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El Emperador y el pirata por reydelosPK2

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Descubiertos

Los rumores corrieron por todo lo ancho y largo de los reinos. La Espada de la agilidad correspondiente al reino de Zafiro había desaparecido del Fuego. Un nuevo rey nacía y con él la esperanza de traer la paz al fracturado reino llegaba, pero con la esperanza otras emociones más resurgían: miedo y odio de parte de los traidores del reino que ayudaron a su desgracia, pues no dudaron que serían ejecutados si dejaban a este nuevo rey ocupar el trono. Una limpia era necesaria para restaurar el orden y dudaron que las prisiones de Zafiro fueran suficientes para encarcelar a todos, igualmente que Defones el consejero de Zafiro mostrara piedad, de hecho su carácter extremista y su posición de líder de las palomas blancas mantenía una ideología que si no eres parte de la solución eres parte del problema. Desde las sombras era claro que varios grupos regentes de Zafiro se preparaban para dar muerte al nuevo rey. No cederían su poder ni riquezas a un desconocido.

-Mi Rey. ¿Fue de su gusto la comida?-Se burló Tom mirando como su amigo de aventura, su hermano por así decirlo vomitaba sin descanso, ponerle ají fue un toque divertido para cambiar el mal humor que dominaba a Nairb desde que se hizo con la espada, y es que le pobre ya ni dormía por las constantes pesadillas y la culpa de renunciar a ser rey. Era difícil de entender y de explicar. Eso decía Nairb a Tom. Era como ser dos personas en un solo ser, una de ellas gritaba por tomar el trono y recomponer el reino, la otra solo deseaba escapar y olvidarse de todo acompañando a Tom en su locuras y vivir en paz, el bien y el mal supuso, y en sus sueños acompañado por un mensaje siniestro:

“Sera tu única oportunidad…”

Única… ¿y después qué? Tembló de solo pensarlo. Miro su anillo con él sabía que tenía algo que hacer, un destino que cumplir, pero con la espada otro lo llamaba… odio a ambos objetos que no se ponían de acuerdo como su mismos pensamientos y voluntades.

Miro a Tom, tomo algo de valor para seguir el día a día, pues algo le decía que muerto estaría mejor. Supo que la soledad no era para él, era un hombre de familia, si bien no tenía novia o hijos, tenía un hermano alguien a quien cuidar y con eso se hallaba conforme. Aunque ahora mismo quería matarlo por su travesura.

Limpiándose la boca le miro con enfado para pararse y sentarse sobre una silla, su estómago estaba que no aguantaba más, si no vomitaba hasta la última gota de ese condimento vomitaría sus intestinos.

-Eres un…- Guardo silencio al notar la felicidad del momento impregnada en el rostro de Tom, superando para pasar su enojo. Sentía que no era la primera vez que pasaba malos ratos de esa forma y no, no lo era. Con Tom siempre se aventuraban locuras estúpidas donde terminaba pagando los platos rotos de Tom, sin embargo sintió que antes de conocer a Tom, también pasaba momento similares, aunque no recordaba con quien.

-Esta espada fue un error- repuso Nairb tomando la espada en mano, para levantarse y salir del camarote seguido por Tom que lo miraba curiosos dejando ya de reír.

-¿Que intentas?- cuestiono Tom abriendo sus parpados de par en par, dejando ver sus iris verdes a plenitud sorprendido de ver a Nairb en el borde del barco con la espada en mano-¡No! Aun podemos sacar provecho de esa espada, no pue…- quedo mudo al ver como Nairb tiraba la espada al mar con tal calma que sintió miedo. La espada que muchos ambicionaron, la espada que te daba el poder de gobernar el reino, la espada echa de metal negro y recubierto con oro y diamantes, sin mencionar que el reino que te dejaba gobernar era Zafiro el más rico del imperio de Asgar. Sintió ganas de asesinar a Nairb… ¿Quizás había perdido al razón? - ¡Eres un loco de mierda!- le insulto corriendo al borde del barco mirando si podía recuperarla, más recordó que solo el elegido podía sujetarla, de seguro lo hundía en el fondo del mar.

Sus manos rápidamente se dirigieron hacia Nairb y trataron de echarlo al mar, una pelea de manos comenzaba entre ambos, una que por agilidad ganaba Tom poniendo la cabeza de Nairb contra la baranda de madera listo para lanzarlo- ¡SACALA!-Exigia

-No necesito esa espa…- Nairb quedó mudo recibiendo un golpe directo en la frente, de la nada del fondo del mar la espada regresaba él con la misma velocidad con la cual caía y logro golpearlo en la frente

-Veo que esta no opina lo mismo- rio Tom soltando a Nairb.

-¡Cállate!- se quejó Nairb colérico tomando la espada para volver a arrojar lo más lejos que pudiera pero esta al cabo de unos momentos regresaba con la misma velocidad con la cual era arrojada- estas cosas las hizo el diablo-concluyo se quejó Nairb después de noveno intento y de esquivar la espada que cada que regresaba venía con la intención de matarlo a golpes. Resignado tomando al espada y poniéndola en su funda mientras miraba Tom asesinamente, el idiota no dejaba de matarse de risa. Sin saber porque también comenzó a reír cual idiota.  

