Riko se encontraba en una cafetería junto a su compañero, pues después de haber apagado el incendio en ese pueblo, había regresado a la ciudad junto a sus compañeros, pero ahora solo se encontraba con su amigo y compañero del crimen de la infancia
-Y ya sabes dónde nos instalaremos?- le preguntó el muchacho de cabello negro
-Aun no estoy segura Makoto, pero entraremos un lugar- respondió revisando las ofertas en el periódico
Las campanas de la entrada sonaron, anunciando la entrada de alguien
-Pero ya verás que encuentro un buen lugar para instalar nuestros servicios de ayuda!- exclamó emocionada
-Buscas un edificio!?- exclamó una mujer mientras se sentaba a su lado de un empujón
-Quien eres?- le preguntó el pelinegro
-Momoi Satsuki, agente de inmobiliaria- repsondio entregándoles su tarjeta con sus datos
-Es verdad, tiene alguna buena oferta?- le preguntó Riko
-Una muy buena! Sigan me!- exclamó y tomo a ambos jóvenes de la muñeca y se los llevó a la fuerza
Ambos jóvenes miraban el edificio, pero quien lo veía con mayor asombro era la castaña
-Este...este lugar era...era la base principal de...La GoM...- dijo anonada admirando el edificio
-Así es! Pasen!- exclamó con una sonrisa
Ambos miraron el inmenso edificio y entraron, el lugar era perfecto, tenían casilleros, alarmas, garaje, todo lo necesario para su trabajo
-Es increíble que este aquí!- exclamó la castaña con una sonrisa
-Si, si, si, muy bonito, pero cuál es el precio?- le preguntó el muchacho
-Pueden comprarlo por 30,000- respondió mientras sacaba unos papeles
El precio no era tan malo, pues para ser un edificio enorme y con todas esas cosas, era bastante barato
-Lo compramos!!!- exclamó Riko con una sonrisa sin pensarlo ni por un segundo
-Perfecto! Pueden pagar 10,000 o 5000 por mes, ahora solo tienen que firmar estos papeles y les daré la propiedad- explicó Momoi mientras dejaba los papeles en un escritorio
-Perfecto!- accedió la castaña
-No vamos a pensarlo y discutirlo con el equipo?- le preguntó Hanamiya
-No! Así está bien! No podemos desperdiciar semejante oportunidad!- exclamó sonriente y toma la pluma que le ofreció la pelirosa
Riko al llevar aún su uniforme, dejó el casco sobre el escritorio y comenzó a firmar los papeles, ante una atenta y sonriente Momoi, pero algo borró su sonrisa, leyó un par de veces para asegurarse de haber leído bien
-Di-disculpa- le llamó la pelirosa
-Que sucede?- le preguntó mientras leía el contrato
-Puedo preguntar tu nombre?- le preguntó Momoi a lo que la otra asintió
-Claro, soy Aida Riko- repsondio la castaña
Ahora sí que Momoi se había sorprendido, miro el casco y leyó claramente en su mente Kagami Taiga ella conocía muy bien ese nombre y dudaba que aquella chica castaña se hubiera robado un casco o hubiera mandado a hacer una réplica
-Discúlpenme un momento, tengo que hacer una llamada- dijo riendo nerviosa y salió del edificio
Saco su teléfono y vio el número que llevaba tanto tiempo sin marcar, pero decidida, lo presionó y marco, el teléfono sonó un par de veces y nadie respondía, estaba a punto de darse por vencida, pero justo antes de colgar, la llamada conecto
-hola?- la cansada voz del pelirrojo sonó en la otra línea
-Kagami!!!- el grito de Momoi terminó por despertar al adormecido pelirrojo
-Que?! Qué pasó!?- preguntó exaltado
Mientras del otro lado de la línea, Kagami se encontraba en su habitación a oscuras mientras comía, hasta que recibió la llamada
-Tu casco, donde esta?- le preguntó la chica
-En el ático de mi casa- respondió ya más calmado al ver que no era una emergencia
-No ese! Tu primer casco!- corrigió algo apurada
-Ah....ese, se lo di a una niña cómo, hace 12 años- dijo haciendo memoria mientras se rascaba la cabeza
-Esa niña era de cabello y ojos castaños y se llamaba Aida Riko!?- preguntó exaltada del otro lado de la línea
-Si, creo o que si....espera, como sabes eso?- preguntó desconectado al caer en cuenta de que el nunca le menciono a la niña a Momoi
-Tienes que venir enseguida! A la vieja base de la GoM!- exclamo ansiosa mientras se movía de un lado al otro
-Para que?- pregunto desconcertado
-Porque ella está aquí!!! Con tu casco!!!- exclamó ansiosa y rápidamente le grito- Así que ven!!!
Kagami al escuchar eso, se le abrieron los ojos como platos y se paró para salir corriendo a la calle, sin importar que aún llevaba pijama y pantuflas, aunque ya pasaban de las 5 de la tarde, corrió cruzando la calle rápidamente e incluso casi lo atropellan un par de veces al cruzar la calle, pero finalmente llegó y golpeó el gran portón de la entrada
-Ya voy...- escucho una voz responder del otro lado
Cuando la puerta se abrió, por ella asomaron, Momoi, Riko y Hanamiya
-Ah....- Riko se quedó sin palabras
-Tu, eres Aida?- le preguntó agitado por la carrera que había hecho
-... Kagami-san....usted...usted...AHHH AHHHH- comenzó a gritar mientras agitaba a Momoi por los hombros
-Esta bien?- le preguntó el pelirrojo al pelinegro
-Esta en sus 5 minutos- respondió encogiéndose de hombros
-Usted! Usted es mi héroe! Es mi ejemplo a seguir! Mire! Conserve su casco!- exclamó emocionada mientras se lo extendía
Kagami tomo el casco y vio que, en efecto, era su viejo casco, el primero que tuvo y esa niña a la que se lo había entregado, ahora había seguidos sus pasos, al verla, le recordó a él cuando aún tenía el valor que lo impulsaba a pelear por el bien.
Separó la mirada del casco y la miro de pies a cabeza, llevaba su uniforme de bombero al igual que su amigo a lado.
-Aida...Gracias!- exclamó el pelirrojo haciendo una reverencia
-Eh...?- la castaña se quedó desconcertada por tal acción- Por qué lo dice?- preguntó extrañada
-Tu me devolviste el valor que perdí- respondió con una sonrisa mientras le extendía el casco de vuelta
-...De verdad puedo quedarme lo? Es suyo...- murmuró aún sorprendida por sus palabras
-No, es tuyo, tómalo como un agradecimiento, creí que ya no tenía sentido el seguir ayudando si ya no me necesitaban, pero verte a ti, me recordó que yo...no peleaba por qué me necesitaran, peleaba porque...era mi deber- respondió mirando hacia la ciudad con una sonrisa y sintiéndose armado de nuevo, armado con su arma más poderosa...
Kagami recordó que no era necesario un pedido de ayuda, el pelearia por lo que creyera correcto, pero pronto se pondría a prueba su valor...
Una explosión resonó con fuerza que incluso hizo temblar el suelo y una gran explosión se vio a lo lejos, los gritos no se tardaron en escuchar
-Makoto! Vamos!- exclamó Riko mientras se disponía subir a la camioneta, pero una mano en su hombro la detuvo
-Iremos contigo...este es mi deber, niña...
Continuará...
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