te cansaste? Eres muy débil
-Callate- Lambo hizo un puchero y se reincorporó del suelo donde había caído de rodillas por el cansancio
-No te gusta que diga la verdad ¿cierto?
La sonrisa de Reborn era exasperante...
Te odio estúpido Reborn
El pelinegro se acercó a él y tomó su mentón son una mano
A pesar de tener dos años de diferencia, eran del mismo tamaño, cosa que alegraba a cierto hitman y enfurecía a cierta vaquita
-Suéltame
-¿Quieres tus dulces?
-Obvio que sí, ¿Por qué te perseguiría entonces?
-Por qué te gusta estar tras de mí como perro faldero
-No es cierto, yo n...
-Shh- Reborn lo miro fijamente- hagamos esto, te daré tus dulces, pero debes darme algo a cambio
-¿Darte algo?
-Sí
-¿Qué quieres que te dé?
-Tienes que aceptar primero y luego te diré
-....- pensó por unos instantes ¿Qué podría pedirle Reborn? ¿Algún juguete? No, a él no le gustaban esas cosas, ¿dinero? Pero si él no tenía un quinto, era un niño.
No pierdo nada con aceptar, después de todo ¿qué puede ser más importante que mis dulces sabor a uva?
-Está bien, acepto
Reborn sonrió y tras soltarlo le entregó la bolsa llena de dulces que "había tomado prestada"
El Bovino no pudo estar más contento, sus dulces estaban de nuevo con él. Iba a abrir uno para saborear su delicioso sabor cuando sintió que algo, o mejor dicho alguien, lo empujaba contra una de las paredes que conformaban el pasillo. Por el ajetreo de la acción, dejó caer la bolsa de dulces, y tras levantar la mirada para enfrentar a la persona que, intuía estaba molestándolo, sintió unos labios unirse a los suyos en un delicado beso.
No podía creer lo que sucedía, ¿Reborn besándolo? ¿En qué mundo paralelo visitado por Byakuran se encontraba?
Los labios del pelinegro se movían lentamente sobre los suyos, como queriendo saborearlo lentamente. Pasaron unos segundos más y fue Lambo el que por falta de aire, terminó la unión
-P-Pero... q-que...- tapó su rostro con su antebrazo y miró al contrario con un sonrojo surcando sus mejillas
-¿Que no sabes lo que es un beso?
-¡Claro que lo sé tonto!
-No grites que me duele la cabeza vaca estúpida- Reborn lamió sus labios- ya tomé lo que quería, ahora, me voy
-Eres un tramposo y ¡un pedófilo!
-¿Ah? Se supone que tú eres mayor que yo
-No te hagas el desentendido, sé que eres un adulto, al menos en mente
-Pedófilo, jaja... ¿si te digo que lo soy qué harías?- la mirada del hitman era intimidante
-.....-Lambo no respondió
-Además ¿cómo que tramposo? Dije que te devolvería tus dulces si me dabas algo a cambio, ¿te los di o no?
-Lo hiciste, pero dijiste que me dirías lo que querias y no lo hiciste
-Oh...ya veo- el pelinegro sonrió ladino mientras se acercaba al Bovino, sus respiraciones chocaban y se sentía el nerviosismo del guardián del rayo- si te hubiese dicho "quiero un beso", ¿me lo hubieses dado a voluntad?
El rostro de la vaquita se enrojeció aún más, bajó la mirada y se quedó en esa posición esperando lo que fuese que Reborn hiciera.
-Uhm...estúpidamente adorable
El antes Arcobaleno levantó lentamente el rostro del de ojos verdes para besarlo nuevamente. Un simple rose era suficiente para él, por ahora, pero eso no significaba que no quisiese hacer más
En unos años serás mío, vaca tonta
Tras unos segundos se separó de Lambo y tras despeinar sus cabellos con una de sus manos, se alejó de allí muy sonriente. Había obtenido dos besos de la vaca que le gustaba y eso hizo que su buen humor se elevara a una escala inimaginable