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El Emperador y el pirata por reydelosPK2

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Guerra cruel I


 


¿Te cuento el momento más importante de mi vida?  


Fue cuando te conocí.


Recuerdas… siempre juntos como hermanos. Compartimos juguetes, travesuras… solíamos jugarle malas pasadas a Marflow y al final ella término convirtiéndose en parte de nuestro grupo, en nuestra salvadora. Pero antes de ella… Tu y yo tuvimos toda una historia: Hermanos y los mejores amigos por siempre… Así lo prometimos.



Cristal miro con terror a los tres reyes acorralando a Salo. Podía ser fuerte en su forma joven, podía tener dos espadas, pero ellos eran tres y un cuarto se acercaba.


Lo que realmente lo molestaba era ver al resto de pie sin mover musculo alguno. ¿Qué esperaban invitación?



Marflow no podía creer la fuerza de esa princesa de opulento vestido y joyas exageradas. Realmente parecía una bestia, le recordaba a Fenrir. Giro su mirada en busca de sus hermanos y no los encontró. Pudo sentirlo entonces, tan concentrada en la pelea que no lo sintió antes, su madre había regresado.


Amanda rompió su vestido y le arranco la coleta de su extravagante moño que adornaba el final de su espalda dejándola lucir una a abultada retaguardia. Del jalón violento prácticamente apenas quedaron retazos de tela que cubrían sus piernas. Elevo su otra mano y riendo con soltura y emoción se arrancó las joyas que caían en el suelo rebotando por la fuerza de la caída. Al diablo las clases de etiqueta y los buenos modales que pregonaba. Era hora de dejar libre a la bestia. Sus uñas crecían y el moño que sujetaba su cabellera se liberaba dejándola libre en el viento. El brillo en sus ojos castaños los hacía lucir cual si fueran dorados asemejándose a la de un felino o quizás un lobo.


Giro al momento que la vio desaparecer y puso sus manso delante suyo antes de recibir aquella tremenda patada de parte de Amanda.


-¡Vamos princesita demonio!-Exclamaba con más sadismo mientras se formaban en sus manos líneas negras.


-Un hibrido…- susurro Marflow al no entender lo que ocurría. Porque aparecía otro hibrido y por qué tenía tal fuerza. Solo los híbridos nacidos de su madre podrían ser así de fuertes, el resto no- ¡¿Qué te pasa, ya no eres la gran cosa cierto?!- Reprochaba, acertando un arañazo en la cara de Marflow.


“La gran cosa…” sí. La gran cosa, el premio mayor que gano el reino fuego, mientras aullido al no ser parte de Asgar fue descartado. Todos esperaron que ese demonio llamado Marflow fuera de Aullido, pero perdieron contra Fuego. Buscaron algún remplazo que domara la espada bestial. Amanda, uno de los pocos híbridos que sobrevivió al entrenamiento… La que fue usada para masacrar al resto y demostrar ser fuerte y digna de usar esa espada bestial fue nombrada reina. El rey de aullido no tenía ganas de tener hijos o casarse, a su parecer las mujeres eran molestas incluso en la cama eran complejas, débiles, no aguantaban sus juegos sádicos. solo deseaba alguien fuerte que elevara el nombre de Aullido.


Amanda elegida renuncio a la bestialidad de su naturaleza, no deseaba ser igual que la niña demonio con la cual era comparada. Marflow era una mocosa y ella una mujer. Prefirió aprender poemas, escribir canciones, tocar el piano… leer de historia, arte… Deseaba ser una verdadera dama. Pero aullido era una tierra de hombres barbáricos… nada comparado a  fuego, a Zafiro… a Trueno. Decepción… rabia. Era libre y seguía presa de la bestialidad de su reino, entonces ella sería como el diamante entre el carbón esperando ser descubierta por algún príncipe azul y con el vivir feliz el resto de su vida.


Sintió el fuego abrazador del toque de Marflow y cayó al suelo por el dolor. Abrió sus ojos y miro su brazo ardiendo. Al fin el fénix mostraba su fuerza. Amanda suspiro. Nadie dijo que sería fácil vencer, aunque ahora mismo Marflow no aprecia la de antes, su mirada era fría, calculadora, nada en comparación de la anterior que mostraba la duda en cada movimiento. Suspiro y forzó a reír, nada era fácil para ella… no era humana, no era demonio, no era heredera, no era una dama de sociedad… toda su vida se la paso peleando contra al corriente. Esta batalla no sería la excepción y como en toda su existencia ganaría, no nació o sobrevivió para morir a manos de la chica demonio.


Ambas mujeres corrían una en dirección de la otra, con espadas en mano, mientras Marflow elevaba su mano libre y formaba aves de fuego para acabar con la molesta reina de Aullido, esta solo liberaba el poder de su espada para formar una especie de escudo que cubría su cuerpo y dejaba sus manos libres con enormes garras.