-Y ahora que hacemos. Regresamos a Zafiro- Pregunto divertido Tom secándose algunas lágrimas

-Por supuesto que no, no volveré a poner un pie en esa ciudad- repuso Nairb convencido que hacerlo sería su fin. Bien conocían la situación de Zafiro pues siempre acudían a este para sus negocios sucios. Los juegos de poder de los clanes piratas, las mafias de contrabando, el grupo de las palomas blancas, los grupos políticos… Si alguna lo llegaba a ver con esa espada ya podía declararse hombre muerto y que decir de las palomas blancas… si ellos lo pillaban lo darían a conocer como el rey y esperarían que dirigiera una revolución para restablecer el orden del reino, orden que de seguro seguiría la ideología de Defones. Era comprensible, ser el rey no te garantiza tener el control del reino. Exigieron muchos reyes en la historia que solo eran pantalla mientras el reino era gobernado por otros en las sombras. Era como una prisión de oro en la cual debías obedecer o morir.

Bufo molesto. No pensó nada de esto cuando por instinto tomo al espada, miro su anillo y  este brillo lanzando una lucecita verde en dirección de Zafiro. Suspiro molesto, de verdad debían ir a Zafiro, ¿no podían quedarse en el mar el resto de sus vidas libres?

-Señala Zafiro- repuso Tom arqueando las cejas, últimamente ese anillo misterioso de su hermano de crianza se mostraba más activo que en los últimos cinco años.

-Ok. Pero si vamos a Zafiro-Saco su espada y con esta corto un pedazo de tela para cubrir la funda y el mango del arma- nadie debe saber que tengo la espada

-Lastima… supongo que no podremos vivir como reyes… se burló nuevamente Tom, para ver la preocupación que volvía dominar el humor de Nairb, puso una manos sobre su hombro- calma, yo te protegeré si es necesario- fue la promesa que hizo, mas sus palabras solo le causaron más preocupación. Supuso que era el destino.

En fuego Judas no dejaba de dar vueltas en el salón principal, la idea de un nuevo rey en zafiro le agradaba y a la vez disgustaba, era como dar fin al recuerdo de Brian y aceptar que todos son remplazables, siendo que no lo creía. Marflow no era alguien que cupiera en tal categoría, pero le aterro saber que si él moría la chica lo terminaría remplazando con otro fulano. Rabia de saber la diferencia entre un humano y un demonio. Supuso que muerto se retorcería en el averno de al rabia. No obstante supo que de extraña forma también se grabaría en sus recuerdos.

-Deja ya de dar vueltas me duele la cabeza- le recrimino Marflow arrojándole una piedrita que le goleo la nuca

-¡Auch!- se quejó Judas mirando a su ahora esposa y futura madre de sus hijo o hija. Como era posible que la mujer que amaba jamás le mostrara gentileza y aun así la siguiera amando. Misterios de la vida.

-Es lo mejor- dijo Marflow mirando a un costado de la habitación- un nuevo rey era necesario para solucionar la situación de Zafiro. En vez de lamentarte debes de hacer es un plan para ayudar a encontrar a este nuevo rey, no solo a encontrarlo sino a que gobierne. Sabes que no le será fácil recuperar el dominio de Zafiro, necesitara tu ayuda, nuestra ayuda. Somos los únicos que podremos retribuir su sacrificio.

Judas miro a  Marflow y asintió. Tenía razón, si por causa de la guerra con los demonios en el pasado y las heridas sufridas no pudieron ayudar al reino de zafiro y ahora que trataban de ayudarlos las puertas de ese reino se les eran cerradas. Zafiro era aparentemente ingobernable.

-tienes razón. Debo ir a Zafiro con un batallón para imponer el orden y así esperar a por el nuevo rey.

-Debes- reprocho Marflow- ¿y yo qué? Esperas que me quede aquí solo porque espero un hijo tuyo… ¡no me hagas reír!- recrimino Marflow comenzando la marcha hacia las caballerizas en busca de sus generales, era claro que no se quedaría de brazos cruzados- yo también llevare a mi gente, vamos a Pompeya por la tuya y luego a Zafiro- concluyó.

Thor miraba con detenimiento el mapa de los reinos que componían su imperio. Serio suponiendo que una nueva batalla surgiría en Zafiro ahora que aparecía un rey, supuso que él debía intervenir como emperador, pero también supuso que su hija y su yerno ya estarían metidos en ese asunto. Sin muchas ganas de meterse en el camino de su hija abandono la habitación de estrategia y nuevamente camino en dirección de la biblioteca

Miro la estatua de Ikol y suspiro, no deseaba dejar solo a su amado, pero tenía una obligación como emperador y como padre: estabilizar Zafiro.

La estatua de metal negro seguía igual que el momento que el dios del averno le quito la esencia vital de Gaya, con esa expresión de enfado y angustia. La melancolía lo lleno, incluso hasta el último segundo de su vida su amado sufrió. Tanto verlo y analizar su vida con los años comprendió que su amor enfermizo, su obsesión de poder, su incapacidad de aceptar una derrota causo la ruina de Ikol y su tormento. De jamás haberle engañado u seducido en su inocencia, el demonio no hubiera padecido tanto dolor y cambiado su alma blanca por la oscura.

