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El Emperador y el pirata por reydelosPK2

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Empieza una nueva fase… Mil disculpas por mi ausencia prolongada, dejo este capítulo. Gracias por leer y dejar reviews. ¡Cuídense!

 

Todo cambia…

Dejo atrás a su hijo, camino calmado en dirección de la boca del volcán del cual alguna vez Marflow salió del averno renaciendo en el mundo vivo. Elevo su mano derecha, estaba claro que no ganarían, necesitaban ayuda y el único lugar en el cual sabía que hallaría más demonios era el averno. 

Sin duda en su mirada empezó a caminar con los pies descalzos sobre la lava. Lentamente se hundía en ella, su piel dejaba esa tonalidad de amarillo pálido y se volvía azul.

Los ojos de Jormundgender miraron fijamente como el cuerpo de su madre desaparecía entre la lava, los tres supusieron que sus padres se enfadarían al saber que ayudaron a su madre en tal acción, pero era su madre y su palabra tenía más peso que la de sus padres.

Thor y Dante miraban fijamente al resto de los reyes, al fin todos llegaban y tomaba posición en una de las sillas del salón de juntas de fuego.

-¿Y bien…? –Repuso el rey de oscuro mirando fijamente a quienes alguna vez apoyo y ahora mismo dudaba que dejarlos con vida haya sido buena idea. “¿Falle?” se preguntó pues su arma le daba la habilidad de ver dentro de las personas a quienes miraba fijamente a los ojos. En Dante vio a un noble rey, digno de pasar a la historia, en Thor sintió la frustración de un alma obsesiva, pero en el fondo una luz que indicaba esperanza y nobleza.

Amanda, reina de Aullido rio sínicamente mirando a Thor, Marflow, Dante, Brian, Judas y Salo, al fin ocurría algo fuera de lo común, pero eso no indicaba que fuera de su agrado. Quizás sus sonrisa era más por decepción de ver chicos con talento y poder echados a perder por los demonio. 

“¿Por qué llegar a tanto por un demonio?” 

Se cuestionó, no hallaba respuesta. Y quien podría hallar justificativo a la existencia de la especie que asesino a su familia. El perdón o la comprensión no existían en su juicio.

Tomo asiento arreglando su opulento vestido inapropiado para el clima volcánico de fuego.  Pasó un paño para secar el sudor de su frente, Amanda estaba acostumbrada a un clima templado y tropical, más no a uno volcánico.  Elevo con una mano las joyas que colgaban de su cuello, mucho peso. Miro sus anillos y los sintió como estos resbalaban de sus dedos por la humedad de su piel, como si tuviera manteca puesta sobre todo el cuerpo.

“!Odio este lugar! !Quiero una ducha!”

Gritaba frunciendo más el ceño, manifestando a todos sus humores y desagrado.

Todos giraron a verla y comprendieron las quejas de Amanda, pero ella tenía la culpa. Una mujer de cabellera negra y ojos de plata, piel rosa pálido. Quías de unos 30 años, con un moño en la cima de su nuca que dejaba caer una cascada de cabellos que cubría toda su espalda… una muy larga cabellera dedujeron, que acompañada por ese vestido opulento, esas botas de cuero y esas joyas vistosas colgando sobre su cuello y vistiendo sus manos… si ella tenía la culpa de su desventura.   

-Primero dejen explicar- rogaba Marflow esperanzada en hacerles recapacitar y aceptar la convivencia entre ambas especies y así correr a detener a su madre- Todo este tiempo… mi madre: el dador de vida estuvo dormido. No fue consiente de quien era hasta hace poco- hizo una pausa mirando la expresión de cada uno de los presentes. No hallo comprensión en ninguna, solo desconfianza en cada una de esos rostros serios que parecían sentenciarla sin clemencia alguna. No los culpaba, ella misma actuaria de ese modo de estar en sus zapatos. Mucho porque desconfiar, mucha coincidencia- Tubo a Fenrir sin saber quién era. Nació en un periodo corto de meses. Este nació en el reino Nieve- callo al oír los murmullos.