“Creo que ellas podrían ser amigas… Creo que todos podríamos ser amigos…”


Peso Judas al cerrar los ojos. Ver a Marflow cortar la cabeza de Amanda y quemar su cuerpo no era nada grato… la reina de Aullido dio una buena pelea. Pero Marflow siempre  fue mucha cosa para un humano, un hibrido. Más cuando usaba su espada y decidía concluir un combate.


Marflow puso un pie sobre el cadáver carbonizado de la reina de aullido y elevo su espada gritando. Declarándose victoriosa. El regimiento de Aullido se miró unos a otros y sin decir palabra alguna arrojó sus armas dando a entender que se rendían… Amanda solía fastidiarlos mucho con sus leyes absurdas de clases de etiquetas… buscaba cambiarlos y a ellos les gustaba ser simples hombres que vivian con bestias, pocos les conmovió su muerte, lo vieron como algo lógico, después de todo siempre esperaron a por Marflow y de cierta forma ahora eran sus súbditos… Estaban conformes con el resultado.


-Marflow!-Llamo judas corriendo a su lado para ayudarla con sus heridas, pero esta lo ignoro y solo elevo el vuelo. Debía ir con su madre. Debía poner un alto a esta masacre.


Brian miro el desplante de Marflow, sintió algo de lastima por Judas, sinceramente no le gustaba como iban las cosas, tampoco le agrado ver que las heridas de Marflow no cicatrizaban. Debía hacer algo, más al notar a ese extraño correr en dirección de Judas.


Era uno de los generales de agua tratando de tomar ventaja del descuido del rey de Pompeya (Judas) que distraído apenas si giraba. Renegó pues Judas solía ser muy despistado y alejarse de su ejército era un gran error, muerto el rey perdido el juego.


-¡Maldita sea!- exclamo comprendiendo que el también era un idiota al alejarse de su ejército, al dejar libre sus emociones y no pensar con la cabeza.


Judas solo vio el choque de dos espadas sobre su cabeza. Entonces le reconoció: Brian usaba su velocidad para llegar y protegerlo del ataque del general de agua que al choque de armas desaparecía cual vapor de agua.


-¡Gracias!-Exclamo Judas aliviado de seguir vivito y coleando. Brian frunció el ceño molesto, para luego golpearlo sutilmente en el hombro


-Presta atención. Estamos en una guerra, no es un juego- critico dándole la espalda, debían salir de allí y llegar al ejercito de Pompeya, fuego o mínimamente al de Zafiro. Para Brian no le sería difícil regresar a su ejército, pero no podía dejar a Judas. Espada contra espada ambos reyes miraban a su alrededor, los restantes generales comenzaban a rodearlos. Matar a los reyes era la prioridad.


El suspiro largo de Brian tenso a Judas, algo malo pasaría, Brian rara vez se mostraba exasperado al grado de suspirar resignado una posible derrota.


-Saldremos de esta- animo Judas a su amigo de infancia


-Si… Saldremos de esta, lo que lamento es la forma en la que te sacare de esta…- comenzó a murmurar Brian- de seguro no me hablaras por un mes… será aburrido, quizás te rompas algunas costillas… la perna… quizás- concluyo al momento de elevar la mando en dirección de su ejército y hacer unos símbolos extraños con la mano.


-¿De que demonios hablas?- se quejaba Judas cuando sintió que su muñeca era tomada y Brian comenzaba a girar


-Masa por aceleración… es fuerza…- repuso lanzando a judas por el aire- con esto será suficiente- concluso al momento de soltar la muñeca de su amigo y dejar de dar vueltas. Le miro cual bola de cañón volar en el aire y dirigirse al ejercito de Zafiro donde sus generales comprendieron el mensaje y uniendo capas rápidamente hacían una especie de red para amortiguar la caída del rey de Pompeya. Mientras los generales enemigos con armas en mano corrían a atacar Brian.


Brian rio al ver a su amigo caer sobre la red y aun así darse un golpe duro contra las piedras, soltando una que otra maldición en su contra. Sin dudarlo saco su espada y giro a ver a los generales enemigos, y de repente sintió una espada atravesando su estómago… Al parecer uno de los generales también era rápido.  



Thor seguía mirando con detenimiento al lucha de Salo con los otros tres reyes de agua, laberinto y pereza. Al parecer los generales de oscuro no aceptaban a Salo y no habían tenido tiempo de hacer el juramento, como si fuera ajeno miran sin importancia tal encuentro deseando la muerte de Salo, solo cristal parecía deseoso de ayudar, pero ni siquiera podía acercarse, pues los generales de laberinto le impedían el paso.


Giro en busca del resto de sus aleados y encontró a Dante escapando del conflicto.


Dante, solo corría detrás de su hijo. Algo debía haber pasado para que Fenrir saliera corriendo fuera del conflicto.