Cuantos años pasaron desde que renuncio a sus intentos de devolverle la vida. Mucho Tiempo desde que renuncio a su felicidad al comprender que era imposible curar las heridas y comprender que solo era un simple mortal, claro era que un se mantenía joven a la vista de muchos, pues ya no solo contaba con la habilidad de su espada de trueno, sino también que esta absorbió las habilidades de las espadas rotas en batalla. La habilidad de la espada de nieve perteneciente a Salo le pareció muy útil para congelar su tiempo y aparentar esa forma de 25 años en espera de que algún milagro ocurriera y al estatua de Ikol regresara a la vida y lo viera aunque sea una vez más antes de su muerte. Supuso que lo primero que haría el demonio seria tratar de matarlo, pero aun sabiendo eso, deseaba que lo viera como le conoció, que le reconociera y sintiera que el tiempo no paso.

Rio. Sus sueños eran ridículos. Solo le quedaba el camino de un soberano que vive por el bienestar de su gente. No más.

Elevo una de su mano en dirección de la estatua de metal negro su toco esa mejilla que solía ser suave ahora duras como era el metal negro, despidiéndose para luego salir de la biblioteca y dirigirse a su consejero. Como emperador también debía imponerse en zafiro para dar la bienvenida al nuevo rey y ayudarlo a que ocupara su trono y gobernara.

Tanto Tom como Nairb miraron la ciudad convertirse un caos. De la nada diversos grupos de soldados llegaban de diferentes reino: Pompeya, Fuego, Trueno, entre otros. Miraron al resto de los ladrones comenzar a esconderse en su madrigueras, en esas catacumbas debajo de la ciudad que eran restos de minas subterráneas abandonadas hacía más de doscientos años que Brian decidió usar como el sistema de alcantarillado, refugios en caso de guerras y escondites claves en caso de invasiones para recuperar su reino. Si. Zafiro era dos ciudades en una. La que era vista por los visitantes y gobernada por los gobernantes temporales nobles de gran poderío económico, por la orden de las palomas blancas, los mercaderes y mafias. La subterránea ahora gobernada por la mafia, gente pobre y los piratas en su mayoría.

Sin duda una ciudad compleja, más desde que dos años pasada la muerte de su rey los planos de la ciudad subterránea fueron destruidos, al igual que sus almacenes de maquinaria de guerra asaltados, dando inicio a la guerra entre los diversos grupos que comenzaban a formarse y los ya formados.

-Enconches de lo unció que debemos cuidarnos es de la mujer demonio- repuso Drago, uno de los lideres piratas más temido y respetado de los nueve clanes de piratas que reinaban los mares del continente Sur y Norte. Su rostro manifestaba la excitación y alegría de hacer frente a la afamada demonio de fuego a quien todos denominaban el guerrero más fuerte del mundo entero. Matarla usando el medio que fuera seria digno de su fama y gloria.

-No subestimes a Thor- repuso Sonsa, un capo de la mafia especializado en la trata y tráfico de personas- la habilidad de su arma es compleja, no solo es mortal sino que abarca grandes superficies

-Esa gallina no se animara a usar su espada dentro de la ciudad. Su código de honor como ha manifestado en los últimos años le impiden matar civiles para alcanzar sus metas. Además si el marica hace eso solo matara a los habitantes de la superficie.

-Lastima que nosotros no usemos códigos de honor- repuso Nataniel mostrando una daga y clavándola sobre un pedazo de carne para después devorarlo y seguidamente tomar vino. Era un líder del comercio de mercado negro, supuso que de dar inicio una guerra su gentes seria la más afectada por vivir en la superficie en su mayoría, pero como a todos los presentes les gustaba un Zafiro hundido en el bajo mundo que el estricto reino del pasado aunque… suspiro… no era tan malo. Miro su espada, le pareció ridículo que alguna vez el fuera uno de los generales de Zafiro y ahora… supuso que los códigos de honor eran para romperse… así de fácil se rompieron los que estableció Brian

-El plan es simple… dejemos de habla como mujeres y vamos a la acción-exigió otro pirata

Nataniel rodo los ojos, algunos de los piratas de Drago solían ser tan acelerados. Hecho un vistazo a los presentes, cada grupo se hallaba presente, parecía que todos estaban de acuerdo en no admitir un nuevo rey, todos menos el grupo de las palomas blancas y algunos nobles aun fieles a los ideales del ex rey. Analizo rápidamente a cada uno y puso su ojos sobre Tom y Nairb, les recodo por ser solo un dúo de piratas y por las afamada destreza de Nairb de crear y construir máquinas de todo tipo ganaron el respeto de muchos piratas en un corto tiempo. Sin duda dos piratas que debía incluir en sus planes para hacer frente a la nueva amenaza. Miro su bolso y allí pillo una de las palomas mecánicas que serían usadas el día de la coronación en simbología del nacimiento del nuevo rey y despedida definitiva del anterior.