-Lo dijo Saburo…- oyó la voz de otro rey, mas no recordó su nombre, pero supo que era el rey de Lava- Salo también fue cómplice en la destrucción de su propio reino…

-Dice que no sabía nada. ¿Esperas que creamos eso después de estar todos al corriente de la destrucción de nieve?- interrumpió el rey de Laberinto- en ese caso mejor calla muchacha, alegaremos no saber nada y mataremos a los demonios… ¿Nos exoneraran de toda culpa entonces por ignorancia?-Repuso en tono burlón. Marflow les miro con rabia, la acorralaban, nadie parecía tener empatía con sus intenciones, con sus excusas. 

Suspiro molesta, y porque ella se doblegaba, no era ese su carácter, porque de la noche a la mañana todo cambiaba en su vida, porque debía someterse a los dictámenes de sus padres, es decir ella no necesito de ellos por tanto tiempo y ahora regresaban y debía acatar sus órdenes cual herramienta… miro a un costado y vio a su Yuuki, a Judas y Brian. ¿No eran ellos más importantes que su madre, su padre y sus actuales hermanos?

-No- dijo firme Marflow y Thor, como Brian y Judas la miraron sin comprender. La chica se ponía la soga al cuello, admitía que nada justificaba lo ocurrido en nieve- Nada justifica la naturaleza…- dejo su silla y comenzó a caminar en dirección de los reyes-Aun sin demonios…- dijo acercándose a Amanda para agacharse y mirarla fijamente a la cara- No fue tu reino el que asesino a los híbridos que habitaban sus tierras: purificación… Así llamaste para justificar tantas muertes- Amanda la miro con rabia, más no dijo nada, elevo su abanico para seguir resoplando su rostro, demasiado calor y no solo eso: ahora ardía de rabia.

-Marflow…- Trato de llamar Yuuki a su hermana que al fin dejaba de contenerse y mostraba sus garras. 

-Silencio Yuuki, la reían habla- le mando a callar sin consideración alguna- No fue tu padre Cano quien empezó con confabulaciones entre los reinos por el deseo de hacerse con más poder y armas… confunde, divide y ganaras…- repuso depositando sus manos sobre los hombros de Tadeo, el actual rey de Dorado e hijo de Cano. 

-Si- dijo Tadeo tomando la mano derecha de Marflow  que quedo algo perpleja, no esperaba tal cinismos- solo lamento dos cosas: que ese anciano decrepito fallara y tardara tanto en morirse. ¿Algo más que quieras decir de mi reino?- giro a verla directamente a los ojos.

Marflow por primera vez sintió el peligro y el miedo, quizás porque ahora ya no contaba con el fragmento del corazón de su madre, quizás porque Tadeo se manifestaba cuál hombre sin sentimientos, vergüenza o lealtad ninguna. Quizás por sentir la oscuridad recorrer cada célula de su ser y ver su espada oscurecerse y tener poder ver un futuro apocalíptico donde morían quienes ella más amaba… donde ella misma moría y su madre de igual forma.

-¡Suelta!-exigió Marflow alejándose de Tadeo que negó con la cabeza restándole importancia, para luego sentarse nuevamente en su silla. Marflow miraba su mano y esta tenía heridas de quemaduras.

Thor como el resto notaron la mirada de desesperación que puso Marflow por fracciones de segundo y la expresión de dolor al mismo tiempo. La chica miraba su mano y notaron la piel de esta llena de ampollas y de un color rojo.

-¡Imbecil…!- se exaltaba Judas levantándose de su silla. Pero Brian le detuvo tomándole de una mano y obligándole a sentarse nuevamente

-Busca pelea…- dijo ante la expresión protestante de Judas- la provoca, nos provoca… Marflow es chispita, pero no es tonta, pero si tú te metes y tratas de pelear con él, alegara que te mato por defensa propia, Marflow quizás trate de matarlo también… desencadenar una batalla entre los reyes. Demostrara que los demonios y humanos no pueden convivir. No le importa el dialogo… Sin duda hijo de Cano, solo quiere crear conflicto para sacar provecho. No juegues su juego- terminaba se susurrar Brian a Judas. Tanto Thor como Dante escuchaban esa explicación y comprendían que por mucho tiempo subestimaron a los demás reyes, que la paz solo era una casualidad, o quizás solo esperaban el momento exacto de actuar.

-Basta por favor…- suplicaba Danus frotándose la cien- alguien dijo alguna vez: hagan el amor y no la guerra…- camino hacia Tadeo y se colgó de sus hombros- con gusto haría el amor contigo, pero no sigas con estas provocaciones que me pondré celoso- dijo sin decoro tocando con descaro el trasero de Tadeo que saltaba de golpe sobre la mesa y le apuntaba con su espada, hecho furia. ¿Quién demonios era ese?