Pudo deducirlo al escuchar el grito de Judas llamando a por el rey de Zafiro. Si esto seguía así estarían perderían. El resto de los reyes aleados no saldrían  pelear, uno no querían, dos de salir el a pelear y ser muertos su reinos, su gente quedaría a merced del ganador y no podían arriesgar el destino de inocentes por algo en lo que no creían.


Thor aun con su arma no tenía generales y tampoco un ejército fuerte. Mas no lo atacarían pues no deseaban provocar a los demás ejércitos y reyes a empezar un encuentro.



Marflow miro a su madre y a sus hermanos


-¡Debemos ir y ayudarlos!- repuso exaltada, esperando que su madre hiciera algo que les ayudara en la batalla.


-El averno también ha caído por culpa de los humanos- dijo Ikol con semblante sombrío


-¿Eh?- se quejó Marflow al borde de la histeria. Brian, Judas, Yuuki… Su padre. Todos estaban en riesgo y su madre hablaba del averno… -Debemos ayudarlos


-Solo son humanos… hay muchos…unos mas otros menos… no importa- repuso Ikol calmadamente- esperaremos a que se destruyan unos a otros y al final intervendremos para matar a los restantes. Este continente quedara libre de esas plagas- concluyo arto ya estaba de los humanos. Muertos los deseaba ver.


-¡NO!-Grito Marflow harta de esto- No dejar que dañes a mi familia, si a ti no te gustan los humanos… porque rayos me tuviste. Por qué me dejaste viva, porque tuviste a estos dos… si tanto odias a los humanos… ¡¿Por qué te revolcaste con ellos?!


-Tienes razón… Todo fue mi culpa. Debo reparar mis errores…


Ikol miro a Marflow y cerró los ojos antes de elevar su lanza


Marflow abrió los ojos a más no poder y sin dar oportunidad solo salió corriendo. Comprendía que ya no era necesaria para su madre. Comprendía que a su madre estaba decidido a destruir a los humanos.   


Ikol lanzo su lanza en dirección de Marflow, al cual intento esquivarla pero esta rozo su brazo… y este comenzó a podrirse, sin embargo logo escapar. Miro fijamente su brazo y sin asco alguno se lo arranco antes de que la infección terminara por necrosar su cuerpo.


“Has visto a un ave volar sin un ala… no.”


Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Marflow que seguía corriendo sintiendo cerca los pasos de Fenrir que comenzaba a darle caza.


“Si no eres parte de la solución eres parte del problema…”


Miro al cielo aterrada cual niña pequeña. Estaba nuevamente sola… y lo pero esta vez su madre no la protegía y era su verdugo… lo único que fue consuelo en sus desdichas era su pesadilla hoy.



Ikol bajo la mirada al suelo, mientras la lanza regresaba a su mano.


-Basta…- susurro y Fenrir se detuvo su búsqueda. Su hija ya no sería una amenaza nunca más supuso, buen escarmiento le había dado. No deseaba matarla, pero tampoco se arriesgaría que fuera un estorbo en su venganza.



“Yuuki, Judas, Brian… Padre…” llamaba mentalmente Marflow corriendo tan rápido como sus piernas le permitían debía advertir a su verdadera familia. Salvar a Yuuki, protegerlos.



“Hay muchas cosas que jamás pude decir con palabras… sabia como decirlas, sabia… pero no podía”


 “La primera…Se equivocaron de espadas. Yo era bueno para crear, tu espada debió ser mía. Tu era bueno para esconderte y jugar… mi espada debió ser tuya… pero éramos amigos, ese jamás fue tema de discusión… Marflow sí, no había dos chicas como ella, era única en su género. ¿Te imaginas un trio?… podríamos chocar espadas… mejor no”


“Tenía tantas cosas que decir… Gritaría: yo me opongo en su boda… Fuiste un cretino en proponerle matrimonio a mis espaldas…”


“Parecen juegos artificiales… las bolas de fuego… las aves de fuego que Marflow crea… Su color siempre fue el intenso anaranjado rojizo del atardecer…”


Miro los cañones de su ejército, oyó el grito de guerra de sus generales… miro el cielo arden en una lluvia de flechas de fuego lanzadas por sus cañones de flechas automáticas. Escucho a Judas gritando al ordena su ejército de atacar y matar a sus enemigos.


 “Como lo sospechaba… no se apresen a los tuyos… sin importar cuanto listo sea aún no puedo crear algo tan bello y letal como tu… Marflow, algo tan tonto y vivo como tu Judas…”


-Yo…- dejo de pensar y comenzó a hablar, aun seguía en la lucha contra ese general que buscaba concluir su asesinato. Aun ambas espadas peleaban una contra la otra para herir a su enemigo… Mas el charco de sangre que brotaba del estómago de Brian desesperaba a los espectadores- no quiero morir…

Notas finales:

Gracias por leer este fic. cuidense!


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