-Muchachos- llamo a ambos, pues sabía que eran hermanos y no trabajaban solo, siempre trabajaban en dúo. Mirando a Nairb dedujo lo que muchos hacía tiempo deducían que posiblemente el muchacho era el heredero, más Drago se encargó de estudiarlos y averiguar su origen, no tenía relación con el ex reí y si ahora había alguien que logo levantar al espada… Sin embargo al razón de que aun siguiera con vida era su ingenio, gracias a él muchos de sus armamentos había superado a los de la orden de Palomas blancas, sin mencionar que eran piratas y estaban metidos hasta el cuello en el mundo oscuro que implicaba esa profesión.

Ambos miraron a Nataniel y se acercaron. Tom con el entusiasmo por ser tomado en cuenta por el hombre que consideraba una leyenda, el que logro derrotar y matar al primer general de Zafiro. Nairb miro con la incomodidad típica de alguien que sabe que todos desean matarte.

-Ustedes son buenos creando juguetitos- repuso mirando a Nairb – necesitamos que creen estos- saco de su bolsillo un modelo de paloma voladoras similares a las decorativas que usarían para la coronación.

-Eso…- repuso sin gracia Tom- eso es pasado de moda y no veo que sea útil. Mejor pídele que creer cañones de menor tamaño y máxima potencia. Con eso será fácil reducir a los ejércitos invasores- animaba Tom y Nairb rodaba los ojos forzándose a reír.

-No, no lo entiendes. Debe ser iguales pero no solo volaran por el cielo, sino que deben ser armas que aniquilen al enemigo… eh oído que los guardias de la orden de las palomas blancas planean darla bienvenida al rey con estos artefactos. Todos acudirán a este evento para resguardar que nosotros no causemos revuelo. Si no me equivoco se llevará a cabo dentro dos semanas, es tiempo suficiente para que el nuevo rey se manifieste y sede a conocer al mundo entero. Sera divertido vele presenciar la masacre de su pueblo.

-Ya veo…- Dijo Nairb- creo que puedo fabricar nuevos modelos con los que usted indica. He estudiado unos químicos que en combinación generan un gas mortífero que quema los pulmones, la muerte es inevitable- giro a ver a Tom que lo miraba con rareza- necesitare ayuda para la fabricación en masa

Nataniel asintió y llamo a siete de sus hombres

-ellos te ayudaran, si son necesario más solo pídelo- concluyo satisfecho al igual que el resto de los representantes del bajo mundo.

Tom Miro a Nairb tan centrado en lo que hacía, al nuevo equipo de armado, que simplemente sintió la necesidad de estirar las piernas, lo suyo no era crear armas o estar ensamblándolas, él era más de los tipo atleta y astutos, y tampoco le agradaba saber que en las manos de su hermano supuesto heredero de Zafiro se llenarían de la sangre de su pueblo. ¿Qué pensaba Nairb? no lo sabía. Decidió dar una vistazo a como estaba la situación la superficie.

Sin duda las enormes calles a medio destruir daban declaración viva de lo difícil de los tiempo en Zafiro, no es que fuera una ciudad de paz y felicidad antes en las fronteras, pero por lo menos antes se mantenía el orden y la seguridad en cada rincón del reino. El trabajo en las minas era duro, pero era mejor que en otros reinos, al menos en zafiro tenían la decencia de decir que no existía el desempleo.

Thor miro con desdén el reino de Zafiro que después de años al fin le abría las puertas, supuso que no debía de extrañarse. Años de abandono eran el claro grito de necesidad de un rey, de alguien quien dirigiera ese reino a su gloria.

Pedir escoltas no era algo que le interesara a Thor, con su espada y su destreza en al batalla poco le importaba los piratas, los ladrones o esas cosas. Se creía seguro de sí mismo y tenía razones para estarlo. Era el único humano que piso el averno y salió vivo para contarlo, quien reencarno, el que peleo contra demonios, el que se enamoró de uno  y con quien tuvo dos hijos de los cuales una seguía viva. Si… después de vivir todo eso porque diantres debía temer a los simples bandidos del reino de Zafiro, eran simples mortales.

Camino a paso firme por los barrios denominados tierra de nadie. Por el mercadillo negro donde era visto de todo para cada gusto normal, extravagante y anormal.

Se apersono a un puesto muy extraño donde se vendían extrañas piedras preciosas y miro una esmeraldas que le recordaron el color de ojos de quien aún pese a todo seguía amando.

Rara fue la sensación de tomar esas esmeraldas y al hacerlo chocar con otra mano que también deseaba dichas esmeraldas. Giro a ver a la competencia y quedo abrumado

Tom miro de mala gana al extraño hombre musculosos que se disponía a tomar las esmeraldas que colgaban en el muestrario, no le pareció justo, el deseaba esas gemas para hacer juego con su traje negro y sus ojos el día de al coronación, pues era obvio que irían con su hermano, aunque no para que Nairb subiera al trono, sino para derrocar a los ejércitos invasores con elegancia.

La mirada abierta de par en par del hombre de vestimenta elegante y limpia, cual si fuera de la realeza le intrigo pues se hallaba en un lugar de mala muerte y no mostraba miedo, solo asombro al verlo. Arqueo sus cejas al sentir como su mano era apretada por la mano del extraño y rápidamente bajo su mano libre hasta su daga y con esta apunto al cuello del extraño, exactamente a su yugular

-es de mala educación- Prepuso Tom clavando la punta de su daga en el cuello de Thor sacándole un hilillo de sangre.