-¿Quién eres tu inmundo?-Pregunto Tadeo encolerizado

-Soy Danus. Que malo… y eso que fui a tu coronación… ¿Por qué no viniste a la mía?- Tadeo parpadeo varias veces y su cara se ponía de color azul- Rey de agua…- concluyo y todos miraron con rareza al rey de Lava abandonar la sala y correr cual rata asustada.

-Ese señores es el poder de mi espada- Dijo Danus riendo- el poder de la diarrea crónica- concluyo acercándose a Marflow y mirando su mano para luego poner sobre esta su mano y curarla- y ese también es mi poder de sanación.

-Prosigue- exigió Malé rey de Quebrada a Marflow. Este parpadeo y comprendió que pese a todo si había quienes podría apoyar sus causa. Siguió explicando lo ocurrido, la posibilidad de convivir en paz, la misión de los demonios, misión que no llevarían a cabo.

El rey de oscuro miro a Salo retirarse de la sala de juntas, sin dudarlo le siguió, deseaba oír de su persona lo que opinaba, después de todo era su reino el destruido. No entendía porque apoyaba a los demonios.

-Y tú…- le detuvo. Salo giro a mirar al rey de oscuro. Extraño hombre que aseguraban veía el alma de las personas, sabía de antemano sus pretensiones, si eran buenas o malas con ver sus ojos.

Salo rio, siempre quiso ver esa habilidad, saber que era descubierto en su ser, pues ni el mismo sabía que buscaba, solo buscaba y si algo le gustaba lo tenía.

-Porque no solo lo descubres- animo al rey de oscuro. Este sin miedo o duda se acercó a ver  en los ojos de Salo.

Cristal fuera del castillo esperando a que la reunión de reyes acabara, no aguantaba más la espera y decidió entrar y esperar en los pasillos la salida de los reyes y saber que pasaría de aquí en adelante, sin embargo al llegar al pasillo donde se hallaba el salón de juntas de fuego se detuvo y escondió en uno de los pilares al oír a Salo y el rey de oscuro.

Sus ojos se abrieron a mas no poder cuando vio al rey de oscuro mirar los ojos de Salo y en un dos por tres su cuerpo reducirse a piel y huesos, para después convertirse en polvo.

Salo miro al rey de oscuro muerto, no sintió pena ni gloria por su muerte, solo decepción de no satisfacer su curiosidad. Giro al cabeza y miro el pilar en el cual se hallaba Cristal.

-Vamos muchacho no pongas esa cara. No es ni al primera ni la última vez que ves a alguien morir en mis manos- concluyo Salo- y… aun con eso ¿Por qué sigues aquí…? Novena vez que lo digo: eres libre.

Cristal no respondió, solo siguió parada apoyado sobre el pilar con el miedo corriendo por su piel haciéndole temblar y a su vez despertando una extraña excitación.

Salo suspiro y le dio la espalda marchándose por el lado contrario. Miro por el balcón a los ejércitos, cada uno posicionado alrededor de los muros del reino fuego, listos para atacar si así indicaban los reyes. Miro con detenimiento algo acercarse por el camino central. Era el ejercito de zafiro, tarde como siempre y dando ese desfile de maquinaria, quedándose a distancia del resto.

-al menos será divertido…- susurro poniéndose de pie en el balcón para luego saltar rejuveneciendo antes de tocar el suelo.

….

-Es claro lo que se acaba de decidir- dijo Amanda mirando a Marflow con expresión de fastidio, que a su vez miraba a Tadeo que regresaba del baño y miraba asesinamente a Danus por su jugarreta.

-Sabes…-dijo Judas a Brian- creo que esos tres se llevarían bien si pasaran tiempo juntos… me recuerdan a nosotros en nuestros días de adolescencia

-No lo creo. Amanda no se parece a ninguno de nosotros. Tadeo… tampoco, solo Danus un poco a ti. Pero supongo que podrían ser amigos

-Yo diría que Tadeo se parece a ti, es listo aunque diez veces más ambicioso que tú. Y Amanda… es mujer.

Ambos miraban a la mujer de vestido opulento y joyas. Negaban con la cabeza. Marflow era lo opuesto a esa mujer.