Thor sirio su piel cortarse y miro con más detalle a ese humano y el soltó. Dentro de su mente su raciocinio le explicaba que no era posible que fuera Ikol, que de ninguna forma este aparecería frente suyo y amenazaría con matarlo, el solo aparecería y lo mataría. Suspiro mirándolo  a detalle, pues si se parecía pero habían ciertas diferencias. La joven tenía el pelo castaño y mirada carente de odio verdadero, más bien se veía pulcra como la de alguien que no ha matado. Diferente a Ikol, aunque le recordó el pasado cuando su amado aún era una inocente criatura ingenua que lo amo sin restricciones y lo miraba desconfiado por sus raras tradiciones.

-Lo siento- se disculpó Thor soltándole la mano y sintiendo como la daga le era apartada del cuello.

-Ok. Acepto tus disculpas, pero yo me llevo esto- repuso Tom riendo, para que negarlo el porte imponente y el descaro del rubio llamo su atención y esos ojos azules le gustaron por aparecerse al basto mar y al cielo sus símbolos de libertas- ten cuidado ricitos de oro, que estas calles no son para gente como tú- repuso antes de marcharse.

-¡Espera!- Thor sin duda le seguía cual abeja a la flor. No era posible que el fuera Ikol eso ya lo sabía, pero nada le quitaría la oportunidad de ser feliz y si ese muchacho abría esa posibilidad la tomaría, después de todo era lo más cercano que encontraba de Ikol.

-Dígame extraño- repuso Tom sonriendo forzadamente, no era un chico de puños, era de agilidad y la agilidad implicaba estudiar las circunstancias, al enemigo y descifrar el tipo de personas que eran y así hacerles frente.  Rápidamente miro nuevamente su ropaje, banca túnica que rodeaba su cuello, parte de su pecho y se ataba a su cintura donde descubrió una espada similar a la de Nairb y sintió la tensión, tendía frente suyo a un rey. Trato de mantener la calma, no era bueno hacer frente a un rey, estos y sus espadas, si aún resonaban las leyendas de la guerra entre los reinos y los demonios. ¿Quién sería este rey? Se pregunto

-Mi nombre es Thor Odison, hijo de Odín, emperador de Asgar…- escuchaba Tom y sentía su pecho estremecer con semejante título. Mírenlo allí parado frente al mismo emperador. Irónico supuso- ¿Puedo saber quién eres tú?

-alto, alto- atajo Tom mirándole desconfiado comenzado a caminar a su alrededor mirándolo de arriba abajo- es un atrevido para ser el emperador- rio, pues no se sentía incómodo ni atemorizado por su presencia, de hecho se le hacía familiar- indagar sobre un extraño en semejante sitio es peligroso. Puede que sea un asesino en serie. Un pirata, un corsario, un mafiosos… ¿no crees que este no es lugar para estar o relacionarse EMPERADOR THOR?- pronuncio estas últimas palabras casi gritándolas. Thor pudo ver como todos los presentes en el mercado giraban y miraban al rubio con bronca-¡Bye!- Se despidió sonriente Tom retrocediendo lentamente antes de ver cómo eran deparadas en dirección de Thor balas de fuego y este sin duda comenzaba a esquivarla mirando como el moreno se echaba a correr por medio de los pasadizos del mercado no dudo en correr detrás suyo pero en el tercero el moreno dio vuelta y terminó perdiéndole. Sin duda ese mercado era como un laberinto y lo peor era que al finalizar aparecían extrañas entradas a cuevas.

-Mierda- maldijo extendiendo su arma para derribar con un frígido viento a todos sus atacantes, por culpa de esto había perdido una gran oportunidad. Mas no estaba enojado, de hecho estaba feliz. Era como volver a sentirse vivo. El típico juego de la escondite entre ambos volvía a renacer, aunque no fura Ikol… pero se sentía igual. Y ese humano se hallaba a su alcance solo debía evitar cometer los mismos errores del pasado.

-Estoy muerto- se quejaba Nairb tirándose sobre un montón de paja mirando a Tom divertido jugando con sus dagas- y ¿qué tal tu día?-Pregunto en tono acusador, su hermano lo abandono con el trabajo encargado por Nataniel y se marchó a quien sabe dónde. 

-Divertido- repuso el moreno calmado- robando, corriendo… divirtiéndome- concluyo

-de verdad… quisiera ser tan despreocupado como tu…

-Podrías serlo, pero no. Piensas demasiado las cosas, no digo que pensar sea algo malo, solo que das muchas vueltas. A veces no es necesario pensar, solo actuar-Repuso lanzando otra daga- ya terminaste tu trabajo

-Si. Algo así. Lo demás pueden hacerlos solo ya saben el protocolo a seguir

-Y ¿que haremos cuando entres por esa puerta como el nuevo rey?

-No hare eso. Ya dejamos en claro que no seré rey, nadie tiene porque saber que tengo la espada

-Sí, pero… bueno digo yo… en algún momento puede que necesites usarla.

-no es necesitado usar una espada en lo que va de mi vida, ¿por qué necesitaría usar una ahora?. Prefiero usar maquinas para que hagan el trabajo sucio

-Una maquina jamás igualara a un humano

-No, no lo igualara lo superara- repuso Nairb, mirando la cueva, era una ramificación de la cueva central que servían como departamentos para sus habitantes, no era la gran cosa, solo camas de paja, un baño y una sala… Supuso que pese a todo el ex rey buscaba la comodidad para la gente de bajos recursos aunque en las fronteras las cosas eran diferentes. Supuso que después del día de la coronación ni Tom Ni él podrían volver a pisar Zafiro… no con las palomas que había hecho… 

….

Thor se veían mas impaciente recorriendo aquel mercado, cada rincón de ese bajo mundo en busca de ese muchacho, si era verdad que posiblemente la zona se convertiría en un área caótica el día de la coronación del rey de Zafiro, no deseaba que en la confusión su nuevo interés amoroso se viera involucrado o herido. Había mucho por qué preocuparse. Deseaba agradar al muchacho y ganarse su cariño, su confianza y su amor. Ese era su sueño y meta actual, lograr hace bien las cosas que jamás podría hacer con Ikol.

Judas no podía creer como Marflow se adentraba en las ciudadelas de bajo mundo de Zafiro buscando el reglo perfecto para el nuevo rey de zafiro. Algo extraño para Marflow a quien no le agradaba ser muy detallista y ahora parecía mostrar mucho interés en ese regalo, sintió algo de celos, pero supuso que era normal. El seguro del grupo era Brian, al fuerte era Marflow y él era el gracioso, le parcia irónico que al final él payaso se quedara con la chica, pero con Brian muerto que pretendiente más le quedaba a Marflow, todos le tenían miedo por ser fuerte, independiente, bocona y ahora por no contar con su brazo derecho.

Caminaron sin descanso durante todo el día en busca de algo interesante, miraron el escandalo formado por Thor y pese a que quisieron interferir, no encontraron sentido en hacerlo. La chica rodo los ojos, nunca más se metería en los problemas de sus padres esa era una regla de oro que acordaron con judas. Sin embargo a horas de pasado el alboroto tenían hambre y aun no encontraban nada de su agrado, cubriéndose túnicas de color kaki cubrieron sus identidades pues con el alboroto de Thor no deseaban ser descubiertos y agredidos. Se sentaron en una posada donde se vendía caldo de pollo, se miraron y asintieron, sin bajar sus capuchas y simplemente se disponían a cenar cerca la puerta de ingreso, pues dentro de la posada el humo de cigarrillo era fuete y Marflow aduras penas lo soportaba.

Nairb caminaba aburrido de haber perdido el juego de la moneda y tener que ir a comprar comida, como era posible que pese a trabajar todo el día en esas máquinas aún se veía obligado a comprar comida… supuso que no había solución tenía hambre.

Miro una posada y abrió al puerta con expresión cansada, la posada estaba llena dentro se podía oír resúmenes del enfrentamiento en el merado contra el emperador. Como empezó el altercado, nadie lo sabía, más uno comento: suerte Tom nos advirtió. Repuso regalándole un vaso de cerveza en gratitud a la proeza de su hermano.

Nairb sintió un tic nervioso: así que a eso se refería Tom cuando dijo divertido “Robando, escapando…” Suspiro acercándose a una mujer de mediana edad para pedir dos platos de comida, mientras seguía escuchando las charlatanerías de los presentes más intrigado se hallaba de escuchar y saber que más paso que no dudo en buscar un lugar para sentarse siendo lo únicos disponibles unos cerca dela puerta.

-Señora mejor uno para comer aquí y otro para llevar- repuso y al mujer el alcanzo un plato. Miro a los piratas y mafiosos en el centro cubiertos por la capa de humo, no tuvo muchas ganas de oler a cigarrillo ni pedir un sitio para sentarse con ellos, no le gustaba, resignado se dirigió a la puerta del local. No eran era posible oír con claridad pero igualmente era entendibles las conversaciones.

Sin dudarlo con el plato de comida camino en esa dirección y mirando al única mesa disponible ocupada por una pareja supuso que debían pedir permiso, mas su voz se opacó la ver a la mujer encapuchada.

“Dioses… es hermosa” aun con esa capucha, lo que veía de su rostro era tan bello… su pecho dio un sobre salto que le hizo olvidarse del mundo entero.

Marflow de mala gana noto al extraño frente suyo, no deseaba relacionarse con estos tipos, quizás por esos no entablaba contacto visual con ellos, más al elevar su mirada quedo atónita. Judas noto el sobre salto de su esposa y también miro al extraño que irrumpía su comida. El pedazo de pollo que masticaba caía de nuevo al plato por el asombro.

-Esta… ¿Se puede?-Repuso mirando a la chica, supuso que valía la pena soportar al tonto que no dejaba de verlo  con expresión de idiota con tal de siquiera saber el nombre de esa mujer, mas no tardo en frustrarse al ver que ella estaba embarazada y en su mano lucía un anillo de oro que hacia juego con el anillo de oro de su extraño acompañante.