-Guerra- dijo el rey de Armadura, un hombre de cincuenta años quien se levantaba después de haber permanecido por horas sentado y en silencio escuchando a cada uno de los expositores de los pros y contras de la guerra.

-¡Exacto!- grito animada Amanda abanicando con más prisa su cara.

-Si es guerra…- dijo Thor empuñando su espada mirando a los reyes de su imperio.

-Mi reino No participara- dijo Salome reina de Pereza

-¡Habéis hecho un juramento no pueden romperlo!-demando Marflow y Thor a la muchacha de 16 años que no dejaba de tejer y bostezar.

-Perdón fue mi padre quien hizo tal juramento, ha muerto y ahora soy yo la reina de Pereza. Y yo no he hecho juramento alguno con usted- se levantó y marcho calmada.

-¡maldición…!- Renegó Thor pues veía perdidos el ejercito de nieve al ser destruidos por Ikol, ya hora Pereza se marchaba y sin mencionar su ejército debilitado por la batalla contra Celeste. Rio calmándose, aún seguía en mayoría.

-en tres días iniciaremos el ataque. Seremos indulgentes: habitantes de Fuego, podéis empacar y marchar. Ustedes sois inocentes de este conflicto, no se tomara represarías en contra suya- anunciaba Dante. Mientras el resto analizaban alguna nueva estrategia de batalla y miraban al ejército de pereza subir por una montaña para ver el conflicto.

Del bando contrario Amanda tomaba un cuerno de buey para intensificar el volumen de su voz.

-¡TODO AQUEL QUE SE HALLE EN CONTRA DE ESTA GUERRA SIN SENTIDO DONDE EL EMPERADOR DE ASGAR Y OTROS TRAIDORES APOYAN EL RESURGIMIENTO DE LOS DEMONIOS, SERES QUE DEVORAN HUMANOS, SERES QUE NOS ATORMENTARON EN EL PASADO Y A QUIENES APENAS DERROTAMOS… INVITO A DESERTAR Y MARCHARSE, JURAMOS QUE MATAREMOS A ESTOS TRAIDORES DE LA HUMANIDAD Y NADIE ACOSARA SU BIENESTAR JAMÁS!

Los pobladores de fuego se miraban contrariados, ellos vivieron con un demonio como reina, no les parecía tan malo convivir con ellos, pero… muchos mayores recordaron a sus padres y abuelos. No todos los demonios eran como Marflow, a ella la criaron entre humanos, al resto… Miraron a Fenrir y a Jormundgender, no eran amistosos, eran solitarios y jamás e dejaban tocar por humano alguno. Mil dudas invadieron y cuestionaron su lealtad a su reina. Los soldados de los reinos a favor de los demonios también comenzaban a dudar. Celeste se cuestionó el volver a enfrentarse por una causa que no consideraba suya.

Iris miraba a sus generales y estos la miraban a ella.

-No es lo que acordaron- remarco el primer general de Celeste

-Lo sé- afirmo la chica arreglándose la cabellera mientras comenzaba a desvestirse. Sintió los brazos de su general rodeándola y aprisionándola contra su fornido cuerpo. Era acogedor.

-Hemos liberado una batalla y perdido varios hombres por ese demonio. Valió la pena ahora él no puede reclamar anda, eres tu quien reina aun sin la espada tu eres a quien el ejército seguirá- beso su nuca

-Pero aún puede dañarlos a ustedes

-conoces a Dante, no será capaz de eso, pese a todo no es de mal corazón, de seguirle lo haríamos, pero ahora mismo no actúa a favor del reino Celeste, sigue siego su corazón… un rey no puede seguir su corazón. Debe pensar con la cabeza.

-tienes razón…- susurro Iris- Al amanecer ordenare al ejercito al retirada. Hemos dejado a mi madre sola por mucho tiempo.

-¿Dónde está el rey de oscuro?-Pregunto Brian suponiendo que si no estaba con el bando opuesto que salió del reino fuego, se quedaba como aleado, pero tampoco estaba con ellos.

-Se murió…- dijo Salo sin pena alguna

Todos le miraron molestos.

-¡¿Por qué hiciste eso?!- le grito colérica Marflow

-Tenía curiosidad…

Perplejos quedaron y se miraron los unos a los otros. Thor negó con la cabeza

-Entonces… También serán nuestros enemigos los del reino oscuro.