Marflow rápidamente recupero el sentido de las cosas y era obvio que Brian estaba muerto y si este joven parado frente suyo se le parecía no encajaba en edad, con su viejo amigo, todo debía ser casualidad.

-Cla… claro- su voz se entre corto, pero aun así mantuvo la serenidad y miro a Judas que seguía con la boca abierta y se la cerro sutilmente con su mano.

-Un día ajetreado- repuso Nairb, y nuevamente Judas y Marflow le miraron, hasta la voz era idéntica a la de Brian. Nairb sintió la incomodidad de sus miradas, pensó que con ese comentario rompería  la tensión que aún se sentí, pero no. Era extraño pero sentía una especie de de-javú- un día común en esta tierra de nadie- concluyo comenzando a comer

-Si…- dijo aduras penas Judas mirado al joven de pies a cabeza. Si era idéntico a Brian en sus años de juventud. Su mismo porte, su misma mirada. ¿Acaso era su hijo perdido? Negó con la cabeza, si Brian tuviera familia oculta él lo sabría, sabía todo de Brian, era su mejor amigo y siempre supo todo de él. Incluso sus secretos aunque, siempre los sabía algo tarde cuando el mismo Brian decidía delatarlos. Eso era frustrante, sin embargo un hijo no era algo que su amigo ocultaría mas si estaban cerca una guerra, lo haría público para proteger a su reino en caso de su muerte- y ¿cuál es tu nombre?-Pregunto rápidamente. Necesitaba saberlo para hacerlo investigar, de seguro a la orden de las palomas blancas le interesaría saber más de este chico, entonces un foquito se le prendió en la cabeza y rápidamente se paró en seco y se levantó y puso frente Nairb y miro analíticamente encontrando una espada en su cintura recubierta de tela, como tratando de esconderla. Una riza se formaba en sus labios, una sonrisa maligna y de molestia “!Maldito bastardo!” maldijo Brian suponiendo que su amigo de alguna forma u otra se las ingenió para tener descendencia ya un que los tiempos no encajaban supo que era obra suya, supo que todo era su culpa.

-Primero-dijo Judas señalando con el dedo índice al Nairb- quienes son tus padres y donde están- deseaba saber que tanto conocía ese chico de sus orígenes y quien era la madre

Nairb arqueo las cejas y se levantó calmadamente. Ese hombre estaba loco y era enérgico, suficiente con Tom. Sin dar explicación se retiraba con su plato de comida, mejor ir a casa y descansar tranquilo estaba agotado.

-¡Oí! ¡No me ignores mocoso!- repuso Judas poniendo su mano sobre su espada y formar una mano de piedra que emergía del suelo  y le sujetaba a Nairb de la piedra derecho- no creas que te iras, no hasta que respondas todas mis preguntas jovencito- acuso mientras Marflow miraba con rareza a su marido pero no le parecía tan extraño, cada cosas relacionada con zafiro o Brian siempre lo ponían así.

-Judas no atormentes más al chicos, solo es coin…

-Mira su espada y dime si estoy loco-acuso Judas justificando su proceder y apuntando el arma que tenía Nairb en su cintura. El resto de los presentes dejaban sus charlas y sus bebidas y comenzaban a centrarse en los encapuchados que parecían tener pleito con Nairb. Judas descaradamente se quitaba su túnica mirando a Nairb y mostraba su espada.

La gente de la posada comenzaba a murmurar, nuevamente reyes se hacían presentes en el bajo mundo, se sentía invadidos molestos, muchos deseaban atacar más al ver a la mujer quitarse la túnica al notar el ambiente tenso, la reconocieron y pusieron a correr cual almas que lleva el diablo. Reconocían a la mujer demonio, la reina de fuego.

Marflow miro fijamente el arma que cargaba el extraño chico idéntico a su amigo muerto. Sin dudar le pareció extraño que una espada estuviera recubierta por telas. Ridículo. Sin miedo e intrigada despojo la espada de Nairb de las telas y descubrió al espada de la agilidad. Nairb no hizo gran esfuerzo por impedir a la mujer rebelar esa espada, reconocía al igual que el resto a la reina de fuego y a ser francos temblaba ante su presencia.

-Imposible…- susurro mirando al joven y tomándole del mentón. Era tan parecidos y tenía la espada… ¿Qué significaba esto?- se sintió indignada. Confundida, pero segura de algo… se lo llevarían a la orden de las palomas blancas, y nombrarían rey de zafiro- ¿quiénes son tus padres?- indago nuevamente Judas

-Esto es ridículo…- Repuso Nairb mirando como la posada quedaba desértica y solo ellos tres. Sintió ganas de correr y alejarse pero estaba atrapado con una especie de mano de piedra que no le soltaba el pie derecho y de la nada esa mujer de belleza dejaba de parecerle bella y la veía como una criatura aterradora al igual que el idiota de su pareja que se asemejaba a un hombre de pocas pulgas mirándole fijamente- ¡Suéltenme!- exigió molesto.

-¡Ridículo!- Exclamo Marflow- ¡Tienes la espada de la agilidad, esta estaba en mi reino y la tienes! no creo que esta espada llegara a ti volando, no es ridículo, es muy serio. Tú fuiste a por ella. Tu res el nuevo rey de Zafiro. Y eso no lo hace ridículo ¿Por qué sigues aquí en el bajo mundo y no con los de la orden de las palomas blancas?.