-Conociendo a su hijo… creo que al saber que Salo mato a su padre… también buscara vengarlo

-No sin esto- Salo mostro la espada del rey de oscuro y todos le miraron sombrados. Marflow quien trato de quitarle al espada y al hacerlo no pudo sostenerla, como si pesara mil toneladas cayo con el arma en mano al suelo.

-¿Pero por qué?- se cuestionó recordando como su madre había tomado las espadas de los generales y Thanos también, incluso sus hermanos. Porque ella no podía con una espada de un rey y Salo sí. No era justo.

Thor la imito y trato de tomar la espada sin éxito. Cristal que llegaba miro la escena y miro a Salo tomar la espada sin problema alguno. Recordó como Salo lo selecciono a él por haber cogido su espada y como el recalcaba que él no podía levantar la espada de otro rey, nadie podía. Era la espada quien te elegía y ahora…

-Te ha escogido- dijo sin intención de interrumpir. Todos le miraron y miraron a  Salo

-Entonces ahora Salo eres el rey de oscuro- dijo Dante con duda.

-Eso parece- acotaron Brian y Judas.

-Así que… tengo un nuevo reino- se dijo Salo mirando el filo del arma de oscuro. Miro a Cristal

Cristal por tonto que pareciera esperaba que Salo le dijera algo, que le nombrara parte de su nuevo reino, que le dirigiera la palabra. Y es que creyó que al fin las cosas volvían a componerse entre ellos, pero no. y sin saber porque eso le fastidiaba más y más. Al fin comprendía que amaba a Salo y verse ignorado por este le lastimaba, a cada minuto sentía que un abismo los separaba, al grado de ya no poder reconocerle.

-Yo…- alzo la voz y miro fijamente a Salo y este no le devolvió la mirada, solo miraba el filo de su nueva arma- ¿puedo pertenecer a tu nuevo reino?-dijo cual suplica, mientras Fenrir alzaba la mirada en dirección de Cristal molesto, mas volvía a ver a ese hombre y podía sentir el peligro emanar de su cuerpo.

-Muchacho eres libre de hacerlo que quieras- repuso Salo guardando esa nueva arma en su cinturón para caminar a paso firme fuera ignorando nuevamente a cristal.

Frente del balcón alzo la espada de oscuro y se nombró como su nuevo rey. El ejército de oscuro se miró contrariado, más los generales reconocían el arma como autentica y elevaron las suyas jurando lealtad.

Cristal empuño las manos al mirar a Salo saludar a sus nuevos generales, ver a alguien ocupar su lugar como primer general… seguir siendo ignorado. Un brillo de maldad se manifestó en su mirada. Prefería ver a Salo muerto que verle abandonándole así. Le había robado su inocencia, su niñez, tanto y ahora que llegaba a amarlo también le robaba su felicidad y calma dejándole en el abismo de la desesperación y la soledad.

….

“Con nada naciste con nada te iras…”

Escucho en su sueño y abrió los ojos mirando el techo de su lecho. Nuevamente esa voz tratando de hacerle recordar algo que había olvidado. Sintió el calor de alguien a su lado. Miro a su costado y allí pillo a cristal dormido pasiblemente. Su rostro aun mostraba la inocencia de un niño, no le extraño aún tenía 18 años y el un viejo arrugado de 79 años. Elevo su mano tratando de tocar su rostro, de sentir esa paz que solo ese niño podría darle y también las dudas y miedos que podía provocarle su mera existencia y ausencia. Se detuvo a centímetros de tocar su rostro. Cerró los ojos y la suave voz de cristal volvió a pedir abrir sus ojos, el menor tocaba su rostro con su mano tratando de forzar la mirada de ambos.

-Porque ya no me busca y reclamas como antes- reprocho el menor- es porque ya no soy un niño o un adolecente, porque tengo 18 años y estoy viejo para tus gustos?- Pregunto con molestia- ¿Has encontrado un remplazo?. Algún otro niño a quien corromper y torturar con tus gustos enfermos. Por eso me evitas… ¿Te soy un estorbo?- Tomo la manos de Salo y las dirigió a su cuello- si es así mátame de una buena vez. Destruye todo vestigio de nieve ahora que vas a remplazarlo con el reino de oscuro… No necesitas más generales, ya no necesitas más disimulo… todos saben del dador de vida. Ya nada te detiene de tomar lo que quieras y desacerté de aquello que te estorba.

-Hablas mucho muchacho…-Salo se liberó de las manos de cristal, mas no lo alejo de su persona, todo lo contrario tomo su rostro con ambas manos y beso los labios carnosos con sutileza, para luego abrazarlo- Eres libre. Solo di quiero hacerlo y lo hare…- concluyó comenzando a subir encima de cristal mientras este desesperado por contacto comenzaba a desvestir a Salo y desvestirse el mismo. La espada del Salo brillaba para rejuvenecer, más Cristal levanto su cuerpo y besos sus labios

-No… quiero hacerlo tal como eres- indico y Salo arqueo las cejas. Quien quería hacerlo con un viejo de casi 80 años.  

-Seguro… mira que mi aguante no será el mismo- susurro mirando hacia abajo, como si indicara su hombría. Cristal le miró fijamente y rio.

-Tu solo recuéstate. Yo hare el resto- susurro con malicia. No le dejaría escapar, no después de todo lo que perdió por su culpa, no después de ser contaminado por ese amor insano… si ambos estaban podridos… Lo estarían hasta que alguno terminara por morir. Quizás entonces el otro curaría su podredumbre y volvería a brillas y volar a la libertad.

Gemidos, murmullos se oían en aquella habitación. Simplemente dos amantes revolcándose, esperando hacerse uno por la eternidad. 

“Nada es tuyo…” abrió los ojos y vio la luz del nuevo día, a su lado su joven amante aun dormido y cansado por lo ocurrido. Mirarlo hizo su piel rizarse del miedo. Nuevamente deseaba cosas, nuevamente se sentía lleno, siendo que nada era suyo… ¿Culpa?

Quito su brazo protector del cuerpo de su amante y sentó sobre la cama mirando el suelo, como quien lamenta una acción, sin embargo se sentía satisfecho por el pecado.

Cristal sin decir palabra alguna solo le contemplo seriamente, pero al cabo de minutos se fastidio y levanto cegándose de su espalda, para abrazarlo y comenzar a besarlo. Sintió su pasión, su amor enfermizo rebosante de energía la noche anterior, si era solo por el sexo, lo usaría para mantenerlo atado a su lado. No le daría tregua para alejarse de él. Salo no tubo consideración por que debería mostrarle tolerancia alguna.

Thor camino furioso a esa recamara, Quería ver a Ikol, hablar con él sobre lo que estaba a punto de pasar más Dante seguía cual fastidio interfiriendo, arto solo ignoro a sus hijos que le pedían no molestara a su madre que aún se recuperaba. A paso firme fue a esa habitación y pillo Fenrir parándose enfrente para evitarlo y Dante apareciendo por detrás.

-¡Aparten o los matare!- Exigía Thor comenzando a sospechar. Si algo aprendía de Ikol era que no se le podía dar su espacio, pese a aparentar ser débil, no… el diminuto demonio tenía muchos trucos bajo la manga. Solía ser peligroso si se lo proponía y tenía mucho conocimiento aunque ya no tuviera fuerza alguna.

Fue Marflow la que se lanzó contra Fenrir y Jormundgender para evitar que matara a su padre. Fue Thor quien aprovecho el descuido para abrir esa puerta.

Dante con Brian y Judas también miraban incrédulos la habitación. Estaba vacía

-¿Dónde está?!-Exigió saber Thor furioso

-No lo podemos decir…-Dijo Marflow limpiándose la herida en su brazo. Fenrir le clavo los dientes, su herida no curaba, solo sangraba. Quizás solo Brian noto este detalle y miro a la rubia con seriedad. No era normal que las heridas de Marflow no curaran rápidamente.

-¿He preguntado donde está? ¡Soy su padre deben obedecer y decirlo!

Marflow bajo la cabeza… Judas y Brian miraron molestos a Thor. No era nadie para tratar así a quien por su fuerza y su valor le mantenía vivo, pues de no ser por Marflow ahora mismo estaría muerto o solo peleado contra el resto de los reinos.