-Mira…- dijo Judas suspirando, el pobre estaba pálido ante los regaños de Marflow que no dejaba de sujetarle al cara para verlo fijamente, parecía que sus dedos terminarían por romper la mandíbula inferior de joven y que esa mirada amenazadora lo asesinaría- creo que no comprendes las cosas. Mi nombre es judas soy el rey de Pompeya, si sabes algo de historia mi reino y Zafiro fueron como uno solo, él era como mi hermano… y tú. Eres su vivo retrato y no solo eso. Tienes su espada. ¿Eres su hijo?-Pregunto.

Nairb miro al rey de Pompeya abriendo los ojos a más no poder, era tan extraño escucharle hablar de esas cosas. No cabía en su cabeza, el despertó y era huérfano, encontró a Tom y supo que debía estar con él como su hermano. Y ahora… todo daba vueltas. Marflow le soto el mentón y este miro al suelo analizando toda su vida.

-No. no lo sé…- repuso y Judas le miro con lastima, el pobre joven parecía tan confundido que le dio lastima y a su vez ternura. Sin dudarlo le libero creyendo que ya no era necesario atraparlo en contra de su voluntad, no veía razones por las cuales este huyera de ellos. Sin embargo apenas libre del agarre de la mano de piedra y de la mujer, su mano izquierda tomo el mango de su espada. Alzo la mirada y una sutil sonrisa maliciosa se formó- y no me importa- concluyo echándose a  acorrer a gran velocidad que ni Marflow ni Judas pudieron atraparlo y perdieron de vista en medio del mercado que sin duda era similar a un laberinto.

-¡Maldito!- renegó Judas, pues no pudo evitar sentirse engañado. Ese chico si no era el hijo de Brian debía ser su reencarnación, era jodidamente molesto cuando quería y siempre con un truco bajo la manga.

-Atraparlo… creo que será divertido- dijo Marflow mirando a su esposo con una expresión animada.

-sí, claro… ¿y después qué? Lo mantengo encadenado al trono de Zafiro- repuso Judas molesto- si no lo has notado escondía su espada, habita en el bajo mundo de Zafiro… dudo que sus planes sean ir a la coronación…- repuso Judas.

-No tiene que ser sus planes- Marflow se acercó a Judas y beso en su mejilla- es hora de obligarlo a bailar a nuestro son… no siempre las cosas son como él las quiere- concluyo recordando como en la guerra Brian fue quien decidió las estrategias y salvarle la vida. Era el turno de ellos para imponérsele.

Corriendo sin medir su velocidad y su fuerza y cuando vio frente suyo a una niña mirándolo fijamente. Freno y al frenar termino dando un triple salto mortal cayendo de espadas contra el suelo y golpeándose la nuca.

Sintió el adormeciendo del golpe y el mareo y apenas distinguió a la niña que caminaba en su dirección.

-Te creía más listo- dijo la niña – lograste conseguir un favor del dios del averno, y no logras ser precavido. ¿Deseabas ser descubierto acaso? Recuerda tu misión antes de tratar de alcanzar tus sueños… de nada serviría que fracasaras y tu alma sea destruida.

-¿y quién se supone que eres tú?-Repuso adolorido, era extraño, primero la espada, eso era comprensible, después esos dos que mostraban mucho interés en su persona, luego esta niña que con la cual su anillo reaccionaba. Muy extraño

-Soy quien nuca vive y nunca muera… el que avanza y no se detiene, a quien maldicen y aclama… sin duda a quien le deben la gloria y las desgracias- repuso la menor antes de desaparecer- no olvides el acuerdo. Necesitamos su presencia para poner fin a este juego.

Nairb se levantó molesto. Más cuando la menor desapareció sonriéndole.

Camino a su refugio donde vio a Tom y este le miro molesto al ver que no traía la cena.

-¿quieres matarme de hambre?- le recriminó mas Nairb lo paso de largo y se arrojó a la cama de paja improvisada que tenían a un costado

-mañana nos iremos de Zafiro… suficiente con capacitar a esos siete… no pertenecemos a este lugar- concluyo para cerrar sus ojos y fingir dormir. Un vacío se formaba en su interior y sus molestas pesadillas y obligaciones aparecían cual reclamos que lo atormentaban.

Por su parte no solo Thor, sino también Marflow, judas esperaban con ansias el día de la coronación esperando encontrar a esa persona que llamaron su atención. 

Drago al igual que Nataniel miraron como las palomas mecánicas eran puestas en remplazo de las palomas de la orden de las palomas blancas. Sin duda una masacre daría inicio.

-¿Y esos dos?-Interrogo Nataniel

-Se marcharon pues dijeron que no tenían intención de enfrentarse a la demonio de fuego- informo Drago y Nataniel miro al suelo dudoso, hizo señas con sus manos a cinco de sus hombres- síganlos- ordeno sospechando de su proceder- mátenlos si intentan traicionarnos. Lleven sus flotas y sus hombres- concluyo recordando que el barco de los hermanos estaba muy bien equipado de armamento.

 

 


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