-En el averno…- susurro Marflow

Thor abría los ojos más y más. Para luego cerrarlos y dejarse caer en el suelo derrotado. Lo había hecho… Ikol había escapado a un lugar al cual ahora mismo no podría alcanzarlo…

-¿Fue a por Thanos?-Repuso cual pregunta al aire

-algo así…- dijo Marflow- ha ido a liberar a los demonios del averno para destruir a los humanos

Ahora no solo Thor miraban molestos a Marflow. Saber que Ikol acababa de traicionarles no era divertido, pero más molesto era saber que Marflow los traicionaba.

-Y ¿Cuándo planeabas decirnos que nos ibas a traicionar?-Reprochaba Judas y Brian a la joven mientras Yuuki llegaba y observaba todo tratando de mantener la calma y a su lado Saqra el consejero de fuego.

-esa no era mi intención pero mi madre…- hizo un largo silencio- no podía desobedecer sus órdenes…- excuso dejándose caer al suelo. Ya no aguantaba mas, demasiada presión sobre sus hombros. Mucha carga y ella no era responsable de nada de lo que ocurría. Porque debía pagar por las acciones del resto. Se sentía cual peón si voluntad, como cuando Odín vivía y por agradar al emperador y a los demás reyes realizaba el trabajo sucio de estos. Quizás en esos días no era tan doloroso, ahora implicaba sus emociones: su familia dividida. Su lealtad y sus deseos de vivir en paz con los que amaba.

-Una guerra inicia y después llegaran los demonios del averno… ¿Cómo se supone que sobreviviremos? Si ganamos o perdemos contra el resto no servirá de nada. Seremos asesinados por los demonios. Por el dador de vida- exponía Brian- ¿Se han divertido burlándote de nosotros? ¿No significamos nada para ti?- reprocho a Marflow aun sin poder creerlo.

-¡NOSOTROS TRAIGAMOS NUESTROS EJÉRCITOS POR TI! ¡ESTAMOS EN VUELTOS EN UNA GUERRA POR TI!. Y TU…- Estallo Judas- Te amo…- delato a todos sin miedo o dudas, pero con decepción

-¡Y… ¿qué demonios querías que haga?!-Grito enfurecida- ¡Hace semanas ni sabía que tenía un padre y mírale. El hombre que menos me agrada resulto ser mi padre!- golpe la pared- ¡mi madre juraba que había muerto y dado parte de su corazón por amor, por mantenerme a salvo del genocidio de demonios y nuevamente apareció pero ya no es como lo conocía… Para él sus hijos solo somos herramientas. Su aura ha cambiado, está lleno de rabia y rencor… ¿sabes lo frustrante que es eso?. Todo cuanto conocí esta cambiando incluso ustedes- Miro a Judas-Creí que éramos como hermanos… y ahora dices que me amas… Ahora dices que me amas…- giro a ver a Brian- y tú… ¿no me dirás nada?

Un largo silencio lleno la habitación mientras Brian y Marflow se miraban y a su vez Judas los miraba.

-Hay una guerra tocando la puerta. No es hora de hablar de amor o decepciones- dijo Brian ignorando la mirada de Marflow y al de judas, el cual seguía mirándole desconfiado. Que significaba esto. Brian amaba a Marflow tanto como el, porque actuaba entonces como si no la amara.

-¿Y que se supone que haremos?- dijo Dante serio, caminando dentro de la habitación que ocupo Ikol, mirando la cama vacía, nuevamente perdía a Loki. Supuso que era parte de su plan, solo debía esperar la señal y mataría al culpable de esta odisea: Thor y ambos serian felices, aun con este panorama confiaba ciegamente en Loki.

Thor le miro, no entendía la calma de Dante.

-cierto- aprecia Salo- el tiempo en el averno pasa de diferente forma, un día en el averno equivalen a diez años en la tierra… debemos concentrarnos en la guerra que se nos viene encima…

Cristal miraba fijamente a Salo ¿cómo sabia eso?, porque jamás le comento nada sobre eso. Cuando era su juguete solía dar a conocer sus sueños, metas y ambiciones sin parar, ya hora resultaba que siempre le guardaba secretos.

Thor apretó los puños. Acaso eso planeaba Ikol, dejar que se maten entre ellos y luego aparecer con un ejército de demonios… no podía permitírselo, pero tampoco podía dejar a sus hijos a meced de los humanos…

“Ikol…” le llamaba jurado para sí mismo no volver a dejarle apartar de su lado. Le pondría grillete de ser necesario, pero jamás le dejaría abandonarle nuevamente. Dejarlo solo sin vigilancia implicaba peligro. Ahora justificaba a Thanos que en el pasado usaba  sus hijos para vigilarlo y aun así… Ikol se fugaba a verle.

….

Ikol miro aterrado el averno. Una batalla se llevó acabo en este. De los demonios solo quedaban rocas regadas en el piso. Miro a las almas humas, todas caminando en círculos sin saber que más hacer, sin conciencia… cual zombis, el mismo averno repleto de almas deshabitadas de recuerdos o rayos de esperanza.

Y allí los vio. Vio el alma de Laufey y el resto de los piratas caminando sin rumbo, sin sentido por el averno. Se acercó a ellos por la sensación familiar de su otro yo. Más al verlos estos ni le reconocieron o mostraron expresión alguna al verlo.

-Nada…- susurro. Nada era lo único que reinaba el averno. Toda emoción, recuerdo, virtud o pecado que llega con las almas fue destruido. Corrió entonces en busca del dios del averno, el ser que creo a los demonios por petición de Gaia, corrió a su reino, a su trono y estos estaban vacíos… el dios del averno había desaparecido de su reino y por ende su reino caído en la nada. Ninguna lama más alcanzaría la iluminación para ir al cielo y renacer… ningún alma más seria enjuiciada por ese hombre. Todo humano que muriera quedaría atrapado en el averno por la eternidad.

En su retorno hallo el cuerpo petrificado de Thanos… tampoco los demonios podrían regenerarse o recuperar sus almas… volverían a ser simples piedras. Jamás vería a hielo… al resto de su familia.

-Lo siento…- se arrodillo frente el cuerpo de Thanos y lloro amargamente obre este- lo siento tanto…- acaricio su cara de piedra -Todo lo fue. Todo lo que fuimos… incluso los dioses… todo esta… desapareciendo…- repuso Ikol resignándose a lo que veía venir: al destrucción completa de los demonios y los dioses. Los humanos han ganado… al fin lo han destruido todo incluso a ellos mismos.

Si ese era su destino… no moriría solo. Se llevaría consigo al culpable de todas sus desdichas y le vería en el averno vagar por la eternidad y el solo desaparecer. Más nunca volverían cruzar caminos. Tomo un poco de metal negro y con su poder creo una lanza. Esa sería su arma. Si no podía recuperar su fuerza, al menos contaría con esa arma, arma que puso sobre Thanos para absorber su poder: la nada.

Camino fuera del averno… perdió cerca tres días, lo curioso fue salir del averno y darse cuenta que el tiempo no paso como debió pasar… solo tres días pasaron en la tierra. Camino de regreso al castillo de fuego… esperaba ver  todos muertos, y de suerte a sus hijos vivos. Pero pillo el inicio de una guerra.

Rio maliciosamente… Todo acabaría de una buena vez.

Salo alzo la mirada y vio con claridad la lucha entre dos reyes: Marflow contra Amanda.

Los soldados detuvieron sus ataques y miraron el choque de sus armas, como si dejaran pausa a tal encuentro y dependiendo de este el ejercito de fugo y el de Aullido seguirían o se retirarían del conflicto.  

Salo dio media vuelta. Estaba confundido, por lo general los reyes no peleaban, solo lo hacían los generales al inicio, ahora desde el comienzo los reyes peleaban y de la nada detrás suyo aparecían el rey de Laberinto y el de agua, y por el cielo la reina de pereza que se suponía no lucharía. Todos contra el más débil de los reyes enemigos o al menos a quien creían el mas débil por ser viejo.

Cristal no dudo en poner un campo de cristales alrededor suyo y de Salo para que no llegaran a lastimarlos, sin embargo al choque de las armas de los tres reye enemigos el campo de cristal se rompió cual espejo dejándolos al descubierto.

-Muchacho…- Dijo Salo tomando su arma de nieve para rejuveneces y mirar a su enemigos- aparta de aquí… yo me hare cargo de ellos- concluyo avanzando en dirección de los tres reyes enemigos, y mostrando sus dos espadas.

Los tres reyes miraron atónitos reconociendo el arma de Oscuro. Con más ferocidad miraron a Salo. Quizás había elegido mal a su oponente, ya era tarde. Debían matarlo.

 

 

Siguiente capitulo

Guerra cruel…

   


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